Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 24 de junio de 2024

HAGAMOS DE NUESTRA VIDA UNA PEREGRINACIÓN ECUMÉNICA DE JUSTICIA, RECONCILIACIÓN Y UNIDAD

El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias predica en Australia sobre "Cristo, nuestra brújula y esperanza espiritual"


CLAVES:
  • El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, pronunció una homilía en la Catedral de San Pedro en Adelaida, Australia, el 23 de junio, llevando saludos de la comunidad mundial y reflexionando sobre “ risto, nuestra brújula y esperanza espiritual”.
  • Homilía "Cristo, nuestra brújula y esperanza espiritual" en la Catedral de San Pedro en Adelaida, Australia, el 23 de junio de 2024, a cargo del Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias

El mensaje de Pillay se centró en el conocimiento de que Jesús está con nosotros, en las tormentas de la vida y durante los tiempos difíciles. "No estamos solos, nunca estamos solos", afirmó Pillay. “Él siempre está con nosotros incluso cuando a veces no lo sentimos así”.

Y Jesús nos plantea una pregunta en nuestras tormentas de la vida: ¿aún tenéis fe?

"Encontramos en Jesús a alguien tan cercano a Dios, tan amado por Dios, tan confiado en Dios, como para desterrar el miedo y engendrar coraje igual a los elementos", dijo Pillay. “Con Jesús, y a través de él, también nosotros tenemos acceso a esa fe”.

No es principalmente una cuestión de creencias, continuó Pillay. “No, la fe es enamorarse de Dios, confiar en Dios y en su compasión con nuestras vidas y nuestro destino”, dijo. “A pesar del sufrimiento, la tragedia e incluso la muerte, afirmamos con gratitud el regalo de la vida de Dios y trabajamos incansablemente para protegerla, apoyarla y nutrirla”.

Vendrán mares agitados y vientos aullarán, continuó Pillay. “Como discípulos, nos acurrucamos en nuestros barcos con la esperanza de llegar a la costa, con fe no tanto en el resultado sino en el acompañamiento de Dios” , dijo.  Quizás por eso el símbolo del movimiento ecuménico es un barco que navega sobre las olas, guiado únicamente por un mástil en forma de cruz, confiando nuestras velas en los vientos del Espíritu de Dios ” .

Jesús está en la barca, dijo Pillay. “Dios está con nosotros”, dijo. " l está contigo ahora mismo, justo en tu tormenta, ayudándote a salir adelante".

Nuestra fe no es arbitraria ni ingenua, dijo Pillay. “Nuestra esperanza tampoco es un simple optimismo”, continuó. “El triunfo de Cristo sobre la muerte y su presencia continua entre nosotros, trayendo la compasión de Dios : esa es la base de una esperanza que podemos abrazar en nosotros mismos y ofrecer al mundo. ¡Lo cambia todo!”

Los tiempos que vivimos ponen a prueba nuestra fe contra los elementos, reconoció Pillay. "Ninguna letanía puede captar plenamente la profundidad y magnitud de los desafíos que enfrenta la humanidad hoy", afirmó.

Nuestras comunidades de fe se convierten en portadoras de esperanza y agentes de reconciliación, afirmó Pillay. “Damos un paso al frente para ser defensores de la justicia, hacedores de paz, consejeros de unidad, catalizadores de un compromiso creativo en todos los niveles”, dijo. “Esta forma de vida se materializa en la Peregrinación ecuménica de Justicia, Reconciliación y Unidad”.

Homilía del Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias en la Catedral de San Pedro en Adelaida

Buenos días a todos y cada uno de los que están aquí hoy. Agradezco a su arzobispo, el Reverendísimo Geoff Smith, y al decano de su catedral, el Reverendo Chris McLeod, por su amable invitación a compartir la Palabra de Dios con ustedes hoy.

Les traigo saludos del Consejo Mundial de Iglesias y se unen a mí en estos saludos nuestras 352 iglesias miembros en 120 países del mundo con más de 600 millones de cristianos.

Que las palabras de mi boca y las meditaciones de nuestro corazón sean dignas ante ti, oh Señor, Roca nuestra y Redentor nuestro. Amén.

Como a alguien a quien normalmente le resulta difícil dormir en los aviones porque soy muy alto, de vez en cuando disfruto del lujo de viajar en clase ejecutiva, solo allí puedo dormir un poco. Dejo de lado todas las preocupaciones, presiones y exigencias mientras me extiendo sobre mi espalda, y me quedo dormido por un momento en un olvido dichoso y descuidado hasta que me perturban las turbulencias o la llamada a abrocharme los cinturones de seguridad.

Entonces, me alegra ver que Jesús, al menos según el relato de Marcos en el evangelio de hoy, aprueba las siestas e incluso se pone un poco irritable cuando lo interrumpen. Aun así, espero no inducirles una sensación de malestar mientras reflexionamos hoy sobre estas lecturas. Marcos nos dice que Jesús está durmiendo en la barca cuando hay una tormenta furiosa y olas rompiendo sobre la barca. Curiosamente, a Jesús no le molesta la tormenta sino sus discípulos con la acusación: “Maestro, ¿no te importa si nos ahogamos?”

Hoy el mundo que nos rodea está azotado por múltiples tormentas: pobreza, hambre, racismo, violencia, guerras, una catástrofe climática y la lista continúa. A veces nos preguntamos por qué Jesús duerme en medio de estas tormentas. ¿No puedes levantarte y hacer algo y hacerlo rápido? Estamos destruyendo el mundo, las personas y el planeta están en riesgo. Las inundaciones, los incendios y los desastres están destruyendo vidas y el medio ambiente.

Los líderes políticos parecen apoyar la guerra y la violencia. Los líderes de la iglesia están confundidos acerca de a quién deben seguir y nos preguntamos cómo terminará todo.

Jesús está en medio de nuestras tormentas y dice: sígueme y te ayudaré a superarlas.

Nuestras tormentas en la vida, ya sean espirituales, materiales, físicas, emocionales y psicológicas, encuentran paz, esperanza y calma en Cristo. Cristo es nuestra brújula espiritual cuando estamos perdidos, confundidos y arrojados a un estado de pánico y desesperación como lo estaban los discípulos en ese momento. Se nos dice que Jesús se levantó y reprendió al viento y se calmó completamente.

Hay algunas lecciones importantes que aprender de nuestras lecturas de hoy.

Jesús está en la barca: ten fe

Cuando enfrentamos pruebas, tribulaciones y persecuciones es fácil pensar que Dios no está con nosotros. Estamos solos. Cuando atravesamos episodios de oscuridad, depresión y desesperación, es natural sentirnos abandonados y desamparados por Dios. Es fácil acusar a Dios de no preocuparse, de carecer de compasión y de estar ausente cuando más lo necesitamos. Como pastor, he escuchado a personas decir esto muchas veces en sus luchas personales por el divorcio, la muerte, las crisis financieras, las enfermedades y el sufrimiento. Como Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, escucho preguntas y reflexiones críticas sobre las injusticias, los sufrimientos y el dolor en el mundo, y la pregunta: ¿dónde está Dios en medio de todo esto?

¿Dónde está Dios cuando miles de personas son asesinadas en Palestina, Ucrania, Sudán y otras partes del mundo? ¿Dónde está Dios cuando miles de personas se acuestan con hambre cada noche? ¿Dónde está Dios cuando a miles de personas se les niega el acceso a la ayuda humanitaria? ¿Dónde está Dios cuando cientos de migrantes se ahogan o mueren mientras huyen de sus países? ¿Dónde está Dios cuando se niegan, privan y violan los derechos y la dignidad humanos? ¿Dónde está Dios cuando a los pueblos indígenas se les niegan sus derechos, su tierra y su historia? ¿Dónde está Dios cuando se olvida a los ancianos y a los jóvenes no se les da espacio para expresarse? ¿Donde esta Dios?

Marcos nos dice que Jesús está en la barca. Él está con nosotros en tiempos difíciles y difíciles. No estamos solos, nunca solos. Él siempre está con nosotros incluso cuando a veces no lo sentimos así. Una vez visité a uno de los ministros de mi iglesia que estaba hospitalizado sufriendo depresión y agotamiento. Le dije Juan, ¿dónde estás ahora espiritualmente, en fe y esperanza? Él respondió: "Jerry, sé que Jesús está aquí en esta habitación, está sentado en esa silla, pero necesito sentirlo en mí, todavía no he llegado allí".

Supongo que todos nos sentimos así a veces. Los discípulos sintieron eso en esa tormenta ese día. Jesús se levantó, apaciguó la tormenta y dijo a los discípulos: “¿Por qué tenéis miedo? ¿Todavía tienes fe? Estas son las preguntas que Jesús nos plantea en nuestras tormentas de la vida. ¿Todavía tienes fe?

¿Qué clase de persona puede dormir durante una tormenta tan violenta como para hundir el barco y asustar a marineros experimentados? ¿O puede ordenar que los vientos se calmen y los mares se calmen? Como les dice el mismo Jesús, es una persona de fe.

Encontramos en Jesús a alguien tan cercano a Dios, tan amado por Dios, tan confiado en Dios, como para desterrar el miedo y engendrar coraje igual a los elementos.

Con Jesús, y a través de él, también nosotros tenemos acceso a esa fe. No es principalmente una cuestión de creencias, por muy valiosas que sean. La fe tampoco es una cuestión de afiliación y lealtad a una iglesia, denominación o confesión, por importante que sea. Tampoco se trata de guardar el sábado o seguir otras prácticas y leyes religiosas, como el propio Jesús argumentó en esta lectura de Marcos. No, la fe es enamorarse de Dios, confiar en Dios y en su compasión con nuestras vidas y nuestro destino. A pesar del sufrimiento, la tragedia e incluso la muerte, afirmamos con gratitud el regalo de la vida de Dios y trabajamos incansablemente para protegerla, apoyarla y nutrirla. Como afirma el Salmo 9:10: “En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, oh Señor, no has desamparado a los que te buscan”.

Este compromiso firme, o entrega personal, al amor de Dios, revelado en Cristo, nos libera de nuestros deseos y temores, de nuestras comodidades y engaños, y nos permite enfrentar la realidad, sanarnos del trauma y ponernos a disposición de los demás. Nos pone en un viaje.

Por supuesto, vendrán mares agitados, los vientos aullarán. Como discípulos, nos acurrucamos en nuestros barcos, con la esperanza de llegar a la costa, con fe no tanto en el resultado sino en el acompañamiento de Dios. Quizás por eso el símbolo del movimiento ecuménico es un barco navegando sobre las olas, guiado únicamente por un mástil en forma de cruz, confiando nuestras velas en los vientos del Espíritu de Dios.

David confió en la presencia de Dios cuando se enfrentó a su gigante Goliat. Él dijo: "Vengo en el nombre de Dios". Y con sus piedras y su honda enfrentó y venció a su gigante. En este mundo nos enfrentamos a muchos gigantes: pobreza, enfermedad, muerte, hambre, migración, cambio climático, injusticias económicas y de género, luchas y dolor personales, pero, y es un gran pero, no estamos solos. Jesús está en la barca. Dios esta con nosotros. Él está contigo ahora mismo, justo en tu tormenta, ayudándote a salir adelante. Él dice: "Ten fe". ¿Tú?

¿Quiénes somos como cristianos? Marcos nos está diciendo: somos discípulos de Cristo, ansiosos pero perdidos, sin educación en los caminos de Dios, confiando en Jesús para reforzar nuestra fe y rescatar nuestro oficio en peligro y nuestro viaje juntos. En tierra o mar, nuestra peregrinación de fe nos une en profunda comunión como discípulos del único Señor.

Dios tiene el control: ¡apuesta por la esperanza!

El apóstol Pablo, que no es ajeno a los viajes peligrosos ni a los discípulos volubles, ofrece orientación sobre cómo podemos vivir nuestra fe en la turbulencia de este mundo y, a veces, en la iglesia más turbulenta. Escribió cuatro cartas a los seguidores gentiles de Jesús en Corinto (sólo se conservan dos), y están repletas de protestas, correcciones, advertencias y súplicas. Quizás haya oído, Arzobispo, que algunas congregaciones pueden ser difíciles...

No es que la iglesia sea normalmente una panacea, una comunidad ideal de almas con ideas afines. Lejos de ahi. Un autor reciente ha definido la iglesia como la comunidad de personas con las que de otro modo nunca elegirías pasar el rato. Sin embargo, como hemos descubierto en el movimiento ecuménico, nuestra diversidad no tiene por qué significar división. Nuestros dones distintivos iluminan el núcleo compartido de los compromisos de fe. Y no necesitamos resolver todos los desacuerdos históricos para unirnos en hermandad y trabajar para salvar el mundo. Nuestras raíces compartidas son más profundas.

Pablo escribió a los corintios para detener su reincidencia en las costumbres paganas, vindicar su mensaje y ministerio, y prepararlos para encontrar la salvación en sus aflicciones y persecución venideras. Pablo recita todas las dificultades que ha soportado por ellos y por el reino. No para alardear (aunque a veces puede hacerlo), sino para reforzar su credibilidad como apóstol, el discípulo de Jesús que llegó tarde. Su catálogo de aflicciones se corona con virtud, diciendo:

Como siervos de Dios nos hemos recomendado en todo: en gran paciencia, aflicciones, penalidades, calamidades, golpizas, encarcelamientos, disturbios, trabajos, desvelos, hambre; en pureza, conocimiento, paciencia, bondad, santidad de espíritu, amor genuino, palabra veraz y el poder de Dios. (2 Corintios 6:4-7)

Este pasaje es una verdadera introducción a los costos del discipulado. Como Pablo, obtenemos verdadera esperanza cuando nos unimos a Cristo moribundo y resucitado, quien lo entregó todo en la cruz, logrando la vindicación al tercer día. El amor y la vida derrotarán al sufrimiento, a la muerte y a los poderes que causan la muerte en el mundo. La resurrección de Cristo también es la nuestra, y su presencia continua en el mundo (en nosotros y nuestros vecinos, en nuestra vida compartida como comunidad, en la Palabra y la Divina Liturgia) fortalece aún más nuestra esperanza y enciende la creatividad para la redención del mundo. . En palabras del tema de la asamblea del Consejo Mundial de Iglesias: “El amor de Cristo mueve al mundo hacia la reconciliación y la unidad”.

Por tanto, nuestra fe no es ni arbitraria ni ingenua. Nuestra esperanza tampoco es un optimismo ingenuo. El triunfo de Cristo sobre la muerte y su presencia continua entre nosotros, trayendo la compasión de Dios: esa es la base de una esperanza que podemos abrazar en nosotros mismos y ofrecer al mundo. ¡Lo cambia todo! En palabras del profeta ecuménico de la esperanza de esta generación, el fallecido Jűrgen Moltmann, “ la esperanza cristiana atrae el futuro prometido de Dios al presente y prepara el presente para este futuro…. A la luz de nuestra fe, como cristianos podemos evaluar honestamente y afrontar toda la fuerza de los desafíos contemporáneos de la humanidad, pero también experimentar e inculcar una esperanza realista de trascenderlos”. Podemos confiar en la esperanza porque sabemos que en medio de todas nuestras tormentas, Dios tiene el control, Dios calmará las tormentas. Porque en Cristo, Dios, el Padre, mantiene todas las cosas juntas. Incluso cuando las cosas se desmoronan, se unen.

¡Sirve a Dios en amor!

Estos tiempos vuelven a poner a prueba nuestra fe contra los elementos. Ninguna letanía puede captar plenamente la profundidad y magnitud de los desafíos que enfrenta la humanidad hoy. Y ustedes, aquí en Adelaida, conocen de primera mano la tragedia y la destrucción desatadas por los desastres climáticos. Como todos nosotros, también eres testigo de la creciente desigualdad económica global, el envenenamiento de la política y los medios de comunicación, y la migración masiva de refugiados desplazados por la violencia, la persecución y la guerra, desafíos en salud y educación. Como personas de fe y esperanza, como cristianos, ¿cómo debemos responder?

Creo que, así como la fe fundamenta nuestra esperanza, la esperanza alimenta nuestro compromiso en el mundo. Por tanto, estamos llamados a servir a Dios y al mundo en amor y fidelidad.

Encuentro convincente la noción ecuménica de discipulado transformador. Se hace eco de la propia práctica de Jesús y de las ideas de Pablo obtenidas con tanto esfuerzo. El discipulado transformador señala que los compromisos guiados por la fe mediante los cuales los cristianos cambiamos el mundo también nos transformarán a nosotros. Impulsa una especie de conversión continua de nosotros mismos y del mundo. Esta mutualidad crea una espiral de transformación, un futuro alternativo y no violento para nosotros y nuestro mundo. Al estar completamente disponibles para abordar las necesidades que nos rodean, “todos seremos transformados” (1 Cor 15:51).

De esta manera, creo que nuestras comunidades de fe se convierten en portadoras de esperanza y agentes de reconciliación. Damos un paso al frente para ser defensores de la justicia, hacedores de paz, consejeros de unidad, catalizadores del compromiso creativo en todos los niveles. Siguiendo el ejemplo de Jesús y su mandato, estamos curando a los heridos, cuidando a los afligidos y vulnerables, diciendo la verdad sobre nosotros mismos y nuestro mundo.

Esta forma de vida se materializa en la Peregrinación ecuménica de Justicia, Reconciliación y Unidad. A través de él, usted y todos nosotros en la comunidad ecuménica nos comprometemos a buscar la justicia, la reconciliación y la unidad de manera concreta. En el Consejo Mundial de Iglesias, la Peregrinación es una luz que guía todo nuestro trabajo, un paraguas que cubre todos nuestros esfuerzos programáticos. Ya sea en teología ecuménica, asuntos internacionales, salud global o comunicaciones, vemos a todo el movimiento ecuménico global caminando hacia la justicia, la paz y la reconciliación. En la práctica, eso significa perseguir la dignidad humana, los derechos humanos, la paz entre los pueblos y la salud del planeta a través de un compromiso profundo en actividades concretas y alianzas consecuentes. Como cristianos y como iglesias cristianas, nuestro discipulado encuentra una expresión concreta en la mejora del bien humano.

Fundamentalmente, entonces, la Peregrinación es una metáfora del viaje sagrado de fe mediante el cual todos nosotros, como discípulos cristianos y como iglesias, nos unimos para caminar, trabajar y orar por el reino de Dios y el bienestar de la humanidad. Sus objetivos entrelazados están destinados a abordar nuestras múltiples crisis a través de la confraternidad y las iglesias miembro modelando una comunidad real, a través de nuestra defensa y acción conjuntas, y a través de nuestro acompañamiento y servicio a los necesitados.

Del mismo modo, para la sociedad en general, incluidos aquellos que no están afiliados a las iglesias o aquellos de otras tradiciones, y todas las personas de buena voluntad, nuestro mensaje es simple: ¡ No se desanimen! ¡Comprométete con la vida! De esta manera, los cristianos podemos convertirnos en la minoría creativa que no permitirá que la sociedad pierda la esperanza ni se abandone a sí misma, abandonando a las generaciones futuras y al planeta. Como dijo el propio Pablo: “Un poco de levadura leuda toda la masa” (Gal 5,9).

Jesús preguntó: “¿Dónde está vuestra fe? ¿Todavía crees? La fe es acción. Es unirse con Dios para hacer un mundo mejor para todas las personas y la creación. Las tormentas están arrasando, pero Cristo, nuestra brújula espiritual, mantiene todas las cosas juntas.

Por eso, os insto, mis condiscípulos del Señor, a mantener la fe, alimentar la esperanza y servir en amor. Nosotros, como cristianos y comunidades cristianas, no debemos temer el futuro, sino abrazarlo. Somos comunidades de esperanza y reconciliación porque sabemos que el Dios de la Vida continuamente nos sostiene, renueva y transforma a nosotros mismos y a toda la creación. Cada momento nos presenta posibilidades redentoras para la resurrección a una nueva vida y a la Nueva Creación de Dios en Cristo. Somos un movimiento de esperanza en la vida. Somos personas de fe incluso en medio de las tormentas de la vida. ¿Esto te describe?

FUENTE:
https://www.oikoumene.org/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY LUNES 24 JUNIO 2024

24 junio 2024
Nacimiento de San Juan Bautista

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)


25 junio 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

25 junio 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

25 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

28 junio 2024 – 20’30 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

29 junio 2024
Festividad de San Pedro y San Pablo, apóstoles

29 junio 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

29 junio 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 junio 2024
Festividad de Todos los Santos – Iglesia Ortodoxa


30 junio – 4 julio 2024

Enc
uentro Ecuménico “El Espinar”
Casa Fuentenueva. Hermanos Maristas. Carretera Guadarrama, km 5,5
SAN LORENZO DEL ESCORIAL (Madrid)

30 junio 2024 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)











domingo, 23 de junio de 2024

JESUCRISTO ES EL CORAZÓN DEL ECUMENISMO

Francisco a los luteranos: Todos somos peregrinos de la esperanza


por Isabella Piro

CLAVE:
  • El Papa recibió en audiencia a una delegación de la Federación Luterana Mundial. En su discurso, hizo referencia al próximo Jubileo y al aniversario del Concilio de Nicea: "Jesucristo es el corazón del ecumenismo". El recuerdo al teólogo ortodoxo Ioannis Zizioulas, fallecido en 2023.

La esperanza es el hilo que teje el discurso del Papa Francisco, dirigido esta mañana, 20 de junio, a la delegación de la Federación Luterana Mundial (FLM), recibida en audiencia en el Palacio Apostólico. Encabezaban el grupo el nuevo presidente, el obispo Henrik Stubkjær, elegido en 2023, y la secretaria general, la reverenda Anne Burghardt. Recientemente, del 13 al 18 de junio, la FLM celebró su Consejo en Chavannes, a las afueras de Ginebra (Suiza), sobre el tema "Abunden en la esperanza", tomado de un pasaje del apóstol Pablo (Rom 15,3).

La misión ecuménica es dar testimonio de Cristo

El mismo pasaje - "Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en su fe hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo"- es citado por el Papa, que califica el encuentro de esta mañana de "importante gesto de fraternidad" y subraya los numerosos signos de esperanza que se perfilan en 2025. El primero, es el inminente Año Santo, cuyo lema reza precisamente "Peregrinos de la esperanza"; el segundo es el 1700 aniversario del primer Concilio de Nicea, celebrado en el 325 a instancias del emperador Constantino, y que definió la divinidad de Cristo, consustancial al Padre:

Jesucristo es el corazón del ecumenismo. Él es la misericordia divina encarnada, y nuestra misión ecuménica es dar testimonio de ello.

Cristo, único mediador

Francisco se detiene a continuación en la "Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación", firmada el 31 de octubre de 1999 en Augsburgo, y menciona un punto de fuerte valor ecuménico:

Luteranos y católicos han formulado como objetivo común el de "confesar en cada cosa a Cristo, el único en quien poner toda la confianza, ya que es el único mediador por el que Dios en el Espíritu Santo hace donación de sí mismo y derrama sus dones que todo lo renuevan".

Reconciliación y esperanza

También este documento, recuerda Francisco, celebrará un importante aniversario el próximo año, el vigésimo quinto, y esto "es otro signo de esperanza en nuestra historia de reconciliación:

Conservémosla en la memoria como algo siempre vivo. Que el 25 aniversario se celebre en nuestras comunidades como una fiesta de esperanza".
Diálogo de la verdad y de la caridad

Invitando a rezar "con confianza como peregrinos de la esperanza", el Pontífice subrayó que "nuestro origen espiritual común es 'un solo bautismo para el perdón de los pecados'":

Que el Dios de la esperanza esté con nosotros y siga acompañando con su bendición nuestro diálogo de verdad y caridad.

La memoria de Ioannis Zizioulas

En este camino, añade Francisco, es bonito recordar las palabras del obispo teólogo ortodoxo Ioannis Zizioulas, metropolitano mayor de Pérgamo (patriarcado de Constantinopla) que contribuyó a la redacción de la encíclica Laudato si' y falleció en 2023. El Papa le llama "pionero del ecumenismo" y cita algunas de sus palabras: "Decía: debemos caminar juntos, caminar juntos, rezar juntos y hacer la caridad juntos".

Al final de la audiencia, el Papa invitó a los presentes a rezar juntos el Padrenuestro, cada uno en su propia lengua.

FUENTE:
https://www.vaticannews.va/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY DOMINGO 23 JUNIO 2024

23 junio 2024
Pentecostés – Iglesia Ortodoxa

17’30 horas

Espacio Ecuménico
Parroquia Asunción, Franklin, 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)


24 junio 2024
Nacimiento de San Juan Bautista


24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

25 junio 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

25 junio 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

25 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

28 junio 2024 – 20’30 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

29 junio 2024
Festividad de San Pedro y San Pablo, apóstoles

29 junio 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

29 junio 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 junio 2024
Festividad de Todos los Santos – Iglesia Ortodoxa


30 junio – 4 julio 2024

Enc
uentro Ecuménico “El Espinar”
Casa Fuentenueva. Hermanos Maristas. Carretera Guadarrama, km 5,5
SAN LORENZO DEL ESCORIAL (Madrid)

30 junio 2024 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)





sábado, 22 de junio de 2024

JUVENTUD Y ORACIÓN

Los jóvenes y la oración en Taizé


CLAVE:
  • Uno de los hermanos reflexiona acerca de la participación de los jóvenes en la oración. Hace hincapié en tres dimensiones de la oración de Taizé que, a su parecer, hablan sobre la búsqueda de los jóvenes.


Tres veces al día, todo se para en la colina de Taizé: el trabajo, los estudios bíblicos, los pequeños grupos de discusión. Las campanas llaman a todos a la iglesia para rezar. Cientos, miles, a veces, de jóvenes de diferentes países a través de todo el mundo rezan y cantan con los hermanos de la comunidad. Cantos cortos, cantados una y otra vez; pocas palabras que expresan una realidad fundamental que la mente atrapa con facilidad. Luego, se lee la Biblia en varios idiomas. Al corazón de cada oración, un largo momento de silencio ofrece una oportunidad irremplazable de encuentro con Dios.

A nosotros, los hermanos, nos impresiona la capacidad de la gente joven de permanecer en la iglesia durante horas en silencio o acompañados por los cantos meditativos. Ellos mismos se sorprenden al darse cuenta de cuanto han rezado en Taizé. Cuando les preguntamos, en los encuentros que hacemos hacia el final de su estadía, que fue lo que mas los marcó, la respuesta llega rápido, sin titubeos: ¡“la oración”! ¡Y eso que la mayor parte de los que hablan con tanto entusiasmo de la oración, al menos a primera vista, distan mucho de ser expertos! Esto es aún mucho más extraordinario.

Nosotros mismo, una vez más, permanecemos atónitos. ¿Que es lo que les permite a los jóvenes abrirse verdaderamente a un diálogo interior en la oración? ¿Como podemos hacer que descubran, mismo sin saber como rezar ni saber que pedir o que esperar, que Dios ya ha puesto en ellos un deseo de comunión?

Sin ser capaz de dar respuesta a estas preguntas puedo, sin embargo, mencionar tres aspectos de la oración en Taizé que a mi parecer repercuten en la búsqueda de los jóvenes: una oración accesible, una oración meditativa y una oración del corazón.

Una oración accesible

La forma de rezar de la comunidad ha cambiado bastante con el transcurso de los años; se ha ido simplificando. El hermano Roger hacia mucho hincapié de que nada en la oración apareciera como inaccesible. Por ejemplo, para él, leer un texto muy largo o complicado podría mantener a la gente lejos de percibir esa relación de amor que la presencia del Espíritu Santo nos ofrece en la oración.

Esta preocupación de poder compartir una experiencia interior accesible a un gran número, es la razón por la cual la comunidad a desarrollado esta manera de rezar con simples cantos meditativos. No todo fue adaptado para los jóvenes. Los cantos de Taizé no están escritos al estilo de las canciones de los jóvenes. Creo que nuestros cantos están profundamente arraigados en la tradición monástica. A través de su vocabulario, que es el de los Salmos, que corresponde a la larga tradición de oración cantada que comenzó en las primeras asambleas de Israel. También, por su carácter meditativo, y mismo, repetitivo. La comunidad empezó cantando salmos y es lo que hoy aún hace. Pero mas que cantar todo el salmo, lo que hacemos es concentrarnos en un solo versículo, lo meditamos juntos dejando que resuene en nosotros y que encuentre experiencias que iluminar.

Lo que sorprende a los jóvenes en Taizé, es quizás el sentir que nos esforzamos para hacer las expresiones de fe lo más simple posibles, sin por eso alivianarlas. De manera instintiva sienten que la oración que les proponemos no es una traducción en su propio idioma de una realidad que les es ajena, sino, más bien, una invitación a buscar qué los empuja a ir más allá de ellos mismos; poniendo en sus labios palabras de otra época, son como forzados a descentrarse, a vaciarse. Los jóvenes son muy intuitivos al respecto. Pueden distinguir discursos repletos de ellos mismo de aquellos que crean un espacio, un lugar, al dejar a un lado sus seguridades. Quizás sienten que como comunidad, adaptando la oración a su presencia, queremos ensanchar nuestro camino, extender a todos la intimidad que quisiéramos vivir con Dios. De esta manera es muy importante que los cantos sean sostenidos por todos y no solamente por los solistas o cantantes que dejarían a la asamblea sola la parte del coro.

Una oración meditativa

Rezar con las canciones de Taizé es también meditar con la Biblia. Me sorprendo tanto, el día de Todos los Santos, cuando nuestra iglesia se llena de jóvenes de liceo franceses que cantan, casi de manera natural, palabras como “Que me regocije y me alegre en tu amor” provenientes de uno de los mas recientes cantos en francés. Tengo la impresión, que repitiendo uno o dos versos, la canción les abre como un acceso directo a la Palabra de Dios permitiéndoles interiorizar e incorporar la belleza, y a veces la aspereza, de las palabras bíblicas. Luego, cuando las palabras conocidas de memoria son redescubiertas al leerlas, muchos textos son iluminados con una luz inesperada.

A veces me pregunto si nuestra manera de cantar no es un especie de introducción a la lectio divina, me refiero a esa manera de leer la Palabra atentivamente que abre un espacio que deja al texto resonar en todas sus dimensiones. Los judíos hablan de “masticar” la Torah. Un rabino, citado en una colección de textos judíos de los primeros siglos después de Cristo, dice «Da vuelta a la Torah de una lado al otro, en todos las direcciones, porque allí se encuentra todo, ella sola te dará conocimiento verdadero. Persevera en su estudio, no la abandones nunca; no puedes hacer nada mejor.» (Mishna Aboth 5, 25). En Taizé, la repetición de los cantos es como masticar, respirar la Palabra.

Una oración del corazón

Otro aspecto que me impacta, al escuchar a los jóvenes hablando sobre la oración en Taizé, es que el tiempo de silencio en el medio de la liturgia les da la posibilidad de inclinarse sobre lo que los habita. Saben bien como describir lo que el silencio hace posible: “escuchar al corazón”, “pensar sobre tus problemas”, “vaciar la mente”, “hacer una pausa”, “volverse sobre si mismo”, “dejar caer las mascaras”… Cuando están juntos no tiene miedo al silencio. Sin embargo al principio la mayoría admite que diez minutos son muy largos, pero poco a poco comienzan a llenarse por si mismos.

Me pregunto si lo que tratan de expresar no se corresponde a lo que los cristianos orientales llaman la “oración del corazón”. «Guarda tu corazón dice el libro de los Proverbios, porque de él brotan las fuentes de la vida. (Proverbios 4,23)»

El corazón, en la Biblia, es el centro de los seres humanos, el punto donde todas las energías convergen. Para los monjes de la tradición Oriental rezar repitiendo una frase corta pero coordinada con el ritmo de la respiración es primero y por sobre todo la oración del corazón, o en otras palabras, un esfuerzo de unificar todas las energías permitiéndoles pasar a través del fuego del corazón hasta el crisol del amor. Unificando los sentimientos, las energías, el corazón se vuelve el lugar donde las buenas intenciones pueden brotar como agua purificada. La oración como despertar y escucha nos permiten concentrarnos, re-centrar nuestros propios deseo y sincronizarlos con amor. La oración es preparar el corazón a la vigilancia que el amor requiere.

A través del canto y el silencio, los jóvenes descubren que son capaces de tener un nuevo corazón, más simple en el sentido fundamental del término, es decir, un corazón sin pliegos, un corazón al descubierto. Los primeros cristianos hablaban de la oración como de una manera quemar la “grasa espiritual” que pesa sobre nuestros pensamientos y deseos. La imagen de los pliegos es igualmente significativa: un corazón desplegado es un corazón que mira lo esencial, un corazón que se queda cerca de sus deseos, y de esta manera descubre, con claridad, como Dios lo llama a ser creativo. «Cada deseo que nos habita y que llama a Dios es oración. Tu deseo es oración. Hay una oración interior que nunca se interrumpe: tus deseos. Entonces, si quieres rezar nunca dejes de desear.» (San Agustín, Comentario del Salmo 37)

Sin trabas, abierto a una transparencia, el corazón aprende como hacer madurar decisiones e intuiciones y a trazar las líneas de un camino de vida. Pero discierne también las situaciones delicadas y callejones sin salida. En este sentido espero que los jóvenes lleguen a comprender que «Rezar no nos aleja del mundo. Por el contrario, no hay nada más responsable que rezar, Tanto más hacemos nuestra propia oración simple y humilde, más somos empujados a amar y a expresarlo con nuestra vida.» (Hermano Roger, “Carta 2005, Un Futuro de Paz.”)

Por medio de estas tres dimensiones de la oración que intentamos compartir y vivir con lo jóvenes: “descentrarse” uno mismo, “masticar” las Escrituras y la “escucha vigilante” del corazón, nuestro deseo más profundo es hacer perceptible la convicción que el hermano Roger nos dejó en su última carta inacabada. (VER AL FINAL)

Si cada uno comprendiese: Dios nos acompaña hasta en nuestras insondables soledades. A cada uno le dice: «Tu cuentas mucho a mis ojos, tu eres precioso para mí, y te amo.» Sí, Dios no puede más que dar su amor, ahí está el todo del Evangelio.

2006 Carta inacabada del Hermano Roger

La tarde de su muerte, el 16 de agosto, el hermano Roger llamó a un hermano y le dijo: «¡Anota bien estas palabras!» Hizo un largo silencio, mientras buscaba cómo formular su pensamiento. Luego comenzó:«En la medida en que nuestra comunidad cree en la familia humana posibilidades para ensanchar…» Y se detuvo, la fatiga le impedía terminar la frase.

En estas palabras, se encuentra la pasión que le habitaba, incluso a su avanzada edad. ¿Qué entendía por «ensanchar»? Probablemente, quería decir: hacer todo lo posible para que sea más perceptible a cada uno el amor que Dios tiene por todo ser humano sin excepción, por todos los pueblos. Él deseaba que nuestra pequeña comunidad iluminase este misterio con su vida, en un humilde compromiso con los otros. Entonces, nosotros, los hermanos, quisiéramos retomar este desafío, con quienes a través de la tierra buscan la paz.

En las semanas que precedieron a su muerte, él había comenzado a reflexionar sobre la carta que sería publicada durante el encuentro de Milán. Había indicado algunos temas y ciertos textos que quería retomar y reelaborar. Los hemos reunido, tal como estaban en aquel momento, para constituir esta «Carta inacabada», traducida a 57 lenguas. Ella es como una última palabra del hermano Roger, que nos ayudará a avanzar por el camino en el que Dios «ensancha nuestros pasos». (Salmo 18,37)

Meditando esta carta inacabada, cada uno podrá buscar cómo acabarla en su propia vida.

Hermano Alois

«Os dejo la paz, mi paz os doy» 1: ¿Cuál es esta paz que Dios da?

Una paz interior es, ante todo, una paz del corazón. Es la que nos permite mirar con esperanza el mundo, incluso cuando está desgarrado por la violencia y los conflictos.

Esta paz de Dios es también un apoyo para que podamos contribuir, muy humildemente, a construir la paz allí donde está amenazada.

Una paz mundial es tan urgente para aligerar los sufrimientos, en particular para que los niños de hoy y de mañana no conozcan la angustia y la inseguridad.

En su Evangelio, con una fulgurante intuición, san Juan expresa en tres palabras quién es Dios: «Dios es amor.» 2 Si comprendiéramos solamente estas tres palabras, iríamos lejos, muy lejos.

¿Qué es lo que nos cautiva de estas palabras? Encontrar en ellas esta luminosa certeza: Dios no envió a Cristo a la tierra para condenar a nadie, sino para que todo ser humano se sepa amado y pueda encontrar un camino de comunión con Dios.

¿Por qué hay a quienes les sobrecoge el asombro de un amor y se reconocen amados, incluso colmados? ¿Y por qué otros, sin embargo, tienen la impresión de ser poco tomados en cuenta?

Si cada uno comprendiese: Dios nos acompaña hasta en nuestras insondables soledades. A cada uno le dice: «Tu cuentas mucho a mis ojos, tu eres precioso para mí, y te amo.» 3 Sí, Dios no puede más que dar su amor, ahí está el todo del Evangelio.

Lo que Dios nos pide y nos ofrece, es acoger sencillamente su infinita misericordia.

Que Dios nos ama es una realidad a veces poco accesible. Pero cuando descubrimos que su amor es ante todo perdón, nuestro corazón se apacigua e incluso se transforma.

Y henos aquí capaces de olvidar en Dios lo que acosa al corazón : ahí está la fuente donde volver a encontrar el frescor de un impulso.

¿Lo sabemos suficientemente? Dios nos entrega semejante confianza, que tiene para cada uno de nosotros una llamada. ¿Cuál es esa llamada? Él nos invita a amar como él nos ama. Y no hay amor más profundo que ir hasta el don de sí, por Dios y por los demás.

Quien vive de Dios elige amar. Y un corazón que decide amar puede irradiar una bondad sin límites. 4

Para quien busca amar en la confianza, la vida se llena de una belleza serena.

Quien elige amar y decirlo con su propia vida es llevado a interrogarse sobre una de las cuestiones más fuertes que existen: ¿cómo aliviar las penas y los tormentos de los que están cerca o lejos?

¿Pero qué es amar? ¿Será compartir los sufrimientos de los más maltratados? Sí, es eso.

¿Será tener una infinita bondad de corazón y olvidarse de sí mismo por los otros, con desinterés? Sí, ciertamente.

Y aún más: ¿qué es amar? Amar es perdonar, vivir reconciliados. 5 Y reconciliarse es siempre una primavera del alma.

En el pequeño pueblo de montaña en el que nací, vivía muy cerca de nuestra casa una familia numerosa, muy pobre. La madre había muerto. Uno de los hijos, un poco más joven que yo, venía a menudo a nuestra casa, quería a mi madre como si fuera la suya. Un día, supo que iban a marcharse del pueblo y, para él, irse no era fácil. ¿Cómo consolar a un niño de cinco o seis años? Era como si no tuviera la perspectiva necesaria para interpretar esa separación.

Poco antes de su muerte, Cristo asegura a los suyos que recibirán un consolador: les enviará el Espíritu Santo que será para ellos un apoyo y un consuelo, que permanecerá siempre con ellos. 6

En el corazón de cada uno, aún hoy susurra: «No te dejaré nunca solo, te enviaré al Espíritu Santo. Incluso si estás en lo hondo de la desesperación, me tienes cerca de ti.»

Acoger el consuelo del Espíritu Santo es buscar, en el silencio y la paz, abandonarnos en él. Entonces, incluso si se producen graves acontecimientos, se hace posible superarlos.

¿Acaso somos tan frágiles como para tener necesidad de consolación?

A todos nos ocurre el hecho de ser sacudidos por una prueba personal o por el sufrimiento de otros. Esto puede llevar incluso a estremecer la fe y a que se apague la esperanza. Encontrar de nuevo la confianza de la fe y la paz del corazón supone a veces ser paciente con uno mismo.

Hay una pena que marca particularmente: la muerte de alguien cercano, de alguien que necesitamos para caminar en la tierra. Pero he aquí que semejante prueba puede conocer una transfiguración, y entonces ésta abre una comunión.

A quien está en los límites de la pena, una alegría del Evangelio puede serle entregada. Dios viene a iluminar el misterio del dolor humano hasta el punto de acogernos en una intimidad con él.

Entonces estamos así situados en un camino de esperanza. Dios no nos deja solos. Nos concede avanzar hacia una comunión, esa comunión de amor que es la Iglesia, tan misteriosa y tan indispensable a la vez…

El Cristo de comunión 7 nos da ese inmenso don de la consolación.

En la medida en que la Iglesia llega a ser capaz de aportar la curación del corazón comunicando el perdón, la compasión, hace más accesible una plenitud de comunión con Cristo.

Cuando la Iglesia está atenta a amar y a comprender el misterio de todo ser humano, cuando escucha incansablemente, consuela y cura, llega a ser aquello que es en lo más luminoso de sí misma: limpio reflejo de una comunión.

Buscar la reconciliación y la paz supone una lucha al interior de sí mismo. Esto no es un camino de facilidad. Nada que dure se construye en la facilidad. El espíritu de comunión no es ingenuo, es ensanchamiento del corazón, profunda bondad, no escucha las sospechas.

Para ser portadores de comunión, ¿avanzaremos, en cada una de nuestras vidas, por el camino de la confianza y la bondad de corazón siempre renovada?

Por este camino habrá a menudo fracasos. Acordémonos que la fuente de la paz y la comunión están en Dios. En vez de desanimarnos, invocaremos al Espíritu Santo sobre nuestras fragilidades.

Y, a lo largo de toda la existencia, el Espíritu Santo nos concederá reemprender la ruta e ir, de comienzo en comienzo, hacia un porvenir de paz. 8

En la medida en que nuestra comunidad cree en la familia humana posibilidades para ensanchar…

NOTAS:
  1. Juan 14,27.
  2. I Juan 4,8.
  3. Isaías 43,4.
  4. En la apertura del concilio de los jóvenes, en 1974, el hermano Roger había dicho: «Sin amor, ¿para qué existir? ¿Por qué seguir viviendo? ¿Con qué fin? Ahí está el sentido de nuestra vida : ser amados siempre, hasta la eternidad para que, también nosotros, vayamos hasta morir de amor. Sí, feliz quien muere de amar.» Morir de amar quiere decir, para él, amar hasta el extremo.
  5. «Vivir reconciliados»: en su libro, ¿Presientes una felicidad?, publicado quince días antes de su muerte, el hermano Roger explicaba una vez más lo que estas palabras significan para él: «¿Puedo decir aquí que mi abuela materna descubrió intuitivamente como una clave de la vocación ecuménica y que ella me abrió una vía de concreción? Después de la Primera Guerra Mundial, ella estaba habitada por el deseo de que nadie tuviera que revivir lo que ella había vivido: cristianos combatiendo una guerra en Europa, que al menos los cristianos se reconcilien para tratar de impedir una nueva guerra, pensaba ella. Ella tenía antiguas raíces evangélicas pero, cumpliendo en ella misma una reconciliación, se puso en camino a la iglesia católica, sin por ello manifestar una ruptura con los suyos. Marcado por el testimonio de su vida, y todavía joven, encontré en su seguimiento mi propia identidad de cristiano al reconciliar en mí la fe de mis orígenes con el misterio de la fe católica, sin ruptura de comunión con nadie.»
  6. Juan 14,18 y 16,7.
  7. El «Cristo de comunión»: el hermano Roger utilizó ya esta expresión cuando acogió al papa Juan Pablo II en Taizé el 5 de octubre de 1986:«Con mis hermanos, nuestra espera cotidiana es que cada joven descubra a Cristo; no al Cristo tomado aisladamente sino al «Cristo de comunión» presente en plenitud en este misterio de comunión que es su Cuerpo, la Iglesia. Allí tantos jóvenes pueden encontrar dónde comprometer su vida entera, hasta el extremo. Allí tienen todo lo necesario para llegar a ser creadores de confianza, de reconciliación, no solo entre ellos, sino con todas las generaciones, desde los más ancianos hasta los niños. En nuestra comunidad de Taizé, seguir al «Cristo de comunión», es como un fuego que nos quema. Iríamos hasta el extremo del mundo para buscar caminos, para pedir, llamar, suplicar si fuera preciso, pero jamás desde fuera, sino siempre manteniéndonos al interior de esta única comunión que es la Iglesia.»
  8. Estos últimos cuatro párrafos transcriben las palabras que el hermano Roger dijo al final del encuentro europeo de Lisboa, en diciembre de 2004. Son las últimas palabras que pronunció públicamente.

FUENTE:
https://www.taize.fr/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY SÁBADO 22 JUNIO 2024

17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE


23 junio 2024
Pentecostés – Iglesia Ortodoxa

23 junio 2024 - 17’30 horas

Espacio Ecuménico
Parroquia Asunción, Franklin, 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

24 junio 2024
Nacimiento de San Juan Bautista


24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

25 junio 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

25 junio 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

25 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

28 junio 2024 – 20’30 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

29 junio 2024
Festividad de San Pedro y San Pablo, apóstoles

29 junio 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

29 junio 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 junio 2024
Festividad de Todos los Santos – Iglesia Ortodoxa


30 junio – 4 julio 2024

Enc
uentro Ecuménico “El Espinar”
Casa Fuentenueva. Hermanos Maristas. Carretera Guadarrama, km 5,5
SAN LORENZO DEL ESCORIAL (Madrid)

30 junio 2024 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)





viernes, 21 de junio de 2024

FRUTOS DE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 2024

En Burkina Faso, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos unió a las iglesias de una manera sin precedentes


CLAVE:
  • Ezéchiel Hébié, de la comunidad Chemin Neuf en Burkina Faso, recordó la Semana de oración por la unidad de los cristianos, celebrada recientemente en el hemisferio sur. Hébié también formó parte del grupo de redacción de los materiales de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos para 2024.

“La experiencia del Grupo de Redacción de Recursos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024 es una novedad para el ecumenismo en Burkina Faso”, dijo Hébié. “Creo que las semillas sembradas por este trabajo colaborativo han tenido efectos significativos en varios niveles”.

El primer efecto es un conocimiento mutuo más profundo entre varias iglesias en Burkina Faso, dijo, añadiendo que el segundo efecto es un mayor interés y conciencia de la importancia de orar por la unidad de los cristianos.

Por ejemplo, en la Arquidiócesis de Uagadugú, se organizaron reuniones con todos los representantes parroquiales locales responsables de las cuestiones relacionadas con la unidad de los cristianos, y se imprimieron y distribuyeron materiales de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en todas las parroquias.

"Un tercer efecto notable fue que se forjaron alianzas ecuménicas entre iglesias de diferentes denominaciones, católicas y protestantes”, afirmó Hébié.

El punto culminante de la celebración para Hébié fue la bienvenida a hermanos y hermanas de diferentes denominaciones cristianas y a representantes de diversas iglesias cristianas, a quienes les dio el agua de acogida fraterna en calabazas y un abrazo para expresar su amor mutuo.



Ezéchiel Hébié, miembro del grupo de redacción de los materiales de la Semana de Oración por la Unidad 
de los Cristianos 2024 de la comunidad Chemin Neuf en Burkina Faso.
Foto: cortesía de Ezéchiel Hébié


El tema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024 fue “Amarás al Señor tu Dios... y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27).

“Yo diría que este tema es más que actual en el mundo actual, que está marcado por un aumento de los conflictos armados y las guerras, los conflictos intercomunitarios, el terrorismo y el yihadismo, la violencia extrema en casi todas partes de las ciudades, por un lado, y por otro lado, por condiciones más duras para cruzar las fronteras entre países y acoger refugiados, un resurgimiento del nacionalismo y el rechazo de los inmigrantes”, afirmó Hébié.

“Además, existen injusticias sociales y económicas globales marcadas por la pobreza extrema de millones de personas que sufren hambre cada año en un mundo llamado desarrollado marcado por el desperdicio de miles de toneladas de alimentos y la riqueza global en poder de una minoría de personas. gente rica que se niega a compartir de manera más equitativa y ayudar a lograr un desarrollo verdaderamente sostenible”.

Todos estos lugares y relaciones difíciles nos llaman y cuestionan el significado profundo de este tema de amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos, señaló Hébié. “¡Nuestro mundo hoy sufre más por falta de amor que por falta de medios!”

Dado que 2025 marca el año en que el Consejo Mundial de Iglesias conmemorará el 1.700 aniversario del primer Concilio Ecuménico de Nicea, Hébié ve la conmemoración como una oportunidad única. “Esta es una oportunidad que las iglesias y los cristianos de todo el mundo deben aprovechar para acoger más plenamente la riqueza de nuestras diversidades reconciliadas, por un lado, y por el otro, para orar juntos y tejer más alianzas para acercarnos y romper aún más. los muros de separación que todavía existen entre nuestras iglesias”, dijo. “Y para ello podemos sacar fuerza y ​​gracia de este mandamiento del amor: ¡ama a Dios y ama a tu prójimo como a ti mismo!”

Burkina Faso

Burkina Faso está situada en el Sahel, al sur del desierto del Sahara. El imperio Mossi gobernó esta tierra hasta finales del siglo XIX, cuando se convirtió en protectorado francés y más tarde en colonia, llamada Alto Volta por los franceses. El país obtuvo su independencia en 1960 y recibió su nombre africano durante la época de los golpes militares de los años 1980. Más del 90 por ciento de la población se dedica a la agricultura, principalmente de subsistencia y pastoreo nómada. Una de las principales amenazas para la economía es la sequía recurrente. Muchos grupos locales innovadores están trabajando con la población rural para mejorar las condiciones de vida. El algodón es el principal producto de exportación. En los últimos años, Burkina Faso ha tomado la delantera en la defensa de la causa del algodón del Sur en las rondas de negociaciones de la OMC. El Islam se introdujo en la zona durante el siglo XVIII y el cristianismo llegó con la colonización. Hoy en día, más de la mitad de todos los cristianos son católicos. Las denominaciones protestantes pertenecen a las tradiciones evangélica y pentecostal. La más grande son las Asambleas de Dios (pentecostales, 800.000 miembros). Juntos forman la Federación de Iglesias y Misiones Evangélicas, afiliada a la WEA. En las décadas de 1970 y 1980, el Consejo Mundial de Iglesias llevó a cabo un amplio programa contra la sequía en Burkina Faso y otros países del Sahel, con una oficina con sede en Uagadugú, la capital de Burkina Faso

Asociación de Iglesias Evangélicas Reformadas de Burkina Faso, AEERB

La Asociación es una agrupación de congregaciones locales ubicadas principalmente en la zona norte de Burkina Faso y en la capital Uagadugú, que fueron fruto de la labor evangelizadora de un pastor que se separó de las Asambleas de Dios (pentecostales) en 1977. Estudió en la Instituto Teológico de Porto Novo (Benín) donde conoció la tradición presbiteriana reformada. La asociación se fundó oficialmente en 1986. El pastor y sus compañeros de trabajo evangelizaron en zonas rurales remotas y la mayoría de los miembros de la iglesia son cristianos de primera generación. Las congregaciones están establecidas entre los sectores más pobres de la población de esta región del Sahel, donde la gente subsiste con una cosecha de mijo o sorgo al año, en condiciones muy duras y precarias. La asociación intenta ayudar a los campesinos cavando pozos, instalando bombas de agua, estableciendo bancos de cereales, construyendo escuelas y clínicas, un pequeño orfanato, etc. El presidente de la asociación ha podido establecer relaciones con varias agencias ecuménicas, que están proporcionando apoyo a estos proyectos.

La asociación reconoce la autoridad soberana de la Palabra de Dios encarnada en Jesucristo y revelada por el Espíritu Santo en los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, confesada en el Credo de los Apóstoles, los Credos Ecuménicos y las Confesiones de Fe de la Reforma. .

La asociación cuenta actualmente con nueve iglesias y tres centros de evangelización que también se convertirán en iglesias locales. Cada congregación tiene un párroco y un consejo parroquial. En el futuro las iglesias locales se agruparán en consistorios y sínodos regionales. El sínodo general compuesto por delegados de las regiones actúa como asamblea general de la asociación.

Iglesias miembros del Consejo Mundial de Iglesias presentes en Burkina Faso

Iglesia de Noruega

FUENTE:
https://www.oikoumene.org/

AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY VIERNES 21 JUNIO 2024

20’00 horas

Oración Interconfesional
Iglesia Luterana, paseo Castellana, 6
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA


22 junio 2024 - 17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)

22 junio 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

23 junio 2024
Pentecostés – Iglesia Ortodoxa

23 junio 2024 - 17’30 horas

Espacio Ecuménico
Parroquia Asunción, Franklin, 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

24 junio 2024
Nacimiento de San Juan Bautista


24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

24 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

25 junio 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

25 junio 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

25 junio 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

26 junio 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

28 junio 2024 – 20’30 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

28 junio 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

29 junio 2024
Festividad de San Pedro y San Pablo, apóstoles

29 junio 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

29 junio 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 junio 2024
Festividad de Todos los Santos – Iglesia Ortodoxa


30 junio – 4 julio 2024

Enc
uentro Ecuménico “El Espinar”
Casa Fuentenueva. Hermanos Maristas. Carretera Guadarrama, km 5,5
SAN LORENZO DEL ESCORIAL (Madrid)

30 junio 2024 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)