Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 20 de mayo de 2024

REFLEXIÓN SOBRE MARÍA

MARÍA, MUJER CREYENTE


por Carmen Herrero

INTRODUCCIÓN.

María, por excelencia, es la mujer creyente, la mujer que, desde la fe pura y desnuda, al anuncio del Ángel dijo: “Amén”, “Hágase en mí, según tu Palabra”. María, hija de Israel, la elegida, entre todas las mujeres, para ser la Madre de Dios. Por su profunda fe y humildad María es la Madre de Jesús, Madre de la Iglesia, Madre de del pueblo de Dios; 1 más aún, Madre de toda la humanidad. En el corazón maternal de María cabe todo hombre y mujer, no importa la raza, ni el color, ni el credo que profese. Ella es la Madre de todos los vivientes, aunque no todos sus hijos la reconozcan por Madre. La maternidad de María es universal, unida a la Redención de su Hijo, que se ha encarnado en sus entrañas para salvar a toda la humanidad.

La finalidad de esta reflexión es profundizar en María como mujer creyente. Y lo haremos a través del texto bíblico de la Anunciación (Lc 1, 26-37), para aprender de ella a decir nuestro propio SÍ desde una fe adulta. Pues, tú, y yo también estamos llamados a decir amén al proyecto del Señor; ya que de poco nos valdría que María hubiese dado su consentimiento, si nos resistimos a los planes que Dios tiene para nosotros y le volvemos la espalda. El verdadero amor a María nos lleva a parecernos a ella. Ella es nuestro espejo, en ella debemos mirarnos para encarnar con nuestra vida sus propias virtudes, su talante creyente y su disposición de entrega generosa y gozosa, su solicitud a la escucha de la Palabra.

En la espiritualidad mariana se insiste mucho en el fiat de María, en María como "la Virgen del fiat". Sin embargo, actualmente, los mariólogos más bien optan por el “Sí” de María, por el “Amén”, por el “hágase en mí”. ¿Por qué? Porque María no hablaba latín, entonces, no pudo pronunciar esta palabra: fiat. Esta palabra se le ha atribuido muchos siglos después influenciada por el latín. Por este motivo no les sorprenda que no hable del fiat de María, sino del sí de María, del amén; porque expresan con más fuerza el consentimiento de María ante la Anunciación del Ángel, y además son palabras más cercanas a las que ella misma pudo pronunciar desde su propio idioma: el arameo.

Estamos en el mes de mayo, y en casi todos los pueblos de España, se celebran fiestas marianas, por este motivo hemos querido, en este mes de las flores, mes de María, hacer presente a María, la flor más bella que rosal alguno pudo crear.

I. RESPUESTA DE MARÍA AL ANGEL DESDE UNA FE ADULTA

En nuestros días se habla y se insiste en vivir una fe adulta, una fe bíblica, evangélica, dejando atrás una fe infantil, fundada más bien en una fe popular, de costumbres que en la Palabra de Dios. El evangelista Lucas dice: “El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea” (Lc 1,26). El ángel puede ser una moción, una intuición de la proximidad de Dios en nuestra vida. En realidad, la aparición del ángel es una posibilidad con la que cuenta todo ser humano, pues el ángel de Dios, siempre es enviado cuando el Señor quiere comunicar a alguien un mensaje. Casos de estos los tenemos en la Biblia. Recordamos el sueño san José.

La aparición del ángel a María, ante todo, es una experiencia interior percibida en lo más profundo de su ser. Esta experiencia interior de María le permitió escuchar la voz del ángel que le traía el mensaje de parte de Dios. De aquí la importancia del silencio interior, el recogimiento, la interiorización y la oración, para escuchar esas voces interiores, esas inspiraciones que Dios nos revela a través de las mediaciones; pues el ángel es un enviado, una mediación de Dios para transmitirnos su mensaje.

Seguro que cuando el ángel Gabriel le habló a María no estaba distraída ni dispersa con mil cosas y pensamientos; sino más bien recogida, silenciosa, presente a ella misma y a Dios, aunque estuviese ocupada en las tareas de la casa. María, es la orante perfecta, la mujer interiorizada, silenciosa y solitaria, a quien Dios le habla por medio de su mensajero. Dios también quiere encarnarse en ti y en mí, no físicamente, como lo hizo en el seno de María; pues María dio su carne a la Palabra. Este hecho histórico no se repite; pero Jesús desea encarnarse, hoy y ahora, en tu propio corazón, en tu vida. Este es el mensaje central que debes acoger y guardar de esta lectura y vivirlo a la luz del Sí de María. Tú también tienes que dar un sí al plan que Dios tiene para ti, María está a tu lado, para que, como ella, desde la confianza, la fe y el abandono, digas: amén. El sí de María te fortalece, no tengas miedo y abandónate entre los sus brazos maternales; pues ella, antes que tú, se abandonó en los brazos amorosos de Dios, nuestro Padre.

El ángel saluda a María: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1, 26-38). Este saludo del ángel nos da la certeza de que Dios está con María, ella no está sola para llevar a cabo la misión que el mismo Dios le confía. Él está con ella y le acompaña en este camino tan extraordinario como sorprendente y difícil para una joven doncella como era María, y más teniendo presente el contexto cultura de su tiempo.

Si este texto evangélico lo leo en clave personal, tengo que decirme: estas palabras del ángel Gabriel, dichas a María, hace más de dos mil años, hoy van dirigidas a mí; y cada uno puede poner su propio nombre. “Alégrate, llena de gracia, el Señor estás contigo”. La lectio divina nos lleva a eso, a actualizar la palabra en el tiempo, a personalizarla: cuando leo la Palabra la hago mía; pues, de nada me serviría que Dios se hubiese encarnado en el seno de María, en el tiempo, si hoy no se encarna mística y espiritualmente en mi interior. Si no “autorizo” a Dios que “acampe”, y “plante” su tienda en mi corazón, y desde su presencia amante cambie mi historia, es decir, reorganice mi corazón evangélicamente. “Vino a los suyos y los suyos no le conocieron” (Jn 1,11). Esto también puede pasarte a ti y a mí, pues el Señor te visita, te envía su ángel, a ti de reconócelo.

¿Creo realmente que Jesús quiere encarnarse en mí y nacer en mí? Y si lo creo, ¿preparo mi interior, su morada? Cuando Dios se encarna en mí no es para que me quede muy a gusto con Él y lo retenga solamente para mí; eso no es lo que hizo María, y nosotros como ella tenemos que dar a luz a Cristo; es decir, tenemos que anunciarlo. Esta es la verdadera evangelización: anunciar desde la fe y la experiencia a "Aquel" que me habita y da sentido a mi vida. El mundo está harto de discursos vacíos, sin vida alguna; lo que está necesitando es de testimonios de hombres y mujeres que vivan una fe adulta y comprometida; porque sólo quien es coherente con la fe que profesa, puede comunicar su experiencia y convencer.

Les comparto un testimonio reciente de un matrimonio belga: “El encuentro con una religiosa, de san Vicente de Paúl, carismática, nos transformó la vida, así como la de nuestros hijos y la de toda la familia. Decían: Esta Hna. es una mujer llena del Espíritu Santo, orante y con un fuego abrasado por dar a conocer a Cristo, te contagia. Nosotros éramos cristianos practicantes, buenas personas; pero sin más. Después del encuentro con esta religiosa, hace más de treinta años, nuestra manera de vivir el cristianismo ha cambiado por completo. Somos muy felices y nuestra vida está entregada plenamente a los demás, desde una vida interior de oración y compromiso de evangelización.

Estas personas son las verdaderas evangelizadoras. Aspiremos, pues, a serlo, ya que también tú estás llamado, llamada, a vivir en plenitud tu vocación cristiana, a ser testigos de Cristo. Desciende a tu yo profundo y vive desde él, es decir, arraiga tu vida en la presencia creadora que te habita: Dios. El Espíritu cubrió con su sombra a María, Pero él también te cubre a ti con su amor y fecunda tu vida.

El ángel Gabriel comienza con un saludo: “Alégrate”, favorecida, el Señor está contigo. “Alégrate” (Jaire, kejaritomene). Ese “Alégrate”, ese “Jaire” es mucho más que “Alégrate”, quiere decir: “exulta de gozo, danza, baila, baila al son del pandero... Alégrate, el Señor está contigo”. Esta no es una alegría engañosa, esporádica, sino una alegría que se cimienta en la certeza del amor de Dios, de sentirse amado y habitado por Dios.

Cuando el ángel se dirige a María comienza comunicándole la presencia de Dios en su vida: “El Señor está contigo”. Ese es el motivo por el cual María puede exultar de gozo; porque “el Señor está con ella”. Tener la certeza de que Dios está conmigo, es la experiencia más esencial en la vida humana y la que te capacita para decir sí y realizar los proyectos de Dios en tu vida. Porque ya no estás solo/a, pues Dios camina contigo, como caminó con su pueblo elegido, Israel, siendo fiel a su Alianza, y también acompañó a María en el proyecto que le había confiado.

“Ella se turbó ante estas palabras”. Realmente, estas palabras, serían un choque para María, ella quedó impactada, desconcertada, pues ellas eran incomprensibles para la inteligencia humana. María se siente perpleja, asombrada ante tan gran misterio. Pero el Ángel que comprende el estado de María le dice: “No temas, María, has encontrado gracia ante Dios”. El ángel la llama por su nombre: María. El nombre tiene una importancia particular en la cultura bíblica, es la expresión del amor de Dios; porque Dios nos conoce a cada uno por nuestro nombre. Dios nos ama como un ser único; como sólo él puede amar. Y desde este profundo amor te dice a ti: “no temas”. Recordemos la aparición del Jesús resucitado a María Magdalena: ¡María!, y al llamarla por su nombre ella lo reconoció: ¡Rabboni!

La voz del ángel despierta en María una gran confianza liberándola de su temor, de sus miedos. Entonces, María escucha en su interior el designio de Dios sobre Ella: “Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”. A María, Dios le promete un hijo que llevará por nombre Jesús, que significa Dios salva, Dios es el Salvador; y salvación quiere decir: rescatarnos del poder de las tinieblas y de la esclavitud, para llevarnos a la luz, a la libertad, gozando así de la filiación divina, “pues ya no eres esclavo, sino hijos en el Hijo. Y como hijo, también heredero” (Gal 4,7).

María se siente perturbada ante la sorpresa de que Dios se dirija a ella anunciándole su maternidad, por eso pregunta: “¿Cómo será eso, pues no conozco varón?” María, conocía las normas morales de su época, las cuales le impedían las relaciones matrimoniales antes de los desposorios. (La Anunciación se sitúa entre ese intervalo antes de vivir juntos). La promesa del ángel a María puede resultar ilusoria y, por eso, ella pregunta: ¿Cómo puede ser eso? También nosotros, a veces, nos preguntamos: ¿podremos comenzar una nueva vida? ¿Podemos superar nuestras tendencias negativas, incluso nuestro pecado y abrirnos a la ternura y a los deseos de felicidad que llevamos dentro? ¿Puedo vivir una maternidad o paternidad espiritual? Ante tal o tal situación, ¿cómo afrontarla y vivirla desde la fe y la confianza?

Una vez más, la respuesta es sencilla, Dios se encargará de todo: “El Espíritu del Señor te cubrirá con su sombra”. El Espíritu Santo, la fuerza poderosa de Dios, actuará en tu seno virginal para engendrar a Cristo, al Hijo de Dios. ¡Lo imposible para la naturaleza, se hace posible para el poder del Espíritu de Dios! Nosotros también necesitamos recordar que el Espíritu nos cubre con su sombra, lo que necesitamos es renovar nuestra fe y confianza en su acción divina, en su presencia amorosa en nuestra vida; porque él nos cubre constantemente con su sombra creadora.

Y el ángel le da a María una señal: “Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril”. La esterilidad era un oprobio para las mujeres del pueblo Israel. Este milagro de Dios es una llamada a la confianza plena, porque Dios puede fecundar nuestra esterilidad, porque todo es posible para el que cree y confía en la acción divina.

María responde: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. María expresa su “Sí” radical a Dios. La actitud de María es de una disponibilidad incondicional, con una confianza plena a los planes de Dios. También, hoy, Dios te invita a vivir ese sí radical a los planes que él tiene para ti. Piensa que Dios necesita tu sí para realizar su obra en ti, para fecundad tu maternidad espiritual. San Pablo dice que "Dios ama al que da con alegría" (2 Cor 9,7), y María dijo a Dios su SÍ con alegría y gratitud.

A MODO DE CONCLUSIÓN

María está constantemente dando a luz, su maternidad es perpetua; porque ella engendra sin cesar nuevos hijos a la Gracia. María engendró a Jesús, el Hijo de Dios, en el tiempo y en el espacio; pero su maternidad continua viva y fecunda hasta el fin de los tiempos, hasta que “Cristo sea Todo en todos” (Col 3,11).

María convoca y une. Desde el primer momento en el que su Hijo muere, María asume su misión de Madre, su misión de reunir y unir; de avivar la esperanza y la fe de los apóstoles en aquel sábado santo envuelto en las tinieblas y el dolor de la muerte de su Hijo. María está con los discípulos, los acompaña, los sostiene con su presencia amante, orante y silenciosa; y los discípulos encuentran en ella la fortaleza, el apoyo maternal y la fe que necesitan para vivir esos primeros momentos tan difíciles como tuvieron que vivir: ver morir al Maestro en una cruz, como el malhechor más abominable, ¡no podemos ni imaginarlo! (cf. Lc. 1,14). Pero María está con ellos, y sigue “de pie”, es decir, integra y confiada; porque ella espera contra toda esperanza. Pues si Dios ha engendrado a Cristo en sus entrañas con la “sombra de su Espírito Santo”, todavía puede hacer obras mayores; ella ignora cómo eso va a suceder, ¿cómo será esto? Tal vez, esta misma pregunta que le hizo al ángel, se la hace en su interior en estos momentos de intenso y profundo dolor, en la ausencia de su Hijo amado. “María guardaba todas las cosas en su corazón” (Lc 2, 19-29). Ella había escuchado a su Hijo, le había acompañado desde su Encarnación hasta el final del camino y tenía la certeza de que la vida de su Hijo amado no podía terminar en la cruz ni en el sepulcro. Por eso María cree, espera y adora los misterios del Padre que les serán revelados en la triunfante Resurrección de su Hijo.

Les invito a contemplar a María como mujer de fe, ya que solamente ella puede enseñarnos a vivir las dificultades de la vida desde una fe adulta profunda y sincera, en total abandono y confianza; desde la certeza de que Dios nos cubre siempre con su sombra; y por difíciles que nos parezca las situaciones, Dios siempre hace renacer la vida de la nada. Dice el Papa Francisco: “María es la mujer de fe, que vive y camina desde la fe. Y su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de referencia constante para la Iglesia” 2

La mirada maternal de María. Dejémonos mirar por María. Pues, si el mirar de Dios es amar, el mirar de María es pura ternura, ella nos mira con amor maternal, su amor nos arropa y nos cobija bajo su manto misericordioso, engendrándonos y conduciéndonos a vivir en intimidad con su Hijo. Aprendamos a vivir esa relación filial con María en profundidad, revestidos de una fe adulta y sincera.

Quiero terminar con estas palabras: María, tus padres te pusieron por nombre María. El Ángel Gabriel te llamó “llena de gracia”. Isabel, tu prima, te saludó como “Bendita entre las mujeres”. La Iglesia, desde los primeros siglos, te invocó y proclamó la Theotokos, la Madre de Dios. Cada pueblo te invoca de manera diferente, con el nombre de lugares, de plantas, de paisajes, de montañas y de mares; y todos estos nombres para confesar la fe y el amor del pueblo cristiano, que te proclama: Madre de la Iglesia, Madre de los creyentes.

Que la Virgen nos ayude a vivir siempre firmes en la fe 
y alegres en la esperanza,
y a celebrar este mes de mayo, dedicado a María, 
con devoción y amor filial.

NOTAS:
  1. El 21 de noviembre de 1964, el papa Pablo VI en el discurso de clausura de la tercera etapa del Vaticano II destacó el carácter de la Iglesia como pueblo de Dios. Seguido presento a María como Madre de Dios y su relación con la Iglesia, otorgándole en la Lumen Gentium el título de: “Madre de la Iglesia”. “Proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título”.
  2. Papa Francisco. (E.G. nº 282).
AUTORA:
Hna. Carmen Herrero, religiosa. Iglesia católica romana


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY LUNES 20 MAYO 2024

19’00 horas

Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)

19'00 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Iglesia Greco Melkita Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Avda, Raul Scalabrini Ortiz, 1352
BUENOS AIRES (Argentina)

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

21 mayo 2024 - 19'00 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Iglesia Anglicana San Juan Bautista. 25 de mayo, 282
BUENOS AIRES (Argentina)

21 mayo 2024 – 20’00 horas

Oración Ecuménica de Pentecostés
Club Parroquial Cristo Rey, plaza de España, 2
SABIÑÁNIGO (Huesca)

21 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

22 mayo 2024 - 18'00 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Congregación Evangélica Alemana. Esmeralda, 162
BUENOS AIRES (Argentina)

22 mayo 2024 - 20'00 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Congregación Evangélica El Redentor. Simbron y Cuenca
BUENOS AIRES (Argentina)

22 mayo 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

22 mayo 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

23 mayo 2024
Fiesta budista del Vesak, día de Budha

23 mayo 2024 – 19’00 horas

Acto Ecuménico Semana de Oración por La unidad de los Cristianos
Sede Central de la Iglesia Cristiana Bíblica, Bermúdez 3075
BUENOS AIRES (Argentina)

23 mayo 2024 - 19'30 horas

Acto Central Semana Oración Unidad Cristianos
Parroquia Santa Julia. Avda. Juan Bautista Alberdi, 1195
BUENOS AIRES (Argentina)

24 mayo 2024
Fiesta Baha’í. Declaración del Báb

24 mayo 2024 - 18'15 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Parroquia Sagrada Eucaristía. Avda. Santa Fe, 4310
BUENOS AIRES (Argentina)

24 mayo 2024 – 19'30 horas

Entrega de la Medalla al Mérito Ecuménico de la Asociación Ecuménica Cristianos por Terrassa
Rvda. Noemí Cortès y Roca
Iglesia Evangélica Unida de Terrassa, avenida Béjar, 299.
TERRASSA (Barcelona)

24 mayo 2024 – 20’00 horas


Oración Interconfesional
Iglesia Luterana, paseo Castellana, 6
MADRID

24 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

24 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

25 mayo 2024 - 11’30 horas

Jornada de Convivencia de Fin del Curso Ecuménico
Basíslica de Santa Engracia, calle Tomás Castellano, 1
ZARAGOZA

25 mayo 2024 - 17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

25 mayo 2024 - 17’00 horas

Encuentro Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
Iglesia Metodista Metodista Argentina. Yerbal 2451 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

25 mayo 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

25 mayo 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

26 mayo 2024
Santísima Trinidad
Celebración judía Lag B'Omer

26 mayo 2024 - 10'30 horas

Oración Ecuménica Semana Oración Unidad Cristianos
Congregación Unida El Buen Pastor. Lacroze 2985
BUENOS AIRES (Argentina)

26 mayo 2024 – 18’30 horas


Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)

27 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

27 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

28 mayo 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de Maria Auxiliadora, paseo San Juan Bosco, 70
BARCELONA

28 mayo 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

28 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

29 mayo 2024
Fiesta Baha`í de la Ascensión de Baha'u'llah 
Zoroastrismo. Zartusht-no Diso

29 mayo 2024 – 19'00 horas

Reflexión Ecuménica para la Unidad
Instituto Teológico de Murcia, Plaza Beato Andrés Hibermón, 3
MURCIA

29 mayo 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

29 mayo 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

30 mayo 2024
Corpus Christi

31 mayo 2024 – 20’30 horas


Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

31 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

31 mayo 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA




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