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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 5 de febrero de 2024

DOCUMENTO SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA. PLENA ACTUALIDAD

"Que el sueño de la fraternidad no se quede en las palabras" Papa Francisco


por Michele Raviart y Beatrice Guarrera


CLAVES:
  • El Papa escribe un mensaje a los participante en del IV Congreso Internacional de "PLURIEL", la Plataforma Universitaria de Investigación sobre el Islam, comprometida en una conferencia en Abu Dabi sobre los impactos del documento sobre la Fraternidad Humana, cinco años después de su firma. El Pontífice subraya los tres principales obstáculos al diálogo: la falta de conocimiento del otro, la ausencia de escucha y la falta de flexibilidad intelectual
  • En una carta a los fieles, el Vicario Apostólico de Arabia del Sur recuerda el quinto aniversario del viaje del Papa a los Emiratos Árabes Unidos y la firma del Documento de Francisco y el Gran Imán de al-Azhar

Francisco envía un mensaje a los participante en del IV Congreso Internacional de  la Plataforma Universitaria de Investigación sobre el Islam

En un momento en el que la fraternidad y la convivencia se ven cuestionadas por la injusticia y las guerras, que son siempre "derrotas de la humanidad", el Papa Francisco felicita a quienes llevan adelante los principios y los temas del Documento sobre la Fraternidad Humana para la paz mundial y la convivencia común, firmado hace apenas cinco años en Abu Dabi junto con el gran imán de Al-Azhar Al-Tayyeb. El Pontífice expresó su agradecimiento en un mensaje dirigido a los participantes en el IV Congreso Internacional de "PLURIEL", la Plataforma Universitaria de Investigación sobre el Islam, integrado por unos 180 estudiosos e investigadores de 27 países comprometidos en el diálogo entre cristianos y musulmanes, reunidos estos días en la ciudad emiratí para analizar los impactos y perspectivas del documento.

No nos quedemos en las palabras

"¡Hagamos en el mundo que nuestro sueño de fraternidad en la paz no se detenga en las palabras!" es el deseo del Papa, subrayando la inmensa riqueza de la palabra "diálogo" que "no puede limitarse a las discusiones en torno a una mesa". Tres son, sin embargo, los males de la sociedad contemporánea que impiden este camino, "tres fallos del espíritu humano que destruyen la fraternidad y que es oportuno identificar bien para redescubrir la sabiduría y la paz". El primero es el "no conocimiento del otro". Conocer al otro, construir la confianza recíproca, cambiar la imagen negativa que podemos tener de este "hermano en humanidad", en las publicaciones, en los discursos y en la enseñanza, es el camino para iniciar procesos de paz aceptables para todos, subrayó Francisco. Este es, para el Papa, el camino a seguir para evitar construir una civilización del "antihermano", percibido de forma simplista como un enemigo. La paz, en efecto, sin una educación basada en el respeto y el conocimiento del otro, no tiene valor ni futuro.

Aprender a escuchar

La inteligencia humana, subraya el Pontífice, "sólo puede desarrollarse si permanece curiosa y abierta a todos los campos de la realidad, y si sabe comunicar libremente el fruto de sus descubrimientos", pero para ello es necesario escuchar. La "ausencia de escucha" es, por tanto, la segunda trampa que perjudica a la fraternidad. Para debatir, escribe el Papa, "es necesario aprender a escuchar, es decir, a callar y a ralentizar, lo contrario de la dirección actual de nuestro siempre agitado mundo postmoderno, lleno de imágenes y de ruido". Sin ceder a la emotividad, pero también sin temer los inevitables malentendidos.

Tener flexibilidad intelectual

"¡Cuántos males podrían evitarse -observa Francisco- si hubiera más escucha, silencio y al mismo tiempo palabras verdaderas, en las familias, en las comunidades políticas o religiosas, dentro de las mismas universidades y entre los pueblos y las culturas! Debatir, sin embargo, presupone una educación en la flexibilidad intelectual, cuya falta es el tercer obstáculo para la fraternidad. "La educación y la investigación", concluye el Papa, deben por tanto "tender a hacer que los hombres y las mujeres de nuestros pueblos no sean rígidos, sino flexibles, vivos, abiertos a la alteridad, fraternos".


El Documento sobre la Fraternidad Humana marca un hito

“Un acontecimiento extraordinario que marcó profundamente nuestro vicariato apostólico y el país, dando un impulso decisivo al diálogo interreligioso”

Monseñor Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia del Sur, recuerda así el quinto aniversario del viaje apostólico del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos y la firma, el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi, del Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común.

"El recuerdo de aquellos días – escribió Martinelli en una carta dirigida a los fieles – todavía llena nuestros corazones de gratitud y despierta en nosotros un profundo sentido de responsabilidad hacia la Iglesia y el mundo entero". La visita del Pontífice fue "una oportunidad para reconocernos como parte de la única Iglesia de Cristo y renovar nuestro compromiso con un testimonio cristiano humilde y fiel en el contexto de la península arábiga".

El recuerdo va, en particular, a la misa presidida el 5 de febrero por Francisco en la ciudad deportiva Zayed de Abu Dabi y a las palabras de la homilía:

“Se dice que entre el Evangelio escrito y el Evangelio vivido existe la misma diferencia que entre la música escrita y la música interpretada. Vosotros conocéis la melodía del Evangelio y vivís la emoción de su ritmo. Sois un coro compuesto por una variedad de naciones, lenguas y ritos; una diversidad que el Espíritu Santo ama y quiere armonizar cada vez más, para hacer una sinfonía. Esta alegre polifonía de la fe es un testimonio que dais a todos y que edifica la Iglesia”

Según el vicario apostólico de Arabia del Sur, esta polifonía, a la que están llamados los fieles locales, es una responsabilidad de toda la Iglesia: "Experimentar la diversidad en la unidad es nuestra tarea primordial. Somos una Iglesia de migrantes, somos una Iglesia 'peregrina'. Por eso tenemos una oportunidad única de enriquecernos mutuamente compartiendo nuestros dones, talentos, culturas y tradiciones. La Iglesia y el mundo necesitan ver en nosotros que la diversidad no es un problema ni un obstáculo, sino una riqueza que viene de Dios para el bien de todos".

En su carta, monseñor Martinelli expresa su gratitud a su predecesor, monseñor Paul Hinder, y a los gobernantes del país, especialmente al jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, "por invitar al Santo Padre y hacer todos los preparativos para un viaje memorable, facilitando la firma del documento profético sobre la fraternidad humana".

Es, de hecho, "un hito destinado a marcar el futuro de las relaciones entre las religiones". Monseñor Martinelli invita a releerlo y adoptarlo en los momentos de formación cristiana: "En este momento dramático de la historia de la humanidad, marcado por tantos conflictos, sentimos la responsabilidad de difundir a todos el espíritu del documento de Abu Dabi”.

“Nuestra fe cristiana nos impulsa a dar testimonio de la alegría del Evangelio y a ser promotores de paz y justicia entre todos los hombres de buena voluntad”

Renovando la invitación a los fieles locales a participar en las iniciativas promovidas por la Casa de la Familia Abrahámica (que se estableció en Abu Dabi a raíz del documento), el vicario apostólico concluyó expresando su "gran afecto por el Santo Padre y gratitud por su precioso magisterio y paternidad" y asegurándole su apoyo en la oración.


DOCUMENTO SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA POR LA PAZ MUNDIAL Y LA CONVIVENCIA COMÚN

Prefacio

La fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia—, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres.

Desde este valor trascendente, en distintos encuentros presididos por una atmósfera de fraternidad y amistad, hemos compartido las alegrías, las tristezas y los problemas del mundo contemporáneo, en el campo del progreso científico y técnico, de las conquistas terapéuticas, de la era digital, de los medios de comunicación de masas, de las comunicaciones; en el ámbito de la pobreza, de las guerras y de los padecimientos de muchos hermanos y hermanas de distintas partes del mundo, a causa de la carrera de armamento, de las injusticias sociales, de la corrupción, de las desigualdades, del degrado moral, del terrorismo, de la discriminación, del extremismo y de otros muchos motivos.

De estos diálogos fraternos y sinceros que hemos tenido, y del encuentro lleno de esperanza en un futuro luminoso para todos los seres humanos, ha nacido la idea de este «Documento sobre la Fraternidad Humana». Un documento pensado con sinceridad y seriedad para que sea una declaración común de una voluntad buena y leal, de modo que invite a todas las personas que llevan en el corazón la fe en Dios y la fe en la fraternidad humana a unirse y a trabajar juntas, para que sea una guía para las nuevas generaciones hacia una cultura de respeto recíproco, en la comprensión de la inmensa gracia divina que hace hermanos a todos los seres humanos.

Documento

En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos, para poblar la tierra y difundir en ella los valores del bien, la caridad y la paz.

En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera.

En el nombre de los pobres, de los desdichados, de los necesitados y de los marginados que Dios ha ordenado socorrer como un deber requerido a todos los hombres y en modo particular a cada hombre acaudalado y acomodado.

En el nombre de los huérfanos, de las viudas, de los refugiados y de los exiliados de sus casas y de sus pueblos; de todas las víctimas de las guerras, las persecuciones y las injusticias; de los débiles, de cuantos viven en el miedo, de los prisioneros de guerra y de los torturados en cualquier parte del mundo, sin distinción alguna.

En el nombre de los pueblos que han perdido la seguridad, la paz y la convivencia común, siendo víctimas de la destrucción, de la ruina y de las guerras.

En nombre de la «fraternidad humana» que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales.

En el nombre de esta fraternidad golpeada por las políticas de integrismo y división y por los sistemas de ganancia insaciable y las tendencias ideológicas odiosas, que manipulan las acciones y los destinos de los hombres.

En el nombre de la libertad, que Dios ha dado a todos los seres humanos, creándolos libres y distinguiéndolos con ella.

En el nombre de la justicia y de la misericordia, fundamentos de la prosperidad y quicios de la fe.

En el nombre de todas las personas de buena voluntad, presentes en cada rincón de la tierra.

En el nombre de Dios y de todo esto, Al-Azhar al-Sharif —con los musulmanes de Oriente y Occidente—, junto a la Iglesia Católica —con los católicos de Oriente y Occidente—, declaran asumir la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio.

Nosotros —creyentes en Dios, en el encuentro final con él y en su juicio—, desde nuestra responsabilidad religiosa y moral, y a través de este Documento, pedimos a nosotros mismos y a los líderes del mundo, a los artífices de la política internacional y de la economía mundial, comprometerse seriamente para difundir la cultura de la tolerancia, de la convivencia y de la paz; intervenir lo antes posible para parar el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras, a los conflictos, a la degradación ambiental y a la decadencia cultural y moral que el mundo vive actualmente.

Nos dirigimos a los intelectuales, a los filósofos, a los hombres de religión, a los artistas, a los trabajadores de los medios de comunicación y a los hombres de cultura de cada parte del mundo, para que redescubran los valores de la paz, de la justicia, del bien, de la belleza, de la fraternidad humana y de la convivencia común, con vistas a confirmar la importancia de tales valores como ancla de salvación para todos y buscar difundirlos en todas partes.

Esta Declaración, partiendo de una reflexión profunda sobre nuestra realidad contemporánea, valorando sus éxitos y viviendo sus dolores, sus catástrofes y calamidades, cree firmemente que entre las causas más importantes de la crisis del mundo moderno están una conciencia humana anestesiada y un alejamiento de los valores religiosos, además del predominio del individualismo y de las filosofías materialistas que divinizan al hombre y ponen los valores mundanos y materiales en el lugar de los principios supremos y trascendentes.

Nosotros, aun reconociendo los pasos positivos que nuestra civilización moderna ha realizado en los campos de la ciencia, la tecnología, la medicina, la industria y del bienestar, en particular en los países desarrollados, subrayamos que, junto a tales progresos históricos, grandes y valiosos, se constata un deterioro de la ética, que condiciona la acción internacional, y un debilitamiento de los valores espirituales y del sentido de responsabilidad. Todo eso contribuye a que se difunda una sensación general de frustración, de soledad y de desesperación, llevando a muchos a caer o en la vorágine del extremismo ateo o agnóstico, o bien en el fundamentalismo religioso, en el extremismo o en el integrismo ciego, llevando así a otras personas a ceder a formas de dependencia y de autodestrucción individual y colectiva.

La historia afirma que el extremismo religioso y nacional y la intolerancia han producido en el mundo, tanto en Occidente como en Oriente, lo que podrían llamarse los signos de una «tercera guerra mundial a trozos», signos que, en diversas partes del mundo y en distintas condiciones trágicas, han comenzado a mostrar su rostro cruel; situaciones de las que no se conoce con precisión cuántas víctimas, viudas y huérfanos hayan producido. Asimismo, hay otras zonas que se preparan a convertirse en escenario de nuevos conflictos, donde nacen focos de tensión y se acumulan armas y municiones, en una situación mundial dominada por la incertidumbre, la desilusión y el miedo al futuro y controlada por intereses económicos miopes.

También afirmamos que las fuertes crisis políticas, la injusticia y la falta de una distribución equitativa de los recursos naturales —de los que se beneficia solo una minoría de ricos, en detrimento de la mayoría de los pueblos de la tierra— han causado, y continúan haciéndolo, gran número de enfermos, necesitados y muertos, provocando crisis letales de las que son víctimas diversos países, no obstante las riquezas naturales y los recursos que caracterizan a las jóvenes generaciones. Con respecto a las crisis que llevan a la muerte a millones de niños, reducidos ya a esqueletos humanos —a causa de la pobreza y del hambre—, reina un silencio internacional inaceptable.

En este contexto, es evidente que la familia es esencial, como núcleo fundamental de la sociedad y de la humanidad, para engendrar hijos, criarlos, educarlos, ofrecerles una moral sólida y la protección familiar. Atacar la institución familiar, despreciándola o dudando de la importancia de su rol, representa uno de los males más peligrosos de nuestra época.

Declaramos también la importancia de reavivar el sentido religioso y la necesidad de reanimarlo en los corazones de las nuevas generaciones, a través de la educación sana y la adhesión a los valores morales y a las enseñanzas religiosas adecuadas, para que se afronten las tendencias individualistas, egoístas, conflictivas, el radicalismo y el extremismo ciego en todas sus formas y manifestaciones.

El primer y más importante objetivo de las religiones es el de creer en Dios, honrarlo y llamar a todos los hombres a creer que este universo depende de un Dios que lo gobierna, es el Creador que nos ha plasmado con su sabiduría divina y nos ha concedido el don de la vida para conservarlo. Un don que nadie tiene el derecho de quitar, amenazar o manipular a su antojo, al contrario, todos deben proteger el don de la vida desde su inicio hasta su muerte natural. Por eso, condenamos todas las prácticas que amenazan la vida como los genocidios, los actos terroristas, las migraciones forzosas, el tráfico de órganos humanos, el aborto y la eutanasia, y las políticas que sostienen todo esto.

Además, declaramos —firmemente— que las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas desgracias son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos religiosos que han abusado —en algunas fases de la historia— de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres para llevarlos a realizar algo que no tiene nada que ver con la verdad de la religión, para alcanzar fines políticos y económicos mundanos y miopes. Por esto, nosotros pedimos a todos que cese la instrumentalización de las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo o al fanatismo ciego y que se deje de usar el nombre de Dios para justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión. Lo pedimos por nuestra fe común en Dios, que no ha creado a los hombres para que sean torturados o humillados en su vida y durante su existencia. En efecto, Dios, el Omnipotente, no necesita ser defendido por nadie y no desea que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente.

Este Documento, siguiendo los Documentos Internacionales precedentes que han destacado la importancia del rol de las religiones en la construcción de la paz mundial, declara lo siguiente:
  • La fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad y a despertar el sentido de la religiosidad entre los jóvenes, para defender a las nuevas generaciones del dominio del pensamiento materialista, del peligro de las políticas de la codicia de la ganancia insaciable y de la indiferencia, basadas en la ley de la fuerza y no en la fuerza de la ley.
  • La libertad es un derecho de toda persona: todos disfrutan de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos. Esta Sabiduría Divina es la fuente de la que proviene el derecho a la libertad de credo y a la libertad de ser diferente. Por esto se condena el hecho de que se obligue a la gente a adherir a una religión o cultura determinada, como también de que se imponga un estilo de civilización que los demás no aceptan.
  • La justicia basada en la misericordia es el camino para lograr una vida digna a la que todo ser humano tiene derecho.
  • El diálogo, la comprensión, la difusión de la cultura de la tolerancia, de la aceptación del otro y de la convivencia entre los seres humanos contribuirían notablemente a que se reduzcan muchos problemas económicos, sociales, políticos y ambientales que asedian a gran parte del género humano.
  • El diálogo entre los creyentes significa encontrarse en el enorme espacio de los valores espirituales, humanos y sociales comunes, e invertirlo en la difusión de las virtudes morales más altas, pedidas por las religiones; significa también evitar las discusiones inútiles.
  • La protección de lugares de culto —templos, iglesias y mezquitas— es un deber garantizado por las religiones, los valores humanos, las leyes y las convenciones internacionales. Cualquier intento de atacar los lugares de culto o amenazarlos con atentados, explosiones o demoliciones es una desviación de las enseñanzas de las religiones, como también una clara violación del derecho internacional.
  • El terrorismo execrable que amenaza la seguridad de las personas, tanto en Oriente como en Occidente, tanto en el Norte como en el Sur, propagando el pánico, el terror y el pesimismo no es a causa de la religión —aun cuando los terroristas la utilizan—, sino de las interpretaciones equivocadas de los textos religiosos, políticas de hambre, pobreza, injusticia, opresión, arrogancia; por esto es necesario interrumpir el apoyo a los movimientos terroristas a través del suministro de dinero, armas, planes o justificaciones y también la cobertura de los medios, y considerar esto como crímenes internacionales que amenazan la seguridad y la paz mundiales. Tal terrorismo debe ser condenado en todas sus formas y manifestaciones.
  • El concepto de ciudadanía se basa en la igualdad de derechos y deberes bajo cuya protección todos disfrutan de la justicia. Por esta razón, es necesario comprometernos para establecer en nuestra sociedad el concepto de plena ciudadanía y renunciar al uso discriminatorio de la palabra minorías, que trae consigo las semillas de sentirse aislado e inferior; prepara el terreno para la hostilidad y la discordia y quita los logros y los derechos religiosos y civiles de algunos ciudadanos al discriminarlos.
  • La relación entre Occidente y Oriente es una necesidad mutua indiscutible, que no puede ser sustituida ni descuidada, de modo que ambos puedan enriquecerse mutuamente a través del intercambio y el diálogo de las culturas. El Occidente podría encontrar en la civilización del Oriente los remedios para algunas de sus enfermedades espirituales y religiosas causadas por la dominación del materialismo. Y el Oriente podría encontrar en la civilización del Occidente tantos elementos que pueden ayudarlo a salvarse de la debilidad, la división, el conflicto y el declive científico, técnico y cultural. Es importante prestar atención a las diferencias religiosas, culturales e históricas que son un componente esencial en la formación de la personalidad, la cultura y la civilización oriental; y es importante consolidar los derechos humanos generales y comunes, para ayudar a garantizar una vida digna para todos los hombres en Oriente y en Occidente, evitando el uso de políticas de doble medida.
  • Es una necesidad indispensable reconocer el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo y al ejercicio de sus derechos políticos. Además, se debe trabajar para liberarla de presiones históricas y sociales contrarias a los principios de la propia fe y dignidad. También es necesario protegerla de la explotación sexual y tratarla como una mercancía o un medio de placer o ganancia económica. Por esta razón, deben detenerse todas las prácticas inhumanas y las costumbres vulgares que humillan la dignidad de las mujeres y trabajar para cambiar las leyes que impiden a las mujeres disfrutar plenamente de sus derechos.
  • La protección de los derechos fundamentales de los niños a crecer en un entorno familiar, a la alimentación, a la educación y al cuidado es un deber de la familia y de la sociedad. Estos derechos deben garantizarse y protegerse para que no falten ni se nieguen a ningún niño en ninguna parte del mundo. Debe ser condenada cualquier práctica que viole la dignidad de los niños o sus derechos. También es importante estar alerta contra los peligros a los que están expuestos — especialmente en el ámbito digital—, y considerar como delito el tráfico de su inocencia y cualquier violación de su infancia.
  • La protección de los derechos de los ancianos, de los débiles, los discapacitados y los oprimidos es una necesidad religiosa y social que debe garantizarse y protegerse a través de legislaciones rigurosas y la aplicación de las convenciones internacionales al respecto.
Con este fin, la Iglesia Católica y al-Azhar, a través de la cooperación conjunta, anuncian y prometen llevar este Documento a las Autoridades, a los líderes influyentes, a los hombres de religión de todo el mundo, a las organizaciones regionales e internacionales competentes, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones religiosas y a los exponentes del pensamiento; y participar en la difusión de los principios de esta Declaración a todos los niveles regionales e internacionales, instándolos a convertirlos en políticas, decisiones, textos legislativos, planes de estudio y materiales de comunicación.

Al-Azhar y la Iglesia Católica piden que este Documento sea objeto de investigación y reflexión en todas las escuelas, universidades e institutos de educación y formación, para que se ayude a crear nuevas generaciones que traigan el bien y la paz, y defiendan en todas partes los derechos de los oprimidos y de los últimos.

En conclusión, deseamos que:

esta Declaración sea una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes, incluso entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad;

sea un llamamiento a toda conciencia viva que repudia la violencia aberrante y el extremismo ciego; llamamiento a quien ama los valores de la tolerancia y la fraternidad, promovidos y alentados por las religiones;

sea un testimonio de la grandeza de la fe en Dios que une los corazones divididos y eleva el espíritu humano;

sea un símbolo del abrazo entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur y entre todos los que creen que Dios nos ha creado para conocernos, para cooperar entre nosotros y para vivir como hermanos que se aman.

Esto es lo que esperamos e intentamos realizar para alcanzar una paz universal que disfruten todas las personas en esta vida.

Abu Dabi, 4 de febrero de 2019

Su Santidad
Papa Francisco 

 Gran Imán de Al-Azhar
Ahmad Al-Tayyeb

FUENTES:
https://www.vaticannews.va/
https://www.vatican.va/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

HOY LUNES 5 FEBRERO 2024
SEMANA MUNDIAL DE LA ARMONÍA INTERCONFESIONAL

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

6 febrero 2024 – 18’00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico
Jerry Pillay, nuevo secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, por Israel Flores
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, C/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

6 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

7 febrero 2024 – 20’00 horas

Presentación del libro "La Biblia con voz de mujer" del pastor Josep Monells, por Abigail Monells
Casa parroquial de la Sagrada Familia, c/ Faraday 110
TERRASSA (Barcelona)

7 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

7 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

9 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

9 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

9 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración común
Iglesia de San José, c/ Colón
TERRASSA (Barcelona)

10 febrero 2024 – 13 julio 2024

Curso Especialización en Ecumenismo
Universidad Pontificia de Salamanca – Facultad de Teología
SALAMANCA
ON LINE

10 febrero 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

11 febrero 2024 – 18’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta de la Iglesia San Antonio María Claret (entrada por Calle Ramada, 14, Casal Claret)
VIC (Barcelona)

12 febrero 2024 – 20’00 horas

Oración por la Unidad (30 min)
Parroquia de Santiago (Iglesia Católica romana). C/ Aragón, 4
SABIÑÁNIGO (Huesca)

12 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

12 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

13 febrero 2024

III Jornadas Interreligiosas. Espíritu de Córdoba
Convivencia e Igualdad
Palacio de Congresos, c/ Torrijos, 10
CÓRDOBA

13 febrero 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de Maria Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

13 febrero 2024 – 18’00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico
El documento “Iglesias y discernimiento moral” del Consejo Mundial de Iglesias, por Andrés Valencia
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, C/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

13 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

14 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

14 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

16 febrero 2024 – 18’00 horas

Estudio Bíblico
por pastora Melanie Michell
Parroquia Nuestra Señora de Moratalaz, c/ Entre Arroyos, 19
MADRID

16 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

16 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

17 febrero 2024 - 10’15 horas

Taller de bibliología, "Siete cosas que quisiéramos que todo cristiano supiera sobre la Biblia", por Marc Miret, teólogo docente
Auditorio de la Iglesia Evangélica Unida, avenida Béjar 299
TERRASSA (Barcelona)

17 febrero 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

17 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

19 febrero 2024 - 19’00 horas

Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)

19 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

19 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

20 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

21 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

21 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

23 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

23 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

23 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)

24 febrero 2024 - 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

24 febrero 2024 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

25 febrero 2024 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)

26 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

26 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

27 febrero 2024

Oración común
Capilla de la parroquia de Maria Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

27 febrero 2024 – 18’00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico
El padrenuestro en la tradición protestante
Ricardo Moraleja
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, C/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

27 febrero 2024 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

27 febrero 2024 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

28 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

28 febrero 2024 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

MARZO

1 marzo 2024 - 18'00 horas

Culto de Oración
"Les ruego... sean tolerantes unos con otros en amor" preparado por mujeres cristianas de palestina. Predica pastora Cathy Bingman
Parroquia Nuestra Señora de Moratalaz, c/ Entre Arroyos, 19
MADRID





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