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jueves, 4 de mayo de 2017

ECUMENISMO, ESPERANZA Y MADUREZ EN LA MISION DE LA IGLESIA


ECUMENISMO, ESPERANZA Y MADUREZ EN LA MISION DE LA IGLESIA 

por Noel A. Díaz

El pasado día 5 de marzo del corriente tuvo lugar en Roma un encuentro entre el papa Francisco y el Rvdmo. Justin Welby, arzobispo de Canterbury: mostraron, pese a los obstáculos reales que existen entre la Iglesia Católica Romana y la Comunión Anglicana, su voluntad de seguir trabajando juntos en pro de la unidad de los cristianos. 

Una noticia como esta tiene por fuerza que llenar de alegría los corazones y las mentes de los creyentes, sobre todo si tomamos en consideración el gran escándalo histórico que ha supuesto la división del Cuerpo de Cristo -la Iglesia universal- en bloques, no ya diferentes, sino abiertamente hostiles entre sí en un buen número de casos. No es momento de lanzar acusaciones contra nadie, culpando a unos o a otros de esas lamentables fragmentaciones de la cristiandad, sino de calibrar el momento histórico que vivimos, tomando conciencia de ello y contribuyendo, en la medida de lo posible, a plasmar esa comunión que, se supone, los seguidores de Jesús estamos llamados a ser de corazón. 

Las palabras del Señor recogidas en la Oración Sacerdotal de Juan 17, 20-21: nos marcan un rumbo demasiado claro como para pretender hacer oídos sordos, o para pretextar diferencias imposibles de superar, si es que realmente han de ser superadas. ¿Quién ha dicho que la plena comunión entre los seguidores de Jesús signifique uniformidad absoluta de pensamiento o de formas litúrgicas? ¿O quién se atrevería a negar que las diferentes tradiciones eclesiásticas enriquecen el elenco común cristiano? 

¿Opiniones distintas?, sin lugar a dudas; puntos de vista diversos?, ciertamente; pero un idéntico fundamento, una misma y única fe. Cabría preguntarse muy seriamente; si la Providencia que guió la inspiración de los escritos neotestamentarios, no quiso mostrar un camino para que la Iglesia, que a lo largo de los siglos futuros iba a desarrollar tradiciones variadas, liturgias diferentes y sistemas de pensamiento teológico distintos, supiera mantener su unidad en medio de una gran y enriquecedora diversidad.

Sea como fuere, después de veinte largos siglos en los que no han faltado agrias disputas, injustos anatemas, incalificables persecuciones y guerras entre hermanos, son hoy representantes de las llamadas Iglesias históricas quienes, con toda sabiduría y autoridad, marcan la pauta y muestran un modelo de diálogo encaminado a la plena comunión entre los profesos discípulos del Nazareno.

Quienes seguimos de cerca el diálogo ecuménico y participamos de él, contemplamos los distintos eventos con esperanza, ¿Dificultades? Todas las que se puedan imaginar, internas y externas, propias y ajenas. El mayor de los obstáculos, de mucho más peso que las diferencias teológicas, litúrgicas o eclesiológicas, el espíritu sectario, enemigo de diálogos y conversaciones, que teme en realidad encontrarse con el otro y verse obligado a reconocer que no es tan distinto o tan diferente como se creía. La plena comunión entre los cristianos solo puede llevarse a cabo cuando existe una clara concepción de lo que es la Iglesia, a la luz del Nuevo Testamento.

El soplo invisible del Espíritu Santo nos lleva a la comunión y a la unidad. A Dios sea la gloria.







Rvdo. Noel Antonio Díaz
Presbítero de Zaragoza, Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana)
Delegado Episcopal de Medios de Comunicación IERE
Vicedelegado de Liturgia IERE



FUENTE:

BOLETÍN CEC-MASVIDAL
marzo - abril 2017 nº 13/ 042017



2 comentarios:

  1. ¡Cómo me alegra leer comentarios de creyentes ecuménicos optimistas y fieles a lo que Jesús nos enseño! Gracias Noel.
    Ojalá un día haya sufucientes ejemplos para que se nos deje de ver a los cristianos como iglesia dividida. Mientras tanto, ánimo en la maravillosa empresa de la diversidad de la que Dios da sobrada muestra en toda su creación. Un saludo Noel.

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  2. Muchas gracias Lola por tu comentario.
    Un fraternal saludo
    EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

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