Llevada de la misericordia,
un alma contemplativa se llega
obediente al Portal de Belén
EL INFINITO DON DE TU ALEGRÍA
Deja que ante la cuna esté sin prisa
y que tu pecho bese suavemente
mientras te canto nanas tiernamente
y por dentro me llena tu sonrisa.
Absorta el alma ante tu carne lisa,
contemplativa toda y reverente,
se hace pura caricia transparente,
dichosa de sentirse a ti sumisa.
Jesús, mi Niño, Dios de la hermosura,
los ángeles te anuncian adorable
lucero en medio de la noche oscura.
Ven a mi corazón, que en ti confía,
y cólmalo de paz inagotable,
del infinito don de tu alegría.
Pedro Langa Aguilar, OSA
Navidad 2015
Precioso soneto del padre Langa para esta Navidad.
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