No convirtamos la Cuaresma en rutina
por Ana Bou
A penas hace unas semanas que iniciamos el tiempo de Cuaresma que nos conducirá a la luz, a la vida.
¿Cuántas Cuaresmas,cuantas Pascuas hemos vivido ya? Puede que llegue el momento que sea complicado poder convertirlo en novedad por que la sociedad nos arrastra a vivirlo con otro estilo diferente. Pero creo que este es un tiempo importante para intentar hacer el esfuerzo de pararnos y escuchar nuestro interior.
Tengo la impresión que vivimos todo con tanta normalidad que nos da igual escuchar una noticia como que alguien ha ayudado a alguien o se ha cometido una violación o injusticia, todo lo metemos en el mismo saco porque no nos da tiempo a procesarlo. Nos bombardean con demasiada información y eso nos lleva inevitablemente a acostumbrarnos a vivir en una total indiferencia ante el hecho religioso, especialmente los jóvenes, y ya no tan jóvenes, que piensan que eso forma parte del pasado.
Por eso creo que este es el tiempo del desafío, de la sorpresa, de estar abierto a lo transcendente, abrirnos al otro y saber acoger a Dios en el hermano pero con hechos, dejando a un lado las bonitas palabras que ya tanto nos saturan y que no conducen a nada.
Convertirnos no significa no comer carne durante los viernes, sino saber salir de la indiferencia y comodidad. Sentir y acoger a Dios en el hermano con un corazón abierto para quien no cuenta en la sociedad, es romper con el aburguesamiento que no nos conduce a ningún sitio y liberarnos de todo aquello que nos ata para poder prepararnos a vivir la Pascua.
FUENTE
Ana Bou
"Un minuto para el encuentro"
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