Papa Francisco: El Obispo de Roma está llamado a buscar la unidad de los cristianos
“Desde siempre, el Obispo de Roma ha estado llamado a custodiar, buscar y servir a esa unidad”, aseguró el Papa Francisco en una entrevista publicada recientemente por el periódico Avvenire del episcopado italiano.
“Jesús rezó al Padre para pedirle que los suyos sean una sola cosa para que, de ese modo, el mundo crea”, señaló.
Sobre los encuentros ecuménicos que mantuvo en los últimos años con líderes ortodoxos y luteranos, el último en la ciudad sueca de Lund para conmemorar los 500 años de la reforma luterana y los 50 del comienzo del diálogo entre católicos y luteranos, el Papa dijo que “no son el fruto del Año de la Misericordia porque todas estas cuestiones forman parte de un recorrido que viene de lejos”.
En concreto, el Santo Padre citó el decreto conciliar Unitatis Redintegratio, promulgado hace cincuenta años. Desde entonces, dijo el Papa, la Iglesia “ha redescubierto, en la fraternidad cristiana basada en el único bautismo y en la misma fe en Cristo, el camino de la unidad, a lo largo del cual ha avanzado dando pequeños y grandes pasos, y recogiendo los frutos”.
“Yo continúo siguiendo esos pasos”, explicó.
El Papa matizó la opinión de que durante su pontificado se haya dado un “acelerón” en el diálogo ecuménico. “Es el camino del Concilio el que avanza, el que se intensifica, pero el camino no soy yo”, aclaró, pues “es el camino de la Iglesia”.
“Es cierto que me he reunido con primados y responsables de otras iglesias, pero mis predecesores también han tenido encuentros con unos u otros responsables. No se ha dado ningún acelerón. En la medida en que avanzamos por el camino, parece que se va más rápido”.
El Santo Padre aseguró también que vive los encuentros ecuménicos “con mucha fraternidad”. Y es que “está Jesús en medio. Para mí somos todos hermanos. Nos bendecimos unos a otros, un hermano bendice al otro”.
El Papa recordó el encuentro que mantuvo con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y con el Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II, en la isla griega de Lesbos para reunirse con los refugiados, y aseguró que “nos sentíamos uno solo”.
En su encuentro en Georgia con el Patriarca Elías, dijo, “la sintonía espiritual que tuve con él fue profunda”.
También se refirió al Patriarca Kirill, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, como “un hombre de oración”, al igual que el Patriarca copto Twadros. Además, recordó el gesto de amistad que el Patriarca Daniel de Rumanía tuvo con él.
“Con los hermanos ortodoxos estamos en camino, somos hermanos, nos amamos, nos preocupamos cada uno por el otro, vienen a estudiar con nosotros”, dijo.
En cuanto al encuentro con la Iglesia luterana en Lund, el Papa destacó la necesidad de “regresar a la esencia de la fe para redescubrir la naturaleza de lo que nos une. Mi antecesor, Benedicto XVI, acudió a Erfurt, donde habló de esto con mucho cuidado y mucha claridad”.
Consultado sobre las acusaciones que desde algunos ámbitos se han lanzado de que durante el actual pontificado se está produciendo un proceso de “protestantización” de la Iglesia, Francisco replicó que se trata de una acusación que “no me quita el sueño. Yo sigo el camino de los que me han precedido, sigo el Concilio”.
Además, el Papa se refirió al debate suscitado tras la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia. “Algunos no entienden, todo lo ven blanco o negro, incluso si es en un flujo de vida en el que es necesario discernir”, dijo.
En el diálogo ecuménico con los luteranos, el Papa piensa que “la Declaración conjunta sobre la justificación es la base para poder continuar el trabajo teológico”.
“El camino teológico es importante, pero siempre junto al camino de la oración, realizando juntos obras de caridad”, destacó.
El Santo Padre señaló que “la unidad se hace caminando” y advirtió que “el proselitismo entre cristianos es pecaminoso. La Iglesia no crece por medio del proselitismo, sino de la ‘atracción’”.
“En este momento histórico, la unidad se hace por tres caminos: caminando juntos con las obras de caridad, rezando juntos y mediante el reconocimiento de una confesión común como se experimenta mediante el martirio común recibido en el nombre de Cristo, en el ecumenismo de sangre”, aseguró.
FUENTE:
www.aciprensa.com
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