Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

domingo, 5 de mayo de 2019

EN MEMORIA DE MARI CARMEN LLORCA

La personas que formamos parte del movimiento ecuménico estamos tristes por el fallecimiento el pasado 5 de enero de nuestra hermana Mari Carmen Llorca, en su memoria Gloria Uribe de Lux-Mundi, nos ofrece el siguiente recuerdo

¡Hola! Como posiblemente sabéis Mari Carmen Llorca falleció el 5 de Enero de este año. Desde su funeral he pensado que fue una de estas personas que de manera silenciosa dejó mucho en el corazón y en la vida de quienes tuvimos la bendición de conocerla en este andar del camino ecuménico. Por eso con la ayuda de su amiga del alma Maria Francisca Benavent he escrito estas líneas. 

Mari Carmen nació en Villajoyosa el 30 de septiembre de 1941. Desde muy pequeña tuvo una vida salpicada de algunas dificultades. Sin embargo la determinación y el espíritu de Carmen le llevaron a superar obstáculos y a aceptar con una sonrisa aquellas oportunidades que se le negaron, como la de no poder estudiar magisterio, dedicarse más al piano, y seguramente muchas otras cosas. Pero posiblemente esto facilito su entrega y dedicación a la Acción Católica parroquial y diocesana, en donde estuvo a cargo del área de juventud. Esta cualidad de ser joven de espíritu y de ánimo, la mantuvo hasta el final de su vida, hablar con Mari Carmen era hablar con la sabiduría de la madurez, pero con la alegría y el espíritu de la juventud.

También participó activamente en los grupos de Revisión de Vida practicando el método del ver, juzgar y actuar. En ese caminar se encontró con su amiga y hermana del alma Maria Francisca Benavent quien me ha ayudado con algunos de estos detalles sobre la vida de Mari Carmen añadiendo “me acompaño durante toda mi vida, orando con migo y por mí, ayudándome a interpretar la voluntad de Dios en todo momento” Esto era el espíritu de Mari Carmen, siempre cariñosa, dispuesta a escuchar a acompañar y hacer ver el lado positivo y trascendental de las cosas .

Mari Carmen inicio sus estudios de Graduado social, pero no los terminó, aunque fue una persona siempre estudiosa e interesada por prepararse y fue allí donde años más tarde tuve la gran suerte de conocerla en el Master de Ecumenismo de la UPSA. Durante dos años compartimos con ella su experiencia de vida , siempre comprometida y defensora de su fe, pero una fe madurada en el estudio y en la oración.

Durante los años del Master en Salamanca y en años posteriores nos encontramos con bastante frecuencia en reuniones y oraciones ecuménicas, ocasiones en las que fue un placer compartir con ella y con Maria Francisca, dos personas con una calidad espiritual y humana increíble. Luego la conocí en otra dimensión de su vida, cuando Maria Francisca y Carmen me abrieron las puertas de su casa para recuperarme de una lesión de columna, allí además de recibir sus cuidados y mimos, aprendí y viví un gran ejemplo de generosidad, de fraternidad y de la alegría de la vida cuando ésta se pone en manos de Dios. Mari Carmen en público era una persona de pocas palabras, pero cuando hablaba, ¡HABLABA!. En nuestras clases participaba poco, pero cuando lo hacía nos dejaba con una inquietud, una forma nueva y diferente del ver las cosas, o una explicación muy sencilla y de la vida diaria de aquellas cosa que hay que entender , disfrutar, alegrarse o sufrir en el camino ecuménico. En privado y entre amigos era encantadora, divertida , cercana, cariñosa y esas cualidades son las que atesoramos en el corazón todos aquellos que tuvimos el placer de encontrarla y dejar que su vida, tocara la nuestra.

Era como muchos de nosotros una enamorada del ecumenismo, había encontrado como nosotros una Iglesia grande en donde cabemos todos, esa iglesia única de la que ya Mari Carmen disfruta hoy, en el amor eterno del Padre.

Mari Carmen fue una hormiguita más en este andar pero esto no significa que no haya dejado una huella profunda en muchos. El ecumenismo se hace también de pequeños pasos, gestos y pequeñas aportaciones que el Espíritu Santo aúna y convierte en grandes avances. Estoy segura que esa semillita que sembró Mari Carmen en el camino ecuménico servirá para que otros recojan sus frutos y continúen buscando el anhelado momento de la Unidad. Lo importante ahora es que los que quedamos sigamos ese camino y honremos a quienes caminaron con nosotros, manteniendo su recuerdo y presencia entre nosotros, reconociendo que su aporte y su experiencia de vida, de sabiduría y de oración son ladrillos en la construcción de esa Iglesia Una que todos estamos buscando.

Gloria Uribe


Mari Carmen Llorca
(30/09/1941 - 5/01/2019)







4 comentarios:

  1. Preciosa reseña!! Es muy bonito ver la "huella" que personas como mari Carmen dejan en los corazones que han tenido vivencias y experiencias que ahora se convierten en recuerdos bien atesorados.
    DEP

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  2. Que bonitas palabras le ha dedicado Gloria a nuestra querida compañera Mari Carmen y aún podria decir más virtudes pues era encantadora. La llevaremos siempre en el recuerdo y también desde aquí dar las gracias a Mari Carmen Benabent por el cuidado y cariño que siempre le tuvo y lo demostró con los cuidados que tuvo con ella en su larga enfermedad. D.E.P. amiga y compañera

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  3. Que Dios la bendiga a ella y que siga cuidándonos y protegiéndonoes en esta casa común y fraterna que es el universo y la historia. Bendito Dios por esta persona querida y entregada, por su sencillez y cariño.

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  4. No tuve la suerte de conocer a Mary Carmen pero el relato que de ella haceis me mueve a quererla y encontrarme en el entorno de su pensamiento y ahora esperar que me incluya en su rpotección. Sigámosla en el cmiano del ecummenismo,

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