Pensando con Ucrania en el Corazón
por Koldo Aldai
UCRANIA EN EL CORAZÓN
Entre duro y duro telediario había que echarse a los senderos y abrazar el océano y poner honda intención de paz en cada paso y pensar en quien no encuentran corales a sus pies. A pesar de la insistente lluvia, había que orar caminando.
Caminamos sin bombas a nuestra vera y el mar respira a nuestra vera y pedimos para que susurre a los oídos castigados por el estruendo. Caminamos con quienes avanzan junto a mares de escombros, con el corazón encogido; con quienes huyen y no tropiezan con playas inundadas de paz y la infinita ternura de Dios hecha blanda, fina, diminuta arena.
A una con el océano sin fronteras: ¡¡Detengan por favor esa guerra!!
EL CUIDADO
A veces quisimos cuidar al mundo, pero la manta se había quedado a los pies de quien descansaba al lado. A veces quisimos abrazar la humanidad, pero nos faltaban brazos para una cintura más cercana. A veces quisimos brotar la sonrisa de las almas lejanas, pero la escatimábamos puertas adentro.
La revolución más auténtica arranca con el cuidado de los cercanos. No podrás cuidar el planeta si ortigas y zarzas taponan tu puerta. No hay bellas palabras que sustituyan la mano abierta y dispuesta. Acariciar lejos, empieza con unn ternura íntima, sin ruido, ni redes sociales.
Las grandes lecciones de la vida llegan con el otoño, cuando metes leña, pero el hogar permanece frío; cuando recuerdas la manta que no subiste hasta su cuello, la caricia que se quedó a medio camino, el viaje que no necesitó tanto combustible, ni vuelo.
“Cuidado” era el verdadero e ignorado arcano, la lección sobre puntillas, la sugerencia de sus silencios, la palabra que no aparecía en los gruesos tratados de oculta, tantas veces ausente y confundida sabiduría.
De lo pequeño a lo grande, no te saltes el orden. Mide tu cadera y tus posibilidades. Labra, florea, cuida de a pocos. La vida es eterna y sus infinitos campos te aguardan.
No se te ocurra calcular. Nunca cuides para que te cuiden, cuida sólo por nostalgia del uno, por imperativo de tus dedos, por demanda impostergable de tu adentro.
FOGONES LEJANOS
Nos debemos a las puertas del desamparo. Uno debería estar escanciando largo y abundante en la frontera de Polonia, Moldavia o Rumanía con la geografía castigada… Uno se quisiera junto a esos grandes termos, en unos de esos anchos mostradores de la esperanza, allí donde se acoge a quienes huyen del horror, donde se les ofrece comida caliente y solidaridad fraterna. Uno debería haber metido ya sin dudarlo todos sus fuegos y gigantes cazuelas en un coche rumbo a quienes todo lo dejan atrás.
Corto bien picado la verdura para buenos amigos, pero uno se quisiera trabajando sin parar al borde de la gran necesidad. Uno se esconde dentro de un bosque en una acogedora cabaña de madera con muy grata compañía y sin embargo tiene que hacer un esfuerzo para no llenar el depósito y tachar todos los compromisos del calendario. No es sólo donde quisiéramos vestir mandilón, encender la chispa y volver a dorar las cebollas, es también donde en realidad podemos, donde nuestros cuerpos lo aguantan.
Uno debería estar rodando, como tantas veces lo hicimos antaño, como ya lo han hecho ahora otros amigos hacia la geografía brutalmente golpeada. ¿Pero cuánto duraríamos sin un calefactor cercano en los improvisados campamentos de acogida? Definitivamente y mal que le pese, uno está donde los plumones aguantan, donde en realidad puede ayudar de forma efectiva y no causar añadidas complicaciones.
COMPASIÓN
Pueda nuestra defensa de la vida permanecer pura, nuestra firmeza desarmarse del deseo de herir.
Podamos librar nuestras entrañas de toda ponzoña, librar incluso al homicida a gran escala de nuestra ira, podamos despejar el insulto no sólo de los labios, sino también de la mente y así no engrosar calibres y así contribuir realmente al silencio de las bombas.
Quien obra cruelmente no necesita más dardos. Podamos librar nuestra alma de toda animadversión y así en verdad detener la brutalidad de los tanques, vaciar su arsenal y depósitos y así proteger a las madres, ancianos y niños, a la entera población inocente.
Así con el poder inmenso de nuestras almas serenas y aquietadas no contribuir a la espiral de la violencia, así poder frenar el atropello y la agresión y así comenzar a inaugurar la perenne e inmarcesible paz.
SEMBRAR COMPRENSIÓN Y PAZ
Dicen los Grandes Seres que quienes no se inmutan con el sufrimiento ajeno, no han logrado aún a tomar contacto con sus propias almas, no saben aún de la experiencia del amor. Son dignos de nuestra más generosa compasión. Una ciudad de más de 400.000 habitantes por nombre Mariupol, lleva tres semanas de asedio y bombardeo inmisericorde.
Pedimos por quienes están debajo de esas terribles bombas, pedimos por esas almas duras que no pestañean al arrojarlas; por los que están sumidos en la profunda ignorancia de creer que la fuerza bruta empleada contra sus hermanos les puede abrir las puertas de un futuro mejor.
Quien destroza vidas y hogares ajenos debiera saber lo que le aguarda. El sufrimiento propiciado siempre retorna. Se trata de una contabilidad exacta. Ningún futuro mejor puede venir tras tanta acumulación de escombro y cuerpos sin vida; ningún horizonte halagüeño asoma tras generar tanto sufrimiento y muerte al prójimo, ninguno. El dolor sembrado es el dolor que recibirá quien lo siembra. Esa es la Ley ineludible que debería saber quiénes pretenden someter Ucrania a sangre y fuego.
Ucrania ya ha vencido en valentía, humanidad y dignidad. Volcamos nuestras almas en la materialización de un acuerdo. Somos por y para esa paz, para el freno a la brutal agresión, a la atroz invasión de esa nación soberana, ahora más que nunca hermana.
¿Había clamado nunca la humanidad con tanta fuerza para que viniera la paz a la Tierra? Ucrania nos ha unido a la casi entera humanidad en nuestro firme y determinante anhelo de paz. Nada semejante había ocurrido hasta el presente. Estamos dando la espalda definitivamente al pasado de confrontación humana.
El clamor del "No a la guerra" de ahora es asumida por la entera población y está librado de toda connotación ideológica y partidista. ¡Dona nobis pacem! en Madrid, en Berlín... en las grandes capitales europeas. No se detenga el unánime clamor de la paz.
REFUGIADAS
Ojalá pudieran sentir también nuestro abrazo fuerte, cálido, fraterno, superando todas las distancias… Ojalá supieran que no están solos en sus fríos polideportivos, que ahora más que nunca, en medio de esta hora tan dura, somos una sola humanidad. Más pronto que tarde horizonte para esas miradas perdidas.
Por ellas, por las de las pesadas e inesperadas maletas, por las de la mirada perdida, por las de la manta a cuadros de última hora, por las que hoy avanzan por carreteras bombardeadas rumbo a la incertidumbre. Por ellas, a las que la fuerza bruta quiso arrebatarles hogar, patria, vástagos y esperanza.
Hoy, en marzo, la entera humanidad somos uno con ellas.
FUENTE:
Koldo Aldai Agirretxe
AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS
1 abril 2022 - 19'30
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DONOSTIA / SAN SEBASTIÁN
4 abril 2022 - 18'00 horas
Estudios Bíblicos interconfesionales
Mira, hago nuevas todas las cosas (Ap 21.5) El Apocalipsis, libro de esperanza por Alfredo Abad, IEE
Centro Ecuménico “Julián García Hernando” (José Arcones Gil, 37, 2º)
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5 abril 2022 - 18'00 horas
Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
“El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y a la unidad”
San Gregorio de Narek y la Iglesia armenia por Marek Raczkiewicz CSSR
Centro Ecuménico “Julián García Hernando" C/ José Arcones Gil, 37, 2º
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Estudios Bíblicos interconfesionales
Mira, hago nuevas todas las cosas (Ap 21.5) El Apocalipsis, libro de esperanza por Alfredo Abad, IEE
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26 abril 2022 - 18'00 horas
Curso de Formación Bíblico Ecuménico.
“El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y a la unidad”
Un episodio de intercomunión: Pentecostés 1968 por Jesús Iglesias
Centro Ecuménico “Julián García Hernando" C/ José Arcones Gil, 37, 2º
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Encuentro No-dualidad
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Campamento de Conciencia. Urbasa 2022
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27 - 30 agosto 2022
Encuentro Ecuménico de la Juventud
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