Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 22 de febrero de 2016

MIRAR JUNTOS HACIA EL FUTURO

Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia

Mirar juntos hacia el futuro

Haciendo un alto en su gira por América Latina, su santidad Kirill, patriarca de Moscú y de toda la Rusia, ha concedido una entrevista exclusiva a la cadena de televisión Russia Today, la cual transmite en inglés, árabe y español desde Moscú, Washington DC y Londres, y está disponible para 700 millones de televidentes en todo el mundo. Era la primera vez que hablaba del reciente encuentro en La Habana, “que tiene ciertamente -dijo- gran importancia. Es un intento al más alto nivel de comprender juntos donde estamos y hacia dónde vamos. La cristiandad, de una parte, la civilización humana de la otra”. En cuanto a por qué en Cuba: “Por tratarse de un país de tradición católica, aunque de hecho sea laico, con una ideología comunista. Eligiendo Cuba, hemos querido decir: sí, nosotros conocemos nuestro enojoso ayer, pero lo dejamos de lado. Nuestro objetivo principal es mirar juntos hacia el futuro. He aquí por qué hemos elegido Cuba”. 

Su palabra para explicar el renacimiento de la fe tras el régimen ateo en Rusia, fue: milagro. “He ahí la razón por la cual hemos constatado en la Declaración común con el papa Francisco que los cambios estupefacientes se han producido efectivamente en Europa del Este. Tal vez hayan dado pie al encuentro que acaba de tener lugar. Porque la Iglesia rusa, igual que la católica, son capaces de tener una visión global de los acontecimientos y discutir juntas los problemas a los que plantan cara los cristianos de todo el género humano”.

Definido como tragedia lo del Oriente Próximo, añadió que no basta con atajar esa hemorragia. “Es preciso, además, prevenir la descristianización de la sociedad moderna por nuestros comunes esfuerzos, ya que, bajo la presión del secularismo que tan agresivo está siendo en ciertos países, los cristianos son apartados del espacio público. En cierto sentido, se puede decir que están incómodos en muchos países desarrollados. Pienso que el momento era bueno para encontrarme con el papa Francisco, a fin de discutir en profundidad y al detalle de este problema y sacar reflexiones comunes, aquellas enunciadas en el texto de la Declaración.

Visto como evidente que no se puede emplear solo el diálogo y las exhortaciones verbales para razonar con los terroristas, añadió la necesidad del recurso a la fuerza, “pues son los terroristas quienes destruyen los pueblos cristianos, monasterios, santuarios y monumentos históricos. Porque si ellos actúan por la violencia, la respuesta de cuantos están interesados no solo en la conservación de la presencia cristiana, sino más generalmente en la paz de aquellos lugares, debe también recurrir a la fuerza para hacer cesar la guerra, liquidar el terrorismo y asegurar al pueblo la posibilidad de pronunciarse libremente, sea en Siria o en Irak. De la inmigración dejó claro que, “desde un punto de vista humanitario, humano y cristiano, hay que ayudar a los que sufren”. Agregó convencido que “si todos los países hoy inquietos por la expansión terrorista llegasen a dar al terrorismo una respuesta común, obligarían a estabilizar la situación en el Oriente Próximo, a parar el torrente de refugiados. Muchos de ellos regresarían de Europa. He aquí, me parece a mí, la sola vía realista”.

Sobre las tensas relaciones Rusia-EE.UU., “en ningún caso -señaló- hay que ir a una gran guerra. Nosotros hemos hablado con el papa Francisco. Tal vez Dios haya hecho encontrarnos ahora, en el momento preciso en que las nubes se agolpan sobre Siria, cuando existe amenaza de confrontación entre países que poseen un potencial destructivo enorme. Recordando los duros años de la guerra fría, desveló que los cristianos de EE.UU. y de la Unión Soviética encontraron el medio de trabajar juntos por un porvenir mejor: “Tuvimos contactos muy intensos con la comunidad cristiana de los EE.UU., intercambios de delegaciones y conferencias comunes, y conseguimos un acercamiento cristiano a los problemas que dividían a la URSS y a EE.UU. ¿Por qué no hacerlo ahora? ¿Por qué estamos tan alejados los unos de los otros?”. 

Para acabar con el terrorismo, “se debe ir a la raíz: «El mundo está hundido en el mal. La civilización occidental contemporánea, he ahí el mal. Dios en él está excluido, el mundo se ha transformado en un mundo satánico privado de Dios. Tú solo, por tu ejecución, puedes contribuir a la victoria sobre el mal. Es tu deber religioso. Tú combates las fuerzas oscuras, tú luchas contra el diablo. Tú estás del lado de Dios y de la luz». Así es como ciertos predicadores islámicos se dirigen a sus fieles después de la oración del viernes”, matizó. “Es preciso, pues, combatirlo como a un desafío filosófico. Debemos tomar conciencia de lo que pasa dentro de quienes toman las armas para luchar en nombre de Dios. Estoy profundamente convencido de que el desarrollo de la civilización humana que hoy pasa, desdichadamente, por el rechazo de Dios, de la ley divina y moral, es la fuerza que provoca el fenómeno del terrorismo. Es muy importante que lleguemos a un consenso moral global. ¿Cómo? No hay más que un medio: tomar el sentido moral por base de este consenso; intentar construir juntos una civilización nueva, global, sobre la base de un consenso moral común. Yo creo que esto es posible”. 

“En este sentido –aclaró--, mi encuentro con el papa Francisco ha sido muy importante. Las dos más grandes Iglesias del mundo, en la persona de sus Primados, se han encontrado para poner sus péndulos en hora, para hablar de los mismos problemas, cada uno desde su punto de vista. Estamos convencidos de que es posible llegar a una respuesta común y, tal vez yo os sorprenda, fácil de obtener. Porque los dos interlocutores comparten el mismo consenso moral: la fe en nuestro Señor Jesucristo, en sus mandamientos, en sus leyes. Presumo que mi encuentro con el Santo Pontífice ha aportado una modesta contribución a la formación de este futuro consenso moral por todos los hombres”. El Patriarca, en fin, se dijo dispuesto a dirigir su palabra ante cualquier auditorio. La pregunta, por eso, era exigida: -¿Piensa encontrarse de nuevo con el papa Francisco? -“No lo excluyo. Es posible. Si ha habido un encuentro, podrían darse un segundo y un tercero”. Fue la respuesta. 

Contemporáneamente y hasta con posterioridad a dicha entrevista patriarcal, van saliendo también declaraciones sobre el encuentro de La Habana por las que se vislumbra un deje de amargura o de resentimiento cuando no cautela en personalidades de la Iglesia greco-católica de Ucrania, y de los mismos ortodoxos, algunos, del Patriarcado ruso poniendo en solfa algunos puntos de la Declaración conjunta, sin que tampoco falten, para terminar de arreglarlo todo –o complicarlo-, puntualizaciones de expertos pertenecientes al Patriarcado Ecuménico. Son los casos, entre otros, de Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica de Ucrania, del Reverendo arcipreste Vsevolod Tchapline, antiguo presidente del departamento sinodal de la Iglesia ortodoxa rusa para las relaciones entre la Iglesia y la sociedad, y del Gran Protopresbítero Georges Tsetsis, del Patriarcado Ecuménico. Pero de esto y de muchas cosas más, iremos dando cuenta a su debido tiempo.

Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, OSA
Teólogo y ecumenista






1 comentario:

  1. El doctor Padre Langa es un pozo sin fondo de sabiduría

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