El Papa Francisco recibe la primera visita
de un líder
protestante
El presidente de
la Iglesia evangélica alemana Nikolaus Schneider se convierte en el primer
líder protestante que visita oficialmente al Papa Francisco. El Sumo Pontífice
lo llamó “hermano” y rezaron juntos la oración del Padrenuestro. Además Durante
le hizo oficial la invitación al 500 aniversario de la Reforma protestante
previsto para el año 2017.
Nikolaus
Schneider acudió acompañado de su esposa y se reunió en privado con el Papa
durante treinta minutos. Tras explicarle los planes para el 500 aniversario de
la Reforma protestante, Schneider le propuso unirse a iniciativas en Roma o en
Alemania. “No queremos que sea un aniversario alemán o sólo protestante.
Queremos celebrar el regreso a la centralidad del Evangelio, algo común a todos
los cristianos”, explicó.
El Papa no
respondió a la invitación, pero el líder protestante se mostró entusiasmado
porque Francisco mencionó la histórica visita de Benedicto XVI en 2011 al
monasterio en el que vivió Martín Lutero en Erfurt, por lo que Schneider
consideró “un gesto de apertura”, la acción del ahora Papa Emérito.
A tiempo de
despedirse, el presidente comprometió las oraciones de los evangélicos
alemanes, para que pueda “cumplir su ministerio con coraje y con fuerza”. Como
regalo, le entregó una Biblia escrita en alemán, idioma que el Papa conoce
porque en 1986 residió casi un año en Fráncfort.
Sobre
este importante encuentro de carácter ecuménico, el director de la Oficina de
prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, declaró: “El encuentro fue
realmente muy cordial, y el “Preses” Schneider felicitó al Santo Padre, por
este inicio tan feliz y entusiasmante del nuevo Pontificado, y también expresó
su apreciación por la elección del nombre “Francisco”, porque es el nombre de
un santo que habla realmente a todos los cristianos de una manera muy eficaz.
La conversación sobre el tema ecuménico se centró sobre todo en el valor del
ecumenismo de los mártires, a los que el Papa da un peso especial, contando
además con un conocimiento profundo de los sufrimientos que diversas personas
de la Iglesia Evangélica también vivieron en la época del nacionalsocialismo.
La
sangre derramada por los mártires es algo que une profundamente las diversas
confesiones cristianas en el testimonio común de Cristo. Por lo tanto, el
encuentro fue muy fructífero y significativo en la dirección ecuménica que este
pontificado lleva adelante sin ninguna incertidumbre”
El Papa Francisco
recibió esta mañana en audiencia privada al presidente de la Iglesia Evangélica en Alemania, Nikolaus Schneider, a quien recordó la importancia del
mensaje de unión entre cristianos, que ofrecieron los mártires al entregar su vida en defensa de la fe común.
El director de la
Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi,
explicó a través de Radio Vaticana, que Schneider llegó acompañado por su
esposa y una delegación. En su encuentro felicitó al Santo Padre “por el inicio
de tan feliz y entusiasmante nuevo pontificado”.
Además, manifestó
su aprecio por la elección del nombre “Francisco”, porque “es el nombre de un
santo que habla a todos los cristianos de manera extremadamente eficaz”.
“La sangre derramada por los mártires es algo que une profundamente las diversas
confesiones cristianas en el testimonio común por Cristo”, señaló el P.
Lombardi.
En esta
audiencia estuvo presente también el cardenal Kurt Koch, presidente del
Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cual,
en esta entrevista, comenta el estado actual del diálogo ecuménico entre
católicos y protestantes, teniendo en cuenta la perspectiva del nuevo Papa y el
próximo aniversario de la Reforma que tendrá lugar en el año 2017.
¿Cuáles
son sus impresiones sobre esta visita?
Esta
visita estaba ya prevista, había sido programada una audiencia con el Papa
Benedicto. Ha sido muy bello que el Papa Francisco se haya mostrado disponible
de inmediato a conceder esta audiencia. Ha sido un encuentro muy cordial y
amigable: el presidente Schneider ha felicitado al Papa por la elección y
también le ha manifestado su alegría por el nombre elegido, ya que San Francisco
de Asís, en realidad, pertenece a todas las Iglesias cristianas; ha manifestado
también su participación en el dolor del Papa por las inundaciones que han
golpeado a la Argentina y la esperanza de un buen futuro para el diálogo
ecuménico.
En su respuesta,
el Santo Padre ha ido de inmediato al nudo de la cuestión y ha hablado del
testimonio común de los mártires, expresando su convicción de que si hoy somos
perseguidos no es porque seamos católicos o protestantes, sino porque somos
cristianos, y que esto nos une y representa, por lo tanto, un fundamento
profundo de nuestra búsqueda ecuménica de la unidad. Luego ha retomado el
concepto, muy estimado por Juan Pablo II, del ecumenismo de los mártires.
En la segunda
parte del discurso el presidente Schneider ha hablado de la conmemoración, en
el 2017, de la Reforma; ha dicho que no se trata de la glorificación de Lutero
sino que – según las intenciones – deberá ser un “año de Cristo”. Ha expresado
la esperanza de que también la Iglesia católica pueda participar. El Papa, con
mucha cordialidad, haciendo referencia a la visita del Papa Benedicto al
monasterio agustino de Erfurt, ha recordado que desea continuar por el camino
indicado en aquella ocasión por el Papa Benedicto.
¿En qué
punto están los diálogos entre la Iglesia luterana y la Iglesia católica?
Nuestro
interlocutor, obviamente, es la Federación luterana mundial: todos nuestros
interlocutores son a nivel universal. En realidad, nuestro referente para la
Iglesia evangélica en Alemania es la Conferencia episcopal alemana.
En lo que
respecta al nivel universal, la Comisión internacional para el diálogo
teológico con la Federación luterana mundial ha elaborado un documento sobre la
conmemoración de la Reforma del 2017 bajo el título “From conflict to
communion”, con tres puntos centrales: el primero, la gratitud y la alegría por
lo que se ha verificado – en cuanto al acercamiento – en los últimos 50 años;
el segundo, el reconocimiento de la culpa, referido al mal que en el curso de
la historia nos hemos hecho mutuamente; y el tercero concierne a la esperanza
de poder realizar nuevos pasos en el futuro. Este documento está listo, pero
nosotros esperamos la traducción alemana antes de publicarlo.
Volviendo a
la conmemoración de la Reforma, en el 2017: ¿ha habido también una invitación
al Papa para viajar a Alemania?
El presidente ha
hecho una breve referencia: ciertamente, sería bello si también viniera el
Papa… Es claro que el Papa no da todavía una respuesta porque Alemania es un
país mientras que la Federación luterana es una entidad mundial…
De la
Iglesia evangélica a las Iglesias evangélicas, sobre todo a las Iglesias
pentecostales: la Conferencia episcopal alemana tendrá aquí, en Roma, una
conferencia a la cual ha sido invitado también usted. ¿En qué medida esto
representa un desafío para la Iglesia católica en Alemania, o en general en los
países de lengua alemana, si se los compara – por ejemplo – con América Latina?
Esta iniciativa
se ubica todavía dentro de las competencias de mi predecesor, el cardenal
Kasper, cuando era todavía obispo de Rottenburg-Stuttgart y guiaba la sección
“Iglesia universal”. Ahora esta sección se ocupa intensamente desde hace tiempo
de estos problemas y por eso organiza este congreso sobre el pentecostalismo;
me han pedido asumir el patrocinio de esta iniciativa y tener la relación
final. Estoy agradecido por esta iniciativa porque el pentecostalismo hoy es,
desde un mero punto de vista numérico, la segunda realidad después de la
Iglesia católica. Habría que hablar, por lo tanto, de una “pentecostalización”
del cristianismo: es una situación completamente nueva para el ecumenismo. Y
para mí es importante poder observar atentamente cómo este pentecostalismo se
manifiesta en América Latina, en África, en Asia y en Europa para luego poder
reflexionar sobre el modo en que se puede continuar y profundizar el diálogo
ecuménico.
¿Hay tal
vez algunas dificultades, considerando el hecho de que no hay una unidad real
en el frente de las Iglesias pentecostales, quiero decir, en el sentido de que
no existe un referente propiamente dicho?
Ésta es la dificultad real: hay, de hecho, muchísimas comunidades y
agrupaciones de este tipo. Es muy difícil establecer cómo llevar adelante este
diálogo. Pienso que, desde el punto de vista del Pontificio Consejo para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos, podemos en todo caso valorar esta
situación sólo en colaboración con las Conferencias episcopales nacionales.
Y desde el
punto de vista teológico y pastoral, ¿qué preguntas hay que plantearse frente a
estos grupos pentecostales?
La pregunta de
fondo que debemos plantearnos obviamente es: “¿Por qué tantos fieles salen de
nuestra Iglesia y se unen a estos grupos? ¿Qué es lo que los fascina?”. Esto
implica también un examen de conciencia de nuestra parte sin, por otro lado,
tomar los métodos de evangelización problemáticos realizados por estos grupos…
Creo que las cuestiones teológicas principales se refieren al rol y al
significado del Espíritu Santo en la teología, por lo tanto, la experiencia de
fe en vista de la conciencia de la fe. Estos son desafíos decisivos. Junto a
esto, hay luego agrupaciones fuertemente sincretistas, en las cuales se vuelve
difícil encontrar todavía el fundamento cristiano.
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