Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

jueves, 14 de junio de 2018

"GRATUIDAD" "COMPARTIR"


Gratuidad


Hay palabras cuya resonancia nunca se agota, se renueva cada mañana. Gratuidad de la sonrisa, de la palabra amable, del abrazo… Gratuidad del gesto cariñoso, tierno, compasivo…. Gratuidad también de la palabra que ponemos en nuestros labios, del pan que ponemos sobre la mesa, del calor que ponemos en cuanto amamos... Gratuidad de la alegría y el gozo que ofrecemos al iluminarse cada mañana. Gratuidad de la letra, del canto, del verso que regalamos al inaugurarse cada noche. Pronto también la gratuidad de nuestro trabajo, de nuestro servicio, de nuestra contribución a la comunidad a lo largo del día.

Soplemos una gentileza, una belleza que no coticen en ningún parqué extraño. La historia humana no comienza a rodar con la vil moneda. Vivimos mucho tiempo de felicidad sin su claudicante tintineo ¿Y si la Tierra Pura empezará en la sencilla gratuidad? ¿Observa el sol la renta de sus rayos, o la lluvia los réditos de su agua bendita? ¿Es que la Madre Naturaleza nos remite carta a fin de mes con detallada factura de todo lo que nos ha regalado...?

Gratuidad, hay palabras clave que condensan tratados, palabras simiente capaces de abrir las más inmensas puertas. Vamos a acercarnos más y más a la gratuidad, vamos a vivir más y más como hermanos. Los hermanos no se cobran los detalles, los favores, los trabajos. Vamos a intentar vivir cada día más en el servicio desinteresado, altruista que no vela por la vuelta, la recompensa o el pago.

Compartir


Abrir, dar, sembrar, compartir, aventar, difundir, expandir…, forma parte del Plan Divino para esta Tierra bendita; lo promueve, lo alienta. Cerrar, retener, guardar, esconder…, lo frena.

A veces la enseñanza es de simpleza aplastante. Nada puede frenar el futuro, nada puede detener la inclinación natural del humano a dar cada vez más. “Es dando como recibimos”, es dando como crecemos y evolucionamos, es dando como nos realizamos en nuestra verdadera esencia del alma.

Si retengo la Luz que me alcanza, privo a mi hermano/a de ella. Retener es la ignorancia del verdadero gozo, retener es pretender frenar un imposible. Nuestro destino es "cuando ni mío, ni tuyo", es el compartir sin medida, abierta y gratuitamente. Nuestro sino es el círculo sin aduana de ningún orden, es la Red abierta y sin cortapisas, es la Hermandad. Oídos sordos a las sirenas del mercadeo. No olvidemos nunca nuestro más elevado sueño.

La moneda, ya de pesada plata, ya ligeros "bytes", tiene sus días contados. Compartir luz es un regalo para la colectividad, es privilegio para el alma. Se nos dio Internet para poder compartir más y más lejos. No recelemos de las posibilidades que se nos brindan para ser cada día más donación para el prójimo; para ser cada vez más Humanidad, para empujar con más eficacia el Plan Superior para este planeta pronto sagrado.

Dos artículos de 
Koldo Aldai

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