Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

martes, 30 de noviembre de 2021

VALENCIA: XIX SIMPOSIO DE TEOLOGÍA "UT UNUM SINT"

Simposio ecuménico sobre la encíclica Ut unum sint en Valencia


Durante los días del 24 al 26 de noviembre de 2021 se ha celebrado en Valencia el XIX Simposio de Teología Histórica titulado Ut unum sint, el camino irreversible de la Iglesia.


El acto, organizado conjuntamente por la Cátedra Yves Congar de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia (Prof. Andrés Valencia) y por el Instituto de Estudios Ecuménicos de la Pontificia Universidad Santo Tommaso d'Aquino (Angelicum) participa, en el marco de la presidencia del cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, más de cuarenta expertos internacionales.

El cardenal Kurt Koch, presidente del PCPUC, ofreció la transmisión en vivo el 24 de noviembre de la conferencia inaugural sobre el tema "¿Quanta est nobis via?" Dobre la situación ecuménica un cuarto de siglo después de Ut unum sint

Monseñor Juan Usma Gómez, Jefe de la Oficina de la Sección Oeste del PCPUC, realizó el mismo día una conferencia en vivo sobre “Ut unum sint como cosecha de frutos ecuménicos”.


El 26 de noviembre, el Rev. P. Hyacinthe Destivelle, Oficial de la Sección Oriental del PCPUC, presentó una conferencia sobre la metodología del diálogo teológico con las Iglesias Ortodoxas Orientales titulada "El camino recorrido es correcto".

En vísperas del simposio, se proyectó una conferencia del cardenal Koch sobre "La misión del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos" (VER video a continuación y Entrada blog "Todos juntos" 1/12/2021) como parte de una serie de conferencias sobre el diálogo interreligioso.



FUENTE:
http://www.christianunity.va/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

11 diciembre 2021 – 17’50 horas

Celebración Ecuménica de Navidad
TORRE DEL MAR (Málaga)

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID



domingo, 28 de noviembre de 2021

CARTA DE ADVIENTO 2021

Carta de Adviento: "Constructores de la Cultura del Encuentro"


ADVIENTO 2021

CONSTRUCTORES DE LA CULTURA DEL ENCUENTRO

Queridos amigos/as:

Ya estamos en las puertas de la Navidad. Sí, el Adviento es un portal que al abrirlo se deja vislumbrar en el fondo el tiempo del encuentro de Dios con nosotros: La encarnación.

A lo largo de este tiempo de preparación a la Navidad, nos hacemos más conscientes de la solidaridad de Dios con el ser humano. Tal es este abrazo de Dios con nosotros, que quiere que su Hijo se haga carne para estar entre nosotros y decirnos cómo tenemos que vivir los hijos de Dios.

Se nos ha dicho muchas veces y de formas muy diferentes el cómo tenemos que vivir, crecer y amarnos. Hoy, se nos indica a través del Sínodo que ha convocado el papa Francisco, que la auténtica encarnación engendra felicidad y plenitud de vida cuando vivimos en comunión, participación y misión.

Así seremos reflejo de la Trinidad. El Padre, que es el que ama, ha estado siempre con nosotros, regalándonos toda la creación y a su Hijo haciéndolo humano en la pequeñez de un niño como amor de gratuidad. Para cuidar este regalo nos ha dado la fuerza del Espíritu para que vivamos en la comunión de los hijos de Dios, haciéndonos partícipes de la extensión del Reino y enviándonos a transformar el mundo con el mandato de amarnos los unos a los otros.

Sí, este Adviento es diferente. Se nos va cerrando la puerta de la Covid-19, que tantos chirridos ha producido y tantas secuelas de dolor ha dejado en el surco de la vida de muchas personas. Se nos acaba de abrir la puerta del Sínodo 2021-2023 donde se nos invita a vivir la comunión de los hijos de Dios para crecer en la unidad con el Dios-Trino y con los hermanos, haciendo de nuestro camino diario una participación en el diálogo y así vivir la misión de enviados desde la encarnación en los lugares donde la historia nos ha destinado.

Por todo lo dicho, os invito a vivir este Adviento como un tiempo de oración y de reflexión que nos ayude a esperar vigilantes, desde el perdón y la alegría y caminar en una Iglesia Sinodal que acoge, participa y escucha; cogidos de la mano como hijos del mismo Padre.

Que el Espíritu que engendró en el seno de María al Hijo de Dios, nos ayude a sanar la parálisis eclesial y vivamos una nueva oportunidad para mirar al futuro con la esperanza que siempre despierta la Iglesia, cuando se deja seducir por el Espíritu.

Un abrazo

Fernando Jordán Pemán, párroco
PARROQUIA INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA - JACA



AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

11 diciembre 2021 – 17’50 horas

Celebración Ecuménica de Navidad
TORRE DEL MAR (Málaga)

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID






sábado, 27 de noviembre de 2021

ORACIÓN DE ADVIENTO 2021 EN SABIÑÁNIGO: CRÓNICA

Encuentro Ecuménico de Oración
Adviento 2021
Sabiñánigo


El pasado miércoles cristianos protestantes, anglicanos y católicos, de Sabiñánigo y de Jaca se reunieron en el salón Parroquial de Cristo Rey, en una tarde muy desapacible, fría, lluviosa en el exterior, y a la vez muy agradable en el interior, para orar juntos ante el inicio del Adviento.


Hoy celebramos la llegada inminente del Adviento, a partir del domingo próximo (mañana 28 noviembre 2021) y durante cuatro domingos, viviremos este tiempo hasta llegar la Navidad.

Una de las tradiciones más conocidas, originada posiblemente en Escandinavia, es la CORONA DE ADVIENTO. Las ramas verdes unidas en círculo, cuatro velas moradas o violetas y una blanca en el medio.

Las ramas Verdes unidas en círculo, nos hace pensar en la vida eterna, la vida que no se acaba. El morado (o violeta), tradicionalmente ha sido referido a la espera, al tiempo preparatorio. El blanco, simboliza la pureza, directamente relacionado con el niño de Belén.

Este año, al encender las cuatro velas, iremos asignando a cada una un significado referido a nuestra vida de fe.


Cinco personas encendieron la corona de Adviento, representando a la totalidad de los reunidos, mujeres y hombres, seglares y ordenados, reformados, anglicanos y católicos, de Jaca y de Sabiñánigo.
  • “Al encender esta primera vela, afirmamos que esperamos la llegada de nuestro Señor.”
  • “Al encender esta segunda vela, afirmamos que creemos en un Dios que abre caminos nuevos.”
  • “Al encender esta tercera vela, afirmamos que creemos en un Dios que trae buenas noticias a los pobres y oprimidos.”
  • “Al encender esta cuarta vela, afirmamos que para Dios no hay nada imposible.”
  • “Al encender esta vela blanca, afirmamos que Cristo es nuestra luz, que nació en Belén iluminando la esperanza para la vida de la humanidad, y que vendrá en gloria, iluminando en plenitud la redención y la vida plena en Dios.


Mi espíritu y mi corazón están alerta como los ojos del centinela.

Estoy esperando. Te busco, Señor. Estoy en vela. ¡Es Adviento!

Te busco en la oración y Tú me abres, Señor, como un amigo siempre presente, cuando se llama a la puerta.

Te busco en el Evangelio y Tú te acercas, Señor, como un amigo siempre presente, cuando se le pide luz para atravesar la noche.

Te busco en la Eucaristía, con los otros cristianos, y por tu Palabra y tu Pan vienes a mí, Señor, como un amigo siempre dispuesto a ofrecer lo mejor que tiene.

Te buscamos cada día y te vemos, Señor, donde se siembra la alegría, donde se elimina la mentira, donde se suprime la injusticia.

Para encontrarte, Señor, ¡hay que estar en vela!

Tú estás a la puerta y llamas.

Llamas al espíritu y al corazón. AMEN


Tras la proclamación del Evangelio de Marcos (13:24-27) de la versión BTI (Biblia de Traducción Interconfesional) llegó el momento para la reflexión y predicación, que en esta ocasión corrió a cargo de pastor Mariano Arellano de la Iglesia Reformada de Jaca (IEE)




VÍDEO
"LA  LLAMADA"


QUEREMOS QUE SEAS “ADVIENTO”

Señor, tu “adviento” es presencia, es, tu deseo de estar siempre con nosotros. No hace falta que te gritemos para que vengas. Ya vienes tú sin que te llamemos. Eres el gran presente. Ya estás aquí. Vivir el adviento es, sencillamente, dejarte estar, cada día más, con nosotros y nosotras. Por eso te decimos:

Señor, queremos que seas adviento en todos y para todos.

Señor que seas adviento en todos nosotros para que llenes de sentido nuestra vida y así te hagamos presente en nuestro mundo.

Señor, queremos que seas adviento en todos y para todos

Señor: que seas adviento en nuestras familias y comunidades para que vivamos en el amor y la comprensión y en todos nuestros hogares disfrutemos del calor que necesitamos.

Señor, queremos que seas adviento en todos y para todos

Señor, que seas adviento en todos los pueblos y ciudades del mundo para que desaparezcan las guerras, el terrorismo, la falta de libertad, el hambre.... y todos vivamos como hermanos.

Señor, queremos que seas adviento en todos y para todos

Señor, que seas adviento en todos quienes formamos la Iglesia para que no deformemos el “evangelio”, vivamos unidos y seamos testigos auténticos de tu presencia en el mundo.

Señor, queremos que seas adviento en todos y para todos


En todos los encuentros que organiza el EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO la participación de los presentes es siempre grande, Tere y Carmen, por ejemplo, la tarde del miércoles proclamaron el evangelio y realizaron las peticiones respectivamente.

La situación que vivimos por la pandemia del coronavirus nos ha hecho que adoptemos nuevas medidas, nuevas formas de relacionarnos, no solo mascarillas, hidrogel alcohólico, distancia, aforos, ventilación ... sino nuevas formas de relacionarnos, en nuestras celebraciones hemos suprimido el contacto físico que en otras ocasiones se producía al orar cogidos de la mano, o en el momento de saludarnos y compartir la paz estrechando nuestras manos y nuestros abrazo. Son otros tiempos, nos amoldamos a ellos, e intentamos sustituirlos con más fuerza interior, con una distinta manera de fraternidad, más sincera, más viva.


Que la paz de Dios, que renueva fuerzas en nuestro corazón y nos hace sentir libres como el viento, nos abrace siempre y nos acompañe en tiempos difíciles.

Que el amor en acción mostrado por Jesús, que da esperanza cuando todo se cree perdido, nos mueva e inspire a seguir construyendo el Reino de Dios aquí y ahora.

Que la gracia del Espíritu Santo, que nos anima a seguir adelante nos permita seguir construyendo un camino solidario y abierto, un jardín donde los sueños florezcan, donde la paz y la justicia reinen.



Queda menos de un mes
Será de nuevo Navidad
Como nos decían en La llamada
Tengamos preparado el corazón

FELIZ ADVIENTO
Tiempo de espera
EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

11 diciembre 2021 – 17’50 horas

Celebración Ecuménica de Navidad
TORRE DEL MAR (Málaga)

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

viernes, 26 de noviembre de 2021

JÓVENES CRISTIANOS Y CAMBIO CLIMÁTICO

La Federación Mundial de Estudiantes Cristianos reitera las llamadas a la justicia climática

CLAVE:
  • La Federación Mundial de Estudiantes Cristianos, que ya tiene un historial de pedir justicia climática, continúa instando a la acción y el compromiso de los líderes mundiales.
La federación formó parte de la coalición ecuménica por la justicia climática que asistió a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26.

La Federación Mundial de Estudiantes Cristianos ha estado involucrada en la defensa de la justicia climática como parte de su Programa Global de Justicia Ecológica desde 2015. Se han realizado muchas actividades en los marcos relacionados con la COP, particularmente en lo que respecta a las delegaciones ecuménicas y la coordinación interreligiosa.

La federación expresó su grave preocupación por lo reacios que están los países industrializados con respecto a las corrientes de trabajo más importantes en la conversación climática, especialmente aquellas que intentaron cubrir levemente la deuda climática y ecológica con los países y comunidades más afectados que menos han contribuido al cambio climático.

Malena Lozada, de Argentina, quien representó a la federación, reflexionó sobre la importancia de los acuerdos de financiamiento para el Sur Global. “ Y aunque es un problema global y necesita una solución global y un planeta entero que camine; es cierto que tenemos responsabilidades comunes pero diferenciadas ”, dijo Lozada. “ Los que van a sufrir más son los que tienen menos recursos económicos para enfrentar una crisis climática y los que tienen muy poca responsabilidad en la generación de esta crisis”.

La Federación Mundial de Estudiantes Cristianos está preocupada por los resultados de la COP26, ya que están muy por detrás de la acelerada crisis climática. La federación expresó especialmente su preocupación porque, una vez más, el egoísmo y la codicia de los países ricos han dejado detrás de la mesa algunas de las conversaciones más importantes como las pérdidas y daños producidos por los efectos del cambio climático.

Con respecto a la crisis climática, el Dr. Geevarghese Mor Coorilos, presidente de la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos, compartió una reflexión sobre la responsabilidad de la comunidad ecuménica mundial y dijo que de hecho es ahora o nunca.

“ Hoy, nuestro planeta y la humanidad se encuentran en una encrucijada”, dijo Coorilos. " El desafío del cambio climático está más allá de la imaginación humana y, por lo tanto, requiere atención y respuesta urgentes".

FUENTE:
https://www.oikoumene.org/

AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

24 - 26 noviembre 2021

XIX Simposio Teología Histórica: "Ut unum sint"
VALENCIA

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID




jueves, 25 de noviembre de 2021

SIMBOLISMOS RELIGIOSOS EN LOS INDIOS NORTEAMERICANOS

Lo que dicen las religiones: "El simbolismo de los indios norteamericanos"


por José Luis Vázquez Borau

CLAVE:
  • Muchos observadores atentos han percibido un gran parecido entre los nativos de América y el Asia del Norte. En el estrecho de Bering el mundo antiguo y el nuevo están separados por sólo un estrecho pasaje de agua, y una elevación del lecho de la mar de menos de doscientos pies proporcionaría un “puente de tierra” con una anchura de por lo menos treinta millas entre los dos continentes. Es un hecho geológico que dicho “puente de tierra” en un tiempo existió y que, gracias a este, el hombre cruzó desde Asia hasta América. Que esta migración tuviera lugar antes de la era glacial está demostrado por la circunstancia de que se han encontrado hachas de sílex y otros instrumentos en unos bancos de hielo en algunos lugares de Ohio, Indiana y Minnesota, en los que se sabe que se extendía el margen sureño de las capas de hielo. Esto demuestra que el avance del hielo empujó al hombre hacia el Sur, así como fueron empujadas varias especies del mundo antiguo que habían emigrado a América.
1.- La veneración de las serpientes – pájaros.

En la mitología norteamericana la serpiente y el pájaro aparecen a veces separadamente, a veces en unas extrañas combinaciones, pues el pájaro resulta siempre incomprensible para los indios. Su poder para volar, su imagen en los cielos donde moran los dioses y su canción sonora forman una combinación que lo convierten en su opinión en un ser misterioso, que posee habilidades muy por encima de las suyas. De él concibe la idea de un espíritu o dios alado, y a menudo lo considera como un mensajero de las regiones brillantes del Sol o la deidad del cielo. Tradicionalmente siempre se ha considerado el vuelo y la canción de los pájaros como presagios de gran importancia.

Muchas tribus imaginaban que los pájaros eran los espíritus visibles de los muertos. Los powhatans de Virginia creían que la raza con plumas recibía las almas de sus jefes cuando morían, y tenían cuidado de no hacerles daño. Los algonquianos creían que los pájaros causaban el fenómeno del viento, creaban los chorros de agua, y que las nubes las creaba el movimiento de sus alas. Los navajos creían que un gran cisne blanco se hallaba en cada uno de los cuatro puntos cardinales e invocaban las ráfagas creadas allí, mientras que los dakota creían que el Oeste es el hogar de los Wakinyjan, “los Voladores”, las brisas que traen las tormentas. Algunos indios consideran también que la tormenta es el aleteo de un gran pájaro, cuyos rastros se ven en el relámpago, como las chispas que producen los búfalos cuando se restriegan contra las rocas. Muchas de las tribus de la costa del Noroeste tienen la misma creencia, e imaginan que el relámpago es el destello del ojo del pájaro de la tormenta. Parece ser que consideraban al águila con una veneración extrema. Sus plumas formaban la bandera de guerra de los creek y las cabañas del consejo tenían su imagen tallada en la madera.

2.- Los cuatro puntos cardinales.

En toda la superficie del continente americano los aborígenes atribuyen una santidad peculiar a los cuatro puntos cardinales. Esto nace de la circunstancia de que de allí proceden los vientos que traen las lluvias fertilizantes. Los indios, habitantes de las inmensas praderas donde son escasas las referencias, reconocieron la necesidad de guiarse mediante la posición de los cuatro puntos cardinales en sus desplazamientos. Empezó a considerarlos con veneración como su salvaguardia personal, y reconocieron en ellos las residencias de los seres poderosos, bajo cuyo amparo se encontraban. La mayoría de sus festivales y celebraciones tenían unas alusiones simbólicas o directas a los cuatro puntos cardinales. Entre algunas tribus también se reconocían otros puntos, como, por ejemplo, uno en el cielo y otro en la tierra. Todos estos puntos tenían sus colores simbólicos y eran presididos por diversas divinidades animales u otras. Por consiguiente, los apaches tomaron el negro para el Este, el blanco para el Sur, el amarillo para el Oeste y el azul para el Norte; los cheroquis, rojo, blanco, negro y azul para los mismos puntos, y los navajos, blanco, azul, amarillo y negro, con blanco y negro para las regiones inferiores y azul para el mundo superior o etéreo. La ceremonia de fumar, sin la cual no podía ser comenzado o ratificado ningún tratado, solía ser empezada con el jefe de la tribu que exhalaba humo de tabaco hacia los cuatro cuartos de la Tierra.

3.- El simbolismo del arte indio.

Aunque los indios norteamericanos no produjeron unas obras artísticas de renombre, por lo menos tenían un tipo de arte peculiar y distintivo. Algunos de los dibujos y las pinturas en los muros de las edificaciones de ladrillos en las tribus sureñas y los símbolos heráldicos y religiosos pintados en las cabañas cubiertas de piel de las gentes de las llanuras tienen una base compleja y rítmica y unos colores brillantes. Las casas de las tribus de la costa del Noroeste, hechas sólo de madera, están sostenidas por unos pilares cincelados y embellecidos que representan el tótem o el símbolo tribal de su dueño. Tanto en las paredes interiores como exteriores hay unos dibujos con colores brillantes, que suelen ser escenas de la mitología india.

La decoración de la alfarería era y es común en la mayoría de las tribus norteamericanas, y es practicada mediante el cincelado y los grabados. Parece que es en el arte de la escritura donde los indios alcanzaron su mayor triunfo estético. Muchos objetos cincelados tienen un diseño muy elaborado y complejo, y algunos de los trabajos en las pipas de piedra, las máscaras y los utensilios y las ornamentaciones domésticas son obras de arte dignas de admirar.

Los indios exhiben muy buen gusto en la textura, la costura de todo tipo, los trabajos de abalorios y en los trabajos de plumas. La mayoría de los diseños que emplean tienen una base geométrica. Las gentes aborígenes de todo el continente americano se superan en especial en los trabajos de plumas. Entre las tribus de las llanuras el rango era indicado por la variedad y número de plumas que llevaban o por la manera de ensamblarlas y unirlas.

Este arte aborigen es de lo más simbólico y mitológico. Por tanto, está muy alejado de cualquier idea del materialismo, y si hubiera podido evolucionar según sus propios principios puede que habría desarrollado una gran cantidad de excelencia idealística.

4.- Los objetos fetiches de los indios norteamericanos.

Los indios creen que todas las cosas, los animales, el agua, la tierra, los árboles, las piedras, los cuerpos celestes, incluso el día y la noche, o la luz y la oscuridad, poseen la animación y el poder de la volición. Sin embargo, la creencia india general es que muchos de estos elementos están bajo algún hechizo o sortilegio poderoso. Los indios creen que las rocas y los árboles son las tumbas vivientes de los espíritus aprisionados, de modo que no le es difícil concebir una inteligencia, más o menos poderosa, en cualquier objeto, sea todo lo raro que sea; de hecho, cuanto más raro mayor es la probabilidad de que sea el hogar de alguna inteligencia poderosa, encarcelada mediante el sortilegio de algún hechicero poderoso por venganza o por algún motivo parecido.

Los indios norteamericanos clasifican a casi todas las pertenencias de un hechicero o un hombre de la medicina como unos fetiches. Éstos suelen constar de pieles de animales, pájaros y serpientes, de raíces, corteza, pólvora y otros innumerables objetos.


PUBLICADO EN:
REVISTA HOREB EKUMENE
ISSN 2605 – 3691. Octubre de 2021- Año IV - Nº 36
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld

AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

24 noviembre 2021 – 20’00 horas

Oración Ecuménica de Adviento
SABIÑÁNIGO (Huesca)

24 - 26 noviembre 2021

XIX Simposio Teología Histórica: "Ut unum sint"
VALENCIA

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID






miércoles, 24 de noviembre de 2021

NOTICIAS DE ECUMENISMO - ZARAGOZA

Últimas noticias del Movimiento Ecuénico en Zaragoza

VÍSPERAS ECUMÉNICAS DE ADVIENTO


Como en años anteriores, se van a celebrar en Zaragoza las Vísperas ecuménicas de Adviento. En esta ocasión, las ha preparado la parroquia de San Alexander Nevsky (ortodoxa rusa), y se realizarán en su iglesia de la calle Ricardo del Arco nº 29.

FECHA:

Jueves, 2 diciembre 2021

HORA: 

19'00 horas


PRESENTACIÓN NUEVOS CARGOS


El pasado mes de setiembre el arzobispo de Zaragoza, D. Carlos Escribano, nombró Delegado Episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso a Gregorio Hierro y Consiliario de esta Delegación a Antonio Moreno. 

Adjuntamos la carta de presentación de ambos.

Queridos amigos:

Como muchos de vosotros sabéis, el pasado mes de Septiembre el Sr. Arzobispo publicó mi nombramiento como Delegado Episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Zaragoza, relevando a D. Jesús Jaime Navarro, designado Vicario de la Vicaría II. Así pues, por primera vez, un laico se hace cargo de esta tarea en la Diócesis. 

Al mismo tiempo se nombra a D. Antonio Moreno Montero, Consiliario de la Delegación.

Ante todo, agradecer a Jesús Jaime, con quien he colaborado estrechamente en los últimos años, su buen hacer, su magisterio, su sencillez, y su capacidad para el trabajo en común. Ha sido muy fácil trabajar con él.

Como también sabéis, esta Delegación acostumbra a trabajar en equipo, por medio de su Comisión Permanente, cuyos miembros, Manuel Montañés, Lucas Farjas y Sonia Benito, están dispuestos a seguir en la brecha en esta nueva etapa, y sin los cuales muchas iniciativas se quedarían en el tintero.

Con estas breves líneas nos ponemos a disposición de todos los que formáis la familia ecuménica, esperando continuar en la misma línea de colaboración y mutuo reconocimiento, y seguir trabajando juntos por la reconciliación y la unidad.

En la certeza de que el Señor acoge nuestros esfuerzos con una sonrisa, os enviamos un fuerte abrazo.

Gregorio J. Hierro Illanes
Delegado Episcopal

Antonio Moreno Montero
Consiliario

Zaragoza, 22 de noviembre de 2021


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

24 noviembre 2021 – 20’00 horas

Oración Ecuménica de Adviento
SABIÑÁNIGO (Huesca)

24 - 26 noviembre 2021

XIX Simposio Teología Histórica: "Ut unum sint"
VALENCIA

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

2 diciembre 2021 – 19’00 horas

Vísperas de Adviento Ecuménicas
ZARAGOZA

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID




martes, 23 de noviembre de 2021

PARTE V (ÚLTIMA): DIRECTORIO PARA LA APLICACIÓN DE PRINCIPIOS Y NORMAS SOBRE ECUMENISMO

DIRECTORIO PARA LA APLICACIÓN DE PRINCIPIOS Y NORMAS SOBRE ECUMENISMO
Parte - V y última


V - COLABORACIÓN ECUMÉNICA, DIÁLOGO Y TESTIMONIO COMÚN

161. Cuando los cristianos viven y oran juntos de la manera descrita en el capítulo IV, dan testimonio de la fe que comparten y de su bautismo en el nombre de Dios, Padre de todos, en su Hijo Jesús, Redentor de todos, y en el Santo. Espíritu que con la fuerza de su amor transforma y une todo. A partir de esta comunión de vida y dones espirituales, hay muchas otras formas de colaboración ecuménica que expresan y benefician la unidad y resaltan el testimonio de la fuerza salvífica del Evangelio que los cristianos ofrecen al mundo. Cuando colaboran en el estudio y difusión de la Biblia, en los estudios litúrgicos, en la catequesis y estudios superiores, en la pastoral, en la evangelización, en el servicio de la caridad hacia un mundo que lucha por realizar los ideales de justicia, paz y amor,

"Todos los cristianos profesan a todos los pueblos la fe en el Dios trino, en el Hijo de Dios encarnado, Redentor y Señor nuestro, y con esfuerzo común, en la estima mutua, dan testimonio de nuestra esperanza, que no engaña. Dado que la cooperación en el campo social se establece a gran escala en estos tiempos, todos los hombres sin exclusión están llamados a esta obra común, pero más aún lo son los que creen en Dios, y más aún todos los cristianos, recibiendo el nombre de Cristo. . La cooperación de todos los cristianos expresa vívidamente esa unión, que ya existe entre ellos, y pone el rostro de Cristo Siervo en una luz más plena"156.

162. Yo Los cristianos no pueden cerrar su corazón al fuerte llamado que surge de las necesidades de la humanidad en el mundo contemporáneo. El aporte que pueden hacer en todos los campos de la vida humana en los que se manifiesta la necesidad de la salvación es más eficaz cuando lo dan todos juntos y cuando se ve que están unidos en el trabajo. Por lo tanto, querrán hacer juntos todo lo que les permita su fe. La falta de comunión completa entre las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales, las divergencias que aún existen en la enseñanza de la fe y la moral, las heridas no olvidadas y el legado de una historia de división, son elementos que ponen límites a lo que los cristianos pueden realizar. juntos en este momento. Su colaboración puede ayudarlos a superar lo que obstaculiza la plena comunión,

"En esta unión en la misión, de la que Cristo mismo decide sobre todo, todos los cristianos deben descubrir lo que ya les une, incluso antes de que se consiga su plena comunión". 157

Formas y estructuras de colaboración ecuménica

163. La colaboración ecuménica puede consistir en la participación de varias Iglesias y comunidades eclesiales en programas ya definidos por uno de sus miembros, o en la coordinación de actividades independientes, para evitar la repetición de iniciativas y la multiplicación inútil de estructuras administrativas, o incluso el de iniciativas y programas conjuntos. Se pueden crear varios tipos de consejos o comités, con formas más o menos permanentes, para facilitar las relaciones entre Iglesias y comunidades eclesiales y promover la colaboración y el testimonio común entre ellas.

164. La participación católica en todas las formas de encuentros ecuménicos y proyectos de cooperación respetará las normas establecidas por la autoridad eclesiástica local. En última instancia, corresponde al obispo diocesano juzgar la conveniencia e idoneidad de todas las formas de acción ecuménica local, teniendo en cuenta lo que se ha decidido a nivel regional o nacional. Los obispos, los Sínodos de las Iglesias orientales católicas y las Conferencias episcopales actuarán de acuerdo con las directrices de la Santa Sede y, en particular, con las del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos.

165. Las reuniones de representantes autorizados de las Iglesias y comunidades eclesiales, que se celebran periódicamente o en ocasiones especiales, pueden ser de gran ayuda para promover la cooperación ecuménica. Si bien constituyen en sí mismos un testimonio importante del compromiso de los participantes con la promoción de la unidad de los cristianos, estos encuentros pueden dar el sello de autoridad a las actividades que los miembros de las Iglesias y comunidades que representan realizan en colaboración. También pueden ofrecer la oportunidad de examinar los problemas y tareas específicos que deben abordarse en la cooperación ecuménica y de tomar las decisiones necesarias para establecer grupos de trabajo y programas para abordarlos.

Consejos de Iglesias y Consejos cristianos

166. Los Consejos de Iglesias y los Consejos cristianos son las estructuras más estables establecidas para promover la unidad y la colaboración ecuménica. Un consejo de iglesias está formado por iglesias 158 y es responsable ante las Iglesias que lo forman. Un Concilio Cristiano está compuesto, además de iglesias, por otras organizaciones y grupos cristianos. También existen otras instituciones de cooperación similares a los Consejos antes mencionados, pero con diferentes títulos. En general, los consejos e instituciones similares se esfuerzan por brindar a sus miembros la oportunidad de trabajar juntos, iniciar un diálogo, superar divisiones y malentendidos, apoyar la oración y la acción por la unidad y ofrecer, en la medida de lo posible, un común Testimonio y servicio cristiano. Deben ser evaluados sobre la base de sus actividades y cómo se definen en sus constituciones; tienen exclusivamente la competencia que les atribuyen los miembros constituyentes; en general,

167. Dado que es deseable que la Iglesia católica encuentre, a diferentes niveles, la expresión adecuada de sus relaciones con otras Iglesias y comunidades eclesiales, y dado que los Consejos de Iglesias y los Consejos cristianos se encuentran entre las formas más importantes de colaboración ecuménica, debemos alegrémonos de los contactos cada vez más frecuentes que la Iglesia Católica establece con estos Concilios en diferentes partes del mundo.

168. La decisión de asociarse con un Concilio es un asunto de los obispos de la región en la que opera el Concilio; también tienen la responsabilidad de supervisar la participación católica en dichos consejos. En cuanto a los Consejos Nacionales, la competencia y responsabilidad será generalmente del Sínodo de las Iglesias Católicas Orientales o de la Conferencia Episcopal (excepto en el caso de que haya una sola diócesis en la nación). Al examinar la cuestión de la pertenencia a un Consejo, las autoridades competentes, al preparar la decisión, se preocupan de ponerse en contacto con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

169. Entre los numerosos factores que deben ser considerados en función de la decisión de unirse como miembro de un Consejo, está la oportunidad pastoral de tal paso. En primer lugar, hay que comprobar que la participación en la vida del Concilio es compatible con la enseñanza de la Iglesia católica y no menoscaba su identidad específica y única. La primera preocupación debe ser la de la claridad doctrinal, especialmente en lo que concierne a la eclesiología. En efecto, los Concilios de Iglesias y los Concilios Cristianos ni por sí mismos ni por sí mismos contienen el comienzo de una nueva Iglesia, que reemplazaría la comunión que existe actualmente en la Iglesia Católica. No se llaman a sí mismos Iglesias y no reclaman para sí mismos una autoridad que les permita conferir un ministerio de la palabra o del sacramento 159 . Es bueno prestar especial atención al sistema de representatividad de este Consejo y al derecho de voto, los procedimientos para tomar decisiones, la forma en que se hacen las declaraciones públicas y el grado de autoridad que se les atribuye. Se llega a un acuerdo claro y preciso sobre los puntos anteriores antes de dar el paso de unirse como miembro. 160

170. La membresía católica en un consejo local, nacional o regional es completamente diferente de la relación entre la Iglesia Católica y el Consejo Ecuménico de Iglesias. El Concilio Ecuménico, de hecho, puede invitar a los Concilios elegidos "a entablar relaciones de trabajo como Concilios asociados", pero no tiene autoridad ni control sobre estos Concilios o las Iglesias que son miembros de ellos.

171. Debe tenerse en cuenta que la incorporación a un Consejo implica la aceptación de importantes responsabilidades. La Iglesia Católica debe estar representada por personas competentes y comprometidas. En el ejercicio de su mandato, conocen perfectamente los límites más allá de los cuales no pueden comprometer a la Iglesia sin consultar a la autoridad por la que han sido nombrados. Cuanto más de cerca sean seguidas las actividades de estos Consejos por las Iglesias allí representadas, más importante y eficaz será su contribución al movimiento ecuménico.

Diálogo ecuménico

172. El diálogo está en el centro de la colaboración ecuménica y la acompaña en todas sus formas. El diálogo requiere que escuchemos y respondamos, que tratemos de comprender y ser comprendidos. Significa estar dispuesto a hacer preguntas y ser interrogado a su vez. Significa comunicar algo sobre ti y dar crédito a lo que otros dicen sobre ti. Cada interlocutor debe estar dispuesto a aclarar cada vez más y modificar sus puntos de vista personales y su forma de vivir y actuar, dejándose guiar por el amor genuino a la verdad. La reciprocidad y el compromiso mutuo son elementos fundamentales del diálogo y, asimismo, la conciencia de que los interlocutores están en pie de igualdad. 161 El diálogo ecuménico permite a los miembros de las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales llegar a un entendimiento mutuo, identificar los puntos de fe y práctica que tienen en común y aquellos en los que difieren. Los interlocutores intentan comprender las raíces de estas diferencias y evaluar en qué medida constituyen un obstáculo real para una fe común. Cuando reconocen que representan una auténtica barrera de comunión, se esfuerzan por encontrar los medios para superarlos a la luz de esos núcleos de fe que ya tienen en común.

173. La Iglesia católica puede iniciar el diálogo a nivel diocesano, a nivel de la Conferencia Episcopal o de los Sínodos de las Iglesias orientales católicas y a nivel de la Iglesia universal. Su estructura, como comunión universal de fe y vida sacramental, le permite presentar una posición coherente y unida en cada uno de los niveles antes mencionados. Cuando hay un solo interlocutor, Iglesia o comunidad, el diálogo se llama bilateral, cuando hay varios, se define multilateral.

174. A nivel local, existen innumerables oportunidades para los encuentros cristianos: desde conversaciones informales que tienen lugar en la vida diaria hasta sesiones organizadas para examinar juntos, desde una perspectiva cristiana, los problemas de la vida local o de grupos profesionales particulares (médicos, trabajadores sociales, padres, educadores), así como grupos de estudio sobre temas específicamente ecuménicos. Los diálogos pueden ser conducidos por grupos de laicos, miembros del clero y teólogos profesionales, o por agregaciones de personas pertenecientes a estos grupos. Estos encuentros, tengan o no carácter oficial, como consecuencia de su promoción o autorización formal por parte de la autoridad eclesiástica, deben caracterizarse siempre por un sentido eclesial muy fuerte.

175. En algunos diálogos, los participantes son enviados por la jerarquía y, por lo tanto, participan en ellos no a título personal, sino como representantes delegados de su Iglesia. Estos mandatos pueden ser conferidos por el Ordinario local, por el Sínodo de las Iglesias orientales católicas o por la Conferencia Episcopal para su territorio, o por la Santa Sede. En estos casos, los participantes católicos tienen una responsabilidad singular hacia la autoridad que los envió. Esta autoridad tendrá que dar su aprobación a cualquier resultado del diálogo antes de involucrar oficialmente a la Iglesia.

176. Los interlocutores católicos del diálogo deben atenerse a los principios relativos a la doctrina católica enunciados por el decreto Unitatis redintegratio:

“El modo y el método de proclamar la fe católica no debe en modo alguno ser obstáculo para el diálogo con los hermanos. Es absolutamente necesario exponer toda la doctrina con claridad. Nada más ajeno al ecumenismo que ese falso irenismo, del que sufre la pureza de la doctrina católica y se oscurece su sentido genuino y preciso.

Al mismo tiempo, la fe católica debe explicarse con mayor profundidad y precisión, con esa forma de exposición y expresión, que puede ser bien comprendida incluso por hermanos separados.

Además, en el diálogo ecuménico, los teólogos católicos, permaneciendo fieles a la doctrina de la Iglesia, al investigar los misterios divinos con sus hermanos separados, deben proceder con amor a la verdad, con caridad y humildad. Al comparar doctrinas, debe recordarse que existe un orden o "jerarquía" en las verdades de la doctrina católica, ya que su conexión con el fundamento de la fe cristiana es diferente. Así se preparará el camino, en el que, mediante la emulación fraterna, todos serán empujados hacia un conocimiento más profundo y una manifestación más clara de las insondables riquezas de Cristo"162

La cuestión de la jerarquía de las verdades también se aborda en el documento Reflexiones y sugerencias sobre el diálogo ecuménico:

“No todo está al mismo nivel, tanto en la vida de la Iglesia como en su compromiso; No cabe duda de que todas las verdades reveladas requieren la misma adhesión de fe, pero, según la mayor o menor proximidad que tengan hacia el fundamento del misterio revelado, se encuentran en diferentes posiciones entre sí y en diferentes relaciones entre sí" 163

177. El tema del diálogo puede estar constituido por un amplio abanico de preguntas doctrinales que abarquen un determinado período de tiempo, o por una única pregunta limitada a un período bien definido; puede ser un problema pastoral o misionero frente al cual las Iglesias quieren encontrar una posición común, para eliminar las tensiones que surgen entre ellas y promover la ayuda mutua y el testimonio común. Para algunas cuestiones, un diálogo bilateral puede resultar más eficaz, para otras, un diálogo multilateral produce mejores resultados. La experiencia demuestra que, en el complejo compromiso de promover la unidad de los cristianos, las dos formas de diálogo son complementarias. Es bueno que los resultados de un diálogo bilateral se comuniquen rápidamente a todas las demás Iglesias y comunidades eclesiales interesadas.

178. Una comisión o comité creado para iniciar el diálogo a petición de dos o más Iglesias o comunidades eclesiales puede llegar a diferentes grados de acuerdo sobre el tema propuesto y puede formular conclusiones en una declaración. Incluso antes de llegar a un acuerdo, una comisión a veces puede considerar apropiado publicar una declaración o informe en el que se indiquen las convergencias alcanzadas, se identifiquen los problemas pendientes y se sugiera la dirección que podría tomar un diálogo futuro. Todas las declaraciones o informes de las comisiones de diálogo se someten a la aprobación de las Iglesias interesadas. Las declaraciones de las comisiones de diálogo tienen un valor intrínseco, debido a la competencia y condición de sus autores. Sin embargo, ellos

179. Cuando las autoridades competentes consideren que los resultados de un diálogo están listos para ser evaluados, los miembros del pueblo de Dios, según su rol y su carisma, deben participar en este proceso crítico. Los fieles, en efecto, están llamados a ejercitar "el sentido sobrenatural de la fe (sensus fidei)", que pertenece a todo el pueblo, cuando, "desde los obispos hasta el último de los fieles laicos" expresan un consentimiento universal a la verdades concernientes a la fe y las costumbres. Este sentido de fe, suscitado y sostenido por el Espíritu de la verdad y bajo la guía del sagrado Magisterio (magisterio), permite, si se obedece fielmente, no aceptar más una palabra humana, sino la palabra de Dios tal como es 164 gracias a ella el pueblo de Dios se adhiere infaliblemente a la fe transmitida a los santos de una vez por todas 165 lo penetra más profundamente interpretándolo correctamente y poniéndolo en acción más perfectamente en su propia vida. 166

Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para encontrar la mejor manera de llevar los resultados del diálogo a la atención de todos los miembros de la Iglesia. Las nuevas comprensiones de la fe, los nuevos testimonios de su verdad y las nuevas formas de expresión de la misma desarrolladas en el diálogo, así como el alcance de los acuerdos propuestos, deben ser explicados a los fieles en la medida de lo posible. Esto permitirá un juicio justo sobre las reacciones de todos, evaluando su fidelidad a la tradición de fe recibida de los apóstoles y transmitida a la comunidad de creyentes, bajo la guía de sus capacitados maestros. Es de esperar que esta forma de proceder sea adoptada por toda Iglesia o comunidad eclesial interlocutora del diálogo y también por todas las Iglesias y comunidades eclesiales sensibles a la llamada a la unidad, y que las Iglesias colaboren en este esfuerzo.

180. La vida de fe y la oración de fe, así como la reflexión sobre la doctrina de la fe, entran en este proceso de acogida, a través del cual, bajo la inspiración del Espíritu Santo que "dispensa gracias especiales entre los fieles de todos pedidos" 167 y que anima más particularmente el ministerio de los que enseñan, toda la Iglesia hace suyos los frutos del diálogo, en un camino de escucha, experimentación, discernimiento y vida.

181. Al examinar y asumir nuevas formas de expresión de la fe, que pueden aparecer en las declaraciones finales del diálogo ecuménico, o expresiones antiguas que han vuelto porque prefieren ciertos términos teológicos más recientes, los católicos tendrán presente la distinción hecha, en el decreto sobre el ecumenismo, entre "el depósito o verdades de la fe" y "la forma en que se expresan". 168 Sin embargo, se cuidará de evitar expresiones ambiguas, particularmente en la búsqueda de un acuerdo sobre puntos doctrinales tradicionalmente controvertidos. También tendrán en cuenta la forma en que el propio Concilio Vaticano II aplicó esta distinción en su formulación de la fe católica; admitirán también la "jerarquía de verdades" en la doctrina católica, de la que habla el decreto sobre el ecumenismo. 169

182. El proceso de acogida incluye una reflexión teológica de carácter técnico sobre la tradición de la fe, así como sobre la realidad pastoral y litúrgica de la Iglesia hoy. Las contribuciones importantes a este proceso provienen de la competencia específica de las facultades de teología. Todo el proceso está guiado por la autoridad docente oficial de la Iglesia, que es responsable de emitir el juicio final sobre las declaraciones ecuménicas. Las nuevas perspectivas, así aceptadas, entran en la vida de la Iglesia y, en cierto sentido, renuevan lo que favorece la reconciliación con otras Iglesias y comunidades eclesiales.

Trabajo bíblico común

183. La Palabra de Dios, transmitida en las Escrituras, nutre de diferentes formas 170 la vida de la Iglesia y es "un excelente instrumento en la mano poderosa de Dios para la consecución de la unidad que el Salvador ofrece a todos los hombres". 171 La veneración de las Escrituras es un vínculo fundamental de unidad entre los cristianos, un vínculo que permanece incluso cuando las Iglesias y comunidades eclesiales a las que pertenecen los cristianos no están en plena comunión entre sí. Todo lo que se pueda hacer para que los miembros de las Iglesias y comunidades eclesiales lean la Palabra de Dios y, si es posible, lo hagan juntos (por ejemplo, las "Semanas Bíblicas"), refuerza el vínculo de unidad que ya existe entre ellos, se abre a la acción unificadora de Dios y fortalece el testimonio común de la Palabra salvífica de Dios y ofrecida por ellos al mundo. La publicación y difusión de ediciones adecuadas de la Biblia son condiciones previas para escuchar la Palabra. La Iglesia Católica, 172 considera la colaboración ecuménica en este campo una forma importante de servicio común y testimonio común en la Iglesia y para el mundo.

184. La Iglesia Católica participa en esta colaboración de muchas formas y en muchos niveles. El Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, en 1969, inspiró la fundación de la Federación Católica Mundial para el Apostolado Bíblico (Federación Bíblica Católica), que es una organización católica internacional de carácter público, que tiene la tarea de dar implementación pastoral. al capítulo VI de la Dei Verbum. En vista de este propósito, parece deseable que, cuando las circunstancias lo permitan, tanto a nivel de Iglesias particulares como a nivel regional, se favorezca la colaboración efectiva entre el delegado para el ecumenismo y las secciones locales de la Federación.

185. El Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, a través de la Secretaría General de la Federación Bíblica Católica, establece y desarrolla relaciones con la Alianza Bíblica Universal, que es la organización cristiana internacional con la que la Secretaría ha publicado conjuntamente las Directivas relativas a la cooperación interreligiosa en la Biblia. traducción. 173 Este documento establece los principios, medios y pautas prácticas de este tipo particular de colaboración en el campo bíblico, que ya ha dado resultados apreciables. Se fomentan relaciones y cooperación similares con instituciones cuyo propósito es la publicación y difusión de la Biblia en todos los niveles de la vida eclesial. Pueden facilitar la cooperación entre Iglesias y comunidades eclesiales para la actividad misionera, para la catequesis y la enseñanza religiosa, así como para la oración y el estudio en común. A menudo pueden conducir a la edición común de una Biblia, que puede ser utilizada por muchas Iglesias y comunidades eclesiales de una determinada esfera cultural o para fines más específicos, como el estudio o la vida litúrgica. 174 La colaboración de este tipo puede ser un antídoto para usar la Biblia desde una perspectiva fundamentalista o sectaria.

186. Los católicos pueden participar en el estudio de las Escrituras junto con miembros de otras iglesias y comunidades eclesiales de varias formas y en muchos niveles diferentes: desde el tipo de trabajo que se puede realizar en los grupos de vecinos o parroquiales hasta la investigación científica entre exegetas profesionales. Para que este estudio tenga un valor ecuménico, a cualquier nivel, debe estar fundado en la fe y nutrir la fe. A menudo será este estudio el que muestre claramente, a quienes participan, cómo las posiciones doctrinales de las diversas Iglesias y comunidades eclesiales y las diferencias en sus enfoques en el uso y la exégesis de la Biblia llevan a interpretar ciertos pasajes de una manera diferente. . Para los católicos, Es útil que las ediciones de las Escrituras que utilizan llamen la atención sobre los pasajes en los que se involucra la doctrina de la Iglesia. Los católicos no dejarán de abordar las dificultades y diferencias que surgen del uso ecuménico de las Escrituras con comprensión y lealtad a la enseñanza de la Iglesia. Sin embargo, esto no les impedirá reconocer lo cerca que están de otros cristianos al interpretar las Escrituras. Así acabarán apreciando la luz que arroja la experiencia y las tradiciones de las distintas Iglesias sobre los pasajes de las Escrituras que les resultan especialmente significativos. Estarán abiertos a la posibilidad de encontrar nuevos puntos de partida en las Escrituras para discutir pasajes controvertidos. Se sentirán movidos a descubrir el significado de la Palabra de Dios en relación con las situaciones humanas contemporáneas que comparten con sus hermanos cristianos. Y experimentarán, con alegría, el poder unificador de la Palabra de Dios.

Textos litúrgicos comunes

187. Las Iglesias y comunidades eclesiales cuyos miembros viven en un entorno cultural homogéneo deberían, siempre que sea posible, recopilar conjuntamente una colección de los textos cristianos más importantes (el Padre Nuestro, el Credo de los Apóstoles, el Credo de Nicea-Constantinopla, una Doxología Trinitaria, la Gloria ). Esta colección estaría destinada a ser utilizada regularmente por todas las Iglesias y comunidades eclesiales, al menos cuando rezan en común, en ocasiones ecuménicas. Sería igualmente deseable un acuerdo sobre una traducción del Salterio para uso litúrgico, o al menos un acuerdo sobre algunos salmos que se usan con más frecuencia. Se recomienda que se busque un acuerdo similar para algunas lecturas comunes de las Escrituras destinadas al uso litúrgico. El uso de oraciones litúrgicas y otras oraciones que se remontan a la época de la Iglesia indivisa puede ayudar a aumentar el espíritu ecuménico. También se recomiendan cancioneros comunes o al menos una colección de canciones comunes que se incluirán en los cancioneros de las diversas Iglesias y comunidades eclesiales; También se recomienda la colaboración en el desarrollo de la música litúrgica. Cuando los cristianos oran juntos, con una sola voz, su testimonio común llega a los cielos pero también se comprende en la tierra.

Colaboración ecuménica en el campo de la catequesis

188. Además de la catequesis normal, que los católicos deben recibir en todos los sentidos, la Iglesia católica reconoce que, en situaciones de pluralismo religioso, la colaboración en el campo de la catequesis puede enriquecer su vida y la de otras Iglesias y comunidades eclesiales, y también para fortalecer su capacidad para dar testimonio común de la verdad del Evangelio en medio del mundo, en la medida de lo posible en la actualidad. El fundamento de esta colaboración, sus condiciones y sus límites se establecen en la exhortación apostólica Catechesi tradendae:

“Tales experiencias encuentran su fundamento teológico en los elementos que son comunes a todos los cristianos. Sin embargo, la comunión de fe entre católicos y otros cristianos no es completa ni perfecta; de hecho, en algunos casos existen profundas diferencias. En consecuencia, esta colaboración ecuménica es limitada por su propia naturaleza: nunca debe significar una "reducción" al mínimo. común. Además, la catequesis no consiste sólo en la enseñanza de la doctrina, sino en la iniciación a toda la vida cristiana, haciendo participar plenamente de los sacramentos de la Iglesia. De ahí la necesidad, dondequiera que exista una experiencia de colaboración ecuménica en el campo de la catequesis, de asegurar que la formación de los católicos esté bien asegurada, en la Iglesia católica, en materia de doctrina y vida cristianas".175

189. En algunos países, el estado o las circunstancias particulares imponen una forma común de enseñanza cristiana a los católicos y otros cristianos, que implica libros de texto y la determinación del contenido de los cursos. En estos casos, no se trata de una verdadera catequesis, ni de libros que puedan utilizarse como catecismos. Sin embargo, cuando tal enseñanza presenta fielmente elementos de la doctrina cristiana, tiene un auténtico valor ecuménico. Si bien se aprecia el valor potencial de esta enseñanza, sigue siendo esencial en estos casos garantizar a los niños católicos una catequesis específicamente católica.

190. Cuando la enseñanza de la religión en las escuelas se realiza en colaboración con miembros de religiones distintas de la cristiana, se debe hacer un esfuerzo especial para que el mensaje cristiano se presente de manera que resalte la unidad de fe que existe entre los cristianos. sobre puntos fundamentales, al mismo tiempo que explica las divisiones que existen y las iniciativas emprendidas para superarlas.

Colaboración en instituciones de educación superior

191. El estudio científico de la teología y las disciplinas conexas ofrece muchas ocasiones para la colaboración ecuménica y el testimonio común. Tal colaboración es beneficiosa para la investigación teológica. Mejora la calidad de la enseñanza teológica, ayudando a los profesores a dar al aspecto ecuménico de las cuestiones teológicas la atención que, en la Iglesia católica, exige el decreto conciliar Unitatis redintegratio. 176 Facilita la formación ecuménica de los agentes de pastoral (ver arriba, en el c. III). Ayuda a los cristianos a examinar juntos los grandes problemas intelectuales que enfrentan hoy hombres y mujeres, partiendo de una base común de sabiduría y experiencia cristianas. En lugar de acentuar su diferencia, los cristianos pueden conceder la debida preferencia a la profunda armonía de fe y entendimiento que puede existir en la diversidad de sus expresiones teológicas.

En seminarios y durante el primer ciclo

192. La colaboración ecuménica, tanto en el estudio como en la docencia, es deseable ya en los programas de la fase inicial de la docencia teológica, tal como se establece en los seminarios y en el primer ciclo de las facultades de teología, aunque en estos niveles el estudio y la docencia todavía son No puede seguir el método propio de la investigación y de aquellos que han completado su formación teológica general. Una condición de fundamental importancia para la colaboración ecuménica en estos niveles superiores, que se tratará en los nn. 196-203, es que los participantes tengan una sólida formación en su fe y en la tradición de su Iglesia. La instrucción de seminario o primer ciclo en teología tiene como objetivo dar al estudiante esta formación básica. La Iglesia Católica, como otras Iglesias y comunidades eclesiales, elabora el programa y los cursos que considera adecuados para tal fin y elige directores y profesores competentes. La norma es que los profesores de los cursos de doctrina sean católicos. En consecuencia, los principios elementales de la iniciación al ecumenismo y la teología ecuménica, que es un componente necesario de la formación teológica básica, 177 son impartidas por profesores católicos. Una vez respetados estos intereses fundamentales de la Iglesia en cuanto al objetivo, el valor, las necesidades de una formación teológica inicial --comprendido y compartido por muchas otras Iglesias y comunidades eclesiales--, los estudiantes y profesores de los seminarios católicos y las facultades teológicas pueden participar en la educación ecuménica. colaboración de diversas formas.

193. Las normas para promover y regular la colaboración entre católicos y otros cristianos, a nivel del seminario y del primer ciclo de estudios teológicos, deben ser establecidas por los Sínodos de las Iglesias orientales católicas y por las Conferencias Episcopales, particularmente para todo. en cuanto a la instrucción de los candidatos a la ordenación. La comisión ecuménica competente debe entenderse a este respecto. Las directrices requeridas deben incluirse en el programa de formación de los sacerdotes, elaborado de acuerdo con el decreto sobre la formación sacerdotal Optatam totius. Dado que los institutos de formación de miembros de órdenes religiosas pueden estar igualmente interesados ​​en esta forma de colaboración ecuménica en la formación teológica, los superiores mayores o sus delegados deben contribuir a la redacción de reglamentos según el decreto conciliar Christus Dominus. 178

194. Los estudiantes católicos pueden asistir a cursos especiales que en las instituciones, incluidos los seminarios, son impartidos por cristianos de otras Iglesias y comunidades eclesiales, cursos que están en armonía con los criterios generales para la formación ecuménica de los estudiantes católicos y que respetan todas las normas eventualmente establecidas por la Sínodo de las Iglesias orientales católicas o por la Conferencia Episcopal. Cuando se deba tomar una decisión sobre si los estudiantes católicos deben asistir o no a estos cursos especiales, la utilidad del curso en el contexto general de su formación, la calidad y el espíritu ecuménico del maestro, el nivel de preparación preliminar de los maestros. , debe ser cuidadosamente evaluado.los estudiantes mismos, su madurez espiritual y psicológica. Las conferencias o cursos más estrechamente relacionados con temas doctrinales, más cuidadosamente se tendrá que considerar la oportunidad para que los estudiantes ayuden. La formación de los estudiantes y el desarrollo de su sentido ecuménico requieren gradualidad.

195. En el segundo y tercer ciclo de facultades y seminarios, después de que los alumnos hayan recibido una formación básica, se puede invitar a profesores de otras Iglesias y comunidades eclesiales a disertar sobre las posiciones doctrinales de las Iglesias y comunidades que representan, con el fin de completar la formación ecuménica que los estudiantes están recibiendo de sus maestros católicos. Estos profesores también podrán realizar cursos de carácter técnico como, por ejemplo, cursos de idiomas, comunicación social, sociología religiosa, etc. Al establecer normas para regular este tipo de colaboración, las Conferencias Episcopales y Sínodos de las Iglesias orientales católicas tendrán en cuenta el grado de desarrollo alcanzado por el movimiento ecuménico en su país y la naturaleza de las relaciones entre católicos y otras Iglesias y comunidades eclesiales. 179 En primer lugar, especificarán cómo aplicar en su propia región los criterios católicos sobre la calificación de los profesores, sobre el período de su docencia y sobre su responsabilidad por el contenido de los cursos. 180 También indicarán cómo la enseñanza recibida por los estudiantes católicos en dichos cursos puede integrarse en su programa en su conjunto. Los profesores invitados tendrán la calificación de "profesores invitados". Si es necesario, las instituciones católicas organizarán seminarios o cursos para situar la enseñanza impartida por profesores de otras Iglesias o comunidades eclesiales en su contexto. Los maestros católicos invitados, en circunstancias similares, a dar conferencias en seminarios y escuelas teológicas de otras Iglesias, aceptarán con gusto las mismas condiciones. Tal intercambio de maestros, que respete los intereses de cada Iglesia en relación con la formación teológica básica de sus miembros y especialmente de aquellos que están llamados a ser sus ministros.

En institutos de educación superior e investigación teológica

196. Se abre un campo más amplio de colaboración ecuménica para quienes se dedican a la investigación teológica y para quienes enseñan en un nivel superior al de los profesores en los seminarios o en el nivel académico institucional. La madurez de los participantes (investigadores, docentes, estudiantes) y los estudios superiores ya terminados sobre la fe y la teología de su propia Iglesia, confieren a su colaboración una seguridad y riqueza muy particular, que no se puede esperar de quienes aún están comprometidos con la institucionalidad. formación en facultades o en seminarios.

197. En el nivel de la educación superior, la colaboración está asegurada por expertos que intercambian sus investigaciones y las comparten con expertos de otras Iglesias y comunidades eclesiales. Es implementado por grupos ecuménicos y asociaciones de expertos designados para este propósito. Se asegura, especialmente, en el contexto de los diversos tipos de relaciones que se establecen entre instituciones para el estudio de la teología pertenecientes a diferentes Iglesias. Estas relaciones y la colaboración que fomentan pueden contribuir a dar un carácter ecuménico a todas las actividades de las instituciones que participan en ellas. En este contexto, el personal, las bibliotecas, los cursos, los locales y otros medios pueden ponerse a disposición del público, para que los investigadores, profesores y estudiantes puedan beneficiarse de ellos.

198. La colaboración ecuménica es especialmente adecuada para los institutos que se han creado, dentro de las facultades de teología existentes, para la investigación y la formación especializada en teología ecuménica o para el ejercicio pastoral del ecumenismo; también es adecuado para institutos independientes creados con el mismo propósito. Estos últimos, aunque pertenezcan a Iglesias particulares o comunidades eclesiales, serán más eficaces si cooperan activamente con institutos similares pertenecientes a otras Iglesias. Desde un punto de vista ecuménico, es útil para los institutos ecuménicos tener miembros de otras Iglesias o comunidades eclesiales entre su personal docente y entre sus estudiantes.

199. La creación y administración de estas instituciones y estructuras de colaboración ecuménica en el estudio de la teología debería encomendarse normalmente a quienes están al frente de las instituciones en cuestión y a quienes desarrollan sus actividades en ellas gozando de una legítima libertad académica. Su eficacia ecuménica requiere que actúen en estrecha relación con las autoridades de las Iglesias y comunidades eclesiales a las que pertenecen sus miembros. Cuando la institución involucrada en tales estructuras cooperativas es parte de una facultad teológica que ya pertenece a la Iglesia Católica, o ha sido establecida por la Iglesia como una institución separada bajo su autoridad, su relación con las autoridades de la Iglesia en orden a la actividad ecuménica será estar definido en los artículos del convenio de colaboración.

200. Los institutos interconfesionales, creados y administrados conjuntamente por algunas Iglesias y comunidades eclesiales, son especialmente adecuados para tratar cuestiones de interés común para todos los cristianos. Estudios conjuntos sobre temas como la actividad misionera, las relaciones con las religiones no cristianas, el ateísmo y la incredulidad, el uso de los medios de comunicación social, la arquitectura y el arte sacro y, en el campo teológico, la exégesis de las Escrituras, la historia de la salvación. y la teología pastoral contribuirá a la solución de problemas y la adopción de programas capaces de favorecer el progreso de la unidad de los cristianos. La responsabilidad de estos institutos frente a las autoridades de las Iglesias y comunidades eclesiales interesadas debe estar claramente definida en sus estatutos.

201. Pueden crearse asociaciones o institutos para el estudio conjunto de las cuestiones teológicas y pastorales por los ministros de varias Iglesias y comunidades eclesiales. Estos ministros, bajo la guía y con la ayuda de expertos en diferentes campos, discuten y analizan juntos los aspectos teóricos y prácticos de su ministerio, dentro de sus propias comunidades, en su dimensión ecuménica y en su contribución al testimonio cristiano común.

202. El campo de estudio e investigación, en los institutos de actividad y colaboración ecuménicas, puede abarcar toda la realidad ecuménica o limitarse a cuestiones particulares que se estudian en profundidad. Cuando un instituto se especializa en el estudio de una disciplina del ecumenismo (la tradición ortodoxa, el protestantismo, la comunión anglicana, y también las diversas cuestiones señaladas en el n. 200), es importante que sea capaz de abordar esta disciplina en el contexto. de todo el movimiento, ecuménico y todos los demás temas relacionados con él.

203. Se anima a las instituciones católicas a convertirse en miembros de asociaciones ecuménicas destinadas a avanzar en el nivel de la enseñanza teológica y asegurar una mejor formación para quienes se preparan para el ministerio pastoral y una mejor colaboración entre las instituciones de educación superior. También estarán abiertos a propuestas - más frecuentes hoy - por parte de las autoridades de universidades públicas y no confesionales para agregar varios institutos conectados a ellos para el estudio de la religión. La pertenencia a estas asociaciones ecuménicas y la participación en la docencia en los institutos asociados deben respetar la legítima autonomía de los institutos católicos en lo que respecta al plan de estudios.

Colaboración pastoral en situaciones particulares

204. Si bien es cierto que toda Iglesia y comunidad eclesial se ocupa de la pastoral de sus miembros y es edificada de manera irremplazable por los ministros de sus comunidades locales, existen sin embargo situaciones en las que la necesidad religiosa de los cristianos podría satisfacerse mucho más eficazmente si los operadores ordenados o laicos pastoralistas de las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales trabajaron juntos. Este tipo de colaboración ecuménica se puede implementar con éxito en la atención pastoral de los hospitales, las prisiones, el ejército, las universidades, los vastos complejos industriales. También es eficaz para traer una presencia cristiana al mundo de los medios de comunicación. Parece necesario coordinar cuidadosamente estos ministerios ecuménicos especiales con las estructuras pastorales locales de cada Iglesia y comunidad eclesial. Esto se consigue mucho más fácilmente cuando estas estructuras están animadas por un espíritu ecuménico y llevan a cabo una colaboración ecuménica con las correspondientes unidades locales de las demás Iglesias y comunidades eclesiales. El ministerio litúrgico, especialmente el de la Eucaristía y los demás sacramentos, en situaciones similares de colaboración, se asegura de acuerdo con las normas que cada Iglesia o comunidad eclesial establece para sus propios miembros; para los católicos estas normas se establecen en el capítulo IV de este Directorio. se asegura de conformidad con las normas que cada Iglesia o comunidad eclesial establece para sus miembros; para los católicos estas normas se establecen en el capítulo IV de este Directorio. se asegura de conformidad con las normas que cada Iglesia o comunidad eclesial establece para sus miembros; para los católicos estas normas se establecen en el capítulo IV de este Directorio.

Colaboración en la actividad misionera

205. El testimonio común que se da a través de todas las formas de colaboración ecuménica es ya misionero en sí mismo. El movimiento ecuménico, de hecho, fue de la mano del redescubrimiento por muchas comunidades del carácter misionero de la Iglesia. La colaboración ecuménica demuestra al mundo que quienes creen en Cristo y viven por su Espíritu, hechos hijos de Dios, que es el Padre de todos, pueden tratar de superar, con valentía y esperanza, las divisiones humanas incluso en asuntos tan delicados como ellos. son la fe y la práctica religiosa. Las divisiones existentes entre los cristianos son sin duda un serio obstáculo para el éxito de la evangelización. 181 Pero los esfuerzos que se han hecho para superarlos ofrecen una gran contribución para compensar el escándalo y hacer creíbles a los cristianos al proclamar que Cristo es Aquel en quien todas las personas y todas las cosas se resumen en la unidad:

"Como evangelizadores, debemos ofrecer a los fieles de Cristo la imagen no de hombres divididos y separados por disputas que no edifican en absoluto, sino de personas maduras en la fe, capaces de encontrarse juntos por encima de tensiones concretas, gracias a la búsqueda común, sincero y desinteresado en la verdad. Sí, el destino de la evangelización está ciertamente ligado al testimonio de unidad dado por la Iglesia. Y este es un motivo de responsabilidad pero también de consuelo"182 

206. El testimonio ecuménico puede darse en la misma actividad misionera. Para los católicos, los cimientos de la colaboración ecuménica con otros cristianos en misión son "el fundamento del bautismo y el patrimonio de fe que nos es común". 183 Las otras Iglesias y comunidades eclesiales que llevan a los fieles a la fe en Cristo Salvador y en el bautismo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo los conducen a la comunión real, aunque imperfecta, que existe entre ellos y el Iglesia Católica. A los católicos les gustaría mucho que todos los que están llamados a la fe cristiana se unan a ellos en esa plenitud de comunión que, según su fe, existe en la Iglesia católica, y sin embargo reconocen que, según la Providencia de Dios, algunos gastarán todo su vida cristiana en iglesias o comunidades eclesiales que no aseguran tal plenitud de comunión. Los católicos tendrán mucho cuidado de respetar la fe viva de otras Iglesias y comunidades eclesiales que predican el Evangelio, y se alegrarán de que la gracia de Dios obre en medio de ellos.

207. Los católicos pueden unirse a otras Iglesias y comunidades eclesiales, siempre que no haya nada sectario o deliberadamente anticatólico en su actividad evangelizadora, en organizaciones y programas que ofrezcan un apoyo común a la acción misionera de todas las Iglesias participantes. Uno de los principales objetivos de dicha colaboración será lograr que los factores humanos, culturales y políticos que no fueron ajenos a los orígenes, a las divisiones entre las Iglesias, y que han marcado la tradición histórica de la separación, no sean trasplantados a la lugares donde se predica el Evangelio y donde se fundan las iglesias. Aquellos que han sido enviados por sociedades misioneras para contribuir a la fundación y crecimiento de nuevas Iglesias serán particularmente sensibles a esta necesidad. Es bueno que los obispos le presten especial atención. Es deber de los obispos determinar si es necesario insistir de manera especial en puntos de doctrina o moralidad respecto de los cuales los católicos difieren de otras Iglesias y comunidades eclesiales, y estas últimas pueden encontrar necesario actuar en el mismo sentido. camino con respecto al catolicismo. Sin embargo, esto no debe hacerse con un espíritu agresivo o sectario, sino con amor y respeto mutuos. 184 Los nuevos conversos a la fe serán cuidadosamente entrenados en el espíritu ecuménico, para que

"Los católicos, excluyendo cualquier forma tanto de indiferentismo como de confusión y competencia imprudente, mediante una profesión común, en la medida de lo posible, de fe en Dios y en Jesucristo ante los pueblos, mediante la cooperación en el campo técnico y social como en el ámbito religioso y en materia cultural, deben colaborar fraternalmente con los hermanos separados, según las normas del decreto sobre el ecumenismo" 185

208. La colaboración ecuménica es especialmente necesaria en la misión entre las masas descristianizadas del mundo contemporáneo. La capacidad de los cristianos todavía divididos de dar, a partir de ahora, un testimonio común de las verdades centrales del Evangelio 186 puede ser una fuerte llamada a renovar la estima por la fe cristiana en una sociedad secularizada. Una evaluación común de las formas de ateísmo, secularización y materialismo que operan en el mundo actual, y una forma común de abordarlas, beneficiaría enormemente a la misión cristiana en el mundo contemporáneo.

209. Debe concederse un lugar especial a la colaboración entre los miembros de las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales en la reflexión, siempre necesaria, sobre el sentido de la misión cristiana, en el camino para iniciar el diálogo de salvación con los miembros. de otras religiones y sobre el problema general de la relación entre el anuncio del Evangelio de Cristo y las culturas y direcciones de pensamiento del mundo contemporáneo.

Colaboración ecuménica en diálogo con otras religiones

210. En el mundo actual, los contactos entre cristianos y personas de otras religiones son cada vez más numerosos. Estos contactos son radicalmente diferentes de los contactos entre las Iglesias y las comunidades eclesiales, que tienen como objetivo la recomposición de la unidad querida por Cristo entre todos sus discípulos y que, con razón, se denominan ecuménicos. Sin embargo, en la práctica, están profundamente influenciados por estos últimos y, a su vez, influyen en las relaciones ecuménicas, a través de las cuales los cristianos pueden profundizar el grado de comunión que existe entre ellos. Estos contactos forman una parte importante de la cooperación ecuménica. Esto es especialmente cierto para todo lo que se hace para desarrollar las relaciones religiosas privilegiadas que los cristianos tienen con el pueblo judío.

Para los católicos, las directrices relativas a sus relaciones con los judíos las dicta la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo, mientras que las normas para las relaciones con los miembros de otras religiones las dicta el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Al establecer relaciones religiosas con judíos y en sus relaciones con miembros de otras religiones, de acuerdo con las directivas que las regulan, los católicos pueden encontrar muchas oportunidades de colaboración con miembros de otras Iglesias y comunidades eclesiales. Hay muchas áreas en las que los cristianos pueden colaborar con los judíos en el diálogo y la acción común, por ejemplo, luchando juntos contra el antisemitismo, el fanatismo religioso y el sectarismo. La colaboración con otros creyentes puede tener el propósito de promover perspectivas religiosas en los problemas de justicia y paz, apoyo a la vida familiar, respeto por las comunidades minoritarias; sin embargo, esta colaboración también puede abordar los numerosos y nuevos problemas de nuestro tiempo. En tales contactos interreligiosos, los cristianos, juntos, pueden apelar a sus fuentes bíblicas y teológicas comunes, contribuyendo así a llevar una visión cristiana a este contexto más amplio, de una manera que beneficie, al mismo tiempo, a la unidad cristiana.

Colaboración ecuménica en la vida social y cultural

211 . La Iglesia Católica considera la colaboración ecuménica en la vida social y cultural como un aspecto importante de la acción que tiende a la unidad. El decreto sobre el ecumenismo cree que esta cooperación expresa claramente el vínculo que une a todos los bautizados. 187 Por eso fomenta y apoya formas de colaboración muy concretas:

"Esta cooperación, ya implementada en no pocas naciones, debe ser cada vez más perfeccionada - especialmente en aquellos países donde se está produciendo una evolución social o técnica - tanto en la correcta valoración de la dignidad de la persona humana, tanto en la promoción del bien de la paz, como en 'implementar la aplicación social del Evangelio, tanto en hacer progresar las ciencias y las artes con espíritu cristiano, como en el uso de remedios de todo tipo para aliviar las miserias de nuestro tiempo, como el hambre y las calamidades, el analfabetismo y la pobreza , falta de vivienda y distribución desigual de bienes"188

212. El principio general es que la colaboración ecuménica en la vida social y cultural debe realizarse en el contexto global de la búsqueda de la unidad de los cristianos. Cuando no se asocia con otras expresiones ecuménicas, especialmente la oración y el compartir espiritual, puede confundirse fácilmente con intereses ideológicos o puramente políticos y convertirse así en un obstáculo para avanzar hacia la unidad. Como cualquier otra forma de ecumenismo, requiere la supervisión del Obispo local o del Sínodo de las Iglesias Católicas Orientales o de la Conferencia Episcopal.

213 . A través de esta colaboración, todos los que creen en Cristo pueden aprender fácilmente a conocerse mejor, a estimarse más a sí mismos y a allanar el camino hacia la unidad de los cristianos. 189 En numerosas ocasiones, el Papa Juan Pablo II reiteró el compromiso de la Iglesia Católica con la colaboración ecuménica. 190 La misma afirmación se expresó en la declaración conjunta del cardenal Johannes Willebrands y el dr. Philip Potter, secretario general del Consejo Ecuménico de Iglesias, con motivo de la visita del Santo Padre a la sede del Consejo Ecuménico, en Ginebra, en 1984. 191 Es en esta perspectiva que el Directorio Ecuménico presenta algunos ejemplos de colaboración, a diferentes niveles, pero sin pretender ser exhaustivos.192

a) Colaboración en el estudio conjunto de cuestiones sociales y éticas

214. Las Conferencias Episcopales regionales o nacionales, en colaboración con otras Iglesias y comunidades eclesiales y también con los Consejos de Iglesias, pueden formar grupos con la intención de dar expresión común a los valores fundamentales cristianos y humanos. Un discernimiento similar hecho en común puede contribuir a proporcionar un importante punto de partida para abordar cuestiones de carácter social y ético de manera ecuménica; esto ayuda a desarrollar la dimensión moral y social de la comunión incompleta de la que ya disfrutan los cristianos de varias Iglesias y comunidades eclesiales.

El objetivo de un estudio de este tipo realizado conjuntamente es promover una cultura cristiana, una "civilización del amor": el humanismo cristiano del que han hablado a menudo los papas Pablo VI y Juan Pablo II. Para construir tal cultura, debemos establecer claramente qué valores la constituyen y cuáles son los que la amenazan. En consecuencia, es evidente que dicho estudio implicará, por ejemplo, un reconocimiento del valor de la vida, el significado del trabajo humano, cuestiones de justicia y paz, libertad religiosa, derechos humanos y derechos a la tierra. También deberá enfatizar los factores que amenazan ciertos valores fundamentales en la sociedad; factores como la pobreza, el racismo, el consumismo, el terrorismo y todo lo que amenaza la vida humana en cualquier etapa de su desarrollo.

b) Colaboración en el ámbito del desarrollo, las necesidades humanas y la salvaguardia de la creación

215. Existe un vínculo intrínseco entre el desarrollo, las necesidades humanas y la salvaguardia de la creación. La experiencia nos ha enseñado que el desarrollo que responde a las necesidades humanas no puede hacer un mal uso o abusar de los recursos naturales sin consecuencias graves.

La responsabilidad de la protección de la creación, que tiene su propia dignidad particular en sí misma, fue otorgada por el mismo Creador a todos los pueblos como guardianes de la creación. 193 En varios niveles, se anima a los católicos a participar en iniciativas conjuntas diseñadas para estudiar y abordar problemas que amenazan la dignidad de la creación y ponen en peligro a toda la raza humana. Otros campos de estudio e intervención pueden ser, por ejemplo, determinadas formas de rápida industrialización y tecnología descontrolada, que provocan contaminación del medio natural y tienen graves consecuencias para el equilibrio ecológico, como la destrucción de bosques, experimentos y el uso irracional o mal uso de recursos naturales, renovables y no renovables. Un aspecto importante de la acción conjunta en este campo consiste en enseñar a los hombres tanto a utilizar los recursos naturales como a planificar su uso y salvaguardar la creación.

El campo del desarrollo, que es principalmente una respuesta a las necesidades humanas, ofrece un amplio abanico de posibilidades de colaboración entre la Iglesia católica y las Iglesias y comunidades eclesiales a nivel regional, nacional y local. Esta colaboración puede incluir, entre otras cosas, un compromiso con una sociedad más justa, con la paz, con el reconocimiento de los derechos y la dignidad de la mujer y con una distribución más equitativa de los recursos. En este sentido, será posible asegurar un servicio común a los pobres, los enfermos, los minusválidos, los ancianos y todos aquellos que sufren de injustas "estructuras de pecado". 194 La colaboración en este campo es especialmente recomendable cuando existe una alta concentración de población, con graves consecuencias para el medio ambiente, la alimentación, el agua, la vestimenta, la higiene y la atención médica. Un aspecto importante de la colaboración en este campo es abordar los problemas de los migrantes, refugiados, víctimas de desastres naturales. En casos de urgencia a escala mundial, la Iglesia Católica recomienda que, por razones de eficacia y coste, se pongan a disposición de las organizaciones internacionales de Iglesias recursos y servicios. También recomienda la colaboración ecuménica con organismos internacionales especializados en la materia.

c) Colaboración en el ámbito de la salud

216. Todo el campo de la salud ofrece oportunidades muy importantes para la colaboración ecuménica. En algunos países, la colaboración ecuménica de las Iglesias en los programas de intervención sanitaria es fundamental para garantizar una atención adecuada. Sin embargo, la colaboración en este campo, tanto a nivel de investigación como de intervenciones, plantea cada vez más problemas de ética médica, que representan tanto un desafío como una oportunidad para la colaboración ecuménica. El deber antes mencionado de aclarar los valores fundamentales que son parte integrante de la vida cristiana es aquí particularmente urgente, dado el rápido desarrollo de campos como la genética. En este contexto, las indicaciones del documento de 1975 sobre "colaboración ecuménica" son particularmente pertinentes. 195

d) Colaboración en los medios de comunicación social

217. En este campo es posible colaborar para comprender la naturaleza de los medios modernos de comunicación social y, en particular, el desafío que lanzan sobre los cristianos de hoy. La colaboración puede centrarse en formas de llevar los principios cristianos a los medios de comunicación, en el estudio de los problemas que existen al respecto y también en la educación de las personas en el uso crítico de estos medios. Los grupos interreligiosos pueden ser particularmente efectivos como comités asesores para los medios públicos de comunicación social, especialmente cuando se trata de temas religiosos. Pueden ser de singular utilidad en países donde la mayoría de espectadores, oyentes o lectores pertenecen a una misma Iglesia y comunidad eclesial. «Las oportunidades de colaboración en este campo son casi ilimitadas. Algunas son obvias: programas comunes de radio y televisión; proyectos y servicios educativos, especialmente para padres y jóvenes; encuentros y discusiones entre profesionales que pueden presentarse a nivel internacional; colaboración en la investigación en los medios de comunicación, especialmente con fines de formación y educación profesionales". 196 Donde ya existan estructuras interconfesionales, con plena participación católica, será necesario fortalecerlas especialmente para el uso de la radio, la televisión, la prensa y los audiovisuales. También es bueno que cada organismo participante tenga la oportunidad de hablar sobre su propia doctrina y vida concreta.197

218. A veces puede ser importante actuar en colaboración de intercambio, es decir, mediante la participación de los operadores de comunicación católicos en iniciativas de otras Iglesias y comunidades eclesiales y viceversa. La colaboración ecuménica puede incluir intercambios entre organizaciones católicas internacionales y organizaciones de comunicación de otras Iglesias y comunidades eclesiales (como, por ejemplo, con motivo de la celebración de la Jornada mundial de la comunicación social).

El uso común de satélites y redes de televisión por cable también puede ser un ejemplo de colaboración ecuménica.198 Es evidente que un tipo de colaboración similar debe lograrse a nivel regional en relación con las comisiones ecuménicas y a nivel internacional con el Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos. La formación de los operadores católicos de comunicación social debe incluir una seria preparación ecuménica.

Su Santidad el Papa Juan Pablo II aprobó este Directorio el 25 de marzo de 1993. Lo confirmó con su autoridad y ordenó su publicación. Sin perjuicio de cualquier disposición en contrario.

Cardenal EDWARD IDRIS CASSIDY
Presidente

PIERRE DUPREY
Obispo tit. por Thibaris
Secretario
NOTAS:

[156] UR, n. 12.

[157] Encíclica Redemptor hominis (RH), n. 12.

[158] En este contexto, el término "Iglesia" debe entenderse generalmente en el sentido sociológico, más que en el sentido estrictamente teológico.

[159] SPUC, Colaboración ecuménica a nivel ..., op. cit., n. 4 A c.

[160] Las Conferencias Episcopales y los Sínodos de las Iglesias orientales católicas se cuidarán de no autorizar la participación de católicos en Consejos en los que haya grupos que no sean verdaderamente considerados como comunidades eclesiales.

[161] Véase UR, n. 9.

[162] UR , n. 11.

[163] Op. Cit., N. 4, b; cf. también UR, n. 11 y ME, n. 4; cf. además , nn. 61 / a, 74–75 e infra, n. 181.

[164] Cfr. LTs 2,13.

[165] Cfr. D's 3

[166] Véase LG, n. 12.

[167] Ibíd.

[168] Véase UR, n. 6 y CS, n. 62.

[169] Véase UR, n. 11.

[170] Véase DV, c. USTED.

[171] UR, n. 21.

[172] Cfr. CIC , can. 825, § 2 y CCEO , can. 655, párrafo 1.

[173] Edición revisada en 1987 del documento de 1968, en SI de la SPUC, n . 65, págs. 150-156.

[174] De conformidad con las normas del Código de Derecho Canónico, cann. 825-827, 838, del CCEO , cann. 655–659, 668, y el decreto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe Ecclesiae pastorum sobre la vigilancia de los pastores de la Iglesia con respecto a los libros (19 de marzo de 1975), AAS 1975, 281–284.

[175] CT, núm. 33.

[176] Véanse los núms. 10-11.

[177] Ver supra, n. 70, y la circular de la SPUC a los obispos sobre la enseñanza ecuménica, n. 6, en SI, n. 62, 1986, pág. 214.

[178] Ver n. 35, 5–6.

[179] Cfr. SPUC, Carta circular sobre la enseñanza ecuménica, op. cit., n. 10 a.

[180] Véase ibíd.

[181] Véase UR, n. 1.

[182] EN, no. 77.

[183] Ibíd.

[184] Véase AG, núm. 6.

[185] Ibíd., N. 15.

[186] Cfr. RH, n. 11.

[187] Véase UR, n. 12.

[188] Ibíd.

[189] Véase ibíd.

[190] Discurso a la Curia romana de 28 de junio de 1985, AAS 1985, 1148-1159; cf. también Carta encíclica Sollicitudo rei socialis (SRS), n. 32.

[191] Véase SPUC, SI, n. 55, 1984, págs. 46–48.

[192] Colaboración ecuménica a nivel ..., op. cit., n. 3.

[193] Cf. RH, nn. 8, 15, 16; SRS, nos. 26, 34.

[194] SRS, n. 36.

[195] Op. Cit., N. 3 g.

[196] Instrucción pastoral de la Pontificia Comisión de Comunicaciones Sociales Communio et progressio, n. 99, AAS 1971, 593–656.

[197] Colaboración ecuménica a nivel ..., op. cit., n. 3, f.

[198] Cfr. Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Criterios de colaboración ecuménica e interreligiosa en el campo de las comunicaciones sociales, nn. 11 y 14, en Enchiridium Vaticanum, vol. 11, 2657-2679.


Copyright © Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos
Reservados todos los derechos
webmaster@christianunity.va


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS


22 - 28 noviembre 2021

IX Jornadas de Desierto: "Espiritualidad evangelizadora en Carlos de Foucauld"
ON LINE

23 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

24 noviembre 2021 – 20’00 horas

Oración Ecuménica de Adviento
SABIÑÁNIGO (Huesca)

24 - 26 noviembre 2021

XIX Simposio Teología Histórica: "Ut unum sint"
VALENCIA

29 noviembre 2021 – 18’00 horas

Estudios Bíblicos Interconfesionales.
ON LINE
MADRID

30 noviembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID

1 diciembre 2021 – 20’00 horas

Taller de Ecumenismo
SABIÑÁNIGO (Huesca)

14 diciembre 2021 – 18’00 horas

Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
ON LINE
MADRID