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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

domingo, 2 de marzo de 2025

ANTE LA CUARESMA 2025

La Cuaresma: tiempo de camino, de renovación y de esperanza


por Fernando Jordán

CLAVE:
  • La Cuaresma es el tiempo del año litúrgico cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua. este año desde el miércoles, 5 de marzo de 2025 al jueves, 17 de abril de 2025, Fernando Jordan Pemán, sacerdote católico romano nos marca en este "folleto de uso privado" una pautas para vivirla de una forma personal y comunitaria

La Cuaresma: tiempo de camino, de renovación y de esperanza

ÍNDICE

0.- Introducción
I.- Nuestro camino cuaresmal es sinodal
II.- Dos caminos
III.- Tiempo de conversión. “Convertíos y creed en la Buena Nueva” (Mc. 1, 15)
IV.- Mi conversión
V.- Invitación

0.- INTRODUCCIÓN

Este tiempo cuaresmal está precedido por la culminación del Sínodo de la Sinodalidad-2024 y el inicio del Jubileo 2025: “peregrinos de esperanza”.

El proceso sinodal no concluyó con el final de la Asamblea del Sínodo de los Obispos, sino que ahora lo estamos comenzando en la vida ordinaria con una vivencia dentro de nuestras comunidades cristianas para realizar una conversión sinodal real en las diversas realidades eclesiales y parroquiales.

El Documento Final del Sínodo menciona 26 veces la palabra “conversión”. Ésta se refiere tanto a los aspectos personales como comunitarios y pastorales, insistiendo en la “conversión de los sentimientos, las imágenes y los pensamientos que habitan nuestros corazones, junto con la conversión de la acción pastoral y misionera” (nº 11).

Si queremos hacer y vivir en una Iglesia sinodal, tenemos que aprender que el cuidado de las relaciones no son una estrategia ni una metodología, sino “que es la forma en que Dios Padre se ha revelado en Jesús y en el Espíritu y esto nos exige una verdadera conversión relacional” (nº 50)

En el marco del proceso sinodal, el papa Francisco nos convocó el pasado día de Nochebuena (año 2024) a celebrar y vivir con intensidad el Jubileo 2025. Esta invitación está profundamente vinculada a la penitencia, la reconciliación y la conversión. Su celebración tiene como objetivo ayudar a los cristianos a renovar la fe y acercarnos más a Dios y al prójimo.

I.- NUESTRO CAMINO CUARESMAL ES SINODAL

Como nos indica el Documento Final del Sínodo 2021-24: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”, a Jesús hemos de seguirlo todos juntos. Nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda y discípulos del único Maestro. Todos sabemos que Él es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el social y espiritual, en la Iglesia debemos entrar cada vez más en el misterio de Cristo salvador como hijos de Dios en comunión.

Cuando hacemos preciosas excursiones por nuestras bellísimas montañas, a medida que vamos subiendo es necesario mantener la vista mirando al suelo y a la estrechez de muchas sendas que provocan dificultades y adversidades; pero el maravilloso panorama que se vislumbra al final, sorprende y merece la pena tantos esfuerzos por culminar la hermosura de la montaña.

Pues bien, el proceso sinodal como el Jubileo que estamos viviendo nos parecen caminos arduos, que en muchas ocasiones nace el desaliento, la angustia e incluso la tentación del abandono; pero lo que nos espera al final nos ayuda a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio del Reino.

El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tienen como meta una transformación personal, comunitaria y eclesial, teniendo a Jesús como compañero de camino mediante el consuelo y la gracia.

II.- DOS CAMINOS

Tanto el “Sínodo, acontecimiento de comunión, participación y misión”; como “peregrinos de la esperanza” en este Año Jubilar que estamos viviendo; nos invitan a caminar como hijos de Dios por dos caminos:

II.1.- Escuchar a Jesús 

El tiempo cuaresmal es tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la oración personal y litúrgica. Además, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos/as, en especial en los rostros y en las historias de quienes necesitan de nuestra ayuda. Pero quisiera recordar otro aspecto, muy vivido y trabajado en el proceso sinodal: el escuchar a “otros cristos” que viven en la soledad, enfermedad y pobreza.

II.2.- La Cuaresma está orientada a la Pascua

Corremos el riesgo de refugiarnos en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios por miedos a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas: La Cuaresma está orientada a la Pascua. EL camino sinodal en esta Año Jubilar no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes en comunión. Tenemos que bajar a la vida ordinaria y experimentar y practicar el arte de la sinodalidad con un corazón en camino de conversión y comunión permanente.

III.- TIEMPO DE CONVERSIÓN: “Convertíos y creed en la Buena Nueva” (Mc. 1, 15)

III.0.- Introducción.

La invitación de Jesús a la conversión es la respuesta que pide a aquellos a quienes anuncia la Buena Nueva de la llegada del Reino. Se trata de una conversión a través de la fe en esa Buena Nueva.

Esta invitación de Jesús a la conversión la recuerda la Iglesia todos los años con un acento todavía más apremiante en el tiempo litúrgico de la Cuaresma. En este “Año Santo” que estamos celebrando, la llamada a la esperanza desde la conversión, es más apremiante que nunca, ya que se inserta en ella como un objetivo central del mismo y como uno de los medios ineludibles para alcanzar los fines del Jubileo.

La esperanza y la misericordia van unidas, ya que son fruto del amor infinito de Dios por nosotros y de la necesidad que tenemos de vivir la unidad de todos los hijos de Dios en el abrazo definitivo con el Padre.

Esta Cuaresma está engarzada en el Año Jubilar, al tiempo que ambas están unidas en el proceso sinodal que nos ha regalado nuestra Iglesia y así llegar al final del camino para encontrarnos definitivamente con Jesús.

El papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2023 nos invitaba a reflexionar sobre la relación que existe entre ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal (Cfr. Francisco, mensaje Cuaresma 2023: “Ascesis cuaresmal, un camino sinodal”), donde nos recordaba que “en este tiempo litúrgico el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado…y subir a un Monte elevado junto con Jesús, para vivir con el Pueblo de Dios una experiencia particular de ascesis”.

Y agregaba en dicho documento que “es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración”. Estos requisitos también son importantes en esta Cuaresma, que bien podríamos llamarla “Jubilar”, por el hecho de una oferta especial de gracia si vivimos la comunión con el santo Padre, recibimos el sacramento de la reconciliación, rezando el creo y haciendo obras de caridad para que todos los hijos de Dios vivamos en fraternidad y alcancemos la gracia definitiva.

Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a vivir y realizar, animados siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en esperanza hacia el camino de la cruz y solamente así podremos comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina.

III.1.- Cuaresma- Pascua

Constituyen un camino único, el tiempo más intenso del Año litúrgico que culmina en Pentecostés. Todo él es celebración de la Pascua del Señor. El tiempo de Cuaresma nos prepara a vivir el momento central de la Pascua que es el triduo pascual en el que la Iglesia celebra la muerte, sepultura y resurrección del Señor.

Jesús en su Pascua se hace el centro de todo este tiempo en su sentido más relevante. El realiza su PASCUA: el paso de la muerte a la vida, de la condición de siervo humillado a la del Señor constituido y exaltado por Dios.

A través de la vivencia de este tiempo único: cuaresma-pascua, la Iglesia de Cristo sasocia a la Pascua de su Señor. El proyecto de Dios es que todo el Cuerpo eclesial de Cristo resucite con Él a una vida nueva (Cf. Rom. 6, 2-4 s.). Cristo ama y se entrega por su Iglesia, muriendo y resucitando, para purificarla y santificarla, y así poder presentarla resplandeciente a sí misma, sin arruga ni mancha (Cf. Ef. 5, 26-27). Por el Espíritu enviado como fruto de su Pascua, la Iglesia se rejuvenece con la fuerza del Evangelio, es renovada incesantemente y conducida a la unión con su Esposo (L.G. 4, 1). Jesús, el “hombre nuevo” (Ef. 4, 24) comienza en su Pascua a hacer “todas las cosas nuevas” … “los cielos nuevos” … “la tierra nueva” (Cf. 2 Cor. 5, 17; 2 Pe. 3, 13; Ap. 21, 5), el “hombre nuevo” (Ef 2, 15; 4, 24), la “criatura nueva” (2 Cor. 5, 17; Gál. 6, 15).

El cristiano participa de la Pascua de Jesús: muriendo al pecado y abriéndose a la vida nueva de Dios que le trae Jesús (Cf. Rom. 6, 2-4.11). Esta participación pascual se realiza a través de un proceso de conversión al que se orienta de modo especial el tiempo de Cuaresma.

III.2.- El tiempo litúrgico de la Cuaresma.

El Vaticano II presenta la Cuaresma como el tiempo que prepara a los fieles a la celebración del Misterio Pascual. Para ello deben entregarse más intensamente a oír la Palabra de Dios y a la oración. La preparación cuaresmal debe realizarse sobre todo mediante el recuerdo del bautismo y mediante la penitencia. (S.C. 109).

La Iglesia se prepara en Cuaresma para vivir una experiencia profunda del Misterio, abriéndose a una vivencia más intensa de la acción de Cristo que busca purificarla y santificarla (Cf. Ef. 5, 25-27). Es el tiempo de una especial llamada de Dios a dejarnos purificar y santificar para poder vivir en plenitud la vida nueva que un día recibimos en el bautismo. Somos Iglesia en la medida en la que la vivimos como una Iglesia pascual que, por medio de una continua conversión (morir al pecado y vivir para Dios (Cf. Rom. 6, 11), está viviendo el bautismo que le ha hecho nacer como Iglesia. La existencia cristiana es una existencia bautismal, una existencia pascual, es decir, una vivencia del bautismo realizada en un incesante paso de la muerte del pecado a la vida nueva de Dios y que se llama conversión.

III.3.- Conversión.

Jesús ha venido a hacer “todas las cosas nuevas” (Ap 21, 5). Ha venido a descubrirnos un Dios nuevo, a comunicarnos una vida nueva que consiste en una relación nueva con Dios y con los hombres. El hombre nuevo, la criatura nueva, surge cuando nos abrimos a esta acción de Jesús mediante la propia conversión.

No puede darse una auténtica renovación, tanto a nivel personal como a nivel comunitario, sin una real conversión. Esta conversión es mucho más que un simple cambio exterior. Aunque es verdad que ciertos cambios favorecen la renovación de la Iglesia y que toda renovación exige cambios, no podemos caer en el error de pensar que la renovación eclesial se logrará con un simple cambiar las cosas. La Iglesia de Jesús se renueva y rejuvenece en la medida en la que se abre al Espíritu que actúa en ella con la fuerza del Evangelio (L.G. 4, 1). Aunque la Iglesia sea una comunidad de pecadores, nunca podrá ser una Iglesia de personas que no intentan de verdad convertirse al Evangelio. En todo momento es una Iglesia necesitada de purificación (L.G. 8, 3).

III.4.- Palabra de Dios y conversión.

La llamada a la conversión ocupa un lugar central en la Palabra de Dios. La Biblia la describe como una vuelta a Dios. Se trata de un retorno a la base de una alianza inicial entre Dios y el hombre, una relación de amor que el hombre ha violado, permitido “el primer amor” (Ap. 2, 4). Esta vuelta no devuelve al hombre a sí mismo para quedarse solamente en la contemplación de su pecado; la auténtica conversión devuelve el hombre a Dios que le espera para abrazarlo con su amor. La Historia de la salvación es la historia del amor de Dios que constantemente intenta salvar al hombre del pecado y del mal para abrirle a una vida nueva participando en la misma vida divina.

En el A.T. la conversión (shub=volver) se describe como un cambio radical de orientación y de conducta. Sobre todo, después de Jeremías, se contempla como una vuelta de Israel a Yahvé vivida como una vuelta a la Alianza con Él. En el N.T. la conversión (metanoia) se concibe como un cambio de mentalidad y de las actitudes más profundas del hombre. Se pide la conversión para entrar en la intimidad con Dios, pues ella significa el paso del pecado a la vida nueva de Dios por Cristo, en el Espíritu, que permite que el cristiano viva una existencia pascual.

III.5.- Jesús y la conversión.

La llamada a la conversión se encuentra en el núcleo mismo del mensaje de la Buena Nueva que anuncia Jesús (Mc. 1, 15). Él ha venido a llamar al hombre a la conversión (Lc. 5, 32). También Jesús describe la conversión como una vuelta del hijo a la casa del Padre que le espera (Lc. 15, 18 s.). Jesús envía a los Apóstoles a predicar la conversión (Mc. 6, 12; Lc. 24, 47). Los Hechos y las Cartas del N.T. nos manifiestan el cumplimiento de este mandato. San Pablo se siente enviado por Cristo para predicar la conversión: “me puse a predicar que se convirtieran y volvieran a Dios, haciendo obras en consonancia con esa conversión” (Hch. 26, 20); el apóstol presenta con especial vigor en sus cartas a los fieles de Roma, Galacia y Corinto la necesidad universal de conversión pues “tanto judíos como griegos están todos bajo el pecado” (Rom. 3, 10).

La invitación a la conversión la dirige Jesús a dos grupos de hombres:
  • La generación incrédula a la que increpa fuertemente (Mc. 9, 10; Mt. 24, 3-44; Lc. 6, 24-26; 17, 28-30)
  • Los “oficialmente religiosos” en Israel: los sacerdotes que se sirven del culto para su propio provecho / los escribas que juzgan duramente a los demás desde su saber teológico, ambicionan los primeros puestos e imponen cargas que ellos mismos no las llevan / los fariseos: hombres piadosos, pero apoyados en sus propios méritos, desprecian a los pecadores por carecer de ellos; no viven la gracia como un don gratuito, incondicional e ilimitado de Dios.
Este segundo grupo es urgido a la conversión con una llamada todavía más apremiante, pues estos hombres con su culto, su teología, su piedad, se han separado todavía más de Dios; están más lejos de Él que los pecadores notorios de aquella sociedad, porque piensan demasiado bien acerca de sí mismos y se apoyan en su propia seguridad. Para Jesús, corren más peligro, pues nada separa tan radicalmente de Dios como una religiosidad segura de sí misma.

III. 6.- El proceso de la conversión.

La auténtica conversión se va estructurando a través de un proceso. En el fondo se trata de un proceso en el que se va realizando el paso del yo que concibe su riqueza como una posesión de personas o de cosas a un yo como sujeto que ha descubierto que la verdadera riqueza del hombre consiste en la pobreza del amor que le lleva a despojarse de sí mismo para entregarse a los demás. Es el paso del amor posesivo al amor oblativo, el paso del eros al ágape.

III.6.1.-La acción de Dios

En este proceso de conversión es Dios quien tiene el protagonismo. Es Dios quien toma la iniciativa de darnos su amor y la experiencia de haber conocido y creído en este amor (1 Jn. 4, 16), es la que hace que el hombre responda con su conversión al verdadero amor. Por eso, la súplica del profeta: “hazme volver y volveré, pues tú, Yahvé, eres mi Dios” (Jer. 31, 18); y la oración del salmista: “Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.

Se trata de que Dios nos dé el corazón nuevo del que habla el profeta como aquel que corresponde a la nueva alianza que promete a su pueblo (Ez. 18, 31; 36, 26). Es en el corazón, en el mundo de nuestra afectividad donde se decide principalmente la verdadera conversión. Por eso afirma S. Agustín: “cambia tu corazón y cambiarán tus obras”.

III.6.2.-La cooperación del hombre.

Podríamos decir que, en la parábola del hijo pródigo, Jesús nos describe el proceso de la conversión en los diversos pasos que se dan en el camino de su vuelta a la casa del padre (Lc. 15, 11-21).
  • En un primer lugar, se da una toma de conciencia sobre la situación en la que se encuentra y que es el resultado de una reflexión: “entrando en sí mismo dijo: ¡cuántos jornaleros…” (v. 17). Toda conversión comienza con una iluminación que nos hace descubrir nuestra situación de pecado. Nunca podemos olvidar que, desde el punto de vista bíblico, la fuerza del pecado radica en su escondimiento; al igual que el cáncer o la corrupción, actúa en lo oculto. De aquí el interés que muestra la Biblia en desenmascararlo, pues es evidente que la falta de conciencia de nuestro pecado hace imposible nuestra conversión. Podemos a veces vivir identificados con nuestro propio pecado, de tal forma que lleguemos a ignorarlo como pecado. En este sentido, debemos preguntarnos si nuestros pecados más peligrosos no son acaso aquellos que los desconocemos. Por eso, el salmista pide a Dios: “de las faltas ocultas límpiame” (Ps. 19, 13). Siempre debemos vigilar el riesgo de ignorar algunos de nuestros pecados, conscientes de que cuando no vivimos como pensamos, acabamos pensando como vivimos
  • También debemos tener presente la fuerte resistencia que en el hombre de todos los tiempos se ha dado a reconocer en él la existencia del pecado. Para los griegos el pecado estaba en los dioses; para el hombre moderno, el pecado no existe o si existe se da en los demás o en el mundo de las estructuras, pero no en su propio corazón.
Son muchos los medios que pueden iluminar nuestra situación de pecado: la petición al Espíritu “luz que penetras las almas” para que nos dé a conocer todo aquello que está desordenado en nuestra vida (Gál. 5, 19-21) / la escucha orante de la Palabra de Dios que “penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu… y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón” (Heb. 4, 12), / la corrección fraterna que solamente puede hacerse desde la amistad y que tanto deberíamos agradecer, / el ejemplo de personas edificantes que ponen al descubierto el contraste de algunas de nuestras conductas, / ciertos acontecimientos de nuestra propia vida que descubren nuestro error o realidades de la vida de nuestros hermanos que denuncian nuestra posible pasividad y son una llamada de Dios a despertar y abrir los ojos en un compromiso activo: por ejemplo, el problema del hambre, la injusticia, la explotación…etc.
  • Consecuentemente a esta toma de conciencia que el hijo pródigo hace de la situación en la que está viviendo, comienza a darse un cambio de orientación en su corazón que le lleva al deseo de volver a su casa (Lc. 15, 17-18). La conversión implica siempre un cambio en la orientación de nuestra afectividad.
  • Viene después la decisión de su voluntad: “me pondré en camino, volveré a casa de mi padre” (v. 18) y la salida del lugar y de la situación en la que se encontraba. Jesús nos enseña que la conversión es el resultado de una decisión y que conlleva el salir de la situación de pecado en la que se vive. Una salida que ciertamente exige una ruptura inicial, pero que va avanzando a través de un proceso creciente, que recuerda al éxodo del pueblo elegido que alcanza la tierra prometida después de la larga travesía del desierto.
III.7.- El motivo de la conversión.

Son varios los motivos que pueden influir para que el hombre se convierta del pecado cambiando de orientación y de conducta en su vida, por ejemplo: lograr la paz con su conciencia, el ofrecer ejemplaridad a aquellos de quienes se siente responsable, alcanzar la perfección en la vida espiritual, una mayor eficacia apostólica, el temor a las consecuencias del pecado… etc. Son motivos válidos en un proceso de conversión. Pero el motivo decisivo en orden a una profunda conversión es aquel que afecta al corazón. Sin la transformación del corazón, la voluntad no puede perseverar en sus decisiones.

Debemos recordar que la conversión implica un proceso que no se da solamente a nivel discursivo, sino también y, sobre todo, como ya antes hemos aludido, a nivel afectivo. Recordemos que por la afectividad nos adherimos a una serie de contenidos (personas, recuerdos, situaciones, acontecimientos, cosas…) que nos resultan gratificantes y resultan altamente significativos. Cada uno de estos acontecimientos tiene su propio sabor. Nuestros sabores, nuestros gustos, nos indican hacia dónde se orientan nuestros afectos. Estos contenidos gratificantes y significativos se convierten para nosotros en objeto de nuestros deseos y orientan emocionalmente nuestra vida.

La verdadera conversión consiste principalmente en la transformación de este campo de nuestra afectividad a través de un cambio de contenidos que nos resultan gratificantes, pero nos impiden que nuestra vida sea una vida en el Espíritu. Este cambio de contenidos gratificantes y significativos aparecen con claridad en la persona de Pablo cuando ha descubierto a Jesucristo. (Fil. 3, 1-14).

Jesús no excluye el temor como motivo de conversión (Lc. 13, 1-5). Pero para Él, el motivo que decide la auténtica conversión es la experiencia incomparable de la bondad de Dios que Él proclama con el anuncio del Reino. Convertirse es para Jesús vivir una experiencia de fe en la buena nueva de un Dios amor. A ello hace referencia cuando pide la conversión a la fe en su mensaje sobre el Reino (Mc. 1, 15). Se trata de creer en la Buena Noticia de un Dios que llega como amor para salvar al hombre. Si el pecado consiste fundamentalmente en una falta de fe, en una desconfianza con respecto a Dios (Gén. 3, 5-6), la conversión es para Jesús una conversión a la fe en el amor de Aquel a quien lo presenta como Padre; por eso, el núcleo de la conversión consiste en volver a hacerse niño, esto es, aprender a llamar a Dios: ¡Abbá!, en la misma actitud del niño que se sabe querido por aquel a quien confiadamente se abandona llamándole ¡Padre!

Para Jesús, la conversión no es tan sólo un acto de humildad o vencimiento, sino más bien un ser vencido por la experiencia del amor de Dios. El hombre se siente amado, ha “conocido y creído el amor que Dios le tiene” (1 Jn. 4, 16) y de esa experiencia surge su conversión. Una experiencia que ha llegado al corazón, adentrándose en lo más hondo del ser y que, como sucede en toda experiencia provoca una transformación y otorga un nuevo saber (Cf. Fil. 3, 8). La conversión madura de Pedro es la consecuencia de haberse sentido amado por ese Jesús que le examina en el amor (Jn 21, 15 s.). La entrega radical de Pablo a la causa de Jesús, sólo se explica a la luz de su experiencia de fe en quien le amó y se entregó a sí mismo por él (Gál. 2, 20).

IV.- Mi conversión

IV. 0.- Introducción

Cuaresma me invita a reorientar, todavía con un mayor empeño, mi vida hacia Dios para entrar en una comunión lo más íntima posible con Él viviendo mi condición filial, y mi condición fraterna con los hombres en cuanto cristiano, realizada en la vivencia de mi caridad pastoral como bautizado.

En este tiempo de Cuaresma la Iglesia recuerda a todos los cristianos tres medios fundamentales en el camino de la conversión como preparación a vivir el gran Misterio de la Pascua:
  • el ayuno o mortificación que nos hace salir de nosotros.
  • la oración en la escucha atenta de la Palabra que nos abre a Dios,
  • la limosna con los hermanos más necesitados, inseparables compañeros de nuestro caminar hacia Dios
Estos tres medios revisten un rasgo específico en nuestra espiritualidad cristiana. Ellos iluminan la trayectoria de mi camino cuaresmal y se convierten en tema de revisión constante a fin de que pueda vivir la verdad de mi ser cristiano. Ellos se integran como medios indispensables en el proceso de mi formación permanente en sus cuatro dimensiones fundamentales: humana, espiritual, intelectual y pastoral. Cuaresma significa una especial llamada de Dios a que, viviendo la oración, el ayuno y la caridad, realice mi gran vocación cristiana en el marco concreto de la vida cotidiana.

IV.1.- Ayuno, oración y limosna

La Cuaresma, el camino hacia la Pascua: “nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual” (Francisco, Mensaje de Cuaresma 2019).

La Cuaresma nos invita al ayuno, la oración y la limosna:

Ayunar: Aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: 
Pasar de la tentación de “devoro” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad 
de sufrir por amor, que puede calamar el vacío de nuestro corazón.

Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, 
y declararnos necesitados del Señor

Dar limosna: Para salir de la necedad de vivir y 
acumularlo todo para nosotros mismos, 
creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece.

Ayuno
  • Mt 6,16-18: “Cuando ayunéis no pongáis cara triste…cando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara…tu Padre que ve en lo escondido te recompensará”
  • Is 58,1-12: “…el día de ayuno hacéis vuestros negocios y apremiáis a vuestros servidores; ayunáis para querellas y litigios, y herís con furibundos puñetazos. NO ayunéis de este modo, si queréis que se oiga vuestra voz en el cielo.
Ayunar: significa aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con la creación.
  • saber prescindir de lo superfluo.
  • saber compartir con el más vulnerable
  • saber superar la tentación de acaparar
Ejemplo:

El ayuno de la tecnología:
  • Al levantarse, antes de desayunar, un 75 % de la población consulta el móvil para ver las novedades.
  • El móvil con conexión a internet se usa una media de dos horas y 27 minutos al día.
  • Cada uno de cada tres menores de 24 años se considera “adicto” al móvil
El ayuno de la comida:

- Casi 1.000 millones de personas sufren desnutrición. Mientras se derrocha un 32% de alimentos que se tiran a la basura
- La práctica del ayuno se dirige al pasado, al presente y al futuro:
  • El pasado como reconocimiento de las culpas
  • El presente para aprender a abrir los ojos hacia la realidad que nos rodea.
  • El futuro, para acoger en el corazón la realidad y renovar, a partir de la misericordia de Dios, la comunión con los demás.
- El ayuno es un fin, sino que es un medio para la conversión.

Consecuencias del ayuno:

Debilita
nuestra
violencia
Nos
desarma
Es
ocasión
para
crecer
Nos sensibiliza
hacia aquellos
que carecen de lo
imprescindible
Nos
despierta
Nos hace
estar más
atentos a
Dios y al
prójimo
Nos ayuda a
vencer la
tentación del
consumo

El ayuno
cristiano
nunca es
solitario,
siempre es
solidario
El ayuno
cristiano es para
compartir
Tiene una
finalidad
social
Es un
medio de
conversión

IV.2.- Oración
  • Mt 6,5-15: “Cuando oréis no seáis como los hipócritas…”
  • Lc 11,1-4: “Señor, enséñanos a orar: Decid: Padre nuestro, santificado…”
El Padrenuestro es:
  • “El resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano)
  • “La más perfecta de las oraciones” (Sto. Tomás)
  • “Recorred todas las oraciones que hay en las Escrituras y no creo que podáis encontrar algo que no esté incluido en la oración dominical” (S. Agustín).
  • “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría” (Sta. Teresa del Niño Jesús)
  • Tratado sobre la oración: “oran todas las criaturas, oran los ganados y las fieras que se arrodillan al salir de sus establos y cuevas y miran al cielo; pues no hacen vibrar en vano el aire con sus voces. Incluso las aves cuando levantan el vuelo y se elevan hasta el cielo, extienden en forma de cruz sus alas, como si fueran manos, y hacen algo que parece también oración” (Tertuliano)
  • La oración es una sinfonía de alabanza a Dios
IV.3.- Limosna
  • Mt 6,1-4: “Cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas…”
  • Tb 4,7-11: “Da limosna de cuanto posees, no seas tacaño…”
  • Eclo 7, 10: “No seas pusilánime en tu oración, ni te olvides de hacer limosna”
  • Eclo 17,22: “La limosna del hombre es para él como un sello, y custodia la generosidad como la niña del ojo”.
  • Lc 12,33-34: “Vende vuestros bienes y dad limosna…”
  • 2 Cor 9,6-7: “Mirad: el que siembra tacañamente, tacañamente cosecha…”
La limosna es el sendero que nos indica el auténtico valor de las cosas. No podemos acumular para el futuro, ese no nos pertenece. Debemos ayudar mirando a los ojos y tocar las manos de quienes solicitan nuestra ayuda.

IV.4.- Conclusión

Que este tiempo suponga para nosotros recorrer el camino de Jesús, ya que es tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros. Hagámonos prójimos de nuestros hermanos.

V.- Invitación

En esta cuaresma se nos invita a la conversión en el marco del seguimiento de Jesús. La conversión es camino y proceso que lo podemos identificar con el inicio del itinerario de fe, pues para recibir el Reino y poder ser discípulos de Cristo es necesaria la fe y la conversión. El proceso de la conversión implica la fe, ya no puede consistir en la mera obediencia a la ley, el mero retorno a criterios morales previamente establecidos, sino en la adhesión a la persona de Jesús y a la aceptación incondicional de su mensaje de amor a Dios y al mundo.

La conversión no es la finalidad del itinerario de la vida cristiana, sino un medio para llegar a Jesús, aunque por nuestra condición itinerante necesitamos de una constante conversión. Tampoco es un lanzarse en el vacío, sino lanzarse en el seguimiento a Cristo. Es un acto de obediencia a la Palabra de Dios que nos llama a aceptar a Jesucristo, no importando tanto lo que se deja (el pecado) sino hacia el tesoro invaluable al que se va que es Cristo.

La Cuaresma es un viaje espiritual hacia la luz de la Pascua

AUTOR:
Fernando Jordán Pemán (Ardisa, 1950) fue ordenado sacerdote en 1976. Doctor en Teología Moral, ha sido Vicario General de la diócesis de Jaca y, a nivel nacional, consiliario del departamento de Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Hoy es párroco del Corazón de María en Jaca. Ya de diácono se involucró profundamente en la pastoral con el pueblo gitano. Ha trabajado durante toda su vida sacerdotal con el pueblo gitano. Los gitanos de Jaca, unos 550 para una población fija de unos 12.000 habitantes, lo adoran. Es el mayor experto en el tema en Aragón y, posiblemente, en España. Sus obras destilan un gran conocimiento del tema y un cariño profundo hacia este pueblo. Actualmente es Delegado de Pastoral Gitana, Delegado de Pastoral de la Salud, Consiliario de Cáritas Diocesana y Responsable diocesano para el Sínodo, en la Diócesis de Jaca. Ha escrito varios libros: "La cultura gitana ante un cambio de época.Reflexiones pastorales", "Gitanos en la sociedad actual, Claves de evangelización", "Los Aleluyas. Descripción y valoración" entre otros así como numerosas publicaciones de carácter teológico y pastoral.


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY DOMINGO 2 MARZO 2025

2 marzo 2025
Inicio del mes de Ramadán 
Inicio del mes de ayuno Baha’i

20’00 horas

Oración Común
Parroquia Sant Josep, Avda. Lluís Pericot, 2
GIRONA


3 marzo 2025 
Gran Cuaresma ortodoxa

3 marzo 2025 – 21’00 horas


Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

3 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

4 marzo 2025 - 18'00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico “Nicea, punto de partida de un estilo sinodal”
¿Qué le aporta el Sínodo a la espiritualidad de comunión? Por Jaime López Peñalba
Centro Ecuménico "Julián García Hernando"
c/ José Arcones Gil, 37-2º
MADRID
ON LINE

4 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

5 marzo 2025 
Miércoles de Ceniza

5 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

5 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

6 marzo 2025 - 19’30 horas

Ciclo: "Perspectivas y propuestas para caminar hacia una cultura de no violencia y paz"
De una economía de guerra a una economía para la paz, por Tica Font
Sala Polivalente. Sede Universitaria Ciudad de Alicante, c/ San Fernando, 40
ALICANTE
ON LINE

7 marzo 2025 – 18’00 horas

Día Mundial de Oración
Iglesia Evangélica Ejército de Salvación, c/ Hermosilla, 126
MADRID

7 marzo 2025 – 20’00 horas

Oración Interconfesional
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, c/ José Arcones Gil, 37 – 2º
MADRID

7 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

7 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

8 marzo 2025 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

9 marzo 2025 – 18’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta de la Iglesia San Antonio María Claret (entrada por Calle Ramada, 14, Casal Claret)
VIC (Barcelona)

10 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

10 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

11 marzo 2025 - 18'00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico “Nicea, punto de partida de un estilo sinodal”
Una espiritualidad para el siglo XXI. Por Emmamuel Buch
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37-2º
MADRID
ON LINE

11 marzo 2025 – 18’30 horas

Visita Mons. Jean-Abdo Arbach arzobispo de la Archidiócesis Greco-católica Melquita de Homs, Hama y Yabroud.
Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, paseo María Agustín, 8
ZARAGOZA

11 marzo 2025 – 21’30 horas

Oración de Taizé
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

12 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

12 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

13 marzo 2025
Fiesta sintoísta de Kasuga Matsuri
Festival judío del Purim


14 marzo 2025
Festival judío del Purim
Fiesta hudista Chotrul Duchen
Nuevo Año Sikh “Hola Mohalla”
Fiesta hindú de “Holi”
Fiesta taoista de Taishang Laojun

14 – 15 marzo 2025


Conferencia - Iglesias con capacidades. Un enfoque bíblico de la discapacidad
Iglesia Unida de Terrassa
Avda. Bejar, 299
TERRASSA (Barcelona)

14 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración Ecuménica de Taizé
Basílica de San Genaro en Antignano, Via San Genaro ad antignano, 82
NÁPOLES (Italia)

14 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración común
Iglesia de San José, c/ Colón
TERRASSA (Barcelona)

14 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

14 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

15 marzo 2025 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

15 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

17 marzo 2025 - 19’00 horas

Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)

17 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

17 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

18 marzo 2025 - 18'00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico “Nicea, punto de partida de un estilo sinodal”
Living Peace. Por Pilar Margall
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37-2º
MADRID
ON LINE

19 marzo 2025
San José, esposo de María

19 marzo 2025 – 20’00 horas


Oración por la Unidad
Parroquia de San Jorge IERE, c/ Coli Escalona, 11
SABIÑÁNIGO (Huesca)

19 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

19 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

20 marzo 2025
Año Nuevo Baha’i

21 marzo 2025
Noruz, Fiesta del Año Nuevo Zoroástrico

21 marzo 2025 – 20’00 horas


Oración Interconfesional
Iglesia Luterana, paseo Castellana, 6
MADRID

21 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

22 marzo 2025 – 17’00 horas (hora Argentina)

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)

22 marzo 2025 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

23 marzo 2025 – 17’30 horas (hora Argentina)

Espacio de Oración por la Unidad
Parroquia de ja Asunción. Franklin. 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

24 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

24 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

25 marzo 2025
La fiesta de la Anunciación de la Virgen María

25 marzo 2025 - 18'00 horas


Curso de formación bíblico-ecuménico “Nicea, punto de partida de un estilo sinodal”
El sínodo sobre la sinodalidad en la Iglesia católica, por Noemi Sanches
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37-2º
MADRID
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25 marzo 2025 - 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

25 marzo 2025 – 21’30 horas

Oración de Taizé
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

26 marzo 2025
Khordad Sal

26 marzo 2025 – 20’30 horas


Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

26 marzo 2025 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

27 marzo 2025
Fiesta islámica de Laylat al Kadr

28 marzo 2025 – 20’30 horas


Rezar con los Salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

28 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

28 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

29 marzo 2025 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
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29 marzo 2025 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 marzo 2025
Gudi Padva hindú

30 marzo 2025– 18’30 horas


Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)

31 marzo 2025
“Aïd al Fitr” o “Aïd al-Saghir”


31 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

31 marzo 2025 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)








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