MUJER Y CRISTIANISMO

DINAMISMO DE LA MUJER CRISTIANA

Por Carmen Herrero

Quiero empezar indicando la etimología de “dinamismo” que presenta el diccionario de la lengua española, porque ello va a ayudarnos a comprender mejor el dinamismo que ejercita la mujer en todas sus tareas. En esta reflexión nos referimos a la mujer cristiana; pero este dinamismo es válido para todas las mujeres.

Dinamismo: “Energía o fuerza que da actividad y propulsión”. “Cualidad de la persona activa y emprendedora que actúa con prontitud, diligencia y energía” (Diccionario de la Lengua Española.)

En esta reflexión, dado el espacio del que disponemos, es imposible abarcar los dos mil años de historia del cristianismo, por ello nos limitaremos a dar algunas pinceladas sobre el “dinamismo creativo” de algunas de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad actual; porque toda actividad eclesial redunda en beneficio de la sociedad. Pensemos en la labor social y caritativa que la Iglesia desarrolla, la mayor parte es realizada por mujeres. El dinamismo de la mujer es un tema muy vasto e importante que necesita una reflexión y profundización a nivel bíblico-teológico, eclesial y sociológico. Pero ello no entra en esta reflexión.

LAS MUJERES EN EL JUDAISMO

En los tiempos de Jesús, en la sociedad judía, la mujer era un sujeto oculto, relegada a la intimidad del hogar, dedicada a la familia, al marido que era “su dueño”. La finalidad de la mujer era la fecundidad. La mujer era respetada por su sumisión, por sus virtudes domésticas y por mantenerse 'en su sitio', el sitio establecido por los hombres, es decir: en el anonimato y en el silencio; pues no tenía voz para nada. La mujer no tenía otra opción que la sumisión al marido. Las mujeres pasaban de la potestad paterna a la potestad marital, cuando contraían matrimonio. En este contexto Jesús fue como un rayo de luz que ilumina el horizonte de estas mujeres israelitas, judías, abocadas a vivir en la oscuridad, en la sumisión, en la esclavitud; totalmente marginadas y humilladas. Incluso se llegó a cuestionar si la mujer tenía alma. En el ritual judío, en su oración diaria, los hombres recitan una acción de gracias que dice así: «Bendito eres tú, SEÑOR nuestro Dios, Soberano del Universo, porque no soy “gentil” ni “esclavo”, y porque no me has hecho “mujer”. Esta plegaria expresa, de manera precisa, la postura anti-gentil y anti-femenista del judaísmo. Ante tal postura patriarcal el dinamismo de la mujer era sufrir el hecho de ser mujer con toda la dignidad, querer a sus hijos y ser una buena ama de casa y esposa sumisa. Este era su único horizonte y su misión de la mujer en la sociedad.

LAS MUJERES EN LA VIDA DE JESÚS

Con la llegada de Jesús y su actitud de cara a las mujeres, muchas de ellas (Israelitas judías) pasaron de un judaísmo patriarcal a seguir a un Mesías que les dio un singular protagonismo en su vida. Jesús manifiesta abiertamente en su vida pública quién es, para qué ha venido al mundo y cuál es su misión. Ha venido a liberar al género humano de toda clase de esclavitud y darle la libertad de los hijos de Dios, y las mujeres forman parte de esta humanidad que necesita ser liberada del poder machista, y de las leyes judaicas. «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolirla, sino a darle cumplimiento” (Mt. 5,17).

En los Evangelios vemos la relación que Jesús tiene con las mujeres y su manera de situarse ante ellas: cercano, compasivo, atento, observador, liberador. Destacamos tan sólo algunos gestos que nos revelan la compasión y la empatía de Jesús por la mujer, especialmente por aquellas más despreciadas y marginadas de la sociedad y del judaísmo que nos narra el evangelista Lucas.

• La viuda de Naím (Luc. 7,11-17).
• La pecadora arrepentida (Luc. 7,36-50).
• Las discípulas (Luc. 8,1-3).
• Su madre y sus hermanos (Luc. 8,19-21).
• La hemorroísa (Luc. 8,43-48).
• La hija de Jairo (Luc. 8,40-42.49).
• Marta y María (Luc. 10-38-42).
• La mujer encorvada (Luc. 13,10-17).
• La mujer de la dracma perdida (Luc. 15-8-10).
• La viuda importuna (Luc. 18-1-8).
• El óbolo de la viuda (Luc. 21-1-4).
• Las mujeres presentes en la Pasión (Luc. 23,27-28).
• Las mujeres junto al sepulcro (Luc. 23,55; 24,1-12).

EL DINAMISMO DE LAS MUJERES EN LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

En los evangelios, especialmente los sinópticos, las mujeres ejercen un papel central como testigos de la muerte y sepultura de Jesús. Y también en el descubrimiento de la tumba vacía (cf. Lc. 24,1ss). Jesús resucitado elige revelarse primero a las mujeres que habían sido fieles en acompañarle en su camino hacia el calvario, en su crucifixión, muerte y sepultura. El dinamismo de estas mujeres, su fortaleza y su gran amor por Jesús les lleva a acompañarle hasta el final de su vida: “Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea, lo iban observando todo de cerca y se fijaron en el sepulcro y en el modo que habían colocado el cadáver. Vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento» (Lc. 23, 55-56). En Marcos, Mateo y Lucas, Jesús se aparece a las mujeres, a un grupo de mujeres (cf. Lc. 24, 1ss), mientras que, en Juan, la primera aparición fue únicamente a María Magdalena (cf. Jn. 20, 1-18).

En los hechos que nos muestran los Evangelios -de la pasión y muerte de Jesús-, palpamos el dinamismo de las mujeres, la energía y la capacidad de entrega, una entrega incondicional en el seguimiento de Jesús. Solamente ellas perseveraron hasta el final del camino acompañando a Jesús, unidas a María, la madre de Jesús y a Juan, el discípulo amado. Pero también fueron las primeras en encontrarse con Jesús resucitado. Jesús conoce el corazón de la mujer, su capacidad de amar, de entrega y de fidelidad, y si en su vida les reconoce toda su dignidad, ahora con este gesto de aparecerse resucitado en primer lugar a ellas, todavía las eleva más en su dignidad femenina. Jesús confía plenamente en la capacidad de la mujer para el anuncio del Kerigma.

LA PRIMERA PALABRA DEL RESUCITADO

MUJER, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? (Jn. 20,14). Para nosotras, las mujeres, es conmovedor que la primera palabra de Jesús resucitado sea: ¡Mujer! Esto nos enaltece y eleva. Literalmente sabemos que Jesús al decir: “MUJER” se dirige a una mujer concreta: a María Magdalena que busca el cuerpo de Jesús (Jn. 20,13), pero en ella estamos representadas todas las mujeres de la historia. A esta primera palabra, Jesús añade: ¡María! Entonces es cuando María Magdalena reconoce al Mesías: ¡Rabboni! Sentirte llamada por tu nombre es sentirte reconocida, valorada y querida por lo que realmente eres.

Jesús elige a una mujer: María Magdalena para que sea la anunciadora de su resurrección, a ella le confiere el privilegio de anunciar a los apóstoles que Jesús está vivo: “Anda, vete y diles a mis hermanos que voy a mi Padre, que es vuestro padre; a mi Dios que es vuestro Dios. María Magdalena se fue corriendo adonde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y les comentó lo que el Señor le había dicho” (Jn. 20, 17-18). ¿Qué mayor dignidad puede conceder Jesús a la mujer? ¿Qué mayor honor y misión para la mujer creyente que la de ser elegida para anunciar la Resurrección de Cristo?, el acontecimiento central de nuestra fe. Pues como dirá Pablo: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe” (1 Co 15,12.16-20). La historia nos confirma el dinamismo de las mujeres -en las primeras comunidades cristianas-, en el anuncio del Kerigma; si bien pocos siglos más tarde los clérigos, las relegaron nuevamente al silencio y al anonimato, pues les cortaron las alas.

LA ACTITUD DE LA IGLESIA ANTE LA MUJER

Poco importa que la Iglesia -durante tantos siglos- haya cortado las alas a las mujeres, ellas han seguido volando pese a tener las alas mutiladas. Después del Concilio Vaticano II una mentalidad distinta comenzó a emerger en la Iglesia, entre minorías. Pese a todas las ataduras que les han impuesto, a través de la historia, las mujeres han sabido volar alto y ancho, desplegando sus alas con agilidad, eficacia y destreza para proclamar que Jesucristo ha resucitado, y que vive entre nosotros, que nos ama y quiere que entre hombres y mujeres exista el amor, el respeto, la colaboración en la construcción de una Iglesia y sociedad más humana y más divina, donde los talentos y dones se puedan compartir y poner al servicio del Evangelio, del progreso y del bienestar de todos. “La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos”, mis discípulas (Jn. 15, 8).

Podemos decir que la Iglesia, influenciada por la mentalidad de la sociedad y el deseo de poder y dominio sobre la mujer, no ha comprendido que hombres y mujeres, tienen la misma dignidad dada por Dios en el momento de la creación y confirmada por el bautismo. Tampoco ha tenido, ni tiene en cuenta la dignidad que Jesús confirió a la mujer sacándola del anonimato y de la humillación. Los evangelios nos muestran el trato sencillo y cercano que Jesús tuvo con las mujeres en su vida pública. Incluso, algunas de ellas formaban parte, con los discípulos, de la misión de Jesús. “Jesús caminaba por pueblos y aldeas predicando y anunciando el reino de Dios. Iban con él los doce y algunas mujeres” (Lc. 8, 1). San Pablo escribe a los Gálatas: “Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. Ya no hay distinción entre judíos ni griegos; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús" (Gal. 3, 27-28). Sin embargo, llevamos más de dos mil años de cristianismo y, en muchos sectores, estas palabras de Pablo son completamente ignoradas, así como la dignidad de igualdad que Jesús ha reconocido a las mujeres. La Iglesia católica es cosa de hombres, como el judaísmo. Y por muchos progresos que se van logrando no es fácil cambiar las mentalidades y la manera de pensar, proceder y gobernar.

Pero pese a la influencia y poder masculino en contra de la inserción de la mujer en la organización y gobierno de la Iglesia, el Espíritu Santo es mucho más creativo e inteligente que los jerarcas y eligió a mujeres que, han dado un gran dinamismo al espíritu de Jesús, al espíritu del Evangelio que está muy por encima de las estructuras jerárquicas, formadas todas ellas únicamente por varones. La Iglesia católica no ha integrado a la mujer en su estructura, sin embargo, el Espíritu Santo la ha insertado en el corazón de la Iglesia mística, en la Iglesia doméstica y caritativa, en la Iglesia creativa, en la Iglesia de las Bienaventuranzas (Mt. 25, 31-46). Y en esta Iglesia es donde muchas mujeres han sabido desarrollar lo mejor de ellas mismas en el servicio a los hermanos más desfavorecidos y pequeños de la sociedad. Y en nuestros días la mujer sigue optando por esta Iglesia desde su misión callada, creativa y evangelizadora, inspiradas por su Único Maestro y Señor que las conduce y da fecundidad a sus vidas y a su misión. Estas mujeres desde su ser femenino, saben alentar, animar, acompañar, consolar y educar en la fe; así como crear espacios de dialogo, de escucha, de amistad, de oración, de crecimiento humano y espiritual; de unidad entre las diversas confesiones cristianas y entre las diversas religiones y culturas. La mujer tiene la capacidad de crear puentes que acorten la distancia y produzcan frutos de unidad y fraternidad.

Reconocemos que la mujer tiene poco espacio en la liturgia oficial de la Iglesia, sin embargo, es muy creativa en crear otras formas “paralitúrgicas”, es decir, otras formas de orar y alabar al Señor, que atraen, llegan al corazón y ayudan a crecer en la fe y en la vivencia de Jesús. Estas mujeres son verdaderas “sacerdotisas” que saben desde la verdadera sabiduría humana y espiritual hacer que la vida nazca, crezca y se desarrolle en toda su plenitud. Las mujeres cristianas queremos embellecer a nuestra Madre la Iglesia con nuestras vidas y compromiso, porque la amamos, y la llevamos en nuestras entrañas. Por algo Jesús les confió el anuncio de su Resurrección.

El Papa Francisco, que hace cuanto puede por favorecer la dignidad de la mujer y sacarla del anonimato, confiándole puestos de responsabilidad en la Iglesia, dice: "La mujer tiene la capacidad de tener juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos. Y piensa lo que siente, siente lo que piensa y, hace lo que siente y piensa”. ¡Qué intuición tan precisa y bonita!

La Iglesia está necesitada de evolucionar, creer y aceptar la inteligencia y espiritualidad de la mujer, sus capacidades intelectuales, de intuición y de gobierno; sin duda diferentes a las del hombre, pero no inferiores. Es ya hora de romper, de una vez por todas, ese complejo de superioridad -o tal vez de inferioridad- de los clérigos, y admitir que la mujer es cooperadora del plan salvífico de Dios.

DINAMISMO Y CREATIVIDAD DE LA MUJER

“Nos tienen las manos atadas” dirá Teresa de Jesús, la gran reformadora del Carmelo, mística y andariega que tuvo la audacia de enfrentarse a los teólogos y maestros en temas tan importantes como el de la Humanidad de Cristo y el de la oración. La mujer en aquel tiempo no era acta para llevar una vida de oración mental, sino tan sólo para hilar y rezar oraciones vocales; porque era inferior al varón y no tenía inteligencia, y la oración mental era peligrosa para ella. Conocemos la creatividad, valentía y dinamismo que esta mujer, Teresa de Jesús, tuvo para enfrentarse a tantas barreras que la Iglesia le puso y ser fiel a su conciencia y a la gracia del Espíritu Santo que la habitaba y le empujaba a romper esquemas y abrir nuevos caminos, aunque no lo pudo conseguir como a ella le hubiese gustado; pues hubo de acatar las nomas de la jerarquía y de la Inquisición. Pero aun así tuvo una gran creatividad y valentía desde su ingenio femenino para hacer todo lo que hizo. Bien podemos decir que Teresa de Jesús es la primera feminista que supo enfrentarse al pensamiento masculino de los “letrados y teólogos” de su tiempo; hasta tuvo que oír del nuncio Felipe Sega: “La monja inquieta y andariega”. Pero todo lo que hizo desde la sabiduría y la vida interior arraigada en Cristo, desde el discernimiento realizado a la luz de su conciencia inspirada por el Espíritu Santo.

Creo que esta es una de las claves fundamentales de la mujer de todos los tiempos: escuchar sus intuiciones, desde esa capacidad espiritual que la habita y ponerlas al servicio de la familia, de la sociedad y de la Iglesia. Esta es una manera de ser feministas, creativas, arriesgadas y constructoras de una sociedad más humana y más justa, y de una Iglesia donde la diferencia y riqueza femenina puede hacerla más madre, más comprensiva, más humana y acogedora, y al mismo tiempo más divina y cercana.

A lo largo del cristianismo muchas son las mujeres que han sido creativas y emprendedoras poniendo su vida y carisma al servido de la Iglesia y de la humanidad.

Siglos más tarde que Teresa de Jesús tenemos el ejemplo de María Ràfols Bruna, nacida el 5 de noviembre de 1781 en Vilafranca del Penedés, Barcelona. La epidemia de peste de 1803 la llevó a implicarse como voluntaria en el hospital de La Santa Creu, Barcelona. María Ráfols conoció al padre Juan Bonal y un año más tarde, vinieron a instalarse en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, Zaragoza con otras 12 hermanas.

María Ràfols, mujer sencilla y buena, de profunda vida espiritual, enamorada de Jesús y de los más pobres, pionera en España de la vida religiosa femenina apostólica, entregó su vida en favor de los enfermos, los niños de la inclusa y los más pobres y necesitados de la sociedad. Una mujer que, desde una vida callada, de entrega humilde y orante contribuyo a la “revolución” del cuidado de los enfermos que, junto con sus hermanas de comunidad, consiguió un gran avance en el ámbito de la sanidad y también en el ámbito de la educación de los jóvenes, y en el ámbito social. Madre Rafols, junto con el padre Juan Bonal, funda la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana, siendo la primera superiora cuando contaba veintitrés años. María Ràfols supo impulsar un proyecto en el que implicó a sus hermanas. Su dinamismo fue profundo y solícito, sobre todo en los Sitios de Zaragoza, el que le llevó a la admirable acción de presentarse ante el general francés, Lannes a pedirle alimentos para los enfermos que carecían de todo y morían de hambre. Por su labor ha sido reconocida y declarada heroína de la ciudad de Zaragoza. Madre Ràfols, mujer ejemplar que se entregó totalmente en la ardua tarea del servicio desinteresado al prójimo hasta el último de sus días. Fue beatificada por Juan Pablo II, en 1994. Él dijo en la homilía de beatificación: “María Ràfols nos enseñó que la caridad no muere, no pasa jamás”. Este es el verdadero dinamismo de toda acción: EL AMOR (cf. 1 Corintios 13, 4-7).

En el seno de la Congregación -a lo largo y ancho de su historia y en los diversos países donde está implantada-, ¡cuántas hermanas han trabajada discretamente embelleciendo a nuestra Madre Iglesia con sus vidas entregadas en bien de los más pobres y pequeños haciendo presente el Reino, y haciendo realidad el mandato de Jesús: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado” (Jn. 13,34)! ¿Esto no es vivir el sacerdocio común de los fieles? Por nuestro bautismo todos somos sacerdotes. “Los bautizados, en efecto, son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como casa espiritual y sacerdocio santo, para que, por medio de toda obra del hombre cristiano, ofrezcan sacrificios espirituales y anuncien el poder de Aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz” (cf. 1 P 2,4-10). Este sacerdocio -pese a nuestro ser femenino-, nadie puede arrebatárnoslo; tal vez lo que tenemos que hacer por nuestra parte es avivarlo, tomando conciencia de todo aquello que estamos llamadas a ser, vivir y crear.

Las mujeres creyentes y mujeres consagradas más que lamentarnos por lo que no podemos hacer dentro de la Iglesia, estamos llamadas a poner todas nuestro dinamismo y capacidad femenina en trasformar la Iglesia que Jesús quiere: sencilla, pobre, cercana, donde todo el mundo tenga su sitio y se sienta acogido y respetado por lo que es.

¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá! 

(Lc. 1, 45)

Creer en las promesas de Dios y vivir con la expectativa de que veremos su cumplimiento requiere mucha fe. María sabía que junto con la promesa vendrían exigencias fuertes para su vida. Sin embargo, ella tenía la certeza de que Dios cumple lo que promete, y vivir dentro de su voluntad es siempre lo mejor. Aférrate tú, mujer, de las manos de María, a las promesas de Dios.

Hna. Carmen Herrero Martínez

PUBLICADO EN:

Revista “Misión” (Hermanas de la caridad de Santa Ana y Fundación Juan Bonal) Junio 2023

AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

MAÑANA LUNES 14 AGOSTO 2023

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

1 – 14 agosto 2023

Campamento de conciencia
“Tierra, Alma y Solidaridad”
Camping de Artaza
ARTAZA-UREDERRA (Navarra)

14 – 18 agosto 2023

Parlamento de las Religiones del Mundo 2023
CHICAGO ( EE.UU.)

15 agosto 2023 – 18’30 horas

Diplomatura superior en Historia de las religiones y espiritualidades
BÉCCAR - BUENOS AIRES (Argentina)

ON LINE

15 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

16 agosto 2023 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purisima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

18 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca, 52
HORTA - BARCELONA

18 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

19 – 29 agosto 2023

Peregrinación por Tierra cátara
“Comunión que camina”
NORTE ESPAÑA – SUR FRANCIA

19 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

21 agosto 2023 – 19’00 horas

Oración estilo Taizé
Locales parroquiales

ARENYS DE MUNT (Barcelona)

21 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

22 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración común
Capilla de la parroquia de Maria Auxiliadora, Pso. San Joan Bosco, 70
BARCELONA

22 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

23 agosto 2023 – 18’00 horas

La libertad religiosa en la Argentina y en el Mundo
La autonomía de las confesiones religiosas en la República Argentina

Facultad de Derecho Canónico. Universidad Católica Argentina. Alicia Moreau de Justo, 1500
BUENOS AIRES (Argentina)

ONLINE

23 agosto 2023 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

23 agosto 2023 – 20’45 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10,
BARCELONA

25 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca, 52
HORTA - BARCELONA

25 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

25 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración común y breve meditación bíblica media hora antes de la oración sobre el evangelio que se leerá durante la misma
Iglesia de San Miguel, Parroquia de San Pedro de Terrasa, Plaza del Rector Homs s/n,
TERRASSA (Barcelona)

26 agoto 2023 – 17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción. Gavilán, 1137 FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

26 agosto 2023 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (GIRONA)

27 agosto 2023 – 18’30 horas

Oración común
Parroquia de Santa María, c/ de Joan Puig, 3
RUBÍ (Barcelona)

28 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

28 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

29 agosto 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

30 agosto 2023 – 18’00 horas

La libertad religiosa en la Argentina y en el Mundo
El deterioro de la Libertad Religiosa en el mundo durante el último año

Facultad de Derecho Canónico. Universidad Católica Argentina. Alicia Moreau de Justo, 1500
BUENOS AIRES (Argentina)

ONLINE

30 agosto 2023 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

6 septiembre 2023 – 18’00 horas

La libertad religiosa en la Argentina y en el Mundo
¿es posible defender la Libertad Religiosa desde una postura racionalista y aconfesional?

Facultad de Derecho Canónico. Universidad Católica Argentina. Alicia Moreau de Justo, 1500
BUENOS AIRES (Argentina)

ONLINE