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sábado, 17 de febrero de 2018

SUPERAR EL CONFESIONALISMO: HACIA UNA SENSIBILIDAD ECUMÉNICA

SUPERAR EL CONFESIONALISMO: HACIA UNA SENSIBILIDAD ECUMÉNICA 

Abrirse a una sensibilidad ecuménica pasa por una "purificación de la memoria", por una comprensión más amplia de la realidad eclesial. "Aún hoy, un gran número de católicos asocian la palabra "Reforma" únicamente con la división de la Iglesia, mientras que para un gran número de cristianos luteranos la palabra "Reforma" se asocia principalmente con el Evangelio, la certidumbre de la fe y la libertad" (1). A los católicos españoles esto nos debiera llevar a tomarnos más en serio el cuidado por una mayor sensibilidad y un mejor conocimiento de lo que levantó muros de incomprensión, impidiendo la apertura fraterna a la comunidad cristiana, sea cual sea su confesión. (2) 

El cardenal Kasper, para una contextualización actualizadora de Lutero, citando a Carl Andresen, dice que el desarrollo doctrinal de los dogmas puede dividirse en tres períodos: el de la catolicidad, el del confesionalismo y, actualmente, el del ecumenismo (3). Ya quisiéramos estar en este período del ecumenismo, pero hay un arrastre confesional que lo retrasa y en algunos casos lo impide. La invitación de este artículo es a situarnos ahí, en el inicio de ese tránsito. En el trabajo por superar los confesionalismos, buscando una sensibilidad ecuménica que influya no solo en nuestra espiritualidad, sino también en nuestra acción pastoral. 

En los años setenta del pasado siglo, Roger de Taizé ya decía: 

"El confesionalismo es una actitud de autodefensa. Ha podido justificarse en el pasado, pero hoy conduce a los que lo mantienen a encerrarse en si mismos. Por otra parte, pueden subsistir mentalidades confesionales, incluso cuando la fe ha desaparecido" Una sensibilidad ecuménica intenta liberarse de esas trampas.

Podemos decir que el movimiento ecuménico ha comenzado la transformación de las percepciones de las Iglesias, sobre la Reforma. La conmemoración de la reforma hoy en día nos hace este servicio. Está ayudando a realizar un trabajo por la superación de las diferencias que dividen a la Iglesia. Sensibilidad que se va expandiendo lenta pero eficazmente, a la vez que se acepta a Lutero como el hombre que "transformó la Iglesia occidental y, con ella, el mundo de un modo como pocas veces lo ha hecho otro hombre antes o después de él" (4) 

Para dejarnos impregnar por una sensibilidad ecuménica, hemos de aceptar que la Reforma es una protesta en nombre del Evangelio y de la conciencia. Para Lutero, en su inicio, fue una cuestión de conciencia, de fidelidad a Cristo como el verdadero contenido de la Escritura. Impresiona leer este texto: "Y nosotros, ¿es que vamos a huir y a separarnos porque debamos llevar las cargas y los monstruos, insoportables, en verdad de la corte romana? (...) Sabemos que el amor lo supera todo, no solamente las instituciones defectuosas, sino también los hombres que son monstruos de pecado. Es mentiroso el amor que no soporta más que las buenas cualidades del otro" (5)

Rafael Lazcano, en su reciente biografía sobre Lutero, nos dice que la meta de Lutero "era la renovación de la Iglesia católica y de todo el cristianismo desde el Evangelio de la gracia y el mensaje de la cruz de Cristo". (6) La voluntad de Lutero no era abandonar la Iglesia, sino servirle como doctor en Teología y docente universitario. Roger de Taizé, inmediatamente después del concilio, en 1965, publicó Dinámica de lo provisional, donde dice: 

"Quizás no estaríamos hoy donde estamos si la confrontación que el Concilio Vaticano II permitió, hubiera tenido lugar en el siglo XVI. ¡Cuántas veces, bajo las bóvedas de San Pedro, durante las reuniones conciliares, no habré evocado la figura de este Martín Lutero! Me decía: si este hombre estuviera aquí, no podría por menos de alegrarse al oír, expresadas en este lugar, sus intenciones más esenciales, las aspiraciones, que en sus comienzos lo animaron en los más profundo

Impregnar de sensibilidad ecuménica la espiritualidad y la pastoral católicas supone despertar y valorar en nosotros, en nuestros grupos y comunidades, un respeto exquisito a la conciencia. 

Lutero termina su discurso en la dieta de Worms (1521), diciendo: "Estoy encadenado por los textos escriturísticos que he citado y mi conciencia es una cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme en nada, porque no es seguro ni honesto actuar contra la propia conciencia. Que Dios me ayude. Amén." (7)

A modo de ejemplo traigo aquí lo que el profesor Marciano Vidal, citando al teólogo Oscar Cullmann y al Papa Francisco, nos ha recordado. Que el discernimiento es la principal categoría moral en el Nuevo Testamento. La usa al considerar la situación de las personas casadas que se separaron y, habiendo vuelto a rehacer sus vidas, quieren participar en la vida de la Iglesia, y recibir los sacramentos. Vidal hace referencia a la nota 351 de la exhortación La alegría del amor, en la que el papa afirma el valor de la conciencia personal a la hora de que se acerquen a participar en la eucaristía. Los laicos, dice Francisco, deben formar su conciencia y, siguiéndola, actuar con autonomía, como quería el Concilio en el número 16 de la constitución sobre la Iglesia en el mundo moderno. (8) 

Una sensibilidad ecuménica nos ayudará a redescubrir y profundizar en nuestra identidad como cristianos, más allá, mucho más allá de los límites que, a veces, imponen los confesionalismos. Roger de Taizé, terminando el Concilio, lo decía así: 

"La vocación ecuménica nos lleva inexorablemente a una reflexión sobre la pertenencia de todos los cristianos, por el bautismo, a Cristo y a su cuerpo. Ortodoxos, católicos y protestantes, en virtud de un mismo bautismo, estamos signados con el sello de lo universal y designados para llegar a ser hombres capaces de discernir en toda criatura la imagen misma del Creador."

El P. José Miguel de Haro junto con el Hmno. Aloise de Taizé.

1 DCC nº9. Pg 13. 
2 Actas colloque international: L´aatualité de la vocation monastique ou religieuse, Les Presses de Taizé. Taizé 2016. 
3 W. Kasper, Martín Lutero. Una perspectiva ecuménica. Sal Terrae Santander 2016
4 R. de Taizé, Dinámica de lo provisional. Herder, Barcelona 1977. 
5 Th. Kaufmann, Martín Lutero. Vida, mundo, palabra. Trotta,Madrid 2017 
6 R. Lazcano, Lutero, una vida delante de Dios. San Pablo, Madrid 2017
7 T. Egido, Lutero. Obras. Sígueme, Salamanca 2016 
8 J. Pagola, Entrevista a Marciano Vidal. Alandar 2017. 








P. José Miguel de Haro, Sacerdote Redentorista y presidente de la asociación Acoger y Compartir, nos brinda este artículo incluido en el libro ”Lutero y la Reforma, sin rencor”



FUENTE
BOLETÍN ECUMÉNICO
Boletín nº 91. Febrero de 2018.
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld




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