Vivimos en un tiempo de cambio. La unidad y la convicción ecuménicas acerca de la necesidad de un profundo cambio sistémico nunca han sido tan amplias:
• La X Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias celebrada en Busan en 2013 invitó a una peregrinación hacia una economía de vida y una justicia climática.
• La Federación Luterana Mundial, en su XII Asamblea en Windhoek en 2017, indicó claramente que la salvación, los seres humanos y la Creación no están en venta, y exhortó a desarrollar modelos económicos alternativos que puedan ponerse en práctica a pequeña y gran escala.
• La XXVI Asamblea General de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que tuvo lugar en Leipzig en 2017, instó a las iglesias a presentarse a sí mismas como ejemplos de cambio y comunidades alternativas ante los crecientes desafíos socioeconómicos y ecológicos.
• La Conferencia sobre Misión Mundial y Evangelización celebrada en Asusha en 2018 nos llamó a un discipulado transformado y transformador.
• La Carta encíclica Laudato si ha llevado a Iglesia Católica Romana a emprender muchas iniciativas destinadas a introducir cambios de estilo de vida que reflejan el respeto por la Creación.
• Mediante los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las Naciones Unidas han establecido metas claras para la comunidad mundial.
• Un movimiento en rápido crecimiento de iniciativas religiosas y comunitarias tiene el objetivo de dar una nueva forma al futuro.
Vemos esta amplia unidad como una oportunidad histórica y una señal de esperanza.
Por consiguiente...
Invitamos a las congregaciones, las comunidades y las iglesias a unirse a la peregrinación por una economía de vida y la justicia climática, a comprometerse a introducir cambios en nuestra manera de vivir, a compartir ideas eficaces Y alentarnos mutuamente.
Tomado de la Hoja de Ruta del Consejo Mundial de Iglesias.
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