Textos bíblicos comentados
Salmo 37: Luchar con un corazón en paz
No te exasperes por los malvados
no envidies a los que obran el mal:
se secarán pronto, como la hierba,
como el césped verde se agostarán.
Confía en el Señor y haz el bien:
Habitarás tu tierra y reposarás en ella en fidelidad.
Sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. [...]
(Salmo 37)
Una de las preguntas más serias que nos preocupan en la vida es por qué hay tanto mal en el mundo. Es horrible ver tantas situaciones de injusticia, o de sufrimiento inmerecido; ver que las personas sin escrúpulos o mal intencionadas llevan ventaja; y que existen problemas urgentes que nadie parece tomarse en serio. Podemos estar tentados a reaccionar por la frustración, la rabia, la decepción o la desesperación. Probablemente muchos de nosotros nos hemos encontrado reaccionando de esa manera ante algunas de las situaciones del año pasado.
La Biblia se toma esta pregunta muy en serio. Es el tema principal del libro de Job, de la historia del Éxodo y de gran parte de los profetas. Es uno de los problemas de los que habla el Evangelio. Es el tema de este salmo.
Normalmente es algo saludable reaccionar ante la injusticia con ira, especialmente si ello nos motiva a tomar medidas y buscar una solución. Pero nuestra ira también puede volverse contra nosotros, especialmente si la acción no es posible, o no de inmediato: y ese tipo de ira frustrada puede ser destructiva.
El autor del Salmo 37 está hablando con alguien – tal vez consigo mismo – que está tentado por ese tipo de respuesta destructiva. El salmo es bastante largo. En el texto hebreo original, cada grupo de versículos comienza con una letra del alfabeto, como para decir: “Necesitamos tomarnos el tiempo necesario para ver lo que está sucediendo desde todos los diferentes ángulos posibles”. Responder a nuestras preguntas sobre el éxito del mal y encontrar una buena manera de lidiar con la ira y la frustración lleva tiempo. El salmo nos invita a leerlo lentamente, tal vez incluso inventar una melodía y cantarlo, y así dirigir estas palabras a nuestro propio corazón.
Es significativo que el salmo no intente consolarnos diciendo que lo que nos preocupa no es tan grave. No dice el mal no sea realmente tan malo. El lenguaje que utiliza es muy fuerte, en algunos puntos incluso impactante. A las personas responsables de situaciones de maldad se les nombra en grupo como “los malvados” o “los despiadados”. Hoy hablaríamos de “maldad” o de “injusticia”; pero la Biblia más bien lo personaliza, y habla de “hombres despiadados” o “los injustos” o “los malvados”. Este lenguaje es poderoso, pero es también simbólico: es importante tener en cuenta que ningún ser humano es simplemente injusto o malvado, al igual que nadie es totalmente perfecto. Todo el mundo es una mezcla de bien y de mal. Pero eso no es excusa para ninguna situación maligna: la injusticia es realmente mala, y no ayuda pretender lo contrario.
En esencia, el salmo es una llamada a la confianza. Insiste en que la bondad tiene raíces mucho más profundas que la maldad; la integridad es en realidad mucho más segura que el mal, porque es el camino de Dios; y la diferencia sin duda se hará evidente al final. El Salmo nos invita a dar un paso atrás de la situación que está frente a nuestros ojos, por intolerable que sea, y a obtener una perspectiva más amplia. La confianza en Dios tiene ese efecto: nos llama a descubrir una imagen más amplia, y entonces podemos de nuevo respirar profundamente, y la alabanza y la esperanza vuelven a ser posibles. Una situación de maldad, o cualquier problema, tiende a llamar nuestra atención hacia ella hasta que llena todo nuestro campo de visión, y el resultado es que podemos sentirnos abrumados e indefensos. Confiar en Dios puede ayudarnos a dejarnos llevar, a dejarlo al cuidado de Dios, y a encontrar nueva frescura y valor. Esto no es una llamada a la resignación, o a renunciar a la lucha contra lo que está mal; sino una llamada a luchar con confianza, y con un corazón en paz.
- ¿En qué situaciones he experimentado el riesgo de ahogarme en la ira, la amargura o la desesperación?
- ¿Qué verso en el salmo expresa ese sentimiento? ¿Hay un verso que pueda ayudarme a ganar una perspectiva más amplia?
- ¿Qué puede significar para mí luchar con un corazón en paz?
Comunidad de Taizé
FUENTE:
https://www.taize.fr/es
No hay comentarios:
Publicar un comentario