Para "una mayor comunión" en la Iglesia, supondría un "paso adelante" en la unión de Oriente y Occidente
Una llamativa iniciativa se registró en el aula del Sínodo de Medio Oriente, que recoge, en síntesis, los debates de la semana pasada. Se trata de la propuesta de que los patriarcas que gobiernan las iglesias católicas de Oriente formen parte del Colegio de electores del Sumo Pontífice aunque no sean cardenales.
Según el obispo de Alepo de los Caldeos en Siria, monseñor Antoine Audo SJ, esta propuesta "es casi una reivindicación" de los padres sinodales al Papa. Según el prelado caldeo, se trata de una propuesta cuyo objetivo sería permitir "una mayor comunión y participación dentro de la Iglesia Católica".
Por otro lado, según explicó monseñor Audo, la Iglesia católica en Oriente pidió también al Papa que visite las diferentes iglesias locales y "celebre la misa en el rito oriental", como signo de comunión y participación en la Iglesia Universal".
Para el profesor Pablo Gefaell, experto en Derecho Canónico oriental de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, esta propuesta supone un "paso adelante" en la unión de la Iglesia católica de Oriente y Occidente. A propósito de la propuesta sobre la incorporación de los patriarcas al colegio cardenalicio, se recuerda que el canon 78.2 delimita la potestad del Patriarca dentro de los límites del territorio de la Iglesia Patriarcal, a menos que no conste diversamente por la naturaleza del caso, o por el derecho común o particular aprobado por el Romano Pontífice. El Patriarca puede ejercer su oficio, por tanto, fuera del territorio de la Iglesia Patriarcal si la naturaleza del caso lo exige o bien por derecho común o particular aprobado por el Romano Pontífice.
Dentro de los límites de su territorio corresponde al Patriarca garantizar el vínculo de comunión de la propia Iglesia con el Romano Pontífice. De hecho toca al Patriarca notificar a los Obispos y a los demás destinatarios las disposiciones del Romano Pontífice que afectan a la Iglesia patriarcal. Según el canon 92.1 corresponde al Patriarca manifestar la comunión jerárquica con el Romano Pontífice mediante la fidelidad, la obediencia y la veneración. El signo de esta comunión plena entre el Patriarca y el Romano Pontífice es la conmemoración del segundo por parte del primero, en la Divina Liturgia.
El Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, por otra parte, invita al Patriarca a tener una relación frecuente con el Romano Pontífice, enviando un informa sobre el estado de la Iglesia que preside al año de su elección; después más veces cuando realiza la visita ad límina. Además el Patriarca necesita del consentimiento de la Sede Apostólica para poder realizar algunos actos relacionados con su patriarcado. Estos actos son: estipular convenios con la autoridad civil, y enviar un Visitador para los propios fieles que se encuentran fuera del territorio patriarcal.
Algunas decisiones y actos de la Iglesia patriarcal deben ser notificados por el Patriarca al Romano Pontífice. Estas decisiones son: transferir al metropolita, o a un obispo eparquial, o titular; nombrar a un obispo auxiliar o titular que ayude al obispo eparquial; erigir, cambiar y suprimir exarcados; la ordenación episcopal y la entronización del nuevo Obispo; los actos relativos a las leyes y las decisiones tomadas por el Sínodo; en el caso en el que el sínodo permanente no pueda ser constituido; comunicar por parte del Administrador de la Iglesia patriarcal la vacancia de la sede patriarcal y la vacancia de la sede eparquial.
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