De la maldición a la bendición: evangélicos, luteranos, baptistas, ortodoxos y católicos, juntos
Encuentro de la delegación de ecumenismo de Mérida-Badajoz
por José Moreno Losada
Ha sido un encuentro lleno de vida y bendición. Nos hemos encontrado en la casa de ejercicios de Gévora (Badajoz), personas de distintos lugares y delegaciones, pero lo más interesante es que éramos de distintas confesiones cristianas: Evangélicos, luteranos, baptistas, ortodoxos, católicos.
La razón del encuentro eran tres motivaciones fundamentales: Orar juntos, reflexionar sobre lo fundamental de nuestra fe en Jesucristo y compartir vida y mesa, ahondar y celebrar lo que nos une. Los niveles propios de un verdadero ecumenismo que quiere ser fiel a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo cuando oraba ante el Padre deseando la unidad de todos sus seguidores.
Nuestra delegación diocesana, que anda en sus primeros pasos para construir un nuevo equipo de relaciones interconfesionales e interreligiosas, ha recibido con gozo la oferta de que recibimos de ACEMU, a través de las Misioneras de la Unidad, del centro ecuménico de Madrid, para realizar aquí su encuentro de formación anual. Suponía un acicate y una animación especial para caminar con deseos y esperanza en esta labor ecuménica e interreligiosa que, aunque es muy necesaria en la actualidad, no se valora y no forma parte de nuestras prácticas habituales. No hay duda que nos ha impulsado y animado de un modo extraordinario.
A lo largo del encuentro hemos vivido y realizado momentos de vivencia y formación muy excelentes, tras la acogida en la tarde del Viernes y la cena compartida, nos retiramos a descansar una vez que vimos todos los materiales que se exponían del trabajo realizado a lo largo de muchos años y de este mismo curso, como por ejemplo la revista de Pastoral Ecuménica que lleva más de treinta años editándose, así como la última publicación para comprender de un modo muy sencillo la riqueza de Lutero y la reforma iniciada por él. En la mañana del sábado, oramos juntos en comunión todos los cristianos y nos encontrábamos todos con una presentación sencilla de todos los participantes - Cuarenta- venidos de distintos lugares y procesos.
Rafael y Guadalupe, del equipo de ecumenismo de la diócesis de Coria-Cáceres expusieron la urgencia y necesidad del ecumenismo hoy, tanto las razones de orden teológico como las sociales y humanas, adornadas por la vivencia y el proceso del laicado que lleva más diez años en este deseo de crear lazos y experiencias de comunión y unidad. Susana, historiadora madrileña, nos servía la profundización en la reforma luterana y su contexto histórico y político, para poder entender mejor las claves de una teología que buscaba una iglesia más auténtica y reformada.
El diálogo volvía a ser centro del encuentro y de la riqueza mutua. Reposamos y compartimos la mesa, para abrirnos en la tarde a una reflexión profunda llevada a cabo por el arzobispo sirio-ortodoxo de la Iglesia de Antioquía, que es vicario para España, mostrando la relación entre esta Iglesia Antioquena, que viene de los comienzos de cristianismo, con la iglesia católica, el largo proceso de acercamiento y comunión que se viene produciendo desde el concilio Vaticano II. Han sido muchos los pasos. Fue una riqueza poder contar con su presencia en todo el encuentro y gozar de su experiencia y vida ministerial y personal. También nos visitó el arzobispo Celso Morga mostrando su deseo del avance ecuménico en nuestra iglesia diocesana.
Ultimamos la tarde con la presentación de ACEMU de sus actividades y propuestas, así como del recorrido de la delegación de Cáceres y todas sus actividades.
El Domingo ha sido día de celebración intenso y de conocimiento mutuo. Tras la oración de la mañana, animada por un pastor venezolano, nos dedicamos a recorrer la parte antigua de nuestra ciudad de Badajoz, acompañados por Alberto Gata, joven enamorado del tema ecuménico que forma parte del la delegación de Mérida-Badajoz y que es experto en historia.
Acabamos adentrándonos en la Iglesia madre de nuestra diócesis, la catedral en la que nos presidió la Eucaristía don Celso Morga, nuestro arzobispo, acompañado en la celebración por el arzobispo sirio Nicolás, el cual nos invitó con su canto del padre nuestro en arameo a orar por el pueblo sirio y por todos los refugiados. Tras la celebración eucarística, disfrutamos de la visita a nuestra catedral con las explicaciones del guía Jesús. Para ultimar con la comida pascual alegre y gozosa de despedida en la casa de Gévora.
Destacamos un detalle que puede ser simbólico de todo el encuentro y de todo el camino de labor ecuménica, tanto de las misioneras de la unidad, como del ACEMU y el centro ecuménico y las distintas delegaciones, al final de la eucaristía Don Celso, arzobispo católico, invitó a Don Nicolás, arzobispo ortodoxo sirio, a impartir juntos la bendición. Ahí está claro el camino: no tiene sentido que los cristianos, seguidores del mismo Jesús, estemos divididos y nos maldigamos unos a otros, eso es escándalo puro y duro. Ahora estamos en el camino auténtico, y por ahí debemos seguir, nos podemos unir y podemos bendecirnos, esto es lo propio de los cristianos, sin duda, la bendición.
José Moreno Losada.
Delegado episcopal para el ecumenismo y diálogo interreligioso en Mérida-Badajoz
FUENTE:
http://www.periodistadigital.com
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