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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

martes, 7 de febrero de 2023

TEXTO DE ALTO VALOR ECUMÉNICO, SOCIAL Y ECLESIAL

Francisco, a la Iglesia de Sudán del Sur: "No somos los jefes de una tribu, sino pastores compasivos y misericordiosos"


Desde hace años, el Papa Francisco, junto al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, el reverendo presbiteriano Dr. Iain Greenshields, han impulsado juntos el proceso de paz en Sudán del Sur, para poner fin a la guerra civil tras el golpe de Estado de 2013.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, estubo acompañado en Sudán del Sur por su esposa, Caroline Welby que ha visitado Sudán del Sur en varias ocasiones, para apoyar a las mujeres de la Iglesia en su papel de “constructoras de la paz”.

Más de 400.000 muertos

En un encuentro con periodistas vaticanos, el padre Alfred Mahmoud Ambaro, sacerdote sursudanés de la diócesis de Tombura-Yambio y párroco de María Auxiliadora en la ciudad de Tombura, ha recordado “el drama de la guerra y la consecuente emergencia humanitaria en Sudán del Sur, tanto que llevó al Papa a convocar a las máximas autoridades religiosas y políticas sursudanesas, junto con el arzobispo de Canterbury, a casa Santa Marta en abril de 2018 para un retiro espiritual ecuménico”.

El presidente Salva Kiir y los vicepresidentes designados, entre ellos Rebecca Nyandeng De Mabior, viuda del líder sursudanés John Garang, y Riek Machar, líder de la oposición, acudieron al Vaticano, como ha recogido Omnes. “Aquellos días fueron coronados por el gesto inédito e impactante del Papa de ponerse de rodillas”, continuó el padre Alfred, al final de un discurso en el que imploró el don de la paz para un país desfigurado por más de 400.000 muertos, y luego besó los pies de los líderes de Sudán del Sur. “Que se apague de una vez por todas el fuego de la guerra”, dijo el Pontífice, reiterando una vez más su deseo de visitar el país.

“Proceso de paz estancado”

Sudán del Sur es bastante más pequeño que la República del Congo, pero algo más grande que España. Tiene 644.000 kilómetros cuadrados y unos 1,7 millones de habitantes. Consiguió la independencia de Sudán en 2011, tras décadas de guerra. Mientras Sudán es árabe y musulmán (90 %), la población de Sudán del Sur es negra y mayoritariamente cristiana, y más de la mitad son de religión católica (52 %). El 9 por ciento son otros cristianos; musulmanes, el 6 %, y de otras creencias, el 32 %.

Según ha informado Obras Misionales Pontificias en España, entre las gentes que acudirán a encuentros con el Papa se encuentra el padre Roy Zúñiga, misionero comboniano, que con diez feligreses de su parroquia viajará seis horas por zonas peligrosas para reunirse con el Papa. El P. Zúñiga, que conoce bien la situación del país, desea que la visita del Papa impulse el proceso de paz, “esperamos un milagro”, ha dicho. A su juicio, “esperamos que deshaga el nudo, estamos estancados con el proceso de paz”.

De los 13,7 millones de habitantes, en torno a 7,2 millones, más de la mitad, son católicos, existen 7 circunscripciones eclesiásticas, y 300 sacerdotes, 185 diocesanos y 115 religiosos, informa la Santa Sede sobre Sudán del Sur.

"Las aguas del gran río recogen el llanto desgarrado de vuestra comunidad, el grito de dolor por tantas vidas destrozadas, el drama de un pueblo que huye, la aflicción del corazón de las mujeres y el miedo impreso en los ojos de los niños. Pero, al mismo tiempo, las aguas del gran río nos evocan la historia de Moisés y, por eso, son signo de liberación y de salvación"

"En el fondo, pensamos que nosotros somos el centro, que podemos confiar —si no en teoría, al menos en la práctica— casi exclusivamente en nuestras propias habilidades; o, como Iglesia, pensamos dar respuestas a los sufrimientos y a las necesidades del pueblo con instrumentos humanos, como el dinero, la astucia, el poder. En cambio, nuestra obra viene de Dios"

"No somos los jefes de una tribu, sino pastores compasivos y misericordiosos; que no somos los dueños del pueblo, sino siervos que se inclinan a lavar los pies de los hermanos y las hermanas; que no somos una organización mundana que administra bienes terrenos, sino la comunidad de los hijos de Dios"

"Nuestro primer deber no es el de ser una Iglesia perfectamente organizada, sino una Iglesia que, en nombre de Cristo, está en medio de la vida dolorosa del pueblo y se ensucia las manos por la gente. Nunca debemos ejercitar el ministerio persiguiendo el prestigio religioso y social, sino caminando en medio y juntos, aprendiendo a escuchar y a dialogar, colaborando entre nosotros ministros y con los laicos"

"Si queremos ser pastores que interceden, no podemos permanecer neutrales frente al dolor provocado por las injusticias y las agresiones porque, allí donde una mujer o un hombre son heridos en sus derechos fundamentales, se ofende a Cristo"

"Para liberar del mal no es suficiente la profecía; es necesario extender los brazos hacia los hermanos y hermanas, apoyar su camino"

"Gracias, en nombre de toda la Iglesia, por su entrega, su valentía, sus sacrificios y su paciencia. Les deseo, queridos hermanos y hermanas, que sean siempre pastores y testigos generosos, cuyas armas son sólo la oración y la caridad, que se dejan sorprender dócilmente por la gracia de Dios y son instrumentos de salvación para los demás; profetas de cercanía que acompañan al pueblo, intercesores con los brazos alzados"

"No somos los jefes de una tribu, sino pastores compasivos y misericordiosos; no somos los dueños del pueblo, sino siervos que se inclinan a lavar los pies de los hermanos y las hermanas; que no somos una organización mundana que administra bienes terrenos, sino la comunidad de los hijos de Dios". El segundo día del Papa Francisco en Sudán del Sur se abrió con un intenso encuentro con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y seminaristas en la catedral de Santa Teresa de Yuba.

Acompañado por miles de personas, Bergoglio hizo un llamamiento, evocando a Moisés, para afrontar el presente y el futuro con dos claves: "Docilidad e intercesión", y subrayando que "nuestro primer deber no es el de ser una Iglesia perfectamente organizada, sino una Iglesia que, en nombre de Cristo, está en medio de la vida dolorosa del pueblo y se ensucia las manos por la gente".

Vencer la tentación del individualismo

"Nunca debemos ejercitar el ministerio persiguiendo el prestigio religioso y social, sino caminando en medio y juntos, aprendiendo a escuchar y a dialogar, colaborando entre nosotros ministros y con los laicos", clamó Bergoglio, quien instó a "vencer entre nosotros la tentación del individualismo, de los intereses de parte. Es muy triste cuando los pastores no son capaces de comunión, ni logran colaborar entre ellos, ¡incluso se ignoran! Cultivemos el respeto recíproco, la cercanía, la colaboración concreta. Si eso no sucede entre nosotros, ¿cómo podemos predicarlo a los demás?".

El discurso de Francisco giró en torno a la figura de Moisés, su vida y sus aparentes contradicciones. Un Moisés que "fue salvado de las aguas y, al haber conducido a los suyos por el Mar Rojo, se convirtió en instrumento de liberación". Aquel que guió al Pueblo de Dios por el desierto nos enseña, señaló, "qué significa ser ministros de Dios en una historia marcada por la guerra, el odio, la violencia y la pobreza".

"¿Cómo ejercitar el ministerio en esta tierra, a lo largo de la orilla de un río bañado por tanta sangre inocente, mientras que los rostros de las personas que se nos confían están surcados por lágrimas de dolor?", incidió el Papa, abogando por la docilidad y la intercesión como actitudes del patriarca bíblico.

Nosotros no somos el centro

No siempre fue así: "en un primer momento (Moisés) pretendió llevar adelante por su cuenta el esfuerzo por combatir la injusticia y la opresión", convirtiéndose en un fugitivo. "¿Cuál había sido el error de Moisés? Pensar que él era el centro, contando solamente con sus propias fuerzas". "Algo parecido nos puede pasar también en nuestra vida como sacerdotes, diáconos, religiosos y seminaristas: en el fondo, pensamos que nosotros somos el centro, que podemos confiar —si no en teoría, al menos en la práctica— casi exclusivamente en nuestras propias habilidades; o, como Iglesia, pensamos dar respuestas a los sufrimientos y a las necesidades del pueblo con instrumentos humanos, como el dinero, la astucia, el poder", lamentó.

Frente a ello, Bergoglio propuso "dejarnos modelar dócilmente", para comprender que "no somos los jefes de una tribu, sino pastores compasivos y misericordiosos; que no somos los dueños del pueblo, sino siervos que se inclinan a lavar los pies de los hermanos y las hermanas; que no somos una organización mundana que administra bienes terrenos, sino la comunidad de los hijos de Dios".

Solo así, "Moisés se convierte en instrumento de salvación para sus hermanos que sufren; la docilidad a Dios lo hace capaz de interceder por ellos". El hombre dócil intercede por su pueblo, una expresión que significa 'descender' para liberar a su pueblo, como hizo en varias ocasiones a lo largo del trayecto de 40 años por el desierto.

Ponerse en medio del pueblo

"Interceder es, por tanto, descender para ponerse en medio del pueblo, “hacerse puentes” que lo unen con Dios", insistió el Papa, quien pidió a los pastores "este arte de “caminar en medio”: en medio de los sufrimientos y las lágrimas, en medio del hambre de Dios y de la sed de amor de los hermanos y hermanas".

Nuestro primer deber no es el de ser una Iglesia perfectamente organizada, sino una Iglesia que, en nombre de Cristo, está en medio de la vida dolorosa del pueblo y se ensucia las manos por la gente.

Porque "nuestro primer deber no es el de ser una Iglesia perfectamente organizada, sino una Iglesia que, en nombre de Cristo, está en medio de la vida dolorosa del pueblo y se ensucia las manos por la gente". "Nunca debemos ejercitar el ministerio persiguiendo el prestigio religioso y social, sino caminando en medio y juntos, aprendiendo a escuchar y a dialogar, colaborando entre nosotros ministros y con los laicos", clamó, y repitió: "juntos".

"Tratemos de vencer entre nosotros la tentación del individualismo, de los intereses de parte. Es muy triste cuando los pastores no son capaces de comunión, ni logran colaborar entre ellos, ¡incluso se ignoran! Cultivemos el respeto recíproco, la cercanía, la colaboración concreta. Si eso no sucede entre nosotros, ¿cómo podemos predicarlo a los demás?", se preguntó.

Las manos de Moisés y las de Sudán del Sur

Para concluir, y regresando a Moisés, el Papa ofreció tres imágenes: Moisés con el bastón en sus manos, Moisés con las manos extendidas y Moisés con las manos alzadas al cielo. La primera "nos dice que él intercede con la profecía". También, hoy, puede hacerse.

"Hermanos y hermanas, para interceder en favor de nuestro pueblo, también nosotros estamos llamados a alzar la voz contra la injusticia y la prevaricación, que aplastan a la gente y utilizan la violencia para sacar adelante sus negocios a la sombra de los conflictos", clamó el Papa, insistiendo en que "si queremos ser pastores que interceden, no podemos permanecer neutrales frente al dolor provocado por las injusticias y las agresiones porque, allí donde una mujer o un hombre son heridos en sus derechos fundamentales, se ofende a Cristo".

No podemos permanecer neutrales frente al dolor provocado por las injusticias y las agresiones porque, allí donde una mujer o un hombre son heridos en sus derechos fundamentales, se ofende a Cristo.

Dirigiéndose a Luka, uno de los que había ofrecido su testimonio, agradeció su ministerio profético y pastoral. "¡Gracias! Gracias porque, si hay una tentación de la que tenemos que cuidarnos, es la de dejar las cosas como están y no interesarnos por las situaciones a causa del miedo a perder privilegios y conveniencias".

En segundo lugar, las manos extendidas, "signo de que Dios está a punto de obrar". Porque "para liberar del mal no es suficiente la profecía; es necesario extender los brazos hacia los hermanos y hermanas, apoyar su camino". Como Moisés, pese a la fatiga y la oscuridad, "también nosotros tenemos esta tarea: extender las manos, levantar a los hermanos, recordarles que Dios es fiel a sus promesas, exhortarlos a seguir adelante. Nuestras manos han sido “ungidas por el Espíritu” no sólo para los ritos sagrados, sino para alentar, ayudar, acompañar a las personas a salir de aquello que las paraliza, las encierra y las vuelve temerosas".

Profetas, acompañantes, intercesores

Finalmente, las manos alzadas al cielo, para interceder, para "luchar" con Dios por su pueblo. "Sostener con la oración ante Dios las luchas del pueblo, atraer el perdón, administrar la reconciliación como canales de la misericordia de Dios que perdona los pecados; esa es nuestra tarea como intercesores".

"Queridos hermanos y hermanas, estas manos proféticas, extendidas y alzadas cuestan trabajo. Ser profetas, acompañantes, intercesores, mostrar con la vida el misterio de la cercanía de Dios a su Pueblo puede requerir dar la propia vida", admitió el Papa, reconociendo cómo "muchos sacerdotes, religiosas y religiosos —lo hemos escuchado en el testimonio de Sor Regina— fueron víctimas de agresiones y atentados donde perdieron la vida", ofreciendo su vida "por la causa del Evangelio y su cercanía a los hermanos y hermanas", que "nos dejan un testimonio maravilloso que nos invita a proseguir su camino".

Francisco, que recordó a san Daniel Comboni, quiso dar las gracias "en nombre de toda la Iglesia, por su entrega, su valentía, sus sacrificios y su paciencia". "Les deseo, queridos hermanos y hermanas, que sean siempre pastores y testigos generosos, cuyas armas son sólo la oración y la caridad, que se dejan sorprender dócilmente por la gracia de Dios y son instrumentos de salvación para los demás; profetas de cercanía que acompañan al pueblo, intercesores con los brazos alzados".

PUBLICADO EN:
NOTICIAS Y COMUNICACIONES
Nº 333–4 de febrero de 2023
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld
http://horeb-foucauld.webs.com


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS


6 - 10 febrero 2023 - 18'30 horas

Curso de iniciación al Ecumenismo
Casa Sacerdotal, plaza Bisbe Pont i Gol, 3
CASTELLÓN

6 - 10 febrero 2023 - 18'30 horas

Curso de iniciación al Ecumenismo
Parroquia de la Asunción
ONDA (Castellón)

7 febrero 2023 

Oración Multirreligiosa por la Paz
Convocan: Religions for Peace y el Comité de ONG Religiosas de las Naciones Unidas
MUNDIAL

7 febrero 2023 – 18’00 horas

Curso de Formación bíblico-ecuménica, "Una caravana de Hermanos"
Tema: Ecos de Karlsruhe II por Rafael Vázquez
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37 - 2º
MADRID
ON LINE

9 febrero 2023 – 19’00 horas

Oración por la Unidad con cantos de Taizé
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LAS LAGUNAS (Málaga)

11 febrero 2023 - 16'30 horas

Taller técnica "Ebru"
Sede Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
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14 febrero 2023 – 18’00 horas

Curso de Formación bíblico-ecuménica, "Una caravana de Hermanos"
Tema: Ecumenismo y sinodalidad por Benito Méndez
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37 - 2º
MADRID
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16 febrero 2023 - 18'00 horas

Charla Mártires de Cristo, testigos de la fe, Iglesia Ortodoxa Rumana.
Casa Sacerdotal, plaza Bisbe Pont i Gol, 3
CASTELLÓN

16 febrero 2023 - 19'00 horas

Curso sobre Diálogo Ecuménico e Interreligioso
El diálogo ecuménico e interreligioso en el Concilio Vaticano II, con Victorino Pérez Prieto y Albert Moliner Fernández
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17 febrero 2023 - 18'00 horas

Estudio Bíblico
Dirigido por Cristhing Monsalve, Misionera de la Unidad
Catedral del Redentor, calle Beneficiencia, 18
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17 febrero 2023 - 19'30 horas

Oración Ecuménica por la Paz y por el fin de los conflictos bélicos en el mundo
CASTELLÓN

18 febrero 2023 - 16'30 horas

Taller técnica "Ebru"
Sede Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
MADRID

21 febrero 2023 – 18’00 horas

Curso de Formación bíblico-ecuménica, "Una caravana de Hermanos"
Tema: San Irineo, Doctor de la unidad por Fernandpo Rivas
Centro Ecuménico "Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37 - 2º
MADRID
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25 febrero 2023 - 16'30 horas

Taller técnica "Ebru"
Sede Arco Forum, Ronda de Segovia, 2
MADRID




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