En estos días de pandemia por Covid-19 debemos orar confiadamente en el Señor, más si cabe, para que se haga su voluntad y nuestro Padre Dios escuche nuestra plegaria confiada.
Salmo
Desde lo hondo a ti grito, Señor,
Señor, escucha mi voz ;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a su pueblo
de todos sus delitos.
Intercesión
Señor Cristo, revela la presencia de tu Reino en medio de nosotros.
Vela, oh Dios, en la puerta de nuestros labios; que toda herida de esta jornada desaparezca en tu perdón.
Señor Jesús, inclina hacia tu luz los corazones que no encuentran el camino hacia ti.
Cristo, por el don de tu vida a Dios, muéstranos el camino de vida.
Cristo, permanece junto a todos los que conocen una noche atormentada, los enfermos, las personas sin hogar.
Cristo, protégenos de las trampas del desánimo y de la inquietud.
Nuestra mirada, Señor, se vuelve hacia ti; nuestra alma descansa en ti.
Padrenuestro
Oración
Dios vivo, a veces somos como extranjeros en la tierra, desconcertados por las violencias, la dureza de las oposiciones. Como una brisa ligera, tú soplas sobre nosotros el Espíritu de paz. Transfigura los desiertos de nuestras dudas para prepararnos a ser portadores de reconciliación allí donde tú nos has puesto, hasta que despunte una esperanza de paz entre los seres humanos.
Bendícenos, Cristo Jesús, haznos capaces de abandonarlo todo en ti.
FUENTE:
Comunidad de Taizé
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