Presentamos un resumen del encuentro Musulmán - Cristiano celebrado en la jornada del sábado 29 de agosto en Soria
IV Encuentro Musulmán-Cristiano
en Soria.
El encuentro organizado por la Comunidsd islámica de Soria, la Delegación de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la diócesis de Osma-Soria y la Iglesia Ortodoxa rumana en Soria, se realizó en un espacio precioso, la recién remodelada plaza Mariano Granados de Soria, donde además de distintas intervenciones y la lectura de un manifiesto hubo música multicultural, degustando de deliciosa comida y té de diversos países, en palabras de los organizadores "hemos compartido un precioso día de convivencia". Estuvieron además presentes miembros de la AAEI y también Da. Esther Pérez, Da. Teresa Valdenebro D. Javier Antón, en representación de la Diputación y el Ayuntamiento de Soria, respectivamente.
DONACIÓN DE SANGRE
Durante la jornada del IV Encuentro Musulmán-Cristiano en Soria. se realizó un gesto de donar sangre porque "Unidos en fraternidad, desde nuestras distintas identidades, hemos querido visibilizar que juntos podemos dar vida, no quitarla. Donando nuestra sangre, damos y compartimos nuestra vida".
La donación ha sido un éxito. La Hermandad de donantes de sangre recogió el doble de donaciones que en ocasiones normales, lo cual indica que la participación ciudadana ha sido magnífica. "Con este gesto de donar sangre, queremos mostrar que podemos dar mucho fruto, si nos unimos desde la diversidad, podemos construir esa cultura del encuentro tan necesaria en nuestra sociedad".
MANIFIESTO
El Manifiesto fue leído por Ahmed El Boutaybi, presidente de la comunidad islámica de Soria, el P. Gabriel Danila, sacerdote de la Iglesia ortodoxa rumana en Soria y el P. Ángel Hernández Ayllón, delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la diócesis de Osma-Soria.
Buenos días, queridos amigos.
Nos hemos reunido esta mañana musulmanes y cristianos porque queremos dar testimonio público de que el Amor que habita en nuestros corazones es la fuerza más poderosa del mundo. Estamos convencidos de que desde el conocimiento mutuo, el respeto y la buena relación entre las distintas religiones, podemos contribuir en gran manera a tejer esa red de amor que tanto necesita la sociedad en la que vivimos y cada uno de nosotros en particular.
Hoy todos los que estamos compartiendo en esta plaza soriana este momento de fraternidad, creemos que el diálogo interreligioso es una condición necesaria para la paz en el mundo y en nuestra realidad más cercana. Y, por lo tanto, es un deber de todos el llevarlo a cabo, con nuestras palabras y sobre con nuestras actitudes y acciones en la vida.
En un mundo en el que imperan las divisiones, los enfrentamientos, los recelos, las sospechas, los intereses… nosotros hoy queremos decir con este gesto materializado en la donación de sangre, que es posible que entre todos colaboremos en la construcción de una sociedad que se fundamente en el amor que nos debemos unos a otros.
Nosotros, creyentes de distintas religiones, queremos unir nuestras voces y nuestras vidas para aportar a la sociedad lo mejor que tenemos, dar testimonio común de amor, de fraternidad. Demostrar que juntos podemos construir, no destruir, progresar, no retroceder; sumar, no restar; unir no dividir. Y decirlo con nuestras vidas.
Uniéndonos en todo lo que podamos, seremos capaces de llevar a los demás nuestro deseo de movernos en una cultura del encuentro, una cultura que nos permita acercarnos, conocernos, amarnos. Desde nuestro día a día sencillo, con nuestras familias y vecinos, en nuestros lugares de trabajo, en los colegios, con los amigos o en la calle, todos podemos contribuir a la creación y expansión de esta actitud de apertura hacia los demás, hacia los diferentes, con los que convivimos y compartimos la vida.
“La reconciliación es un bien” (4:128), nos dice un verso coránico, “Manteneos, pues, conscientes de Dios y haced la paz entre vosotros” (8:1), nos recuerda otro texto del Corán; ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu inteligencia, y a tu prójimo como a ti mismo’, nos dice Jesús en el Evangelio de Lucas, cap. 10, en el pasaje del Buen Samaritano.
En este espíritu de reconciliación y de búsqueda del bien de los demás, cristianos y musulmanes, damos sangre juntos, damos vida juntos y levantamos nuestras voces para mostrar nuestra voluntad de convivir siempre en paz, de convertir en riqueza nuestras diferencias, de aunar esfuerzos por hacer un mundo más justo, de defender en toda ocasión la vida y la dignidad de la persona, de tratarnos todos como hermanos y de compartir, en la medida de lo posible, desde nuestras identidades propias, la Verdad y el Bien.
Esta actitud, esta esperanza compartida que nos reúne hoy, llena de alegría nuestros corazones y así queremos transmitirlo, con sencillez y humildad, desde el amor que nos une como hermanos. Donamos nuestra sangre, compartimos la vida.
Muchas gracias.
La jornada continuó con distintas intervenciones, concluyó con saludos y gestos de fraternidad, cpon una comida fraterna, con música y con esperanza, "dados los tiempos difíciles que estamos viviendo y sufriendo todos a causa del terrorismo y fanatismo de una minoría que hace mucho daño".
INTERVENCIONES
GESTOS
FRATERNIDAD
Fotografías gentileza de "Abre tus manos" Soria.