Hemos recibido el Boletín de Octubre de nuestros queridos hermanos de la Comunidad Ecuménica Cristiana Jaume Masvidal y con gran alegría os lo traladamos:
Tal y como se indica al final del proyecto del Centro de Día de Ancianos (CDA) –al que se puede acceder desde nuestra web–, el estudio de viabilidad ha puesto al descubierto que la IEMB (Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia ) es una institución con una capacidad económica extraordinaria, suficiente como para responder a las necesidades sociales de su entorno.
La entrada anual de cientos de miles de dólares venidos del metodismo estadounidense ha hecho que la IEMB se haya centrado en una estrategia conservadora de capitalización y de mantenimiento de un capital mobiliario millonario, obviando todo tipo de obra social. Es desde esta responsabilidad que, una vez que la CEC-Masvidal ha entregado el proyecto para su ejecución al presidente local y al obispo de La Paz, que frente a los más de tres meses de espera obligada para su ejecución, y ante un coste ridículo de la obra de menos de 6.000 € asumible perfectamente por las holgadas finanzas de la IEMB, no vemos ético solicitar aportaciones a ciudadanos europeos de países con dificultades, ni tampoco de mantener los costes de presencia de la CEC-Masvidal en Santa Cruz. El CDA está perfilado y sólo es necesario que la IEMB quiera aportar el dinero.
Hemos realizado una expedición misionera para conocer la realidad de dos países cercanos como son Argentina y Uruguay. En Montevideo hemos podido captar una sociedad muy paralela a la europea. Si bien la relación precios - salarios lo convierte en un país muy caro para vivir, el nivel de calidad de vida (educación, salud, seguridad ciudadana...) es excelente y cercano a los niveles mundiales más elevados. Al contrario, en Buenos Aires se perciben todavía las consecuencias profundas que dejó los desaparecidos de la última dictadura militar, la crisis de las Malvinas y el 'corralito' de 2001.
A través de la IEMA (Iglesia Evangélica Metodista en Argentina), hemos estado colaborando en la céntrica y primera iglesia metodista de la ciudad porteña situada en la calle Corrientes, en un comedor social llamado 'La Tacita', en donde los indigentes reciben una comida de picnic y un té caliente. Sin embargo, la actividad principal enfocada al conocimiento de las necesidades y la realidad de pobreza, es el comedor social de la parroquia católica de 'San Cayetano' en el barrio de Liniers, en donde diariamente se dan cerca de 200 cenas. Liniers es un barrio de Buenos Aires marcado por el obrerismo y la inmigración boliviana. Dentro de los comedores se encuentra la Iglesia en estado puro: olor a orines y caras destrozadas por la vida en las calles en una ciudad de grandes contrastes y donde se ve cómo el sistema económico reclama pobreza para mantener un modelo de producción y de consumo.
Documento de trabajo sobre eclesiología.
Desde la CEC-Masvidal presentamos la edición de un documento de trabajo sobre eclesiología que quiere servir como material de discusión y reflexión en mesas y talleres ecuménicos. El texto recoge una visión de Iglesia que camina hacia el originario, el primigenio, mediante la búsqueda de una inquietante pérdida evangélica, esto es, la profundización en la sospecha sobre la trampa teológico de la dicotomía creada entre sacerdocio común y sacerdocio ministerial. El documento, titulado 'Insurrección sacramental, Insurrección sacerdotal', puede bajar gratis en catalán o en español, en formato PDF. También puede adquirirse impreso en formato de libro, sólo en catalán. Todos los enlaces los encontraréis en:
In memoriam...
Os queremos hacer llegar la figura de un siervo de Dios que, sin duda, nos puede servir de referente y modelo de compromiso como cristianos. Se trata de un hermano estimado entre aquellos ciudadanos de Buenos Aires que convivieron con él, comprometido con el Reino a través del ministerio del sacerdocio católico, y mártir de nuestra Iglesia universal de Cristo.
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, (Buenos Aires, 7 de octubre de 1930 - 11 de mayo de 1974), fue un sacerdote y profesor argentino vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y en las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970. El apostolado de Mugica se caracterizó por su 'opción preferencial por los pobres'. La mayor parte de su labor comunitaria tuvo lugar en la Villa 31 de Retiro, donde fundó la parroquia Cristo Obrero. Carlos Mugica murió asesinado a tiros, tras celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro (junto a Liniers). Creó varias oraciones propias. Entre ellas se cuenta la siguiente de 1969, reiterada hoy por los "curas villeros":
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo. Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor, perdóname por decirles 'no solo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor, quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz.
El 9 de octubre de 1999 los restos de Carlos Mugica se trasladaron desde el cementerio de la Recoleta hasta la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro, donde descansan actualmente. El traslado hasta este lugar, donde el sacerdote había desplegado su mayor actividad como 'cura villero', había sido sugerido por el Equipo de Sacerdotes para las "Villas" del Arzobispado de Buenos Aires, y fue encabezado por el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio, actual Papa Francisco.
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