Paternidad: José acurruca al niño en su regazo, mientras María descansa tras el parto.
Y la Palabra se encarnó y habito entre nosotros. Y vimos su gloria, la que le corresponde como Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Que la Palabra, luz para la vida de la humanidad, haga morada en vosotros y os llene de esperanza y alegría. FELIZ NAVIDAD.
EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO
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