Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 21 de diciembre de 2020

LAS REFLEXIONES DE KOLDO


REFLEXIONES

por Koldo Aldai

El COVID O EL DESAFÍO DE LA MUTUA COMPRENSIÓN 

Nada nos alcanza por casualidad. Si la crisis del COVID ha afectado en tal medida a la entera humanidad, habrá razones no aparentes, a primera vista ocultas que deberemos explorar. Habremos de remontarnos al mundo de las causas para hallarlas, para poder avanzar realmente en una solución duradera. Cada vez más científicos apuntan a que la verdadera causa de la expansión de este virus, que se ha ido gestando durante los últimos decenios, arranca en nuestro alejamiento de la Naturaleza y ello difícilmente se solucionará con un instantáneo pinchazo. 

Partiendo de esa principal causa, el COVID 19 nos presentaría un claro y doble desafío. Por un lado nos concede oportunidad de dar a conocer la necesidad de adoptar pautas de vida natural y de respeto a la Tierra nuestra Madre. Nos corresponde una labor didáctica en lo que respecta a la verdadera y perdurable inmunología. Nos toca hablar de la vuelta a la vida sencilla y solidaria, a los alimentos sanos, a la mente elevada, al espíritu de compartir y colaborar, al contacto los Reinos naturales..., como recetas a largo plazo más efectivas que las vacunas. 

El COVID nos trae también un gran desafío de mutua comprensión. Tenemos que hacer un esfuerzo por comprendernos, por explorar las razones de las que el otro/a es eventualmente portador. A veces resta entender que la inmensa mayoría lo estamos haciendo lo mejor que podemos, políticos incluidos. 

Quien se crea en posesión de algo de la verdad, habrá de saber cómo trasmitirla, cómo contagiarla. El vehículo de la verdad siempre será la amable comprensión del disenso. Ante este desafío de alcance planetario sin precedentes, hemos de aplicarnos en desterrar el discurso sectario. Podemos y habremos de elaborar un discurso firme en cuanto a la necesidad de frenar la destrucción de la Naturaleza; podemos criticar constructivamente las medidas de contención que se adoptan ante los contagios, pero nuestro lenguaje habrá de ser siempre amigo, amable, enlazador, armonizador, nunca extremista u ofensivo. 

Se han hecho virales las declaraciones de la canciller alemán Angela Merkel con el dramático aviso de “si son las últimas vacaciones con los abuelos, algo habremos hecho mal”. Esas declaraciones en las que aludía a los 590 muertos diarios por el COVID 19 en Alemania como una cifra no aceptable, han precedido a las drásticas medidas anti-COVID en el país que todos conocemos. Podemos estar o no de acuerdo con la popular líder, pero lo que no cabe duda es que está hablando desde el corazón y está aplicando, desde su nivel de conciencia, las medidas que considera adecuadas. Ello debiera bastar para adoptar en general una actitud cuanto menos de respeto por las decisiones de ese tenor que dictan las autoridades, por más que no nos identifiquemos con ellas. 

Prima por lo tanto atender al aprendizaje que nos ha traído este virus de amor a la Tierra, nuestra Madre y de amor y mutua comprensión a los que nos debemos entre nosotros/as. Lo demás queda en relegado plano, las cifras diarias de los muertos incluidas. Lo primordial es el progreso de la conciencia colectiva. He ahí a la razón última de nuestra presencia en la dimensión física. A partir de ahí, si más o menos seres debemos seguir respirando sobre esta Tierra bendita es una aspecto menor. 

Lo importante es que estos valores de respeto y compasión imprescindibles progresen. Es secundario en qué lado del velo habremos de estar; si seguiremos con vestidura física o nos habremos de desprender de ella. Lo sustancial es alumbrar una civilización sostenible y fraterna, aprender a amar a la Madre Naturaleza, a los Reinos que nos rodean. Lo urgente es ejercitarnos en el amor y compasión entre nosotros/as y ello constituye el gran reto evolutivo, que si bien arrastramos de atrás, ha acelerado la crisis del COVID 19. 

“ALLEGADOS" 

Dice el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov que conviene que aceptemos una idea que está muy por encima de todas las demás. A saber, “que toda la humanidad puede formar un día una sola familia en la que reinen la felicidad, la alegría, la libertad, la luz y la paz.” Después nos invita a amar esta idea “con un amor desinteresado”, es decir “no mezclar en ella ningún deseo de provecho, de satisfacción personal, de dominio sobre los demás”. 

Por eso no entiendo bien lo de los “allegados”. En el mundo que estamos construyendo los "allegados" son legión. Yo aspiraba a que mis allegados, mis hermanos alcanzaran al conjunto de la humanidad sin distinción alguna, mas todos/as no caben en la mesa con champán y mazapán. Yo pretendía olvidar los agravios que recibí y propiné, restañar las heridas pretéritas, superar todas las crisis y conflictos que nos ha traído la vida y hacer de todo ser mi “allegado”, de todo humano mi hermano… 

Instrucciones más precisas estimado Señor Ministro de Sanidad, que nos podemos pasar todo el 2021 dando la vuelta a la infinita mesa de los abrazos. 

¡Que la fraternidad florezca tras tantas horas encerrados junto al fuego! ¡Que nuestros allegados se multipliquen, que la comunión se expanda! ¡Que en estos tiempos difíciles podamos revelar la mejor faz de nosotros mismos! 

DORSAL“10” 

Si los futbolistas suben como un cohete a los cielos, si encuentran inmediata plaza en el Olimpo, habrá que apear a las grandes almas. No habrá espacio para los santos y santas de todos los tiempos y tradiciones, para los grandes seres que sólo fueron para el prójimo. 

El Estadio de verdad era el ancho césped de la vida cotidiana, los golpes auténticos, el olvido de nosotros mismos, la entrega y servicio sinceros. El diablo nunca vistió calzones negros, el estridente silbato no se acomodó a sus labios. El demonio no pinchó ninguna pelota. Cada quien administra sus córners, sus tiempos, sus fueras de juego. La idealización ajena comporta vacío propio. 

Dorsal de "10" a quienes se entregaron por entero a la humanidad, a quienes se dieron en cuerpo y alma para empujar la historia. Si perdemos los valores, si unas piernas con destreza se cotizan más que un corazón volcado, estaremos perdidos. 

VERDAD EN TODAS PARTES 

La Vida es maravillosa e inabarcable enciclopedia de crecimiento, pero a veces esperamos doctorarnos leyendo una sola página. Toda persona que se manifiesta cercana en nuestra vida es portadora de algún mensaje. Conviene hacernos con esa aportación. A veces esa enseñanza puede ser imprescindible en nuestro desarrollo, pero nos pasa inadvertida. De ahí la necesidad de ir atentos, de no dejar que nadie marche sin habernos cargado con todo lo que esa persona nos traía de positivo y a la vez ignorado para nuestra evolución. 

La Vida es una constante invitación a la apertura y la inclusividad. “La verdad está en todas partes y en ninguna a la vez”, dice la Teosofía y por eso trato de mirar con amabilidad y ternura a las personas a los ojos y pedirles el universo que cada una de ellas tiene por mostrarme. El error estriba en pedir toda la verdad a una persona, ya sea un santo, un gurú del Himalaya o un hermano de sangre. La frustración está asegurada porque nadie puede contener todo la verdad, tan sólo un retal de mayor o menor tamaño. ¿Qué es lo que esa persona viene a traerme, a mostrarme que yo no había reparado? Me tendré que preguntar sin esperar a que me lo dé todo. 

Nos podemos sentir ajenos a una persona por un determinado comportamiento, pero será un error retirarla de nuestra lista de enseñantes, pues de segura que esa misma persona alberga otros aspectos, actitudes, virtudes absolutamente aleccionadoras y de las que nosotros/as adolecemos. Toda atención es poca para hacernos con los regalos que la Vida nos tiene reservados. 

NUEVOS ESPACIO PARA ENCUENTROS 

Marcha ya el camión de la barriga a vueltas y la larga cola de cemento. Pisaremos suelo más firme, con menos piedras y cascotes. Antes de tocar las campanas y encender el incienso, antes de entonar los cantos de otras esferas y gozar de la fraterna comunión en este nuevo espacio, tocaba literalmente bañarnos en la masa. Eso es lo que hemos hecho con gusto. 

Ojalá más pronto que tarde podamos hacer el llamado para inaugurar esta nueva sala que con tanto cariño e ilusión estamos preparando. Donde antes había animales atrapados, hoy preparamos una estancia para seres que se quieren libres y cada día más conscientes. 

Entre el polvo, los montones de cascotes y el frío helador, a cada ladrillo que torpemente colocamos, visualizamos la hermandad en un cercano futuro ahí encarnada. Caen fuera grandes copos, pero calienta la ilusión bien adentro. 

Os facilitaremos casco al entrar en el nuevo espacio..., pero de todas formas conocemos una suerte de mágica argamasa que impide todo desplome. Los tabiques están torcidos, pero la aspiración bien enfocada. Erramos con la plomada, pero no con la brújula. Pronto las nuevas ventanas que frenan los fríos, el suelo de madera que agradecen los pies descalzos, las paredes pintadas que alegran los corazones… 

El incienso del Himalaya ganará a la reminiscencia de granja. Consagrar un espacio a la Luz genera motivación añadida. Es dedicarlo a las almas sinceras, desnudas; a la amistad, a las manos y corazones reunidos, al canto elevado , a la oración sentida. Consagrar un espacio a la Luz es dar cabida al pan, el vino y los sueños compartidos. Es ofrecerlo a la ceremonia entrañable, al círculo de palabra profunda, de sanación del cuerpo, de la danza de Adentro… Consagrar un lugar a la Luz es abrirlo sin distinción, ni peaje a cuantos/as deseéis hacer de vuestros días una ofrenda a la Vida. 

Nos preparamos para cuando se derrita la nieve y se abran los caminos. Pronto, si Dios quiere, tocaremos la campana...

“Navidad eres tú cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad” 
 Papa Francisco. 


FUENTE:
Koldo Aldai 






No hay comentarios:

Publicar un comentario