El Comité Ejecutivo del CMI se centrará en la unidad
El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se reúne esta semana en el Instituto Ecuménico de Bossey del 7 al 12 de junio, centrándose en la unidad, la renovación del plan estratégico y la estrategia financiera del CMI, el proyecto inmobiliario, los preparativos de la XI Asamblea y la celebración del 70º aniversario del CMI.
En su mensaje de bienvenida al Comité Ejecutivo, la Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del CMI, reconoció que la reunión se producía en el contexto de un mundo turbulento caracterizado por el miedo a lo conocido y lo desconocido, la desesperación y un sentimiento de desesperanza.
Abuom mencionó los compromisos de las iglesias con la niñez, la conciencia del papel fundamental de la religión, los espíritus desatados del miedo y la división, y los relatos de esperanza en medio de los desafíos.
“En medio de las dificultades y tribulaciones, nos enfrentamos al reto de gestionar las transiciones de maneras que garanticen que el movimiento ecuménico sigue avanzando en la buena dirección conforme a los objetivos para los que fue creado y, por supuesto, sobre la base de las circunstancias contemporáneas”, dijo. “Nuestras deliberaciones y decisiones deberían contribuir a una comunidad de hombres y mujeres vibrante, vital y coherente con una visión compartida”.
Tiempos de unidad
En su informe al Comité Ejecutivo, el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, observó que vivimos en una época en la que la finalidad y los objetivos del CMI son sumamente relevantes.
Sobre la base de estas realidades, es necesaria una nueva búsqueda de unidad, dijo. “A través de las múltiples dimensiones de su trabajo, el CMI contribuye a la unidad de la iglesia, y la unidad que el CMI es capaz de expresar contribuye, a su vez, a la unidad de la humanidad”.
“Las numerosas manifestaciones de la polarización, las mayores brechas entre ricos y pobres, el extremismo y la violencia, la preocupación por el futuro del planeta Tierra y el abandono de la responsabilidad con respecto a nuestra casa común y nuestro futuro suponen una invocación constante de lo que defendemos, de lo que podemos hacer, y de los que son nuestros valores y nuestra visión”, reflexionó Tveit.
Esto sale a la superficie en los esfuerzos para continuar la peregrinación de justicia y paz, dijo. “Hay tantos contextos, tantas personas que anhelan y luchan por más justicia, por la reconciliación y la paz que pueden aportarles una nueva luz y nuevas esperanzas a sus vidas”.
“Hay voluntad en las comunidades del CMI y fuera de ellas, en la Iglesia Católica Romana, en la Alianza Evangélica Mundial, entre las iglesias pentecostales y otras, de buscar un testimonio unido y un servicio común para quienes nos necesitan con el fin de aunar nuestras agendas y recursos para quienes más necesitan nuestra atención”.
“La unidad de la iglesia y la unidad de la humanidad están interconectadas”, añadió Tveit. “Los esfuerzos ecuménicos no pueden tener éxito sin una profunda comprensión de lo que significa vivir juntos en el cuerpo de Cristo, en el amor de Cristo”.
Se consolidan los planes para la Conferencia de Misión Mundial
La Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME) del CMI compartió con el Comité Ejecutivo un informe que detalla el tema, los subtemas, el estilo, la vida espiritual y el programa de la Conferencia de Misión Mundial, que se celebrará en Arusha (Tanzania), del 8 al 13 de marzo de 2018.
El tema será “Avanzar en el Espíritu: Llamados a un discipulado transformado y transformador”.
La frase “Avanzar en el Espíritu” aporta el concepto de una peregrinación que se caracteriza por la esperanza constante de un mundo transformado de justicia y paz, y un compromiso con la renovación en Cristo, según explicó el metropolitano Geevarghese Mor Coorilos, moderador de la CMME en el informe al Comité Ejecutivo.
“La segunda parte del tema nos llama a un discipulado transformado y transformador. Estamos llamados a ser discípulos de Jesús de Nazaret, de quien damos testimonio y a quien proclamamos al avanzar en el Espíritu”.
La conferencia también será una celebración, dijo el metropolitano Geevarghese Mor Coorilos. “La conferencia debería celebrarse en un tono festivo, ya que se trata de un encuentro animado del pueblo de Dios para dar gracias y alabanzas por la misericordia de Dios y el continuo uso que se hace de nosotros para la misión de Dios”.
FUENTE
Consejo Mundial de Iglesias
http://www.oikoumene.org
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