La Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias contribuirá a proclamar el “mensaje de la buena nueva del amor y la liberación”
- La próxima 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias es una oportunidad para que las iglesias proclamen el mensaje de la buena nueva del amor y la liberación, según la moderadora del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, Dra. Agnes Abuom.
Está previsto que el encuentro tenga lugar en Karlsruhe (Alemania), en agosto-septiembre de 2022, en torno al tema “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.
Es la primera vez que se celebra una Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Europa desde 1968.
Al participar en una conferencia de prensa al final de la reunión del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias celebrada del 23 al 29 de junio, Abuom dijo que el tema habla de la necesidad de solidaridad, mostrando compañerismo a las iglesias y el pueblo de Europa.
“No podría ser más apropiado, más pertinente en relación con la COVID, el declive económico, los problemas de la inmigración, la migración y los refugiados”, dijo en referencia al tema.
En la reunión de seis días del Consejo Mundial de Iglesias, en la que muchas de las actuaciones se realizaron en línea, se debatieron los planes de la Asamblea y se hicieron recomendaciones al Comité de Planificación de la Asamblea (CPA) del Consejo Mundial de Iglesias.
La miembro del Comité Central, obispa Petra Bosse-Huber de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), que forma parte del grupo anfitrión de la reunión de Karlsruhe, dijo que esperaba que la Asamblea enviara una “llamada de atención” al mundo entero, al que la pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba.
“Solo juntos podemos conseguir afrontar los desafíos del tiempo presente”, dijo.
“Como iglesias europeas, necesitamos conocer a iglesias de todo el mundo”, dijo Bosse-Huber. “Espero que aprendamos de ellas a ver nuestro trabajo y papel como iglesias desde una perspectiva diferente”.
Advirtió, no obstante, que todavía no se sabe cómo evolucionará la situación en torno a la pandemia de la COVID-19. Los anfitriones y los asociados en Alemania, y en los países vecinos Francia y Suiza, están vigilando la situación y están en contacto estrecho con las autoridades, afirmó.
“Nadie sabe lo que deparará el futuro”, dijo Bosse-Huber, que también es moderadora del Comité de Programa del Consejo Mundial de Iglesias.
Al responder a una preocupación expresada por algunos miembros africanos del Comité Central sobre el suministro de vacunas que permitiría viajar a la Asamblea, Bosse-Huber describió esta como una de las “cuestiones realmente inquietantes” que no solo afectaban a África.
“Intentamos hacer todo lo posible para pedir ayuda a nuestro gobierno y a nuestro pueblo para que la cuestión de la justicia vacunal se tome tan serio como debería tomarse”, dijo. “No se trata solo de nuestra Asamblea, sino de la justicia y la paz en el mundo”.
El metropolitano Gennadios de Sassima, vicemoderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias y moderador del CPA, dijo que las iglesias miembros del Consejo Mundial de Iglesias habían respondido positivamente a la invitación de designar delegados para la Asamblea.
Añadió que esperaba que la Asamblea de Karlsruhe recordara a las iglesias su compromiso de seguir trabajando por la unidad visible y la comunidad cristiana, una peregrinación de la que no se excluiría a nadie.
La vicemoderadora del Comité Central, obispa Mary Ann Swenson, dijo que pensaba que la Asamblea de Karlsruhe ofrecería impulso para el camino futuro de las iglesias juntas.
“Cuando realmente nos centramos en el amor de Cristo que nos mueve, estamos hablando de continuar caminando juntos después de Karlsruhe en la justicia y la paz, caminando juntos para ocuparnos de la integridad de la creación, abordando todos los problemas climáticos y ambientales del mundo, y seguimos caminando juntos para poner fin a la violencia y la violencia contra las mujeres”, dijo.
El secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, describió la búsqueda de la unidad como el testimonio de Cristo a sus discípulos.
“Como personas de fe, tenemos que aceptar aquello por lo que Cristo oró”, dijo.
“Tenemos tanto en común que, como cristianos, nos une, ayudándonos a avanzar juntos, dando testimonio al mundo de nuestros valores comunes”, dijo Sauca.
“Lo que la COVID también nos enseñó es que no somos solo los cristianos los que nos pertenecemos mutuamente, sino el mundo entero”, continuó. “Estamos vinculados los unos a los otros como una familia humana, porque el virus no eligió entre confesiones y religiones. Afectó a la humanidad”.
Información sobre la 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias:
FUENTE:
https://www.oikoumene.org/
¡Qué grandes verdades han salido de esta Asamblea del CMI!
ResponderEliminarMe quedo con dos de ellas:
“Solo juntos podemos conseguir afrontar los desafíos del tiempo presente” y
“Estamos vinculados los unos a los otros como una familia humana, porque el virus no eligió entre confesiones y religiones. Afectó a la humanidad”.