Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 30 de septiembre de 2019

LIENZO EN BLANCO


LIENZO EN BLANCO

Por Carmen Herrero

Anoche soñé con un maravilloso lienzo en blanco. Sin quererlo, de tal manera se grabó en mi retina que al despertar no podía olvidarlo, pues lo seguía viendo. Me paré a pensar en el mensaje que, esta imagen del lienzo blanco, como la nieve, quería decirme.

Sabemos que los sueños en la Biblia tienen un gran significado y están llenos de simbología. Pero seguía sin descubrir el mensaje de este sueño… Cerré los ojos y empecé a soñar despierta. En este sueño, que no era sueño, se me abrió la inteligencia y pude intuir el mensaje que el lienzo me traía. El lienzo me decía: este lienzo es un regalo del Altísimo, es tu vida misma y de ti depende la belleza de la obra de arte que sobre mí vas a pintar. ¿Cómo?, ¿pintar yo? ¡Cuando no sé hacer una raya derecha! Poco importa, me decía el lienzo, tú empieza a hacer rayas, círculos, a poner nombres, escribe lo que tu corazón te diga, deja de lado la inteligencia. No tengas prisa, date tu tiempo, hazlo con mucha serenidad, paz y armonía; desde el silencio y la oración. Porque lo que vivas en el interior, eso es lo que vas a plasmar.

Pasaron los días y mi lienzo continuaba con toda su belleza luminosa y pura; yo tenía miedo de mancharlo con mis garabatos mal trazados y prefería contemplarlo en toda su belleza, como una página en blanco. Pero una voz me decía: “Esa no es la belleza que al lienzo le gusta. El lienzo ha sido creado para que el artista realice su obra sobre él. Él es feliz cumpliendo su misión: servir de soporte y desaparecer detrás de la obra del artista, esto le basta”. ¡Qué lección de vida tan bonita y profunda! Desaparecer para que el artista realice su creación y sea contemplada, admirada. Pero detrás de la creación, sigue estando el lienzo, sin el cual difícilmente el pintor hubiese podido pintar su obra. Entonces comprendí la necesidad que tenemos unos de otros, lo importante que es la complementariedad y cómo cada elemento y persona tiene su misión propia en este mundo. Basta con descubrirla y amarla para ser feliz.

Mi miedo a estropear el lienzo me paralizaba y el lienzo insistía diciendo: “Pierde el miedo, ponte manos a la obra, coge los pinceles y empieza a trazar lo que tu corazón te dicte”. Me quedé en silencio profundo, yo diría que en contemplación y en ese instante las ideas brotaban y brotaban de mi corazón; pero eso, eran ideas para la prosa, no para formar una imagen. Entonces, me dije: ¿cómo formar una imagen con la prosa, es decir con palabras? Las palabras escritas tienen que tener un mensaje para quienes contemplen este lienzo. Y empecé a escribir con diversos colores y puse: amor, libertad, comprensión, empatía, escucha, paciencia, hospitalidad, generosidad, entrega, olvido de si, perdón, solidaridad, respeto a la diversidad, amar la diferencia, paz, basta ya de violencia de la clase que sea, cesen las armas, armonía, unidad, tolerancia, fraternidad, justicia, igualdad, bendecir, no juzgar, desear siempre el bien para los demás y ser agradecidos, humildad. Construir puentes entre los pueblos que acorten las distancias y tejan la relación; puentes que derriben los muros de la exclusión y la explotación. Y como broche de oro: compartir con el más necesitado, con aquellas personas marginadas que no cuentan para la sociedad: los pobres, los incultos, los ancianos, los enfermos y las personas discapacitadas. Todas estas palabras, con colores muy diversos y escrituras diferentes, formaron un rostro: el rostro de Jesús. Lo que él nos enseña con su propia vida plasmada en los evangelios. Con esta bella imagen mi lienzo recobró nueva vida y se sentía feliz

Al terminar mi “obra”, le pedí disculpas a mi querido lienzo por tanta chapuza; le dije que me perdonara, era lo que intentaba hacer todos los días y lo único que sabía pintar. No había tenido la dicha de estudiar bellas artes. El lienzo me sonrió y se mostró sumamente feliz y agradecido; pues le agradaban mis garabatos y atrevimiento y se sentía orgulloso de tener la ocasión de recordar a los humanos esos valores evangélicos, tan esenciales para la convivencia humana; para juntos y unidos formar un mundo mejor, más humano y más fraterno; donde cada persona encuentre su lugar, tenga lo necesario para llevar una vida digna, sea querida y pueda querer sin miedo; formando así la familia universal donde el color de la piel, la raza, la religión, la cultura y las diferentes lenguas formen un lienzo maravilloso que nos de vida, colorido, alegría y orgullo de formar todos juntos la Humanidad Universal que es la nuestra.

Me atreví a decirle al lienzo, eso está muy bien y me gozo contigo, pues yo también pienso que urge recobrar los valores humanos y espirituales que Jesús nos enseñó si queremos construir una sociedad distinta de la que vivimos, donde cada persona pueda ser ella misma y se sienta feliz; pero ahora, dime: ¿Dónde voy a colocarte para que te contemplen? Empezando por los míos, estoy segura que no les gustará verte continuamente en la casa; no digamos a los extraños y mucho menos puedo llevarte a una exposición. La verdad que me has causado problemas desde el principio y todavía más grandes al final. ¿Qué hacer contigo? A lo que el lienzo, dulcemente y calmadamente, contestó: “Esto que has pintado es para grabarlo en tu interior y vivirlo día a día y para que muchas otras personas lo graben también; porque cada persona está llamada a ser un lienzo blanco donde se refleje la belleza que habita en su interior y sea para el mundo el mismo rostro de Jesús: el Rostro de los rostros, el anticipo de la nueva Jerusalén que nos espera”







SOR CARMEN HERRERO MARTÍNEZ, 
Fraternidad Monástica de Jerusalén, 
ESTRASBURGO (FRANCIA).



FUENTE: 




domingo, 29 de septiembre de 2019

NUEVO DIRECTOR DEL SECRETARIADO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE RELACIONES INTERCONFESIONALES


Nuevo director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales 

Nota y rueda de prensa final de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española de septiembre.

La Comisión Permanebte de la Conferencia Episcopal Española se ha reunido en Madrid, en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), los días 24 y 25 de septiembre. El secretario general y portavoz, Mons. Luis Argüello, , ha informado, el jueves 26 de septiembre de 2019, en rueda de prensa sobre los trabajos que se han desarrollado durante estos dos días. 

La Comisión Permanente ha realizado los siguientes nombramientos: 

· D. Rafael Vázquez Jiménez, sacerdote de la diócesis de Málaga, como director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales.

El nombramiento se ha hecho público tras la reunión de la Comisión Permanente en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en la que ha participado el Obispo de Málaga, celebrada los días 24 y 25 de septiembre.

Rafael Vázquez Jiménez nació el 4 de abril de 1978 en Marbella (Málaga) y fue ordenado sacerdote el 11 de septiembre de 2004. Es doctor en Teología Dogmática por la Universidad Gregoriana de Roma, profesor del CSET San Pablo en Málaga, párroco de la iglesia de San José de Fuengirola (Málaga), delegado episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso desde 2015, miembro del Patronato de la Fundación Lux Mundi y director de la revista "Pastoral Ecuménica" desde 2017.

En declaraciones a diocesismalaga.es, afirma acoger esta nueva tarea que la Conferencia Episcopal Española le encomienda «con profundo agradecimiento por la confianza depositada en mí, con alegría por el reconocimiento a la labor de la Diócesis de Málaga en este campo, y con un gran deseo de servir a la Iglesia trabajando por la unidad visible entre las Iglesias, así como tendiendo puentes de diálogo y de paz entre los creyentes de las distintas religiones en España. Nuestra sociedad está necesitada de gestos de concordia, de fraternidad y de comunión. Que el Señor me asista y me fortalezca para prestar este servicio con humildad y paciencia.»

¿Qué es la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales?

Promover la reconstrucción de la unidad entre todos los cristianos (UR 1) así como su relación con las religiones no cristianas (NA 1) desde el respeto a la libertad religiosa como derecho fundado en la dignidad misma de la persona humana (DH 2) son los objetivos que persigue el Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. 

La Iglesia católica reafirma, pues, su voluntad de establecer unas relaciones fraternas entre todos los cristianos fundándose en el bautismo recibido, y entre todos los creyentes con quienes nos une un mismo origen y destino. Las relaciones interconfesionales abarcan el conocimiento o contacto inicial, y también el trato mutuo, manifestado en el diálogo, en la colaboración, en la formación objetiva de la verdad y en la oración común principalmente. 

Terminada la celebración del Concilio Vaticano II, y en aplicación del Decreto sobre el Ecumenismo y de las Declaraciones sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas y sobre la libertad religiosa, se crea el 16 de julio de 1966 el Secretariado Nacional de Ecumenismo, que en 1975 se transformará en la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, ampliando así sus competencias y elevando su rango. 

Para llevar a cabo esta tarea de diálogo con las Iglesias no católicas y con las Religiones y Grupos no cristianos en nuestro país, está la coordinación del Secretariado de Relaciones Interconfesionales, de la Conferencia Episcopal Española. En cada diócesis española, el Obispo diocesano es el principal promotor del diálogo ecuménico e interreligioso, que suele encomendar a un delegado suyo para facilitarle la tarea pastoral; en otros sectores de la pastoral eclesial puede existir un responsable para estas dos tareas señaladas. 

El Secretariado de Relaciones Interconfesionales lo integran dos departamentos: para la unidad de los cristianos y para el diálogo interreligioso. Está al servicio de todas y cada una de las diócesis católicas de España, así como de todas y cada una de las organizaciones eclesiales no católicas que quieran cultivar en espíritu fraterno un verdadero diálogo.

Departamentos:

Departamento para la Unidad de los Cristianos

Jesucristo, después de su muerte y resurrección, encomendó a sus Apóstoles: id al mundo entero, anunciad el evangelio, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñad lo que os he mandado (Mt 28,19-20; Mc 16,15). Esta tarea la comenzaron a cumplir los Apóstoles después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés. Desde entonces, poco a poco van surgiendo pequeños grupos que aceptan el evangelio anunciado, se bautizan y empiezan a vivir al estilo de Jesucristo: así nacen las primeras comunidades cristianas llamadas «iglesias».

Las primeras iglesias fueron organizadas por los Apóstoles: el evangelio anunciado y vivido, la eucaristía celebrada y recibida, y el pastor ordenado al servicio de la comunidad eran y son los signos visibles de lo que Cristo hizo en su vida. De aquellas primeras iglesias sobresale la de Roma, gracias a la predicación evangélica y al testimonio martirial de san Pedro y san Pablo. La iglesia de Roma, junto con todas las demás iglesias, forman la Iglesia católica, como el primero de los Apóstoles, san Pedro, y el resto de los Apóstoles constituyen el Colegio apostólico: de esta forma, el obispo de Roma, el Papa, es el sucesor de san Pedro, y cada obispo en su iglesia o diócesis será el sucesor de los Apóstoles.

Sin embargo, la comunión entre las iglesias y entre sus pastores no siempre ha sido fácil: dificultades de organización, las distintas mentalidades y culturas, las situaciones políticas, las interpretaciones equivocadas de la fe cristiana y, sobre todo, las infidelidades en la vida de muchos cristianos dieron origen a varias divisiones: algunas iglesias y sus pastores dejaban de vivir en comunión con la iglesia de Roma y su obispo, y a veces con toda la Iglesia católica en su conjunto.

Así, surgen ya en el siglo V divisiones motivadas por la formulación de la fe (las antiguas iglesias orientales), en el siglo XI por motivos fundamentalmente disciplinares (las iglesias ortodoxas), y a partir del siglo XVI por una inadecuada reforma de la Iglesia católica (las comunidades eclesiales nacidas o derivadas de la Reforma). Pero también han existido intentos por superar las divisiones y lograr la unidad en la Iglesia única de Jesucristo.

Los cristianos sentimos con dolor el vernos divididos y todos tenemos parte de culpa, quizá no por crear divisiones sino por acostumbrarnos a seguir así y culpar a los otros de ser los equivocados. No tenemos derecho a estar divididos. Todos tenemos que preguntarnos: ¿esta situación la quiere Jesucristo? ¿vamos a seguir así, anunciando el evangelio y celebrando la eucaristía cada uno por su lado? ¿qué puedo hacer para que la Iglesia sea más fiel a Jesucristo?

La Iglesia católica en su totalidad está empeñada en trabajar por lograr la unidad. Esta tarea es difícil y precisa mucha paciencia: necesitamos rezar juntos por esta finalidad, necesitamos conocer el ecumenismo o conjunto de esfuerzos que hay que realizar, hace falta formación para aprender de la historia pasada y saber caminar hacia la unidad, y sobre todo se necesita mucho amor, para perdonarnos, para acercarnos, para tratarnos y querernos como hermanos.

Sin embargo, no todos los cristianos ni todos los católicos comparten el ecumenismo: unos piensan que están en la verdad y no hay motivo para dialogar; otros se imaginan que el ecumenismo significaría dar a conocer una situación vergonzosa, incluso no faltan quienes piensan que esta situación es poco menos que imposible y es preferible dejar las cosas como están. Lo cierto es que los cristianos ecuménicamente formados trabajan y viven por la unidad sin caer en ningún género de indiferentismo ni fundamentalismo. No hay que tener miedo a la verdad ni a la historia.

Uno de los problemas con que los cristianos españoles tropezamos es saber que nuestra sociedad no favorece la unidad. Precisamente porque estamos inmersos en una sociedad plural, también en materia religiosa, se suele considerar como un logro social el disponer de un abanico de ofertas eclesiales, justificando así la situación actual de división cristiana. Por otra parte, vivimos en una sociedad con múltiples signos de paganismo e increencia, lo que favorece también o un integrismo o un desentendimiento. De esta forma la sociedad sigue contemplando un cristianismo dividido y sin garra, restando eficacia al anuncio del Evangelio, al testimonio de los cristianos y a la credibilidad de la Iglesia.

Las relaciones ecuménicas en nuestro país son muy peculiares. Los cristianos no católicos son numéricamente desproporcionados a los católicos. La realidad ecuménica en España es todavía reciente, aunque hay ciertamente una evolución muy positiva. No obstante, las relaciones pueden y tienen que ser mejores: habrá que dejar prejuicios de épocas pasadas y tópicos que no se corresponden con la historia, se necesita la consulta y la escucha de las otras Iglesias y urge la creación de un foro de diálogo intereclesial, como puede ser la creación del Consejo de Iglesias Cristianas en España, similar al que ya existe en otros países europeos.

En correspondencia con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y en contacto con otros organismos europeos también promotores de la unidad cristiana (Consejo Ecuménico de las Iglesias o CEI, y la Conferencia de Iglesias Europeas o KEK), este Departamento para la Unidad de los Cristianos quiere mantener relaciones con las Iglesias de Oriente (Ortodoxia, y por extensión los católicos de cualquier tradición oriental) y con las Iglesias y Comunidades eclesiales de Occidente (Protestantismo y Anglicanismo), presentes en España.

Su principal objetivo es alcanzar la unidad cristiana. Tenemos ya unos valores comunes que nos unen y nos identifican como cristianos: la fe en el Dios trinitario revelado por Cristo, el bautismo que nos incorpora a su Iglesia, la palabra de Dios escrita que ilumina nuestro caminar, la vida cristiana celebrada en comunidad. Pero no podemos ignorar las deficiencias existentes entre las distintas Iglesias: la interpretación de la palabra de Dios transmitida, la plena celebración sacramental, el ministerio ordenado y el ejercicio de la autoridad en la Iglesia.

Departamento para el Diálogo Interreligioso

Todo ser humano esencial y fundamentalmente es religioso: siempre ha querido acercarse a Dios y conocer sus designios y proyectos, pero existencialmente el hombre ha podido percibir que Dios es siempre un misterio inabarcable a la par que fascinante, y que las religiones todas son caminos de acceso. Sin embargo, en el cristianismo Dios es el que se acerca al hombre en la persona divina y humana de Jesucristo, imagen del Dios invisible (Col 1,15). Así, el cristiano percibe desde el comienzo hasta el fin de su vida la dignidad de sentirse creado por Dios y llamado a una vida sobrenatural, pero su vida no se fundamenta en unas prácticas sino que se concreta en la adhesión a la persona de Jesucristo.

Por su encarnación hace dos mil años, Jesucristo entró en el mundo de los hombres y convivió en el espacio geográfico que hoy es la tierra de Israel. Con todos trató, a todos amó, por todos murió y resucitó. En el evangelio se pone de manifiesto que no excluyó ni a la mujer cananea (Mt 15, 22.28) ni al centurión romano (Mt 8,5.10) cuando se acercaban a él en demanda de salud; al contrario, alabó la buena disposición y la fe en su palabra, sin tener en cuenta la pertenencia judía o la condición romana. Por su vida y por su muerte redentoras, todos los hombres son beneficiarios de su designio salvador, que es universal.

La Iglesia católica continúa la misión de Jesucristo, acercándose a todo hombre en actitud samaritana y acercando a todos los hombres a Jesucristo mediante el anuncio o propuesta del evangelio. Confiesa los destellos de verdad, bondad y belleza que están presentes en todas las religiones, pero proclama que Dios es la auténtica Verdad, Bondad y Belleza que llega al hombre gracias a Jesucristo.

Esta firme convicción no siempre se ha realizado en la Iglesia católica de forma coherente: creyendo en la certeza de su mensaje, sus fieles han sido excluyentes para con sus hermanos cuando no compartían la fe cristiana, y de forma análoga los creyentes de otras religiones veían en los cristianos a los enemigos que había que combatir. Así surgieron conquistas y reconquistas, cruzadas y guerras «santas», holocaustos y martirios. La Iglesia católica recuerda a sus hijos que todas las religiones tienen algunos elementos comunes compatibles con el evangelio y que han de conducir a la solidaridad humana y fraterna entre los hombres. Esto significa que hay que abandonar las actitudes hostiles que han podido darse entre cristianos y no cristianos a lo largo de la historia.

El judaísmo, el cristianismo y el islam son las tres grandes religiones monoteístas que profesan su fe en el Dios único: sus respectivas Escrituras (la Torá o la Ley para los judíos, el Evangelio para los cristianos y el Corán para los musulmanes) se fundamentan en Dios; el mensaje que proclaman tiene una misión universal (Dt 7,7-8; Mt 28,19; Corán 6,19) que ha de realizar el judío (observando las normas y preceptos), el cristiano (anunciando el evangelio) y el musulmán (recitando la revelación coránica). Junto a las tres religiones monoteístas existen otras (los sistemas religiosos asiáticos del budismo o del hinduismo, y las religiones africanas y americanas que carecen de revelación escrita). La actitud de la Iglesia católica hacia todas las religiones es de sincero respeto y pide a los cristianos diálogo y colaboración con otros creyentes (NA 2), porque todos tienen igual dignidad de donde brotan los mismos derechos.

Esta pluralidad de religiones, que muchas son anteriores a Jesucristo, han de llevar a los católicos a reconocer un pluralismo religioso en que se aprenda a convivir y a trabajar en muchos campos comunes. Así se logrará erradicar de nuestro mundo la discriminación o antisemitismo por motivos étnico-religiosos, el fanatismo o el sectarismo, e indirectamente los conflictos religiosos que frecuentemente asoman y son una amenaza para la paz.

Para llevar a cabo esta difícil tarea, la Iglesia católica no deja su empeño de diálogo y colaboración con todos los hombres de nuestro tiempo, y especialmente con los creyentes de otras religiones, sin excluir a los movimientos religiosos o sectas. El diálogo interreligioso, a diferencia del diálogo ecuménico que persigue como meta la unidad de los cristianos, es un medio de acercamiento de los creyentes, quienes tratan desde el convencimiento de sus propias creencias y sin persuadir al interlocutor a cambiar de idea o creencia religiosa, de enriquecerse con los valores existentes en otras religiones, y de estimularse en una colaboración conjunta sobre temas que afectan a toda la humanidad. El diálogo interreligioso no es una táctica para alcanzar una única religión, ni trata de defender o confrontar apologéticamente un determinado credo. Si no existe el diálogo interreligioso, no tardará en aparecer el fundamentalismo, que es la mayor negación de la libertad religiosa.

Para la Iglesia católica el diálogo interreligioso es, además, una forma de evangelizar, es decir, de proponer el mensaje evangélico, aunque la evangelización no se identifica con el diálogo interreligioso, ni éste es una alternativa a aquélla. No obstante ambos conceptos, diálogo y anuncio, han de ser compaginados y relacionados estrechamente.

¿En qué campos las religiones han de dialogar y colaborar? Cada una deberá conocer su aportación a la paz del mundo, su proyecto sobre la vida y la familia, el respeto a las comunidades minoritarias, la dignidad de la persona humana y su expresión en los derechos humanos, de modo especial el de la libertad religiosa y su ejercicio, el conocimiento reciproco e intercambio de informaciones: todo esto supone un serio examen, provocando el diálogo interreligioso un diálogo intrarreligioso.

En nuestro país el diálogo interreligioso aún no se ha iniciado. Nuestra larga historia ha estado marcada por guerras, prejuicios, ignorancia y hasta discriminación e intransigencia. Todavía estamos necesitados cristianos y no cristianos de pasar de la tolerancia al reconocimiento de unos valores existentes en toda religión.

Sería de desear que, al igual que la Iglesia católica tiene voluntad decidida de estar a la escucha y en permanente actitud de diálogo, todas las religiones y grupos religiosos secundaran estos mismos deseos: esto se lograría mediante un comité entre las tres religiones monoteístas, que en España ya han alcanzado «notorio arraigo» para dialogar con el Estado, pero carecen de cauce idóneo para dialogar entre si.

Entre las religiones existentes en España cabe citar:
el judaísmo;
el islamismo;
otras religiones.

FUENTES
https://www.diocesismalaga.es
https://conferenciaepiscopal.es




viernes, 20 de septiembre de 2019

ORACIÓN POR LA CREACIÓN


Publicamos hoy la información sobre la CELEBRACIÓN ECUMÉNICA por el Cuidado de la Creación, tendrá lugar en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Fuengirola (Málaga) en la Plaza de la Constitución, 19 el Viernes  día 27 Septiembre 2019 a las 20'00 horas.

ESTAMOS TODOS INVITADOS






jueves, 19 de septiembre de 2019

ENCUENTRO POR LA PAZ. MADRID

"¡Dios no quiere la separación entre hermanos, Dios no quiere las guerras!"


"Las religiones, al igual que las personas y los pueblos, se encuentran hoy ante dos caminos: trabajar para la unificación espiritual que le ha faltado a la globalización únicamente económica, o dejarse utilizar por quienes sacralizan las fronteras y los conflictos", proclama el manifiesto final

Marco Impagliazzo: "El cielo es uno solo. Al cielo todos se dirigen rezando, tanto en la desesperación como en la alegría, tanto desde los precarios refugios bajo las bombas en Siria, como en el culto de las iglesias, de las sinagogas, de las mezquitas o de los templos. El cielo no es prisionero de las fronteras"

Carlos Osoro 'regala' unas nuevas Bienaventuranzas de la Paz a los asistentes

Solalinde: "La migración de hoy es el principal signo de los tiempos. Dios nos está hablando a través de ella"

Una inmensa procesión, con varios brazos, se unió en el imponente escenario instalado en la fachada principal de la catedral de La Almudena. Al frente, el Palacio de Oriente. Entre ambos, representantes de todas las religiones del mundo, pensadores, políticos, filósofos, artistas... fundidos en un abrazo y en un llamamiento común: "¡Dios no quiere la separación entre hermanos. Dios no quiere las guerras!".

Madrid se ha convertido, durante tres días, en la capital mundial de la paz. Sin matices. Con la excelente organización del Arzobispado de Madrid y ese aroma a ciudad nueva, a paz posible, que impregna todo lo que toca la Comunidad de Sant'Egidio. Y el año que viene... Roma, en octubre, tal y como anunció el presidente de este movimiento, Marco Impagliazzo, en la ceremonia final.


Distintas religiones, unidas por la paz

Antes, distintas procesiones se unieron en una, procedentes de distintos lugares de Madrid, donde tuvieron lugar las ceremonias de oración de cristianos (catedral), musulmanes (en los locales de la catedral castrense), judíos (en Casa Sefarad) y representantes de las religiones asiáticas (en los patrios del acuartelamiento), que confluyeron en Bailén. Unidos, cantando, rezando, bailando, comprometiéndose, demostrando que juntos, la paz es posible.

Así se podía leer en el discurso de Impagliazzo, que apuntó que "hemos rezado en lugares distintos, porque distintas son las religiones". "No hemos rezado los unos contra los otros. No hemos rezado los unos olvidando a los otros". Ahora, todos juntos, gritaron "¡que llegue la paz, una gran paz por encima de las fronteras!".

El cielo es uno solo para todos

"El cielo es uno solo", clamó el presidente de Sant'Egidio. "Al cielo todos se dirigen rezando, tanto en la desesperación como en la alegría, tanto desde los precarios refugios bajo las bombas en Siria, como en el culto de las iglesias, de las sinagogas, de las mezquitas o de los templos. El cielo no es prisionero de las fronteras". Tampoco deben serlo las personas, "el hombre y la mujer que sufren, oprimidos por la pobreza, las enfermedades y las guerras o expuestos a las catástrofes naturales (....) Su grito no puede quedar atrapado tras los muros, o bajo la indiferencia".


"Nadie puede quitarnos la paz de nuestro corazón", apuntó Impagliazzo, quien abundó que "desde Madrid nos comprometemos a considerar la casa del vecino no como la de un extraño, sino como la de mis parientes", porque "sólo construyendo puentes de diálogo y de encuentro, entre las casas de la aldea global podrá fluir el río de la paz".

Llamamiento de paz

En el 'Llamamiento de paz', que se leyó como conclusión del evento, los asistentes consensuaron que "hemos rezado, hemos escuchado el lamento silencioso y el grito de quienes están excluidos del bienestar, en las guerras, en tierras donde ya no crece nada, como si ya no fueran hombres o mujeres como nosotros".

"Nos preocupan las futuras generaciones, porque vemos que se consume el único planeta de todos como si solo fuera de algunos. Porque vemos la reaparición del culto de la fuerza y las contraposiciones nacionalistas, que han provocado grandes destrucciones a lo largo de la historia. Porque el terrorismo no deja de golpear a gente inerme. Porque parece que el sueño de Paz se ha debilitado". 

Tras exponer los riesgos, el manifiesto final se compromete a apostar por "el diálogo y la cooperación", porque "No podemos dejar detrás del muro de la indiferencia a los más débiles, a los golpeados por la violencia y el desprecio por ser diferentes, porque rezan y hablan en otra lengua". Tampoco, a los que derrochan el aire, el agua, la tierra y los recursos sin pensar en las generaciones futuras.

"No nos escondamos tras un muro de indiferencia"

"Pedimos a todos, a los responsables políticos, a los más ricos del mundo, a los hombres y mujeres de buena voluntad, que proporcionen los recursos necesarios para evitar que millones de niños mueran cada año por falta de atención médica y para poder mandar a la escuela a millones de niños que hoy no pueden ir", añade el documento. "Sería un signo de esperanza para todos".

"¡No nos escondamos detrás de un muro de indiferencia!", gritó la asamblea. "Lo hemos aprendido: quien usa el nombre de Dios para justificar la guerra, la violencia y el terrorismo, profana el nombre de Dios". Y es que, concluye, "las religiones, al igual que las personas y los pueblos, se encuentran hoy ante dos caminos: trabajar para la unificación espiritual que le ha faltado a la globalización únicamente económica, o dejarse utilizar por quienes sacralizan las fronteras y los conflictos".

Cardenal Osoro, anfitrión del encuentro

Como buen anfitrión, un emocionado cardenal Osoro -quien tras esta organización sube muchos enteros, en el ámbito internacional, como uno de los hombres del Papa Francisco, mal que les pese a muchos de nuestros obispos-, agradeció a los asistentes "tomar decisiones claras y apostar por la cultura del encuentro".


"Estos días vividos en Madrid -prosiguió el arzobispo de la capital- han sido un regalo, pues poder expresar lo que hace posible ayudar a dar vida, a darnos la mano, a poder ser protagonistas de la lucha activa desde el diálogo y el encuentro, evitando y luchando contra la división, las rupturas, los enfrentamientos, la violencia, la discriminación, la guerra...".

Bienaventuranzas de la paz sin fronteras

"Todos nosotros deseamos comprometernos y buscar por todos los medios, hacer comprender que la fraternidad es el fundamento y el camino de la paz", proclamó el cardenal de Madrid, quien regaló a los participantes unas nuevas Bienaventuranzas. Estas son:

Bienaventurados cuando escuchamos a quienes han sufrido en su carne la experiencia denigrante de la guerra, que muy a menudo viven a nuestro lado.

Bienaventurados cuando descubrimos que la guerra constituye una grave y profunda herida que se inflige a la fraternidad entre los hombres, aunque se haga en lugares distantes a nosotros.

Bienaventurados cuando ante tantos conflictos en el mundo, ninguno de ellos los vivo desde la indiferencia, sino que afectan a mi vida.

Bienaventurados quienes se sienten cercanos a quienes viven en tierras donde las armas imponen el terror, la destrucción, y les hacen sentir su cercanía.

Bienaventurados los que mediante la oración, el servicio a los heridos, a los que pasan hambre, a los desplazados, refugiados o viven con miedo, les hacen sentir su amor.

Bienaventurados quienes convencidos de lo que significa la paz para los hombres, hacen llegar a cuantos siembran la violencia y la muerte, la noticia y la llamada a que renuncien al exterminio del hermano.

Bienaventurados quienes asumen las vías del diálogo y el encuentro, del perdón y de la reconciliación para construir a su alrededor la paz y devolver la confianza y la esperanza.

Bienaventurados quienes dedican la vida a hacer descubrir que el enemigo es un hermano al que tampoco podemos exterminar, sino que debemos convencer que no niegue el derecho a vivir del otro y de una vida plena para todos. 

Dios nos habla a través de los migrantes

Finalmente, el padre Alejandro Solalinde quiso dar gracias a Dios "por una migración trascendente y única", pues "la migración de hoy es el principal signo de los tiempos. Dios nos está hablando a través de ella". De hecho, afirmó, "los migrantes certifican la decadencia de nuestra civilización moderna, posmoderna, del sistema capitalista. Anuncian el fin de una cultura afectada por el materialismo consumista".

El padre Solalinde 
"Los migrantes son también la imagen de la humanidad: una rica pluralidad que se desprende de lastres materiales para aligerar el camino", subrayó el sacerdote mexicano, quien añadió que, "como Iglesia, aprendemos de ellos que nosotros somos también peregrinos".

"Nos vamos motivados para construir con todos y todas, la paz como regalo precioso del amor de Dios y el esfuerzo de todos", culminó. Y todos asentimos. Pensando, tal vez esta vez sí, que la paz es posible. Y una paz sin fronteras, ni muros, ni mares sin puertos en los que fondear. Una paz muy parecida a la que Dios soñó para todos.

FUENTE
https://www.religiondigital.org
Textos: Jesús Bastante
Fotografías: J L. Boñano/Infomadrid



viernes, 13 de septiembre de 2019

PROGRAMACIÓN CURSO ECUMÉNICO 2019-2020

CURSO ECUMÉNICO 2019 – 2020 
EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO 

Imagen de una sesión de Estudio Bíblico Ecuménico de una edición anterior

Os presentamos los actos y actividades que desde el EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO hemos preparado para este curso 2019 - 2020.

Manuel Montañés
Como novedad en este curso 2019-2020 que ahora presentamos el EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO hemos introducido un TALLER DE ECUMENISMOque de alguna forma sustituye a los Estudios Bíblicos Ecuménicos que hemos venido realizando en cursos anteriores. El artífice del taller es la Delegación episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Zaragoza, entre sus autores cabe destacar a D. Jesús Domínguez quien durante varios años fue el Delegado de ecumenismo de Zaragoza. El taller estará dirigido por D. Manuel Montañés, secretario de la delegación. 

El taller se compone de diez temas, cinco se desarrollarán este curso 2019-2020 y los otros cinco el curso que viene. 

Será un taller gratuito y abierto a toda persona que desee asistir. 

La hora: las 20’00 horas y el lugar el Salón del Club parroquial de Cristo Rey.

CALENDARIO CURSO 2019-2020

OCTUBRE

Maite Eguazabal
23 de octubre. Miércoles.
Charla Inauguración Curso Ecuménico
Ponente: Da. Maite Eguiazabal. Delegada de Ecumenismo de la Diócesis de Osma-Soria.
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo





NOVIEMBRE 

P. Emilio Lobera
27 de noviembre. Miércoles Oración Ecuménica de Adviento
Predica: Padre Emilio Lobera, sacerdote Iglesia Ortodoxa Rusa 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo



DICIEMBRE

11 de diciembre. Miércoles
Taller de Ecumenismo.
Tema 1: ¿Qué es el ecumenismo?
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

ENERO
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 
«Nos trataron con una solicitud poco común» (Hechos 28, 2)

Ignacio Simal
16 de enero. Jueves 

Charla 
Ponente: D. Ignacio Simal, pastor Iglesia Evangélica Española.
Casa de la cultura Antonio Durán Gudiol.
20'00 horas.
Sabiñánigo





20 enero. Lunes 
Oración por la Unidad de los Cristianos. 
Arciprestazgo de Biescas 

22 enero. Miércoles
Oración por la Unidad de los Cristianos 
Iglesia de Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo 

FEBRERO 

12 de febrero. Miércoles 
Taller de Ecumenismo. 
Tema 2: Nacimiento del ecumenismo 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

MARZO 

11 de marzo. Miércoles 
Taller de Ecumenismo. 
Tema 3: Desarrollo del ecumenismo 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

ABRIL 

15 de abril. Miércoles 
Taller de Ecumenismo. 
Tema 4: El diálogo 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

MAYO 

27 de mayo. Miércoles 
Vigilia de Pentecostés
(Vigilia conjunta de jovenes, interparroquial y Ecuménica) 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

JUNIO 

10 de junio. Miércoles 
Taller de Ecumenismo. 
Tema 5: La unidad 
Club parroquial Cristo Rey
20'00 horas
Sabiñánigo

ESPERAMOS CONTAR CON TODOS VOSOTROS







jueves, 12 de septiembre de 2019

RETIRO DE MEDITACIÓN Y SILENCIO

RETIRO DE MEDITACIÓN Y SILENCIO

Zaragoza 8 - 9 - 10 Noviembre

Espiritualidad Contemplativa


CONTENIDO

DIRIGIDO a personas interesadas en la interioridad, cualesquiera que sean sus convicciones espirituales o religiosas

MEDITACIÓN SENTADA

MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO (Chi Kung, danza contemplativa y caminar consciente)

CHARLAS Y COLOQUIOS:
1ª La espiritualidad como dimensión humana fundamental
2ª El silencio como escucha para el encuentro con el otro desde lo profundo
3ª Camino contemplativo: hacia una espiritualidad no dual relacional

TIEMPO PARA ACOMPAÑAMIENTO, ESCUCHA Y COUNSELING

DIRIGEN EL RETIRO

JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ MOSQUERA

Licenciado en Filología Semítica y Máster en Counselling
Supervisor del Centro de Escucha San Camilo de Vallecas, un proyecto sostenido por la Asociación AEMS (Atención, Escucha, Meditación y Sanación)
Colaborador del Centro Eneagramas de Psicoterapias Integradoras
Actualmente promotor de Cristianía
Ha sido monje contemplativo católico durante 16 años, con una larga experiencia personal en la meditación dentro de la tradición cristiana y Zen
Imparte talleres de crecimiento personal, escucha activa, espiritualidad y meditación desde hace años. También acompaña mediante la Escucha Activa (counselling) procesos personales y grupales de crecimiento personal y espiritual

MIGUEL ÁNGEL VICENTE HERNÁNDEZ

Máster en Counselling por el Centro de Humanización de la Salud (CEHS) dependiente de la Universidad Ramon Llul de Barcelona.
Especialista en Espiritualidad por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid
Formación en Coaching por Coanco, dependiente de Asesco (Asociación Española de Coaching)
Voluntario del Centro de Escucha San Camilo de Tres Cantos
Presidente y supervisor del Centro de Escucha de Vallecas
Imparte talleres de Relaciones Interpersonales, Escucha activa y otros. Realiza junto a José Antonio Vázquez retiros de meditación, silencio y crecimiento personal
Monje contemplativo durante 10 años.
Es un pasionado por todo lo que tiene que ver con el crecimiento, desarrollo y progreso del ser humano

INFORMACIÓN DE INTERÉS

LUGAR:

Casa de Espiritualidad Santos Ángeles.
Diseminado Crta. Logroño Vistabella, 1039, Zaragoza

HORA DE LLEGADA: 

Viernes, 18 h

PRECIO: 

125 € (Incluye: habitación individual, P.C. y Retiro)

INSCRIPCIÓN Y RESERVA: 

info@adiadialogal.com

ORGANIZA:

Asociación para el Diálogo Interreligioso e Interconviccional en Aragón, ADIA