Kiril: "Dios no nos pide imposibles"
El patriarca de Moscú llamó a ayudar a los pobres de todo el mundo
Millones de ortodoxos rusos celebraron el Domingo de Resurrección con multitudinarios actos religiosos y festivos en toda Rusia, en los que participaron también las minorías católicas y musulmanas, y los no creyentes.
"Siempre hemos celebrado la Pascua, incluso cuando estaba prohibido por las autoridades soviéticas. Hay que creer en algo. Unos son creyentes fanáticos y otros, como yo, más tranquilos", aseguró a Efe Valentina, de 55 años.
El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), Kiril, ofició en la madrugada en la majestuosa catedral del Cristo Salvador de Moscú la tradicional liturgia pascual a la que asistieron miles de personas, tanto dentro y como fuera del mayor templo de Rusia.
Kiril felicitó la Pascua a los fieles ortodoxos de todo el espacio postsoviético, en particular a rusos, ucranianos, bielorrusos y moldavos, y del resto del mundo, a los que llamó a hacer el bien y ayudar a los pobres.
"Que el recuerdo de la Pascua refuerce nuestra fe y nos de coraje y sabiduría para superar los tortuosos caminos de la vida", indicó el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, a la que pertenecen la mayoría de los 250 millones de fieles ortodoxos que hay el mundo.
De hecho, tuvieron lugar servicios eclesiásticos en unas 30.000 iglesias ortodoxas de todo el mundo, desde Estados Unidos a Argentina, desde Japón a Australia y desde Corea del Norte a Cuba, cuyo templo de La Habana fue consagrado por Kiril en 2008.
"Dios no nos pide imposibles. Haced el bien al que está cerca y al que está lejos. No responded con rudeza a las groserías, ni con maldad a las maldades, ni con mentira a las mentiras", proclamó Kiril..
El momento cumbre de la liturgia pascual ortodoxa fue cuando el patriarca descendió del altar para encender con el "fuego sagrado" traído de Jerusalén las miles de velas que portaban los fieles en la catedral con el fin de conmemorar el milagro de la Resurrección de Cristo.
Como es habitual, al templo acudieron el presidente, Dmitri Medvédev, y el primer ministro, Vladímir Putin, bajo cuyo mandato los ortodoxos rusos han recuperado muchos de los privilegios que les fueron arrebatados durante el comunismo.
"La Pascua une a millones de creyentes ortodoxos de todo el mundo", señala el mensaje de Medvédev, quien se bautizó siendo ya mayor de edad y abogó por reforzar la cooperación entre el Estado y la Iglesia para garantizar la concordia nacional.
Según las encuestas, un 90 por ciento de los rusos conmemoran la Pascua, sea acudiendo a la iglesia o a los cementerios a honrar a sus familiares fallecidos, o preparando el banquete de Pascua, en el que las estrellas son los huevos cocidos y pintados de diferentes colores, actividad en la que participan los más pequeños.
Otro manjar pascual es el "kulich" o pan de Pascua, una especie de bizcocho con fruta que a veces lleva la inscripción "Jristós voskriés" (Cristo ha resucitado) y que debe estar bendecido, que se come acompañado de la "pasja" o requesón.
De hecho, muchos musulmanes y ateos rusos también celebran la Pascua, aunque no desde un punto de visto religioso, sino en su vertiente cultural y familiar.
Sólo en Moscú más de medio millón de personas participaron el sábado y hasta altas horas de la madrugada en los diferentes actos religiosos que tuvieron lugar en los 278 templos y monasterios de la ciudad.
Las autoridades rusas reforzaron el fin de semana el dispositivo de seguridad en las iglesias y cementerios de todo el país en previsión de posibles atentados terroristas.
Según fuentes municipales, se esperaba que dos millones de personas visitaran estos días las decenas de cementerios que existen en la capital y su región.
Entre otras medidas, se cerró el acceso en coche a los cementerios, al tiempo que se cortaron al tráfico las calles adyacentes y quedó prohibida la venta de alcohol en sus inmediaciones.
La Pascua se celebró hasta en el espacio, ya que los tres cosmonautas rusos de la Estación Espacial Internacional también festejaron la ocasión, aunque sin el consumo de alcohol, terminantemente prohibido en la plataforma orbital.
Aunque la Constitución estipula que Rusia es un Estado aconfesional, la fe ortodoxa es de facto la religión estatal, mientras los otros credos oficiales -Islam, Judaísmo y Budismo- son minoritarios, al igual que el catolicismo, que es profesado por unas 600.000 personas.
Cerca de la mitad de los rusos se declaran creyentes ortodoxos, aunque menos de una cuarta parte acuden a la iglesia con asiduidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario