VISITA DEL PAPA TAWADROS II AL PAPA FRANCISCO (III/III)
DEL ECUMENISMO DE SUFRIMIENTO A LA FIESTA DEL AMOR FRATERNO
El discurso-respuesta del papa Francisco a Su
Santidad Tawadros II se centró mayormente
sobre cuestiones ecuménicas. De ahí que lo
abriese subrayando la importancia de la
visita: refuerza
–dijo- los lazos de amistad y de hermandad que ya
unen a la Sede de Pedro y a la Sede de Marcos, heredera de un inestimable
legado de mártires, teólogos, santos monjes y fieles discípulos de Cristo, que
durante generaciones y generaciones han testimoniado el Evangelio, con
frecuencia en situaciones de gran dificultad. No era cuestión de rozar aristas políticas recientes, sino de
mantenerse elusivo y constructivo y en ámbito eclesial. Precisópor eso pronto
su contexto: el 40º aniversario del encuentro de Shenouda III y Pablo VI en el
Vaticano en 1973, con la Declaración conjunta por ambos firmada y la Comisión
de Diálogo teológico entre ambas Iglesias que
produjo buenos resultados y que preparó el terreno para el diálogo más amplio
entre la Iglesia católica y toda la familia de las Iglesias ortodoxas
orientales; diálogo que prosigue fructíferamente. No silenció el poder de
la oración común, que anhela el día en
que, cumpliéndose el deseo del Señor, podremos comulgar en el único cáliz,
ni el largo camino que nos espera, ni tampoco, en fin, el no menos amplio ya recorrido, que se ha concretado en
luminosos momentos de comunión, entre los
cuales me agrada recordar el encuentro de febrero del año 2000 en el Cairo
entre el Papa Shenouda III y el Beato Juan Pablo II, durante el Gran Jubileo.
Francisco se dijo convencido
de que, con la guía del Espíritu Santo, nuestra perseverante oración, nuestro
diálogo y la voluntad de construir día tras día la comunión en el amor
recíproco nos permitirán dar nuevos e importantes pasos hacia la plena unidad.
Tuvo la delicadeza de manifestarse al tanto y agradecido por los múltiples gestos de atención y de
fraterna caridad que Usted ha reservado, desde los primeros días de su
ministerio, a la Iglesia copta católica, a su Pastor, el patriarca Ibrahim
Isaac Sidrak y a su predecesor, el cardenal Antonios Naguib. Así como la
institución de un Consejo nacional de las
Iglesias cristianas, que Usted ha
querido fuertemente, representa un signo importante de la voluntad de todos los
creyentes en Cristo de desarrollar en la vida cotidiana relaciones cada vez más
fraternas y de ponerse al servicio de la entera sociedad egipcia, de la que son
parte integrante. Y añadió esta perla que Tawadros IIseguramente guardará
como oro en paño: Sepa que su esfuerzo en
favor de la comunión entre los creyentes en Cristo, así como su atento interés
por el destino de su país y por el papel de las comunidades cristianas en la
sociedad egipcia, encuentran un eco profundo en el corazón del Sucesor de Pedro
y de la entera comunidad católica.
Pero el titular de los
periódicos propiamente dicho saltó cuando el papa Francisco se detuvo a
comentar las dificultades, contratiempos, dolores y persecuciones que sufren
las comunidades cristianas en Oriente Próximo y en concreto Egipto. Bien asido
a San Pablo, puntualizó: «Si un miembro padece, todos los miembros padecen con él, y si un miembro es
honrado, todos los miembros se gozan con él» (1 Co 12, 26). Esta es una ley de la
vida cristiana, y en este sentido podemos decir que también hay un ecumenismo de sufrimiento: así como la
sangre de los mártires es la semilla de la fuerza y la fecundidad de la
Iglesia, así también la distribución de los sufrimientos diarios puede
convertirse en un instrumento eficaz de la unidad. Y estos es verdad, en cierto modo, también en el ámbito más
amplio de la sociedad y de las relaciones entre cristianos y no cristianos: en
efecto, del sufrimiento común, pueden germinar, con la ayuda de Dios, perdón y
reconciliación.Francisco aquí, como se ve, no hacía sino abundar en las tesis
que viene manejando desde el principio de su pontificado: misericordia, perdón,
reconciliación, fraternidad.
El colofón del discurso,
lejos de protocolario, tenía en el Papa de Roma un profundo sentido eclesial y
un marcado carácter ecuménico –conviene no olvidar la estrechísima relación que
reinó entre San Pedro y su fidelísimo hijo del alma el Evangelista Marcos-: Santidad, al asegurarle mi oración a fin de
que la entera grey que ha sido encomendada a sus atenciones pastorales sea
siempre fiel a la llamada del Señor, invoco la común protección de los Santos
Pedro Apóstol y Marcos Evangelista: que ellos, que colaboraron eficazmente
durante su vida en la difusión del Evangelio, intercedan por nosotros y acompañen
el camino de nuestras Iglesias. Nada se sabe de firme cuando esto escribo
(18/5/2013) de la propuesta del amor fraterno a celebrar todos los años el 10
de mayo, ni de la invitación cursada al Papa para visitar Egipto, aunque esta
segunda ya empieza a ganar enteros en los círculos próximos al Vaticano.
Un viaje, después de todo, de
profundo calado ecuménico y de gran respiro eclesial. Éste y el que podría
realizar pronto a Egipto el papa Francisco. Dios lo quiera.
Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, O. S. A.
Teólogo y ecumenista
El papa Francisco posa en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano entre Su Santidad Tawadros II y el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos: 10/5/2013 (www.news.va/fr)
El papa Francisco agradece sonriente
al papa Tawadros II el "engolpion de la Panagía" con que éste acaba de obsequiarle, después de colocado con el pectoral : 10/5/2013 (ANDANDREAS SOLARO / AFP )
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