EMAÚS

Lucas 24, 13 - 35

Jesús muerto y resucitado es la razón de ser de nuestra fe cristiana, el núcleo de nuestra esperanza, el impulsor de nuestra lucha y compromiso con el mundo nuevo, el centro del testimonio que queremos dar en medio de la sociedad. Pero ¿cómo y dónde experimentamos hoy, los creyentes, la presencia de Jesús resucitado?

Muchos cristianos creen que la fe es algo que puede vivirse aparte de la vida diaria; como si fuera un añadido a ella. Y así, buscan a Dios o a Jesús fuera del compromiso por un mundo fraterno. No saben, o no quieren saberlo, que la fe es un encuentro con Jesús que se produce y desarrolla en los acontecimientos de la vida ordinaria. En ellos surge la noticia de lo que sucede. Mientras se camina, hay tiempo para reflexionarlos, interpretarlos, y asimilarlos. Sentados no podemos llegar a ninguna parte. (...)

Así comienza el escrito que ha publicado Juan Ramón Junqueras, pastor de la iglesia adventista y que ha participado en nuestros encuentros ecuménicos en dos ocasiones, en el blog "Predicando en el desierto", escribe además sobre el mismo tema del cual predicó en nuestra oración de adviento del año pasado, puede ser este artículo un nuevo motivo para nuestro recuerdo y reflexión.

Si quieres leer el escrito entero, este es el enlace:

http://jrpredicandoeneldesierto.blogspot.com/2010/07/emaus.html