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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

jueves, 30 de junio de 2016

BOLETÍN COMUNIDAD ECUMÉNICA CRISTIANA JAUME MASVIDAL

Nuestros hermanos de la Comunidad Ecuménica Cristiana Jaume Masvidal, nos han remitido su boletín nº 9 Mayo-Junio 2016 que ahora os reproducimos


¡Bienvenidos hermanas y hermanos en Cristo! 

BREVES: 

11 de mayo.

El Equipo Ecuménico Sabiñánigo organizó una vigilia ecuménica de Pentecostés en la que invitó para realizar la predicación a Enric Ainsa, misionero de la CEC Masvidal. El acto tuvo lugar en el Club Parroquial de Cristo Rey de Sabiñánigo. Asimismo, dicho equipo también organizó una exposición doble bajo el lema "Actores del ecumenismo" que también abarcaba una colección de interés documental, de ediciones de la Biblia. De todo ello, la prensa local se hizo extenso eco. 

27 y 28 de mayo.

Se realizó en Barcelona la 2ª Conferencia Evangélica Misionera de Cataluña, con gran éxito de participación tanto en asistencia como en el ámbito denominacional. El viernes se realizó un seminario para pastores y líderes, impartido por Ronaldo Anderson, bajo el título 'Plantación creativa de iglesias'. El sábado transcurrió entre conciertos de alabanza y talleres de trabajo misional, que impartieron destacados profesores bajo el testimonio personal de expansión del Reino, entre ellos Samuel Escobar, Carlos Madrigal, Xavi Martín, Itiel Arroyo, Daniel Banyuls, Jaume Llenas, Miguel Juez, Gladys Melia, Sandra Gustin, Daniel García, Nicolás Corso... 

20 de junio.

Se conmemoró el Día del Refugiado. La jornada pasó bastante desapercibida, ¿tal vez porque no sea un tema de candente actualidad? Oremos para que nuestras comunidades de fe sean capaces de levantarse y actuar. 


Cuando se mata al Espíritu a golpe de Institución 

Enric Ainsa, אחא 

Tuve la bendición de asistir a la 2ª Conferencia Evangélica Misionera de Cataluña a finales de mayo, y poder respirar tanto la inquietud de muchos de los hermanos evangélicos por la obra misionera en casa -es decir, en Europa-, como por el deseo de éstos por descubrir las vías de éxito en el crecimiento y la implantación de comunidades de fe. De todo aquello, y ante la interpelación de uno de los ponentes con la pregunta '¿Qué crees que Dios espera de su Iglesia?' sentí la clara afirmación dentro de mi corazón: 'Dios espera que su Iglesia salga de las iglesias'. 

Creo firmemente que estamos en un momento de los últimos tiempos en que la iglesia debe romper moldes: en lugar de encerrarse, de protegerse, de conservarse, de impermeabilizarse ante las nuevas corrientes de cristianos evangélicos, especialmente las latinoamericanas, la iglesia de Dios en Europa está llamada a salir de los templos de culto, de las naves de adoración y predicación, de las instalaciones con las comodidades producto de unas ofrendas generosas, y proclamar el Reino entre los ciudadanos del mundo. 

Durante la Conferencia, tuve la oportunidad de reencontrarme con una persona con la que he trabajado en el ámbito de misiones: aproveché para reclamarle el poco compromiso y el abandono de su institución con un caso reciente de acogida de unos refugiados bolivianos. A veces, el mundo cristiano burgués piensa que sólo los refugiados son los derivados de conflictos que salen por la televisión, o que son los que vienen a nuestras fronteras y no hace falta ir a buscarlos a las suyas... Y cuando esta persona -ante mi denuncia- me argumentó que la institución no podía implicarse más, que sería poner en riesgo las personas que tenía detrás, me entristecí y pensé: ¿cómo puede ella, entonces, entender que nuestro Señor nos explicase la parábola de un buen pastor que abandona las noventa y nueve ovejas para ir a buscar a la perdida? ¿Qué diría esta persona? Supongo que diría "¡Claro que no! ¿Cómo se le ocurre poner en peligro toda la institución de las noventa y nueve, por una sola?!" Creo que sin saberlo, ella me había escenificado la crisis profunda que sufre su entidad y la institución que la acoge: hasta el punto de cambiar recientemente la denominación 'evangélico' por 'protestante' en el nombre de su entidad, para no ser confundida con la nueva realidad del cristianismo europeo resultado de la inmigración americana: encerrarse, conservarse, impermeabilizarse... ¡morir! 

Ésta es la gran diferencia entre una gran obra y la obra de Dios: dejar las noventa y nueve ovejas para ir a buscar a la perdida. ¿Qué loco asumiría este riesgo? Sólo el Espíritu Santo... Éste es hoy el llamado de Dios a su Iglesia: que salga de las iglesias. 

Alex Sampedro, un cantautor que nos acompañó en esta Conferencia, nos gritó dramáticamente: 

Tengo una Biblia que no habla,
un crucifijo que no salva, 
una fe que se cansó de las montañas.

Tengo oraciones sin sujeto,
y he predicado tantas veces 
en el valle de los huesos secos.

Tengo noticias sin oyentes,
tengo pacientes esperando
el milagro de los peces
pero tengo la red averiada
y el vino es vinagre,
y el pan no sabe a nada.

Tengo una sal que ya no sala, 
una iglesia que no sale,
una luz bajo la mesa,
y una virgen despistada.

La levadura en la nevera,
mi armadura oxidada.

Tengo oro y tengo plata
pero el cojo ya no baila.

Tengo victorias derrotadas,   
gente en el templo destemplada,   
misioneros encerrados en sus casas.   

Tengo la ofrenda en el banco,  
las promesas caducadas,  
el maná está congelado,   
no hay calor en la palabra:   
está de fiesta en la atalaya,  
con el buen samaritano;
ya no sufren como hermanos:  
son cristianos sin agallas.  

Tengo una sal que ya no sala... 


MAS INFORMACIÓN:










Comunidad Ecuménica Cristiana Jaume Masvidal
www.cecmasvidal.org





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