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miércoles, 29 de diciembre de 2021

HA FALLECIDO DESMOND TUTU, ARZOBISPO ANGLICANO, PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Muere el arzobispo Desmond Tutu, icono de la lucha antiapartheid en Sudáfrica


El religioso, fallecido a los 90 años, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1984 por su activismo contra el régimen de segregación racista

La lucha contra el dominio blanco de la población negra en Sudáfrica durante cuatro décadas, el apartheid (1948-1991), ha generado iconos de proyección global. Ya no queda ninguno con vida. Si hace ocho años fallecía el expresidente sudafricano Nelson Mandela, ahora lo ha hecho su amigo íntimo, el arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu, a la edad de 90 años, en Ciudad del Cabo. Igual que el primero, Tutu fue merecedor del premio Nobel de La Paz en 1984 por predicar la lucha sin violencia contra el opresor blanco y poner sobre la mesa las alarmantes desigualdades raciales. De hecho, un apunte anecdótico para explicar que Mandela y Tutu vivieron durante un tiempo en la calle Vilakazi del municipio sudafricano de Soweto, lo que la convierte en la única del mundo con dos premios Nobel.

Una década más tarde, en 1994 , cuando Mandela se convirtió en presidente tras pasar 27 años encarcelado, Tutu recibió el encargo de liderar la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, creada para desenterrar las atrocidades cometidas durante el régimen de dominación de los afrikáners y reconstruir los añicos a base de diálogo y perdón. 

De aquellos días le viene el apodo de “brújula moral de la Nación”, azote de la minoría blanca pero, llegado el momento, también de la élite negra que, una vez en el poder, se olvidó de todas las promesas de igualdad.

"Ojalá pudiera callarme"

Muchos eran antiguos aliados del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano, increpados por el arzobispo por su incapacidad para abordar la pobreza y las desigualdades que prometieron erradicar. “Ojalá pudiera callarme, pero no puedo y no lo haré”, figura entre una de sus memorables frases.

En la retina quedan su risa contagiosa, su buen humor, su baja estatura (apenas 1’68 metros), así como su capacidad para ponerse a bailar en cuanto oía música. Paseó estas características por todo el mundo durante la década de los 80, convirtiéndose en el líder antiapartheid mientras Mandela estaba cumpliendo una condena que duraría 27 años.

Nacido cerca de Johannesburgo, pasó la mayor parte de su vida en Ciudad del Cabo y dirigió numerosas marchas y campañas para acabar con el apartheid desde la escalinata de San Jorge, que llegó a ser conocida como la "Catedral del Pueblo", un poderoso símbolo de la democracia.

Tras retirarse oficialmente de la vida pública el día que cumplió 79 años, Tutu continuó pronunciándose sobre una serie de cuestiones morales, incluyendo la acusación a Occidente en 2008 de complicidad en el sufrimiento palestino por permanecer en silencio. En 2013, declaró su apoyo a los derechos de los homosexuales, diciendo que nunca "adoraría a un Dios homófobo".

"Un patriota sin igual"

Entre las primeras reacciones a pérdida se ha encontrado la del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa: "El fallecimiento es otro capítulo de duelo en la despedida de nuestra nación a una generación de sudafricanos excepcionales que nos han legado una Sudáfrica liberada". "Desmond Tutu fue un patriota sin igual", ha añadido. Y de Sudáfrica al resto del mundo. Las condoencias han brotado a borbotones desde todos los rincones del planeta.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha elogiado a Tutu como "un profeta y un sacerdote", mientras que el Papa Francisco ha ofrecido sus más sinceras condolencias a su familia y seres queridos.

“Fue un mentor, un amigo y una brújula moral" que "nunca perdió su pícaro sentido del humor y su voluntad de encontrar humanidad en sus adversarios", ha declarado el expresidente de EEUU, Barack Obama.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha destacado el papel "decisivo" de Tutu en la "lucha por crear una nueva Sudáfrica", mientras que su adjunto Dominic Raab ha dicho que el adagio de Tutu de "No levantes la voz, mejora tus argumentos" nunca había sido más acertado.

En una carta dirigida a la hija de Tutu, la reverenda Mpho Tutu, el líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, ha comentado que el mundo había "perdido a un gran hombre, que vivió una vida verdaderamente significativa".

En la memoria queda la descripción que hizo del arzobispo su amigo y expresidente sudafricano, Nelson Mandela: "Su cualidad más característica es su disposición a adoptar posturas impopulares sin miedo y esa independencia de criterio es vital para una democracia próspera".



Desmond Tutu, el pastor que combatió el racismo con la Biblia en mano

por Ary Waldir Ramos Díaz
https://es.aleteia.org/


El papa Francisco, en su famosa encíclica Fratelli Tutti, recuerda al arzobispo anglicano, Desmond Tutu fallecido el 26 de diciembre a los 90 años.

El Papa Francisco ha expresado su dolor por el fallecimiento del arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz 1984, fallecido el 26 de diciembre de 2021 a los 90 años. Y a su manera, ya le había hecho un homenaje en vida con su encíclica Fratelli Tutti.

Apenas saber la noticia del fallecimiento de Desmond Tutu, en un telegrama en inglés publicado el mismo día por la Oficina de Prensa de la Santa Sede y firmado por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, el Papa ha asegurado a la familia y a los amigos del arzobispo anglicano sus condolencias.

El Papa volvió a rendir homenaje al arzobispo anglicano por «su servicio al Evangelio a través de la promoción de la igualdad racial y la reconciliación en su país», decía el mensaje al Nuncio Apostólico en Sudáfrica.

Desmond Tutu, defensor de los derechos humanos, figura antiapartheid y autor de la teología «ubuntu» de la reconciliación, fue uno de los inspiradores de la encíclica Fratelli Tutti, publicada el 4 de octubre de 2020.

El Papa Francisco lo cita como uno de los «hermanos no católicos» que le ayudaron a alimentar su reflexión sobre la fraternidad universal, junto a Martin Luther King y el Mahatma Mohandas Gandhi.

La Biblia en mano contra el opresor

Desmond Tutu leyendo las Sagradas Escrituras decía que encontró inspiración para luchar toda su vida por la fraternidad: “Era como si la Biblia se hubiera escrito teniendo en cuenta nuestra lucha contra el apartheid”.

El pastor anglicano descubrió que los profetas aseguraron que Dios estaba furioso, “sobre todo por las ostentosas celebraciones religiosas que iban de la mano de una absoluta indiferencia por el bienestar de los pobres, los hambrientos, los menospreciados y marginados”.

Entonces, el padre de la promesa de la reconciliación en Sudáfrica después de años de racismo sistemático estatalizado contra las mayorías, descubrió que Dios estaba de la parte del débil.

Él escribió que eso sostenían los profetas Amós, Jeremías e Isaías, para “demostrar que la religión auténtica no escapa de la realidad, sino por todo el contrario, es una religión con los pies en la tierra”.

Desmond consideraba que la religión “reviste una gran importancia para la vida humana al hablar de cómo se organiza la sociedad, cómo realizamos nuestras transacciones y cómo vivimos nuestras vidas, sobre todo en relación con los pobres y los oprimidos”.

En la Biblia no aparece la palabra “antiapartheid”, pero Tutu, vivió el llamado de Dios a ser “honrados, a no vender al necesitado por un par de sandalias, como les dijo Amós a sus contemporáneos, advirtiéndoles que Dios se enfurece, se enfurece tremendamente, por una conducta tan abominable” (Desmond Tutu, Mi Dios subversivo, Ed. San Pablo, pag, 44).

La amistad social en la diversidad

Por su parte, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, resume el espíritu universal y fraterno del arzobispo Tutu que prefirió la no violencia para combatir la injusticia, siendo “un profeta y un sacerdote, un hombre de palabras y de acción, que encarnó la esperanza y la alegría que fueron los cimientos de su vida”.

En su mensaje de pésame, Welby afirma que “fue un hombre de extraordinario valor y coraje personal: cuando la policía irrumpió en la catedral de Ciudad del Cabo, él les desafió bailando por el pasillo”.

Welby despidió al arzobispo Tutu con dolor y recordando su “profundo sentido de la justicia” y por ser un pastor que creía que la reconciliación era posible. “Todo esto vino de su profunda fe en Jesucristo”. La misma que, a su vez, inspiró al papa Francisco para su encíclica sobre la Fraternidad Humana.


La amistad social

En efecto, Fratelli Tutti, es un documento que explora la amistad social desde el diálogo en la diversidad. Desmond Tutu no le puso nombre, sin embargo trabajó toda su vida por una cultura del encuentro.

Francisco ha sabido darle palabras al arte de dialogar encarnada por Tutu, pues, parafraseando su encíclica social, de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible.
  1. Respeta toda la situación de dignidad ajena
  2. Integra a los diferentes, garantizando una paz real y sólida.
  3. Reconoce al otro el derecho de ser él mismo, recuperando la amabilidad.

Desmond Tutu y el apartheid

Cabe recordar que el apartheid es el término acuñado en la Unión Sudafricana (desde 1961 la República de Sudáfrica) para designar la política de segregación racial y el sistema institucional y social en el que se ha traducido esta política.


La política de apartheid suscitó una creciente oposición, hasta desembocar en la crisis del régimen racista.

Al final del difícil y complejo diálogo iniciado en 1990 entre F.W. de Klerk, líder de la minoría blanca, y Nelson Mandela, líder histórico del Congreso Nacional Africano (CNA), principal fuerza de oposición de la República de Sudáfrica, se celebraron en abril de 1994 las primeras elecciones con sufragio universal de la historia del país, que sancionaron el fin del apartheid.

En 1995 se creó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, presidida por el arzobispo anglicano D. Tutu, para investigar las violaciones de los derechos humanos y los crímenes cometidos tanto por los blancos como por los negros bajo el apartheid.

El trabajo de la comisión, a pesar de la controversia suscitada por la amnistía a los indultados, fue juzgado en su conjunto como positivo de cara al proceso de reconciliación promovido por Nelson Mandela.

PUBLICADO EN:
BOLETÍN DE “NOTICIAS Y COMUNICACIONES”
Nº 309–DICIEMBRE 2021
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld
http://horeb-foucauld.webs.com


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