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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

sábado, 17 de septiembre de 2022

LA LIBERTAD RELIGIOSA, CONDICIÓN ESENCIAL PARA EL DESARROLLO HUMANO

Francisco aboga en Kazajistán por la libertad religiosa como condición esencial para el desarrollo humano


CLAVES:
  • Un momento de oración silenciosa con los líderes religiosos abrió el segundo día de la “peregrinación de paz” del Santo Padre a Kazajistán. Además, el Pontífice impartió un discurso en la inauguración del séptimo Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.
  • Las palabras del Papa en su discurso a las autoridades kazajas contienen una invitación a salir de la lógica de los bloques en la que el mundo ha vuelto a caer.
  • Refiriéndose a la paz pidió “no permitir que lo sagrado sea instrumentalizado por lo que es profano. ¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!.

Fueron palabras “directas y familiares”, como él mismo las definió, las que abrieron el séptimo Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. En una proficua alocución en Kazajistán, el Papa Francisco se dirigió a los líderes religiosos, las autoridades, los miembros del Cuerpo Diplomático, de las organizaciones internacionales, los representantes de instituciones académicas y culturales en la mañana de este miércoles 14 de septiembre.

El Palacio de la Independencia, que junto con el monumento Eli, el Museo Nacional, la Universidad Hazret Sultan, forma parte del conjunto arquitectónico de la plaza central de Nursultán, acogió la primera actividad en el segundo día de la visita pastoral del Obispo de Roma a la nación centroasiática.

El Pontífice se expresó “en nombre de esa fraternidad que nos une a todos, como hijos e hijas del mismo cielo”. Es una frase que trasciende las fronteras de lo verbal y se encarna en los gestos de este “peregrino de paz y unidad”, actitud con la que visita tierras kazajas, como lo dejó claro en su primer discurso de ayer, martes 13 de septiembre.

En un mensaje en el que confluyen lo pastoral con lo poético, el Sucesor de Pedro sostuvo que, “ante el misterio del infinito que nos sobrepasa y nos atrae, las religiones nos recuerdan que somos criaturas; no somos omnipotentes, sino mujeres y hombres en camino hacia la misma meta celestial”.

Para el Papa, “la condición de criaturas que compartimos instaura así una comunión, una auténtica fraternidad”. “Nos recuerda, prosigue Bergoglio, que el sentido de la vida no puede reducirse a nuestros intereses personales, sino que se inscribe en la hermandad que nos caracteriza”.

Solo crecemos con los demás y gracias a los demás

El Santo Padre constató que “nos encontramos en una tierra transitada a lo largo de los siglos por grandes caravanas”, añadiendo que, en estos sitios, también por medio de la antigua ruta de la seda, “se han entretejido muchas historias, ideas, creencias y esperanzas”. En este sentido, deseó “que Kazajistán pueda ser una vez más tierra de encuentro entre quienes están distanciados” (ya se había referido a este país en términos similares en el curso de su mensaje a las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático en el día de ayer).

El Pontífice también auguró que la nación pueda “abrir una nueva ruta de encuentro, basada en las relaciones humanas: el respeto, la honestidad del diálogo, el valor imprescindible de cada uno, la colaboración; un camino para recorrer juntos hacia la paz”.

“¿Cuál es la belleza de la vida?”

Recordando que este martes 13 tomó prestada la imagen del dombra en su discurso a las autoridades, hoy quiso asociar al instrumento musical “una voz, la del poeta más célebre del país, padre de su literatura moderna, el educador y compositor que a menudo se representa precisamente junto al dombra”, dijo.

La figura en la que se inspiró es Abay Kunanbayuli (1845-1904), conocido popularmente como Abai, quien, según Francisco, “nos ha dejado escritos impregnados de religiosidad, en los que se refleja lo mejor del espíritu de este pueblo, una sapiencia armoniosa, que desea la paz y la busca interrogándose con humildad, anhelando una sabiduría digna del hombre, nunca encerrada en visiones limitadas y estrechas, sino dispuesta a dejarse inspirar por múltiples experiencias”.

Tomando una pregunta imperecedera del poeta Abai: “¿Cuál es la belleza de la vida, si no se va en profundidad” (Poesía, 1898), subrayó que otro poeta se preguntaba por el sentido de la existencia, poniendo en labios de un pastor “de estas inconmensurables tierras de Asia” una pregunta “igualmente esencial”: “¿Adónde tiende este vagar mío, tan breve?”. Junto con este planteo, contenido en el Canto nocturno de un pastor errante de Asia del escritor italiano Giacomo Leopardi, el Sucesor de Pedro considera que “interrogantes como este son los que suscitan la necesidad de la religión, y nos recuerdan que nosotros, seres humanos, no existimos para satisfacer intereses terrenos y para establecer relaciones de naturaleza meramente económica, sino para caminar juntos, como peregrinos con la mirada dirigida al cielo.

El mundo espera de nosotros una religiosidad auténtica

Francisco expresó que el mundo espera de nosotros (líderes religiosos) el ejemplo de almas despiertas y de mentes claras. Luego, con meridiana claridad afirmó que “ha llegado la hora de despertarse de ese fundamentalismo que contamina y corroe todo credo, la hora de hacer que el corazón se vuelva transparente y compasivo”.

“Pero también es la hora de dejar solo a los libros de historia los discursos que, por demasiado tiempo, aquí y en otros sitios, han inculcado sospechas y desprecio respecto a la religión, como si fuera un factor de desestabilización de la sociedad moderna.”

Las religiones, una solución

En Kazajistán “es bien conocida la herencia del ateísmo de Estado, impuesto por decenios, esa mentalidad opresora y sofocante por la cual el simple uso de la palabra ‘religión’ era incómodo”, aseveró el Obispo de Roma. En cambio, introdujo un contrapunto, al dejar claro que “las religiones no son un problema, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa”.

“La búsqueda de la trascendencia y el valor sagrado de la fraternidad pueden, en efecto, inspirar e iluminar las decisiones a tomar en el contexto de las crisis geopolíticas, sociales, económicas y ecológicas —pero, en la raíz, espirituales— que atraviesan muchas instituciones en la actualidad, también las democracias, poniendo en peligro la seguridad y la concordia entre los pueblos. Por tanto, necesitamos la religión para responder a la sed de paz del mundo y a la sed de infinito que habita en el corazón de todo hombre.”

La libertad religiosa

Una condición esencial para un desarrollo verdaderamente humano e integral es la libertad religiosa, explicó Francisco, enfatizando que “somos criaturas libres”.

“Nuestro Creador se ha “hecho a un lado por nosotros”, ha “limitado” su libertad absoluta —por así decirlo— para hacer también de nosotros unas criaturas libres. ¿Cómo podemos entonces obligar a algunos hermanos en su nombre? «Mientras creemos y adoramos —enseñaba Abai—, no debemos decir que podemos obligar a los demás a creer y adorar» (Palabra 45).”

La libertad religiosa, un derecho fundamental

Explayándose en su reflexión sobre este asunto crucial, el Sucesor de Pedro manifestó que la libertad religiosa es “un derecho fundamental, primario e inalienable, que es necesario promover en todas partes y que no puede limitarse únicamente a la libertad de culto”. “De hecho, precisó, es un derecho de toda persona dar testimonio público de la propia fe; proponerla sin imponerla nunca. Es la buena práctica del anuncio, diferente del proselitismo y del adoctrinamiento, de los que todos están llamados a mantener distancia”.

“Relegar a la esfera de lo privado el credo más importante de la vida privaría a la sociedad de una riqueza inmensa; favorecer, por el contrario, ambientes donde se respire una respetuosa convivencia de las diversidades religiosas, étnicas y culturales es el mejor modo para valorar las características específicas de cada uno, de unir a los seres humanos sin uniformarlos, de promover sus aspiraciones más altas sin cortar su impulso.”

El Congreso de Religiones

Francisco mencionó el valor actual, junto al valor inmortal de la religión que Kazajistán “promueve admirablemente, acogiendo desde hace una veintena de años este Congreso de relevancia mundial”. La presente edición, según el Pontífice, nos lleva a reflexionar sobre nuestro rol en el desarrollo espiritual y social de la humanidad durante el período pospandémico.

Los cuatro desafíos globales

Para el Pontífice, “La pandemia, entre vulnerabilidad y cuidados, representa el primero de cuatro desafíos globales que quisiera indicar y que llaman a todos —aunque de manera especial a las religiones— a una mayor unidad de propósitos”. Sobre esto, Francisco aseveró que “los creyentes en la pospandemia, además de sensibilizarse sobre nuestra fragilidad y responsabilidad, están llamados al cuidado; a hacerse cargo de la humanidad en todas sus dimensiones, volviéndose artesanos de comunión, testigos de una colaboración que supere los cercos de las propias pertenencias comunitarias, étnicas, nacionales y religiosas”.

La paz

El segundo desafío analizado fue el de la paz. En este sentido, recordando “los horrores y errores del pasado”, invitó a unir los esfuerzos, “para que más que nunca más el Omnipotente se vuelva rehén de la voluntad de poder humano”. También animó a purificarnos “de la presunción de sentirnos justos y de no tener nada que aprender de los demás”, liberarnos “de esas concepciones reductivas y ruinosas que ofenden el nombre de Dios por medio de la rigidez, los extremismos y los fundamentalismos, y lo profanan mediante el odio, el fanatismo y el terrorismo, desfigurando también la imagen del hombre”.

Francisco exhortó a no justificar nunca la violencia y a no permitir que lo sagrado sea instrumentalizado por lo que es profano. “¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!”, exclamó.

“Dios es paz y conduce siempre a la paz, nunca a la guerra. Comprometámonos, por tanto, aún más, a promover y reforzar la necesidad de que los conflictos se resuelvan no con las ineficaces razones de la fuerza, con las armas y las amenazas, sino con los únicos medios bendecidos por el cielo y dignos del hombre: el encuentro, el diálogo, las tratativas pacientes, que se llevan adelante pensando especialmente en los niños y en las jóvenes generaciones.”

Valiéndose una vez más del poeta Abai, el Papa recordó que este animaba “a ampliar el saber, a cruzar el confín de la propia cultura, a abrazar el conocimiento, la historia y la literatura de los demás”. El Obispo de Roma rogó que se invierta en esto, “no en los armamentos, sino en la instrucción”.

La acogida fraterna

En relación con el tercer desafío, el de la acogida fraterna, para Francisco “hoy es grande la dificultad de aceptar al ser humano”. Refiriéndose a un problema que le preocupa, la cultura del descarte, remarcó que “cada día bebés por nacer y niños, migrantes y ancianos son descartados; numerosos hermanos y hermanas mueren sacrificados en el altar del lucro, envueltos en el incienso sacrílego de la indiferencia”. Y, sin embargo, recordó Su Santidad, “todo ser humano es sagrado”. “Es sobre todo tarea nuestra, de las religiones, recordarlo al mundo. Nunca como ahora presenciamos grandes movimientos de poblaciones, causados por las guerras, la pobreza, los cambios climáticos, en búsqueda de un bienestar que el mundo globalizado permite conocer, pero al que a menudo es difícil acceder”.

“Un gran éxodo está en curso, desde las regiones más necesitadas se busca alcanzar aquellas con mayor bienestar”, apuntó el Pontífice. Y esto “no es un dato de crónica, es un hecho histórico que requiere soluciones compartidas y amplitud de miras”. “Ciertamente, comentó, defender las propias seguridades adquiridas y cerrar las puertas por miedo viene de manera instintiva; es más fácil sospechar del extranjero, acusarlo y condenarlo antes que conocerlo y entenderlo”. “Pero es nuestro deber recordar que el Creador, que vela los pasos de toda criatura, nos exhorta a tener una mirada semejante a la suya, una mirada que reconozca el rostro del hermano”.

Amar, acoger

La lengua kazaja “invita a tener esta mirada acogedora”, pues, explicó el Pontífice, “en ella ‘amar’ significa literalmente ‘tener una mirada buena sobre alguien’”. En otra referencia a la cultura tradicional de estas regiones, Bergoglio compartió un “hermoso proverbio popular”, como él mismo lo definió, que reza así: “Si encuentras a alguien, intenta hacerlo feliz, quizá sea la última vez que lo veas”.

Francisco instó a redescubrir el arte de la hospitalidad, de la acogida, de la compasión, y a aprender “a avergonzarnos; sí, a experimentar esa sana vergüenza que nace de la piedad por el hombre que sufre, de la conmoción y del asombro por su condición, por su destino, del cual nos sentimos partícipes”.

“El camino de la compasión es el que nos hace más humanos y más creyentes. Depende de nosotros, además de afirmar la dignidad inviolable de todo hombre, enseñar a llorar por los demás, porque solo seremos verdaderamente humanos si percibimos como nuestras las fatigas de la humanidad.”

El cuidado de la casa común

El último desafío global desglosado por el Pontífice tiene que ver con la salvaguardia de la casa común, que, como ha reiterado en tantas oportunidades, hay que protegerla, “para que no sea sometida a las lógicas de las ganancias, sino preservada para las generaciones futuras, para alabanza del Creador”.

“El Altísimo ha dispuesto con cuidado amoroso una casa común para la vida. Y nosotros, que nos profesamos suyos, ¿cómo podemos permitir que se contamine, se maltrate y se destruya? También en este desafío unamos esfuerzos”.

“Sigamos adelante juntos”

Hacia el final de su intervención, el Pontífice exteriorizó su deseo de que sigamos adelante unidos, “para que el camino de las religiones sea cada vez más amistoso”.

En alusión a Abai, recordó que decía que “un falso amigo es como una sombra, cuando el sol resplandece sobre ti, no te liberarás de él, pero cuando las nubes se condensan sobre ti, no se verá por ninguna parte”. Francisco estimuló a “que no nos suceda esto, que el Altísimo nos libre de las sombras de la sospecha y de la falsedad, que nos conceda cultivar amistades luminosas y fraternas, por medio del diálogo asiduo y la franca sinceridad de las intenciones”.

“No busquemos falsos sincretismos conciliadores, sino más bien conservemos nuestras identidades abiertas a la valentía de la alteridad, al encuentro fraterno. Solo así, en los tiempos oscuros que vivimos, podremos irradiar la luz de nuestro Creador. ¡Gracias!”, concluyó el Santo Padre.

Francisco y el camino de la paz: Volver a Helsinki y dialogar con todos

“Es la hora de evitar la intensificación de rivalidades y el fortalecimiento de bloques contrapuestos. Necesitamos líderes que, a nivel internacional, permitan a los pueblos entenderse y dialogar, y generen un nuevo “espíritu de Helsinki”, la voluntad de reforzar el multilateralismo, de construir un mundo más estable y pacífico pensando en las nuevas generaciones". El Papa Francisco piensa en el futuro del mundo, no se rinde a la lógica terrible y sin salida de la escalada militar que corre el riesgo de destruir a la humanidad, y por eso sigue indicando caminos concretos para la paz. Formas de salir de la vieja lógica de las alianzas militares, de la colonización económica, del poder abrumador de los grandes y fuertes a nivel internacional.

Desde la capital kazaja de Nursultán, donde en septiembre de 2001 Juan Pablo II, en un momento trágico de la historia de la humanidad, lanzó su grito para eliminar cualquier justificación del terrorismo y de la violencia que abusa del nombre de Dios, su sucesor Francisco llamó a renovar el espíritu que en 1975 condujo a pasos concretos de diálogo entre Oriente y Occidente. Hace 21 años, el llamamiento del Papa Wojtyla -que unos meses antes de los atentados contra las Torres Gemelas había entrado descalzo en la mezquita de los Omeyas en Damasco- se dirigía ante todo a los líderes religiosos. Hoy la de su segundo sucesor, preocupado por la Tercera Guerra Mundial ya no "en pedazos", se dirige sobre todo a los dirigentes de las naciones, especialmente a los grandes.

Los Acuerdos de Helsinki, en los que la Santa Sede participó plenamente por primera vez en una reunión de este tipo desde el Congreso de Viena, fueron firmados por treinta y cinco Estados, entre ellos Estados Unidos, la URSS y prácticamente todas las naciones europeas. Entre los principios afirmados se encuentran el respeto a los derechos de soberanía, el no recurso al uso de la fuerza, la solución pacífica de las controversias, la inviolabilidad de las fronteras y la integridad territorial de los Estados, el respeto a los derechos humanos y las libertades, incluidas las religiosas, y la autodeterminación de los pueblos.

Una mirada a la historia reciente, con el paulatino desvanecimiento de las muchas esperanzas que se encendieron tras la implosión del sistema comunista soviético, nos ayuda a comprender la acuciante actualidad y también la audacia de la perspectiva indicada por el Sucesor de Pedro. Un camino que sólo puede pasar por la comprensión, la paciencia y el diálogo con todos. "Repito, con todos", remarcó deliberadamente Francisco en su discurso a las autoridades y al cuerpo diplomático en la capital kazaja.

Palabras como "diálogo" y "negociación", más de seis meses después del inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y tras miles de muertes de civiles bajo los bombardeos rusos, son recibidas con irritación y consideradas casi blasfemas por quienes están pagando caro las consecuencias del conflicto en su propia piel y en la de sus seres queridos. Pero el llamamiento del Papa, que hablaba de la necesidad cada vez más apremiante de "ampliar el compromiso diplomático a favor del diálogo y el encuentro", se dirige en particular a "los que en el mundo tienen más poder" y, por tanto, "tienen más responsabilidad hacia los demás, especialmente los países que están más en crisis por la lógica del conflicto". Es una invitación a los grandes del mundo para que no miren sólo "los intereses que les benefician". Es la invitación a salir de la lógica de los bloques para aplicar por fin lo que Francisco llama "esquemas de paz" y no ya los "esquemas de guerra", hijos de la vieja lógica y de la locura de la carrera del rearme. Es de esperar, por parte de todos, que estas palabras sean escuchadas.


El último grito del Papa en Kazajistán: “¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!”

El Palacio de la Independencia es un inmenso trapecio decorado con cristales azules y tubos blancos que se sitúa en el corazón de esta flamante capital de Kazajistán, que, cuando fue fundada, se llamaba Astana y desde hace algunos años por omnímoda decisión de su ex presidente, Nursultán Nazarbayey, fue “rebautizada” con el nombre de Nursultán.

Fue este mandatario quien convocó en septiembre de 2003 el primer Congreso de Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales. Una iniciativa singular que ha reunido cada tres años a varios centenares de dirigentes religiosos del mundo entero: cristianos, musulmanes, judíos, budistas, taoístas, hindúes, shiks y seguidores de de otras religiones tradicionales.

El VII Congreso, retrasado un año a causa de la pandemia, ha sido inaugurado hoy y es, en cierto modo, excepcional por la actual situación de guerra en Europa y por la presencia del papa Francisco. La Santa Sede, en efecto, ha participado en todas sus anuales convocatorias, pero el Papa Bergoglio ha querido solemnizar la del 2022 con su presencia, que ha suscitado, como es lógico, un gran interés.

Las sagradas escrituras y la misericordia

En torno a las diez de la mañana, varios centenares de personas, muchos de ellos vestidos con sus vistosos hábitos de ceremonia, se habían congregado en la llamada Sala de la paz y de la reconciliación y, durante algunos minutos, todos han recitado en absoluto silencio una plegaria. Finalizado este rito, el coordinador de la sesión, Maulen Ashinbayev, ha dado la palabra al presidente de la República kazaja, Kassym-Jomart Tokayev, un político formado en la antigua Unión Soviética y veterano de la Gran Guerra Patriótica.

Este describió un panorama internacional más bien desolador. “Por desgracia –dijo– las tensiones, la desconfianza mutua e incluso las hostilidades han vuelto a las relaciones internacionales… es esencial poner fin a los conflictos militares y al sufrimiento de los pueblos en las zonas de conflicto a través del mundo. Ahora, más que nunca, la humanidad necesita la solidaridad… el Corán, la Biblia, la Torah y otras sagradas escrituras están imbuidas de ideas sobre el humanismo, la compasión y la misericordia”.

El sugerente texto de Bergoglio

Seguidamente al presidente intervino el Papa, que leyó su discurso en italiano. Es un texto extenso, profundo y sugerente iniciado con el deseo de que “Kazajistán pueda ser una vez más tierra de encuentro entre quienes están distanciados. Que pueda abrir una nueva ruta de encuentro basada en las relaciones humanas: el respeto, la honestidad del diálogo, el valor imprescindible de cada uno, la colaboración; un camino para recorrer juntos hacia la paz”.

En su primera parte, el Papa lamento “el ateísmo de estado, impuesto por decenios, esa mentalidad opresora y sofocante para la cual el simple uso de la palabra ‘religión’ era incómodo” y reivindicó, por el contrario, que “las religiones no son un problema sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa”.

Un poco más adelante señaló cuatro desafíos globales: la pandemia entre vulnerabilidad y cuidados, la paz, la acogida fraterna y el cuidado de la Casa común. Desarrollando el primero de estos puntos exhortó a no olvidar la vulnerabilidad que nos caracteriza y “a no dejarse anestesiar por el consumismo que aturde, porque los bienes son para el hombre y no el hombre para los bienes… los creyentes en la post pandemia están llamados a ser artesanos de comunión… ya que el mayor factor de riesgo de nuestro tiempo sigue siendo la pobreza. Mientras sigan haciendo estragos la desigualdad y las injusticias no cesarán virus peores que el Covid: los del odio, la violencia y el terrorismo”.

¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder!

Refiriéndose a la paz pidió “no permitir que lo sagrado sea instrumentalizado por lo que es profano. ¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad! Los conflictos no se resuelven con las ineficaces razones de la fuerza, con las armas y las amenazas, sino con los únicos medios bendecidos por el cielo y dignos del hombre: el diálogo, las tratativas pacientes que se llevan adelante pensando especialmente en los niños y las jóvenes generaciones”.

Sobre la acogida fraterna constató que “un gran éxodo está en curso; desde las regiones más necesitadas se busca alcanzar aquellas con mayor bienestar. No es un dato de crónica, es un hecho histórico que requiere soluciones compartidas y amplitud de miras”. Por fin, sobre el cuidado de la Casa común condenó la “mentalidad de la explotación que devasta la casa que habitamos… por eso es imprescindible favorecer y promover el cuidado de la vida en todas sus formas”.

Concluyó pidiendo que “no busquemos falsos sincretismos conciliadores, sino más bien conservemos nuestras identidades abiertas a la valentía de la alteridad, al encuentro fraterno. Solo así en los tiempos oscuros que vivimos podremos irradiar la luz de nuestro Creador”.

FUENTES:
https://www.vaticannews.va/
https://www.vidanuevadigital.com/


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS


17 septiembre 2022 - 09'00 horas

Visita Intercultural a Toledo
TOLEDO

15 - 22 septiembre 2022

Semana de Oración por la Paz en Palestina e Israel
“Fe, esperanza y amor en acción: hacia la justicia en Israel y Palestina”
TODO EL MUNDO

20 septiembre 2022 - 17'00 horas

Encuentro Fratelli Tutti
Caminos de reencuentro y Las religiones al servicio de la fraternidad humana. Intervienen: Marcela Mazzini, Silvina Chemen, Marcelo Figueroa y Omar Abboud
BUENOS AIRES (Argentina)

21 septiembre 2022 - 16'00 horas

SDGs conference
Conferencia Anual “Transformando nuestro mundo”.
ON LINE

21 septiembre 2022 - 19'00 horas

Encuentro Interreligioso de oración por la Paz
"La Paz está a cada paso"
Monasterio de la Resurrección (Plaza san Nicolás)
ZARAGOZA

22 septiembre 2022 - 19'30 horas

Encuentro scriptural reasoning
Día mundial de la convivencia en paz
Sede de Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
MADRID

23 septiembre 2022 - 19'00 horas

Celebración ecuménica mes de la Biblia
Parroquia San Juan Evangelista
Calle Olavarría 486
BUENOS AIRES (Argentina)

24 septiembre 2022 - 11'00 horas

Desayuno y charla intercultural
Sede de Arco Forum , Ronda de Segovia, 2
MADRID

24 septiembre 2022 - 18'00 horas

Reunión de Oración por la Unidad
Organiza: Cristianos en Unidad
Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen
Sede de Arco Forum , Ronda de Segovia, 2
Franklin 2173 (Flores)
BUENOS AIRES (Argentina)

24 septiembre 2022 - 20'00 horas

Partido de fútbol inclusivo
MADRID

27 septiembre 2022 - 19'30 horas

Lectura intercultural con...
Sede de Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
MADRID

27 septiembre 2022 - 19'30 horas

Mesa redonda
Con el tema: "Inmigración e Inclusión"
Sede de Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
MADRID

21 - 27 noviembre 2022

X Jornadas de desierto
El papa Francisco y Carlos de Foucauld en la Fratelli Tutti
Inscripciones: foucauld.horeb@gamil.com
Organiza: Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld
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