Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

viernes, 28 de febrero de 2020

BOLETÍN CEC-MASVIDAL ENERO-FEBRERO 2020

Hemos recibido el Boletín de la Comunidad Ecuménica Cristiana Jaume Masvidal nº 30/022020 correspondiente a enero - febrero 2020 que ahora os reproducimos

BOLETÍN CEC-MASVIDAL

Noticias 

Baños escolares en Marruecos.

Gracias a vuestras aportaciones, los primeros días de enero hicimos entrega del dinero recogido para la construcción de baños escolares en Marruecos. Tenemos programada una expedición en julio para documentar la ejecución del proyecto. Os animamos a participar en esta expedición o hacer aportaciones: 


SOUC

Entre los días 18 y 25 de enero se celebró la SOUC (Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos), y muchos de los miembros de la CECMasvidal participaron en diversos actos ecuménicos celebrados durante esta semana en varios lugares de la geografía.


Tercer libro de 'Clàssics de la Reforma'

Ya podemos anunciaros que el libro 'Apologia de la Confessió d'Augsburg' del reformador alemán Felipe Melanchthon -el tercer libro de la colección 'Clàssics de la Reforma' que la CEC-Masvidal produce en lengua catalana-, se encuentra disponible para ser adquirido. Son 400 páginas de defensa firme de los fundamentos básicos del Evangelio en pleno siglo XVI, absolutamente vigente a día de hoy. Esta apología fue la respuesta a la Refutación que los papistas hicieron a la Confesión de Augsburgo, escrito en donde se declaraban los principios inamovibles de la Buena Noticia de Jesús frente a los abusos de la iglesia de Roma de la Edad Media: 




Cambio de local

Entre los últimos días de diciembre del año pasado y los primeros de enero de éste, el ministerio de Cristianos Monrepós ha reestructurado y ha trasladado el local de atención social, pastoral y misionera a una nueva ubicación en el mismo municipio en el que se encontraba. Actualmente se siguen dando los mismos servicios y atenciones, pero ahora en C/ Serrablo nº 116 de Sabiñánigo (Huesca). 

Festividad de San Jorge

El próximo 23 de abril, como ya hicimos el año pasado, tendremos estand de libros en Barcelona durante la Diada de Sant Jordi, y donde podréis encontrar las ediciones de 'El Cenacle' y los libros de la colección 'Clàssics de la Reforma'. Próximamente os comunicaremos su ubicación exacta, en cuanto el Ayuntamiento nos la asigne.

TOLERANCIA 

Son las 10:00 de la mañana y estoy pasando por los controles de seguridad para acceder al complejo científico de nuestra universidad, donde están todos los microscopios electrónicos. Me encuentro con mi instructor y ambos vamos a la sala en donde está nuestro Microscopio Electrónico de Transmisión (MET). La habitación está oscura y hay un olor aséptico en el aire. La bomba de vacío retumba fuerte y de repente se detiene. Mi instructor me explica el uso de los controles y empezamos a ver nuestra muestra. Entonces, mirando el monitor del ordenador del microscopio, la imagen comienza a hacer zoom y puedo ver la auténtica estructura atómica de la muestra. 

Esa imagen era tan diferente de cualquier cosa que pudiéramos ver con la única ayuda de nuestros propios ojos, que me hizo pensar en la naturaleza del universo y en nuestra comprensión de ella, y cómo de imperfecta es esta comprensión. 

Debemos reconocer que somos seres limitados y -en consecuencia- nuestra comprensión también es limitada. Por lo tanto, debemos ser humildes y abiertos a opiniones o respuestas que puedan desafiar nuestras propias creencias, así como ser tolerantes con las personas que tienen creencias diferentes. 

“El que no está contra nosotros está a favor de nosotros." 
Marcos 9:40 (NVI) 

Amado Dios, ayúdanos a entender nuestra pequeñez y a ser humildes para saber respetar la fe de quienes piensan diferente de nosotros.








Marçal Ainsa i Bertran (Barcelona, Cataluña)
‘El Cenacle’ vol.85.6
© The Upper Room





jueves, 27 de febrero de 2020

CATÓLICOS Y EVANGÉLICOS. ESPAÑA

Católicos y evangélicos en España, toma de contacto de cara a un futuro ecuménico


Un punto de partida para el futuro de católicos y evangélicos en España. Ese es el resultado más positivo de las XXIX Jornadas para delegados episcopales y directores de Secretariados de Relaciones Interconfesionales, según la valoración de Rafael Vázquez, presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. «Fue un primer acercamiento, que no había hasta ahora, para ver cómo establecer relaciones más oficiales», explicó Vázquez.

Una de las actividades más valoradas de estas jornadas, que se celebraron del 10 al 12 de febrero, fue la visita a la Iglesia evangélica Cristo Vive, donde participaron en una oración ecuménica. Vázquez destacó la importancia de entablar relaciones fluidas con evangélicos y pentecostales. «Son iglesias muy libres, que han crecido mucho y ahora son las más numerosas dentro del cristianismo después de la Iglesia católica», explicó. Estas comunidades han experimentado grandes aumentos especialmente en Latinoamércia, y en España están muy ligadas a los movimientos migratorios. Precisamente sobre estas relaciones habló en las jornadas, por ejemplo, el sociólogo Antonio Montañés Jiménez.

Vázquez apuntó que hay puntos en común sobre los que es posible avanzar: «Primero, la necesidad mutua de apertura y de conocimiento del otro. En segundo lugar, lo común de la Palabra de Dios y el deseo de profundizar en una fe personal y conversión madura. Y valorábamos el afán misionero de estas iglesias».

En las jornadas participaron 57 personas, entre las que se encontraban católicos, evangélicos y ortodoxos.

FUENTE:




miércoles, 26 de febrero de 2020

CARTA DE CUARESMA 2020


CON 5 EUROS 

Queridos amigos: 

En el transcurso del año celebramos muchas campañas de índole social, donde rezamos y aportamos medios económicos para fines sociales en favor de los hermanos más necesitados. 

También durante este año daremos nuestro apoyo a campañas promovidas por diversas entidades, pero que todas confluyen en un mismo fin, que es sacudir nuestras conciencias satisfechas del Primer Mundo a favor del Último Mundo, donde el hambre y la enfermedad se adueñan de tantos y tantos hermanos nuestros. Se trata de vivir cada uno de los cinco viernes de cuaresma con sólo 5 euros para todo el día 

¿Por qué 5 euros? Sencillamente porque es la cantidad que gasta diariamente en comida una familia media en tierras del Tercer Mundo. El gesto se puede hacer individualmente o en familia, o ser promovido desde la parroquia. La forma concreta de llevarlo a cabo puede ir desde tomarse tan sólo un bocadillo en todo el día, a compartir un plato de arroz o de patatas en familia, o prescindir de la comida principal. Se trata de vivir estos días con lo que millones de personas viven todos los días del año y todos los años de su vida. 

Sería ingenuo creer que, por hacer esta experiencia, estamos compartiendo de cerca las angustias y miserias de aquellas gentes. Una cosa es intercalar este humilde gesto en nuestra vida con todas las necesidades cubiertas, y otra muy distinta vivir sin saber con qué se podrá contar los próximos días. 

No es, sin embargo, un gesto puramente simbólico. Es también exigente. Quiere expresar de manera concreta nuestro deseo de acercarnos a los más pobres del mundo para tenerlos más presentes. Así experimentaremos un poco mejor lo que significa esa «desigualdad» de la que tanto hablamos. Por otra parte, es un modo de ejercitar nuestra capacidad de vivir con más austeridad y menos cosas superfluas. 

Es claro que estos pequeños gestos no resuelven las injusticias de las relaciones Norte-Sur, pero las cosas nunca cambiarán si no se crea entre nosotros una nueva conciencia. Necesitamos sacudir nuestra rutina, ponernos a reflexionar, descubrir nuevas maneras de vivir de forma más humana. Nos hemos fabricado un modo de vida que nos esclaviza: comemos lo que nos apetece y tiramos lo que nos sobra sin pensar casi nunca que, para que ese nivel de consumo pueda mantenerse, el Tercer Mundo ha de ser exprimido por los intermediarios y el sistema económico internacional que imponen sus condiciones sin justicia ni piedad alguna. 

Si vivimos de forma sobria, mantendremos una libertad crítica frente a los reclamos insanos de la cultura consumista y seremos más sensibles hacia quienes sufren necesidad. 

Tal vez este pequeño gesto nos ayude a entender mejor las palabras de Jesús al comienzo de la cuaresma: «No sólo de pan vive el hombre.» 

Que este tiempo cuaresmal, sea una oportunidad para despertar nuestra sensibilidad y así podamos abrazar con más amor al hermano necesitado. 

Un abrazo 

Fernando Jordán Pemán 
Párroco 
Parroquia Inmaculado Corazón de María 
JACA




lunes, 24 de febrero de 2020

ECUMENISMO CRISTIANO


Ecumenismo cristiano

por Manuel Mandianes

Tal vez cada uno de los sistemas teológicos, cada una de las Iglesias, hasta cada una de las sectas, centran su atención en un aspecto y otras lo centran en la parte oscura que deja la primera.

Si el hombre es, de forma inevitable, portador de desilusiones, de desdichas y de penas, mucho más lo serán las Iglesia, comunidades de hombres. A lo que hay que añadir que el mundo es una jungla de intereses dentro de la que habitan, están los cristianos miembros de las comunidades eclesiales.

Los cristianos, como todos los hombres, son cúmulos de experiencias de frágiles sentimientos. Dar la importancia que tienen a las palabras, pero sobre todo dar importancia al Evangelio a la experiencia de vida y al misterio. Uno de los elementos de la división tal vez sea el hecho de haber dado más importancia a las palabras que a la vida, sabiendo que la palabra es imprescindible para la predicación de la Buena Nueva.

Pero la palabra puede estar encallada, desmantelada, sin asidero inmediato, mezclando inquietudes personales que pueden tergiversar, desvirtuar los contenidos de la misma.

La vida no es un abrigo que se saca y pone como y cuando uno quiere, no se puede arrastrar el tiempo como una capa. Nadie puede olvidar el cambio como condición de todo existente y de todo lo que quiera y desee continuar vivo.

El ecumenismo o la identidad de doctrina será muy difícil, o debe de ser el objetivo inmediato del movimiento ecuménico, puede que llegue, pero tardará y no sé hasta qué punto puede ser posible ni deseable.

Tal vez la desaparición de alguna de las Iglesias llevaría consigo la destrucción de la riqueza de visiones e interpretaciones. Pese a que el paso del tiempo lo transforma todo, a las instituciones, y al individuo también, le cuesta mucho olvidarse de las cosas que fueron importantes, la tradición y las costumbres, y determinaron, durante algún tiempo, su conducta y su manera de ser, aunque, con el paso del tiempo, su función se haya modificado.

No se puede olvidar que las costumbres viejas constituyen en el ser humano como una segunda naturaleza muy difícil de cambiar y más aún de abandonar, no podemos comprender el presente sin tener presente el pasado.

El Cristo tuvo su dónde, estancia que contiene lo que toca la esencia del hombre, su proximidad y su patria, en donde el hombre se siente y mora consigo mismo; y su cuándo, momento del tiempo, agitado por lo que pasaba su alrededor, por las fiestas y los acontecimientos que conmovían a la familia y a la comunidad; atrapado en sus sueños y tocado por sus fracasos, por su identidad político-ideológica, por la historia.

Aquí toma sentido la infancia, paraíso del hombre, porque "no creáis que el destino sea más que lo denso de la infancia", escribió Rilke, cuando el hombre despierta a los acordes de la vida y se abre a las tonalidades del mundo.

Muchas veces las aspiraciones sembradas por la Buena Nueva han sido destruidas y devoradas por los inhumanos engranajes políticos, económicos y las estructuras filosóficas reinantes; muchas veces, los anhelos humanos se han visto masacrados por la corrupción y la ambición de unos cuantos.

Hasta ahora asomarse al ecumenismo era como asomarse a lo prohibido, al abismo, lo intocable. Muchos libros prohibidos durante años lo eran simplemente por situarse a favor del diálogo entre diferentes confesiones. Unas se veían a otras como herejías, espejos de lo diabólico.

Para dialogar, para estar a favor del ecumenismo hay que ver al otro como un diferente, otro yo con una visión diferente de la mía de la misma realidad; un yo diferente de yo mismo: la diferencia. Las Iglesias no pueden dejarse atrapar en la tendencia del mundo moderno de funcionar como máquinas sino como personas que se tratan y buscan juntas a pesar de las diferencias.

Al pueblo cristiano no interesan las diferencias como pueden haber interesado a inteligencias descomunales como las de los grandes reformadores y fundadores de las diferentes Iglesias. Y aún en su caso, muchas veces, las diferencias se deben más a los sistemas filosóficos, soporte de la versión del Evangelio, que a la inteligencia de la Buena Nueva.

Si Jesús interpretó muchas leyes de manera diferente a como las interpretaban los maestros de su tiempo y San Pedro diferente de como lo hacía San Pablo, los seguidores pueden y de hecho lo hacen, interpretar de manera diferente lo que dijo Jesús.

Los protagonistas de las conversaciones ecuménicas no deberán ser tratados como héroes que se enfrentan a lo desconocido, gestores de los miedos colectivos del que salen más o menos airosos sino hombres de buena voluntad que representan los deseos de las comunidades. Hay que reconfigurar y revisar la memoria para crecer todos juntos evangélicamente.

No existe ningún mecanismo en el cerebro que asegure a unos la verdad y a los otros la incertidumbre y aquí puede residir el don de la creatividad hasta para crear nuevas palabras que expresen una nueva situación.

Las diferentes palabras y conceptos teológicos que utiliza cada una de las iglesias no son algo vacío sino llenos de contenidos, y la imagen que cada Iglesia tiene de si misma es tal vez, casi seguro, mejor que de ninguna otra por lo que puede ser doloroso y difícil proceder a alteraciones allí en donde sean indispensables para una actuación conjunta.

Todos los sistemas, todas las interpretaciones, toda filosofía, tienen espacios vacíos. Para ello es importante e imprescindible ser conscientes y admitir las propias limitaciones y más aún las limitaciones de los propios sistemas de interpretación sin que cada uno deje de luchar por sus principios y menos que deje de defenderlos.

Admitir la diversidad de interpretaciones es tan natural como admitiré la biodiversidad y respetarla tan necesario como prevenir y luchar contra el cambio climático. Hoy los cambios ocurren a tala velocidad que se puede tener la impresión de que no importan a nadie.

Puesto que la veneración del mensaje de Cristo es consustancial a la naturaleza de todas las Iglesias cristianas, la unidad de acción, la caridad, debe de impeler a la unidad de acción para ser eficaces, aunque los caminos y medios sean diferentes. Mirar la realidad con los ojos de los otros y el abandono absoluto de la pretensión de sacar provecho personal o institucional sino de predicar a Cristo son principios básicos para que el ecumenismo evolucione. Se trata de un crecimiento interior, no de una expansión en el exterior.

El carácter y las singularidades de las diferentes Iglesias deben de ser considerados una riqueza como dentro de la Iglesia católica lo son los diferentes carismas encarnados por las diferentes órdenes religiosas. Tal vez la ola de ecumenismo no responda más que a la nostalgia de comunidad cristiana inicial.

Sea lo que fuere, lo importante es dejarse ganar por un ecumenismo profundo, de vida, de acción. El ecumenismo debe de ser una de las ideas vertebradoras del proyecto de las iglesias cristianas al que deben someterse, sin renunciar a las diferencias, las palabras y las formulaciones sabiendo de comprender no es realizar.

Las cosas pueden verse facilitadas por el hecho de que no se trata de la conversión a una nueva religión; en todo caso se trata de diferentes maneras de seguir el Evangelio y anunciar la Buena Nueva. No hay nada que ponga tanto en evidencia la inteligencia y la grandeza de un hombre como el hecho de incorporando a su mundo la verdad, las necesidades y la bondad de los demás que supone, muchas veces, volver a nacer, desaprender muchas cosas para volver a aprenderlas. Sólo sí el alma disfrutará de la libertad absoluta para dejarse ganar por Cristo, sólo así los creyentes podrán volver a ser "uno sólo".

Podemos permitirnos ser viejos para todo menos para dejar que el Evangelio se haga más grande cada día en nosotros, como la semilla pequeña que un día se hace árbol inmenso.

La realidad es mucho más amplia y compleja que cualquier método de análisis. Cada una de las Iglesias no deja de ser el reflejo de un sistema teológico, de una visión de la realidad evangélica. Pero el Evangelio, la Buena Nueva es mucho más rica que cada una de sus interpretaciones; tal vez variaciones de la misma realidad revelada.

El Evangelio, el Plan de salvación que es la encarnación y la vida de Jesús es un plan mucho más complejo que cada una de las visiones e ideas que los hombres se han hecho de él. El mundo está por encima ya de todos los bloques, de las civilizaciones, está sumido en la globalización tecnológica, y las Iglesias no pueden dejar de lado este momento. Es el momento oportuno, cada uno debe de buscar el lugar conveniente.

Cada Iglesia, cada responsable ha de aguzar el ingenio para estar en el lugar oportuno en el momento preciso y actuar con resolución.

FUENTE
https://www.religiondigital.org/




domingo, 23 de febrero de 2020

RITUALES SAGRADOS


LO QUE DICEN LAS RELIGIONES
RITUALES SAGRADOS 

por José Luis Vázquez Borau

Se entiende por rito la costumbre o ceremonia que siempre se repite de la misma manera. O bien el conjunto de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas. Los ritos son las celebraciones de los mitos, o historias sagradas, que no se pueden separar de estos. Tienen un carácter simbólico y su celebración puede consistir en fiestas y ceremonias según las pautas de la tradición o de la autoridad religiosa. 

1. Los ritos de ofrenda y de sacrificio en el animismo 

Son actos que manifiestan el reconocimiento de la dependencia del ser humano respecto del creador. Estos ritos consisten normalmente en el ofrecimiento de las primicias de la cosecha, o en el momento de la siembra, para hacer que la semilla sea fecunda. También hay sacrificios de animales. Cada dios o cada antepasado tiene sus preferencias. Estos sacrificios son de acción de gracias y de petición de favores. A veces estos ritos tienen la función de calmar al dios ofendido. En este aplacamiento tiene un gran papel la sangre. Los animistas han conocido a veces los sacrificios humanos. La sangre de los sacrificios humanos o animales se ha representado simbólicamente, por ejemplo, entre los hombres prehistóricos con el color ocre o rojo. 

En ocasiones el sacrificio es una realidad que se impone como reparación de un desorden. El ayuno, practicado en todas partes, es la autopunición más frecuente, pero existen otras clases de privaciones voluntarias. Manifiesta que el ascetismo es una constante en toda vida religiosa, animista o no. El sacrificio tiene, finalmente, la misión de regenerar la fuerza vital, disminuida a veces por la enfermedad, la violación de un tabú, o dispersada por la muerte. En estas ocasiones es necesario restituirla derramando la sangre de una víctima. 

2. El rito del perdón en el Judaísmo 

Durante la fiesta del Yom Kippur se rememora la fe de Abraham, que encuentra su máxima manifestación cuando Dios, para ponerlo a prueba, le pide que sacrifique a su único hijo, en quien precisamente, tras tantos años de esterilidad, parecía cifrarse la única posibilidad de realización del linaje que Dios le había prometido. Y Abraham obedece sin discutir. Va al monte que Dios le había indicado, levanta el altar, dispone la leña, ata encima a su hijo y empuña el cuchillo para sacrificarlo, pero en este momento Dios le impide que lo haga y pone a su alcance un carnero, que será sacrificado en lugar del hijo. Dios le jura entonces que por no haberle negado su único hijo le colmará de bendiciones y hará su descendencia más numerosa que las estrellas del cielo y las arenas del mar. La tradición islámica cita a Ismael, no a Isaac, como el sacrificio perdonado. (Cf. El Corán, XXXVII, 101-111)

3. El ritual funerario en el Islam 

El ceremonial de la muerte y entierro se realiza de la siguiente manera: Primero se lava el cuerpo del difunto y se envuelve en una mortaja de dos piezas sin costura, como en el judaísmo. Después se hace una oración en honor de la persona muerta que puede hacerse en la mezquita, en la casa o cerca de donde vivía. El paso siguiente es llevar al difunto a la tumba. Las mujeres generalmente no van o sólo acompañan durante una parte del trayecto. Los familiares y amigos caminan junto a una especie de camilla donde llevan al difunto. El poder cargarla se considera un honor y un acto muy meritorio. Contra antes lleven el cuerpo a la tumba mejor, pues consideran que acelera su felicidad. 

Si una persona muere luchando por el país es considerado mártir (shahid). En este caso se envuelve su cuerpo con la bandera del país, y mientras se le conduce a la tumba se va diciendo shahid Aviv Allah, que quiere decir, “el mártir es querido por Allá”. Aunque tuviera pecados, todos le son perdonados en el momento de su muerte. Para todos los casos la tumba es cavada en la tierra, La medida será la de un hombre en posición vertical. Si es para el cuerpo de una mujer, la profundidad será hasta el pecho, y si es para un hombre será hasta la cintura. El cuerpo se coloca orientando la cabeza hacia La Meca. La persona que entierra dice: “Nuestra comunidad te sepulta en el nombre de Dios y la religión de Mahoma”. Luego, la tumba se cierra con ladrillos o tablillas y se rellena con tierra. En general se colocan inscripciones del Corán en la tumba. Una vez alejados cuarenta pasos se reza la profesión de fe, al creer que es en ese momento cuando dos ángeles comienzan a hacer las preguntas al difunto para comprobar su fe. 

Durante los dos días siguientes los familiares deben llevar ropas oscuras y las mujeres no se pintan. Al tercer día se visita la tumba y se recitan algunos versos del Corán. Al séptimo día y al decimocuarto se ofrece una comida a los familiares y amigos. Se recitan versos del Corán con el fin de que el difunto alcance la bendición celestial. 

4. El rito hindú al entrar en el templo 

Al entrar en el recinto del templo, el hindú se quita el calzado. En la piscina del templo toma un baño de purificación y luego se acerca al templo. Éste tiene la forma del monte universal y, si es un templo ricamente adornado, aparece en sus muros exteriores la multiplicidad de los seres: plantas, adornos, animales, seres humanos, genios celestes. En este mundo, representado en el exterior del templo, hay fecundidad y ternura, música y danza. Pero dentro está la divinidad. Se manifiesta fuera en las hornacinas principales del templo en algunas de sus figuras especialmente importantes. También los mitos adquieren vida mientras se recorre el templo en el sentido de las agujas del reloj. Al hacerlo, se da la derecha a la divinidad en señal de respeto. 

Cuando se llega otra vez a la puerta de entrada, hay que mirar y tocar con la mano el marco de la puerta, en el que a veces están representados los ríos sagrados y purificadores del Ganges y Yamuna, mientras que encima de la puerta se pueden ver los planetas y el dios que reside en el templo. Ante la entrada al sanctum se puede ver de ordinario el animal que transporta a la divinidad: un toro en el caso de Siva, y un ave en el caso de Visnú. Ambos están siempre presentes y veneran a sus señores sin cesar. Allí pende una campana. Se le puede hacer sonar, anunciando así al dios la llegada y, al mismo tiempo, expulsando con su diáfano sonido a eventuales demonios. El camarín es oscuro. Sólo por la puerta de entrada llega luz al interior hasta la imagen de Visnú o de Siva. 

El creyente, si no es brahman, sólo entra de ordinario al umbral del sanctum. Allí obtiene lo que ha ido a buscar, la manifestación de Dios. Ahora ya ha visto la multiplicidad exterior y la unidad interior. Entrega un don: unas cuantas flores, unas monedas. Como respuesta a su don, recibe del sacerdote un poco de agua consagrada por el contacto con el cuerpo del dios, una flor o una de las hojas que adornan al dios; también un ligero toque en la frente con pasta de sándalo o un poco de la comida que el dios ha consagrado por su aceptación. Dar y recibir se convierten aquí en símbolo. El don es solamente un signo; lo que se ofrece propiamente con él es un corazón lleno de entrega. Luego el visitante abandona el templo. El camarín no es lugar para quedarse largo rato. Es lugar de invocación, de ofrenda y de visión. Luego se detiene uno en el atrio del templo. Allí el fiel se sienta a la sombra de las paredes adornadas con imágenes o con un gran árbol, lee, medita, deja que la paz del atrio del templo actúe sobre él. 

5. El ritual budista de la Visakha 

El nacimiento, el sueño y la muerte de Buda se celebra en la luna llena que cae en el mes de mayo, en lo que se denomina la Visakha. Estos tres acontecimientos de la vida de Buda, los más importantes de su vida, tuvieron lugar, según la tradición, en el mismo día de luna llena, día en el cual se reúne la comunidad budista para beber, por medio de la meditación, de las fuentes de su inspiración. 

Se medita sobre las “Tres Joyas”: Buda, su Enseñanza, dharma, y su Comunidad, sangha. La Enseñanza se apoya a su vez en las “Cuatro Nobles Verdades”: la verdad del sufrimiento, el origen del sufrimiento, el término del sufrimiento y el modo de hacerlo cesar, que es mediante la meditación. Además de la meditación, en la Visakha los budistas son invitados a reunirse en el templo y escuchar un sermón sobre el significado de la fiesta. Hacen ofrendas de lamparitas, incienso y flores. Estas tres cosas coinciden en la particularidad de consumirse rápidamente y sirven para compararlas con la vida humana y reflexionar. Más tarde se reúnen en familia, algo así como los cristianos en Navidad.

6. El ritual del Año Nuevo Chino 

El mito se refiere a un pueblo de China que fue destruido por un monstruo maléfico una noche de invierno. Al año siguiente, el monstruo regresó y diezmó el pueblo. Anticipándose a la nueva visita del monstruo el año siguiente, los pobladores idearon un plan para espantarlo. Se utilizaron fuegos de artificios rojos, tambores y gongs para crear fuertes ruidos y así ahuyentar a la bestia y se colocaron estandartes por todos lados. El rojo simboliza el fuego y durante mucho tiempo se ha creído que espanta el mal y la mala suerte. El plan funcionó y la celebración duró varios días, durante los cuales la gente se visitó, intercambió regalos, bailó y comió deliciosas comidas. 

Un mes antes de la fecha del Año Nuevo Chino se comienza a comprar regalos, adornos, comida y vestimenta. Una exhaustiva limpieza comienza aproximadamente un mes antes del Año Nuevo Chino, cuando las casas se limpian profundamente, eliminando todo rastro de mala suerte. Se da una nueva mano de pintura, que por lo general es de color rojo, a las puertas y los vidrios de las ventanas. Luego se decoran con letras coloridas sobre diseños de papel y pareados con impresiones de temas como la felicidad, la fortuna y la longevidad. Todo esto debe realizarse antes de que comience la celebración del Año Nuevo Chino. 

7. La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana 

La Eucaristía es "fuente y cima de toda la vida cristiana". Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua. La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por la que la Iglesia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre. Finalmente, por la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos. 

El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar, baptizein en griego, significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con El como "nueva criatura". 

Con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los "sacramentos de la iniciación cristiana", constituyendo un todo. En efecto, a los bautizados el sacramento de la confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma se comprometen mucho más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras.

PUBLICADO EN
REVISTA HOREB EKUMENE 
ISSN 2605 - 3691 - Diciembre 2019- Año II - No 15 
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld 




sábado, 22 de febrero de 2020

VISITA DE CRISTIANOS DE DISTINTAS IGLESIAS

"Cuando nosotros los cristianos de diferentes Iglesias nos visitamos, reunidos en el amor del Señor, tenemos la gracia de intercambiar estos dones. Podemos acoger lo que el Espíritu ha sembrado en el otro como un regalo para nosotros"


"Dios es el protagonista del bien que hay en nosotros"


Francisco, a los ortodoxos: "Las Iglesias llevan dentro de sí varios dones del Espíritu, para ser compartidos para el gozo mutuo"


Francisco ha definido a las Iglesias ortodoxas orientales como "Iglesias que han sellado la fe en Cristo con la sangre y que siguen siendo semillas de fe y esperanza incluso en regiones a menudo marcadas, por desgracia, por la violencia y la guerra"


"El Señor está feliz por esto, por la fraternidad entre nosotros"

por Manuel Cubías


"Gracias a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo" (2 Cor 1, 2). Con estas palabras el Papa Francisco dio la bienvenida a los participantes de la visita de estudio de jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias Ortodoxas Orientales, así como saludó al arzobispo Barsamian y al obispo El-Soryani, quienes acompañan a los visitantes. También, a través de ellos, envió saludos a los jefes de las Iglesias Ortodoxas Orientales.

Una visita es siempre un intercambio de regalos

Francisco comenzó su alocución afirmando: “Una visita es siempre un intercambio de regalos”, y la sitúa en el contexto bíblico de la visita de la Virgen María a Isabel: “Cuando la Madre de Dios visitó a Isabel, compartió con ella la alegría por el don de Dios que había recibido. E Isabel, acogiendo el saludo de María, que hizo que su bebé se sacudiera en su vientre, se llenó del don del Espíritu Santo y dio a su prima su bendición (cf. Lc 1,39-42). Como María e Isabel, las Iglesias llevan dentro de sí varios dones del Espíritu, para ser compartidos para el gozo y el bien mutuo”.

El Papa subrayó la importancia de esta visita y afirmó: “su visita no sólo es una oportunidad para profundizar nuestro conocimiento de la Iglesia Católica, sino que también es una oportunidad para nosotros los católicos de acoger el don del Espíritu dentro de ustedes. Su presencia nos permite este intercambio de regalos y es una fuente de alegría”.

Momento de dar gracias por su testimonio

El Papa agradeció la presencia de Dios en los visitantes, y les dijo: “Él (Dios) es el protagonista del bien que hay en nosotros” y añadió: “Les agradezco la gracia que han recibido en su vida y sus tradiciones, los síes de su sacerdocio y su vida monástica, el testimonio de sus Iglesias ortodoxas orientales, Iglesias que han sellado la fe en Cristo con la sangre y que siguen siendo semillas de fe y esperanza incluso en regiones a menudo marcadas, por desgracia, por la violencia y la guerra”.

El Papa subrayó la importancia de cultivar la fraternidad y dijo: “El Señor está feliz por esto, por la fraternidad entre nosotros”, y añadió: “Que su presencia se convierta en una pequeña semilla fecunda para hacer germinar la comunión visible entre nosotros”. Francisco se despidió de los visitantes, agradeciéndoles su presencia, así como les aseguró su oración por ellos, así como se confió a sus oraciones. Antes de despedirse, les invitó a rezar todos juntos el Padre Nuestro.

Saludo completo

A vosotros gracias y paz de parte de Dios, Padre nuestro y del Señor Jesucristo» (2 Cor 1,2). Con estas palabras del apóstol Pablo deseo daros mi afectuosa bienvenida y manifestaros mi alegría por vuestra visita. Saludo cordialmente al arzobispo Barsamian y al obispo El-Soryani, que os acompañan. A través de vosotros quisiera también dirigir un saludo especial a mis venerables y queridos hermanos, cabezas de las Iglesias Ortodoxas Orientales.

Una visita es siempre un intercambio de dones. Cuando la Madre de Dios visitó a Isabel, compartió con ella la alegría por el don de Dios que había recibido. E Isabel, recibiendo el saludo de María, que hizo que su hijo exultase en su vientre, se llenó del don del Espíritu Santo y dio a su prima su bendición (cf. Lc 1,39-42). Como María e Isabel, las Iglesias llevan dentro de sí varios dones del Espíritu, para ser compartidos para la alegría y el bien mutuo. Así, cuando nosotros los cristianos de diferentes Iglesias nos visitamos, encontrándonos en el amor del Señor, tenemos la gracia de intercambiar estos dones. Podemos acoger lo que el Espíritu ha sembrado en el otro como un don para nosotros. En este sentido, vuestra visita no es solamente una ocasión para profundizar en el conocimiento de la Iglesia Católica, sino que también para nosotros, los católicos, es una oportunidad de recibir el don del Espíritu que está en vosotros. Vuestra presencia nos permite este intercambio de dones y es motivo de alegría.

El apóstol Pablo dice de nuevo: «Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada» (1 Cor 1,4). Yo también doy gracias hoy por el mismo motivo, por la gracia de Dios que os ha sido otorgada. Todo parte de aquí, de ver la gracia, de reconocer la obra gratuita de Dios, de creer que Él es el protagonista del bien que hay en nosotros. Esta es la belleza de la mirada cristiana sobre la vida. Y también es la perspectiva con la que acoger al hermano, como enseña el apóstol. Me siento grato, pues, por vosotros, por la gracia que habéis recibido en vuestra vida y en vuestras tradiciones, por el sí de vuestro sacerdocio y de vuestra vida monástica, por el testimonio de vuestras Iglesias ortodoxas orientales, Iglesias que han sellado con la sangre la fe en Cristo y que siguen siendo semillas de fe y esperanza incluso en regiones a menudo marcadas, por desgracia, por la violencia y la guerra.

Espero que cada uno de vosotros haya tenido una experiencia positiva de la Iglesia Católica y de la ciudad de Roma y que aquí os hayáis sentido no huéspedes, sino hermanos. El Señor está contento por esto, por la fraternidad entre nosotros. ¡Que esta visita vuestra, y las que con la ayuda de Dios la sigan, den placer y gloria al Señor! Que vuestra presencia se convierta en una pequeña semilla fecunda para que germine la comunión visible entre nosotros, esa unidad plena que Jesús desea ardientemente (cf. Jn17,21).

Queridos hermanos, al renovar mi cordial agradecimiento por vuestra visita, os aseguro mi recuerdo en la oración y confío también en el vuestro por mí y por mi ministerio. Qué el Señor os bendiga y que la Madre de Dios os proteja. Y, si os es grato, cada uno en su propio idioma, podemos rezar juntos el Padre Nuestro.

FUENTE:



viernes, 21 de febrero de 2020

EL FUTURO DE LAS RELIGIONES



 Foro Espiritual de Estella 2020.

3, 4 y 5 de Julio de 2020. 
“El futuro de las Religiones. Explorando juntos un futuro más compartido”.


Presentamos el cartel oficial del Foro Espiritual de Estella 2020. Este año se celebra en torno a la cuestión: "El futuro de las religiones. Explorando juntos un futuro más compartido". Los organizadores manifiestan que están "felices de anunciar esta nueva cita en la que los diferentes nos encontramos y tratamos de testimoniar, siquiera por unos breves días, siquiera en un espacio privilegiado, la futura fraternidad. El cartel lo ha confeccionado Miguel Ángel García Ruiz, hermano de la Fraternidad Blanca Universal. En él queda reflejado uno de los aspectos más innovadores de la próxima edición, cual es la breve peregrinación que realizaremos, Dios mediante, el 3 de Julio desde la vecina localidad de Villatuerta hasta la propia Estella, a lo largo de cuatro kilómetros."Ven quien quiera que seas..." Abrimos ya nuestros brazos en acogida. Os esperamos de todo corazón en esta nueva edición que estamos preparando con gran ilusión. Ultimamos el programa que ya en breve os daremos a conocer. Bienvenidos/as a Estella y a su Foro, allí donde se juntan los Caminos.


“¿Es posible integrar distintas llamas que procedían de diferentes antorchas en una sola antorcha?”, la gran pregunta nos la lanza Javier Melloni en un reciente libro y hemos querido que constituya el eje de nuestro próximo encuentro. Es un placer traer buena nueva, anunciaros que los credos diferentes, los hombres y mujeres distintos que llamamos a Dios con distintos nombres, nos volveremos a reunir en la ciudad del Ega. Es un gozo “llamar a las llamas”, anunciaros una nueva edición del Foro Espiritual de Estella. En este lugar donde se juntan los Caminos, los próximos 3, 4 y 5 de Julio del 2020 abordaremos la cuestión del futuro de las religiones. Exploraremos juntos y juntas un mañana más compartido.

¿Estamos preparados para encender esa antorcha que reúna a tantos fuegos? ¿De qué forma y hasta dónde podríamos ir con ella? Las preguntas no se acaban cuando atendemos a un desafío empujado por tanto anhelo y que llevaba tanto tiempo aguardando: ¿Cómo hacer florecer la mutua fecundación, cómo evitar el pastiche, la mezcolanza, también la nueva religión a la carta…? ¿Cómo aplicar la fórmula del Dalai Lama de “preservar lo esencial y transformar lo cultural”?

Todos coincidiremos en que el mundo moderno está revolucionando las estructuras de los más diferentes órdenes. Las religiones no son ajenas al proceso de transformación y adecuación de todos los sistemas. El mundo religioso constata como le afecta el profundo cambio de paradigmas que estamos viviendo.

Fruto de esos cambios, el superior valor de la unidad en diversidad comienza a plasmarse en los diferentes ámbitos humanos. Ello es claramente perceptible en lo que se refiere al ámbito de la política, la economía, la cultura… El fenómeno de la globalización tiene no obstante el gran riesgo de manifestarse ya de forma ecléctica, ya de forma uniformante. Sin embargo, cada vez más corazones y voluntades apuestan por una globalización basada en la diversidad y el espíritu de colaborar y compartir. Paralelamente puja una apuesta grande en favor de estructuras más integradoras, democráticas y participativas.

Ante este panorama tan cambiante nos preguntaremos evidentemente por las religiones y su recorrido en el futuro. ¿Cómo interactuarán las diferentes tradiciones espirituales en un mundo cada vez más interconectado? ¿Está el humano llamado a hollar el camino de la unidad también en el ámbito religioso? ¿De ser así, qué aspectos se reservarán para lo particular y cuáles otros a lo compartido? ¿De qué forma se concretará ese creciente espíritu de unión y cooperación? ¿Está la religión llamada a comprometerse en la gestación de una “síntesis superior”, en la promoción de una comunión amplia e integradora, de una espiritualidad más universal…?

Este tipo de preguntas que nos interpelan con fuerza son las que deseamos abordar en los Diálogos del próximo Foro. Consideramos que “el futuro de las religiones” constituye, no sólo un tema de vivo interés, sino también de claro enfoque práctico. El Foro Espiritual de Estella cumple de esta forma con su doble cometido. Por un lado, de seguir siendo plaza para la expresión de ese espíritu de creciente comunión espiritual y por otro de manifestarse útil a la hora de intentar dar respuestas a las encrucijadas de nuestros días. Anhela contribuir, desde sus evidentes limitaciones, a la búsqueda de respuestas a los grandes interrogantes vitales que tenemos hoy delante los humanos.

¡Ven quien quiera que seas! Te estábamos esperando... Beti Ongi etorriak!!


MÁS INFORMACIÓN
https://www.foroespiritual.org/











miércoles, 19 de febrero de 2020

ACERCAMIENTO CATÓLICOS Y ORTODOXOS

El ecumenismo de los santos acerca a los católicos y a los ortodoxos


Cuatro años después de la Declaración de La Habana entre el Papa Francisco y el Patriarca de Moscú y toda Rusia, Kirill, tiene lugar este 12 de febrero en Roma la Conferencia organizada sobre el tema "Los Santos: signos y semillas de unidad". Estuvieron presentes el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y el metropolitano Hilarión, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú.

Gabriella Ceraso 
Ciudad del Vaticano

Desde hace cuatro años, el 12 de febrero se ha convertido en una importante ocasión ecuménica para conmemorar el histórico encuentro en La Habana entre el Papa Francisco y el Patriarca de Moscú y toda Rusia, Kirill. El 12º viaje apostólico del Santo Padre a México comenzó el 12 de febrero de 2016 y la primera parada fue en el aeropuerto José Martí en Cuba. Aquí el abrazo entre hermanos, un momento intenso y privado, se resumió en algunos discursos finales para destacar la fraternidad de las dos Iglesias y luego la firma de una Declaración Conjunta que dictó el camino futuro.

El abrazo en Cuba

"Somos Obispos, hemos hablado de nuestras Iglesias, hemos acordado que la unidad se construye en el camino", fueron las palabras del Papa, mientras que el Patriarca Kirill se había referido a un trabajo común en algunos frentes como la paz, el respeto a la vida, la familia y la dignidad humana. Y es precisamente sobre estos temas que se articulan las sucesivas etapas del viaje común, cada año el 12 de febrero. El martirio y el compromiso de los cristianos en Oriente Medio, la despoblación de la zona, el fin de la vida y la dignidad de los enfermos fueron el centro de los encuentros entre el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y el metropolita Hilarión, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú.

La cita en Roma y el tema de los Santos

Cuatro años después de esa histórica Declaración todo está listo en Roma para la Conferencia organizada sobre otro tema de interés común: "Los Santos: signos y semillas de unidad". Programado para el día 12, a partir de las 15.30 horas, tendrá lugar una Conferencia en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino y un Concierto Nocturno en la Basílica de San Juan de Letrán en el que el Coro Sinodal de Moscú actuará junto con el Coro de la Capilla Musical Sixtina Pontificia.

Entrevista con el Cardenal Kurt Koch...

Nos reunimos con el cardenal Kurt Koch, para que nos dijera qué frutos han madurado en estos cuatro años de viaje, entre las Iglesias católica y ortodoxa de Moscú, las razones de la elección del "ecumenismo de los santos" para la Conferencia Romana, pero también lo que hay en el corazón del Papa, que comparte paso a paso el camino emprendido:

R.- Sí, podemos hablar de frutos, porque conocerse mejor es muy importante para el progreso del ecumenismo. Debo mencionar dos cosas al respecto: la primera es la traducción de la reliquia de San Nicolás a Moscú y San Petersburgo, un gran evento, porque representó una oportunidad para todos los creyentes de participar en el movimiento ecuménico, y muchos rusos ortodoxos y católicos vinieron para la veneración de esta reliquia. Y luego tenemos una tradición ya iniciada, que es un intercambio mutuo de visitas, por el cual un grupo de sacerdotes ortodoxos de Moscú viene a Roma para visitar la Iglesia Católica, para tener un mejor conocimiento de la realidad de la Iglesia Católica, y un grupo de sacerdotes católicos va a Moscú, a su vez, para reunirse con la Iglesia Ortodoxa. Me parece una excelente oportunidad para superar los prejuicios que hemos acumulado en la historia y para conocernos mejor unos a otros. Estos son los frutos más importantes para mí.

Este año el aniversario de la reunión, después de Friburgo, Viena y Moscú, se celebra en Roma, y la elección del tema recayó en "Los santos como signos de unidad". ¿Puede explicar la elección del lugar y el tema, si se refiere al "ecumenismo de los santos" del que usted mismo ha hablado tantas veces?

R. - Organizamos el tercer aniversario en Moscú sobre el tema crucial de la eutanasia y decidimos que la próxima vez sería en Roma. En Roma elegimos el tema de los Santos como signos de unidad porque en Roma tenemos una veneración de muchos Santos y especialmente de los Santos de la Iglesia indivisa, que une el Este y el Oeste. En este sentido el ecumenismo de los Santos ayuda mucho a incluir a la gente, a los creyentes, porque es muy hermoso que los jefes de las Iglesias se reúnan y también es necesario que los teólogos discutan cuestiones teológicas, pero es importante incluir a los creyentes en este movimiento ecuménico y la veneración de los Santos y la reflexión sobre la santidad son cuestiones muy importantes.

Así que los santos que atraen a la gente y que también velan por la unidad...

R. - Sí, porque pienso que los Santos, en el Este y en el Oeste, ya han encontrado la unidad en el cielo y pueden ayudar a encontrar la unidad en la tierra, son por lo tanto los partidarios de este camino ecuménico en esta tierra.

En el programa previsto en Roma, entre las intervenciones, hay también dos testimonios de vida dados por la unidad. ¿Qué nos enseñan y por qué quería incluirlos en esta ocasión?

R.- Todos estamos llamados a convertirnos en santos, todos nosotros bautizados. Convertirse en santos significa vivir con Dios y si encontramos la unidad en Dios también encontramos la unidad entre nosotros. En este sentido, como el Papa Francisco dijo una vez en un congreso, "no hay ecumenismo sin santidad". El camino a la santidad es el fundamento de todo el movimiento ecuménico, en la santidad podemos encontrar la unidad en Cristo, porque Cristo quiso la unidad. El fundamento de todo el movimiento ecuménico es la oración sacerdotal de Jesús en el capítulo 17 de Juan en el que Jesús ora por la unidad de los discípulos. Para mí esto es muy conmovedor. Jesús no ordena la unidad y no dice a los discípulos: "Debéis hacerlo", sino que reza. En este sentido también nosotros los cristianos no podemos hacer mejor que rezar por la unidad en el camino de la santidad.

Usted había indicado otras dos direcciones en el camino común a seguir después de La Habana: el ecumenismo cultural y el ecumenismo de acción común. ¿También hay progresos en estos dos frentes?

R.- Sí. El miércoles por la mañana tenemos la reunión del Comité Cultural entre la Iglesia Ortodoxa de Moscú y la Iglesia Católica. Queremos discutir qué proyectos podemos organizar para el futuro. Para mí el ecumenismo cultural es muy importante, porque en la historia, por ejemplo a causa de la división entre Occidente y Oriente, no eran temas principalmente teológicos sino culturales, porque en Oriente y Occidente las personas ya no se entienden y un mejor conocimiento de la cultura de cada uno ayuda mucho a encontrar la unidad y la colaboración social también es muy importante, porque muchos de los desafíos que tenemos en el mundo de hoy son comunes, y dar un testimonio común sobre estos grandes desafíos es muy importante, como lo hicimos el año pasado en Moscú sobre el tema de la eutanasia, que es un desafío muy grande en los países de Europa.

La situación de los cristianos en el Oriente Medio es cada vez más complicada, cada vez más delicada, otro tema de preocupación común, ¿de qué manera se cuestiona hoy en día a los que se ocupan del ecumenismo, a nivel de compromiso con los proyectos?

R. - Creo que el principal desafío es que muchos cristianos dejan el Medio Oriente y se van, y esto es algo importante, porque el Medio Oriente es la tierra de origen del cristianismo. El Oriente Medio sin cristianos ya no es el Oriente Medio e incluso un Oriente Medio con unos pocos cristianos ya no es el Oriente Medio. En este sentido, nosotros los cristianos de todo el mundo tenemos la responsabilidad de hacer nuestra contribución para que los cristianos puedan permanecer. Esto es importante no sólo para los cristianos de Oriente Medio, sino para el cristianismo de todo el mundo.

Me imagino que el Papa Francisco te sigue en este viaje común que estás haciendo. ¿Sabes si hay algo en tu corazón, un deseo, una preocupación?

R.- Usted sabe que el Santo Padre siempre se refiere a esta realidad trinitaria: caminar juntos, rezar juntos, colaborar juntos. Estas tres cosas están muy en el corazón del Santo Padre y en este camino desea caminar en el futuro en todas las relaciones ecuménicas. Pero debo decir que, para alcanzar la plena comunión, la plena unidad, también necesitamos el diálogo teológico, pero existe la decisión de las Iglesias Ortodoxas de hacer este diálogo no de manera bilateral, sino multilateral, y por eso tenemos la Comisión Conjunta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas y no podemos hacer este diálogo bilateralmente sólo con Moscú.

FUENTE:
https://www.vaticannews.va/