La Reforma Protestante y su testimonio en España.
por Daniel Vergara
Cuando se celebra el 503 aniversario de la Reforma, es conveniente recordar que esta acontece en un determinado contexto histórico, la Alta Edad Media, en la que por una parte la sociedad europea se encuentra ante un decaimiento del modelo de convivencia que pide a gritos un cambio de paradigma, y la situación propia de la Iglesia de Occidente, en la que las estructuras eclesiales se han desvirtuado y alejado del modelo evangélico reflejado en los escritos neotestamentarios y el vivir de la Iglesia surgida de los mismos.
Los intentos de recuperar los valores, y como consecuencia de esto, llegar a una reforma eclesial, llevándola a un modelo más cercano al establecido por los primeros cristianos, consiguiendo una espiritualidad más auténtica y cercana a modelo primitivo y al mensaje de Jesús, debemos situarlos años antes de que apareciese la figura de Lutero, podríamos citar llamadas y propuestas de reforma de la iglesia desde la Baja Edad Media. Pero no fue hasta la primera parte el siglo XVI, con la presentación de las 95 tesis en Wittemberg (1.517) del fraile agustino Martín Lutero, que se extiende el mensaje, y como consecuencia comenzarán a surgir y veremos emerger nuevas corrientes cristianas que llevarán a la aparición de nuevos movimientos cristianos fuera de la estructura de la Iglesia de Occidente que aparecía unida hasta ese momento.
El mensaje de la Reforma se extiende en poco tiempo por Europa, a esta expansión contribuyen un clima favorable entre muchos cristianos, pertenecientes al clero que ansiaban una reforma eclesial, y el apoyo político de un buen número de los príncipes alemanes, que buscaban la oportunidad para apartarse de la autoridad suprema del emperador Carlos V. Sin duda, en toda esta situación, jugó un papel importante la aparición de la imprenta de Gutemberg, que permitía la impresión y difusión masiva de los textos en toda la Europa Occidental.
Toda esta situación, como no podía ser de otra forma, afecta a la península ibérica, a la que llega también el movimiento reformado que se extendía por Europa. En el decenio de 1.520 a 1.530 apena se detecta presencia de reformitas en España, esto puede deberse a la fuerte presencia y actividad de la Inquisición y a que también en Europa aun se está fraguando la implantación política surgida del movimiento reformado, será años más tarde cuando se consolida en países en los que la religión oficial será la reformada. En Inglaterra se promulga el Acta de Separación de la Iglesia Católica en 1.534, pero la separación real se produce con el reinado de Isabel I, en 1.560. Escocia establece el presbiterianismo después del reinado de María Estuardo, en 1.567. En Suiza, triunfa la reforma en 1.536 con la predicación de Farel, aunque será más tarde cuando Calvino establece la teocracia en Ginebra, 1.542. Estos son sólo unos ejemplos de países que establecen la reforma como religión oficial.
Con relación al movimiento reformado en España, encontramos evidencia de personas adheridas a este movimiento religioso a partir del año 1540, momento en el que se tiene constancia de grupos protestantes de cierta importancia. Las personas que forman parte de estos grupos, en su mayoría pertenecen a las clases humanistas, el clero y los nobles.
Son destacables los grupos formados en Valladolid y Sevilla. Valladolid es en ese tiempo sede de la corte, por lo que ostenta el poder político. Sevilla es una de las grandes urbes del país y capital económica del reino.
En 1.556, con el comienzo del reinado de Felipe II, el grupo reformado de Valladolid, formado por un centenar de personas, cuenta entre sus adeptos con un considerable número de nobles, destaca entre estos la familia Cazalla. En Sevilla, los españoles reformados, unas ciento cincuenta personas, mayoritariamente clérigos, como Juan Gil, predicador de la catedral sevillana, Constantino Ponce de la Fuente, teólogo y humanista, un considerable número de frailes pertenecientes al monasterio jerónimo de Santa Paula y de San Isidoro del Campo, entre los que se pueden destacar a Antonio del Corro, Juan Pérez de Pineda, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, estos dos últimos autores de la primera traducción completa al castellano de la Biblia, muy utilizada aun entre los protestantes y evangélico de habla castellana en todo el mundo.
La presencia de protestante en la península, pronto se encontró con la persecución de la poderosa Inquisición, cuando se detectaba un grupo, este era perseguidos con tenacidad. El poderoso Fernando Valdés, inquisidor general, actuó con dureza contra los protestantes, encarcelando a los capturados, juzgando, torturando y condenando a la hoguera a muchos de ellos.
El anciano rey de España Carlos I, retirado en Yuste, escribe una carta a su hija Juana de Habsburgo, princesa regente, en la que muestra su odio hacia los protestantes, por los problemas que estos le habían causado durante su reinado en Alemania. Le pide a la princesa que actúe de forma ejemplar contra los grupos protestantes en Valladolid y Sevilla.
Las indagaciones y la presión de la Inquisición, consiguieron tener resultados en la desarticulación de los grupos reformados en ambas ciudades, en Valladolid se celebraron dos Autos de Fe en el año 1.559, donde fueron condenados a la hoguera veintiséis personas. En Sevilla, muchos pudieron huir al extranjero, pero, aun así se celebraron cuatro Autos de Fe entre 1.559 y 1.562, donde fueron condenadas 220 personas, de las que aproximadamente cincuenta fueron quemadas en la hoguera.
Los Autos de Fe, la persistente persecución por parte de la Inquisición, y la intolerancia política, consiguieron que durante muchos años el protestantismo español estuviera prácticamente desaparecido, con sus miembros ocultos o en el exilio.
En el siglo XIX, con la Revolución “Gloriosa” en 1.868, se comienzan a establecer en España comunidades protestantes, y a pesar de los avatares políticos adversos para estas pequeñas comunidades, perseguidas y clausuradas durante la dictadura franquista, han permanecido presentes y activas en nuestro país hasta el día de hoy.
Hay que mencionar que, las comunidades protestantes históricas en España, ha participado activamente en el movimiento ecuménico desde sus orígenes a comienzos del siglo XX, siendo miembros fundadores del Consejo Mundial de Iglesias, y participando activamente en el movimiento ecuménico en España surgido después del Concilio Vaticano II.
En memoria de los hombres y mujeres españoles que, a pesar de las muchas adversidades, mantuvieron su fe en Jesucristo y la expresaron desde los principios proclamados por la Reforma. Soli Deo Gloria.
Daniel Vergara Muñoz
Pastor en Iglesia de "El Buen Pastor" (Iglesia Evangélica Metodista Unida) en Sabiñánigo (Huesca)
La Iglesia de "El Buen Pastor" (Iglesia Evangélica Metodista Unida) de Sabiñánigo congrega a personas procedentes de diferentes confesiones evangélicas asentadas en la ciudad y la comarca del Alto Gállego. La actividad pastoral comienza en el año 2009 dando atención a familias, en octubre de 2010 se decide constituir un grupo estable bajo la denominación "Iglesia Cristiana Evangélica". Se mantienen tres actividades semanales, Estudio Bíblico, Reunión de oración y culto dominical, todas ella a cargo del pastor. También dispone de un grupo de alabanza y escuela dominical para los niños.´
Graduado en Teología por el Seminario Evangélico Unido de Teología (1984 - 1989)
Pastor de la Iglesia Evangélica Española:
- Pastor en El Escorial (Madrid)
- Pastor auxiliar en Madrid C/ Noviciado
- Pastor en Zaragoza C/ Mariano Supervía
- Pastor en Jaca (Huesca) C/ Bellido 9
Director Gerente de la Fundación Federico Fliedner
Miembro fundador del EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO
EL TESTIMONIO DE LA REFORMA PROTESTANTE EN ESPAÑA - A LA DISTANCIA DE 503 AÑOS - NOS ANIMA TAMBIÉN HOY A TESTIMONIAR NUESTRA FE EN JESUCRISTO, EN MEDIO DE LA SITUACIÓN CRÍTICA QUE VIVIMOS, MEDIANTE UNA VIDA ORANTE MÁS INTENSA Y CONFIADA EN EL AMOR DEL PADRE DE TODA LA HUMANIDAD, CAPAZ DE IMPULSARNOS HACIA UN MEJOR CUIDADO DE LA FRATERNIDAD.
ResponderEliminarOs agradezco este resumen histórico, no muy conocido fuera de los círculos protestantes. Forma parte de nuestra historia social a la que no se hace apenas mención en círculos católicos Francisca-
ResponderEliminarSensacional el artículo de Don Daniel
ResponderEliminarGracias