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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

viernes, 1 de agosto de 2025

EL ECUMENISMO Y LA PASTORAL JUVENIL

Retos para la pastoral juvenil a partir del decreto Unitatis redintegratio


por Rafael Vázquez Jiménez

CLAVE
  • Al estar celebrando en este Año Jubilar el 60.º aniversario del Concilio Vaticano II (1962-1965), nos planteemos los desafíos que el decreto sobre el ecumenismo, Unitatis redintegratio (1964), presenta hoy a la pastoral juvenil, que puede verse enriquecida y responder mejor a la vida de los jóvenes al adquirir un estilo más ecuménico. Ofrecemos una reflexión sobre el modelo de comunión ofrecido por el documento frente a la situación de pluralismo religioso, así como una serie de pistas a partir de las diversas dimensiones del ecumenismo: espiritual, diálogo de la verdad, diálogo de la caridad y diálogo de la vida.

Introducción

La Iglesia católica, a partir del Concilio Vaticano II, se ha comprometido de manera irreversible con el ecumenismo. Así lo afirmaba la encíclica Ut unum sint (1995) que el papa san Juan Pablo II dedicó a la cuestión ecuménica al cumplirse los 20 años de la clausura del Concilio (cf. UUS 3). Cuando muchos dudaban de la eficacia del ecumenismo porque no se alcanzaban con suficiente celeridad los resultados esperados, lo que se llamó un “invierno ecuménico” 1, el Papa quiso hacer un balance agradecido del camino recorrido y, retomando los principios del decreto conciliar Unitatis redintegratio, dio un nuevo impulso al movimiento ecuménico. No hay marcha atrás en los diálogos teológicos, oraciones ecuménicas, acercamiento a otras confesiones cristianas y acciones conjuntas al servicio de la sociedad promovidas por la Iglesia desde la celebración del Vaticano II. El ecumenismo no es una cuestión opcional para la Iglesia, o «un mero “apéndice”, que se añade a la actividad tradicional de la Iglesia, sino que pertenece orgánicamente a su vida y a su acción y debe inspirarlas» (UUS 20). Es la respuesta al deseo de Jesús expresado en su oración de despedida: «Padre, que todos sean uno, como tú, Padre en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (Jn 17,21).

Como dice Unitatis redintegratio, «la división contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y perjudica la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura» (UR 1). También hoy las divisiones siguen siendo motivo de escándalo y restan credibilidad a nuestro mensaje. Son signos que evidencian nuestra falta de fidelidad a la voluntad de Cristo para su Iglesia. Cristo solo fundó una Iglesia, en la diversidad de culturas y pueblos, como ya se pone de manifiesto entre las comunidades cristianas primitivas, pero nunca dividida. Por eso, por mucho que defendamos la diversidad de ritos, espiritualidades, formas de organización eclesial, que son una riqueza para la misma Iglesia, nunca podemos “pactar” con la división, como si fuera su estado natural.

La vocación del cristiano es una vocación para trabajar por la unidad, y su identidad, herida por la división, ha de estar comprometida con el trabajo por la comunión plena entre todos los cristianos. No es, por tanto, el empeño ecuménico una tarea solo de expertos, de obispos o del papa, sino que compete a todo el pueblo de Dios, tal y como ya decía el decreto Unitatis redintegratio: «La preocupación por el restablecimiento de la unión atañe a la Iglesia entera, tanto a los fieles como a los pastores; y afecta a cada uno según su propia capacidad» (UR 5). De ahí que, al estar celebrando en este Año Jubilar el 60.º aniversario del Concilio Vaticano II (1962-1965), nos planteemos los desafíos que el decreto sobre el ecumenismo, Unitatis redintegratio (1964), sigue presentando hoy a la pastoral juvenil, que puede verse enriquecida y responder mejor a la vida de los jóvenes al adquirir un estilo más ecuménico.

1. Los jóvenes, pioneros y protagonistas del movimiento ecuménico

La historia del movimiento ecuménico narra la acción del Espíritu Santo en los corazones de tantos hombres y mujeres, en los que este ha suscitado el anhelo por la unidad perdida, haciéndolos auténticos inconformistas de la división. Tendríamos que aprender a leer así la historia, no desde la perspectiva de la división, sino desde el deseo de la comunión 2.

A lo largo de la historia del cristianismo han sido muchos los intentos de recomposición de la unidad entre la Iglesia de Oriente y Occidente, como es el caso del II Concilio de Lyon (1274) o del Concilio de Ferrara Florencia (1438-1439) entre la Iglesia latina y las Iglesias orientales, aunque no lograran alcanzar sus objetivos 3. También surgieron tentativas al interno del mundo protestante con la elaboración de acuerdos interconfesionales, como la Concordia de Wittenberg (1536), el Consensus Tigurinus (1549) o la controvertida Fórmula de Concordia (1577) al interno del luteranismo 4. Pero la convicción extendida de que la propia Iglesia (católica, ortodoxa o protestante) era la auténtica Iglesia de Cristo conducía a un exclusivismo eclesiológico, que conllevaba la negación del otro y su verdad, haciendo imposible el diálogo.

A partir del s. XIX dio comienzo lo que hoy llamamos movimiento ecuménico, con una serie de iniciativas de reconciliación, especialmente en el mundo protestante. Surgieron en este período asociaciones y federaciones de Iglesias por denominaciones, como la Conferencia de Lambeth dentro del anglicanismo (1867), la Federación Luterana Mundial (1868), la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas (l875), la Conferencia Ecuménica Metodista (1881), la Conferencia de los Obispos Veterocatólicos (1889), el Congreso Internacional Congregacionalista (1891) y la Alianza Bautista Mundial (1905). La Iglesia católica, por su parte, estaba entonces más preocupada por restablecer los contactos con las Iglesias orientales, a las que invitaba al retorno, que por las iniciativas de unión que iban naciendo en el mundo protestante, ante las que se mostraba vigilante 5.

En todo este proceso de la promoción de la unidad entre los cristianos, los jóvenes jugaron un papel relevante. Ya en 1844 se constituyó en Londres la Asociación Cristiana de Jóvenes (Young Men’s Christian Association), que, en medio de las dificultades laborales y el clima de degradación de la ciudad propias de la Revolución Industrial, ofrecía momentos de oración, estudio bíblico y la posibilidad de establecer relaciones personales de amistad entre los jóvenes trabajadores. En la misma línea se creó en 1894 la Asociación Cristiana de Jóvenes Mujeres (Young Women’s Christian Association). Y, con la misma finalidad, pero destinado a jóvenes estudiantes, se fundó en 1895 la Federación Cristiana Mundial de Estudiantes (World Student Christian Federation), que agrupó a diversas organizaciones estudiantiles de Norteamérica y se extendió por Asia, África y Sudamérica. Estas asociaciones lograron poner en contacto a jóvenes de diversas denominaciones cristianas superando las fronteras confesionales, y fue el caldo de cultivo de los futuros líderes ecuménicos, entre ellos el metodista John R. Mott, que lideró durante 44 años la Federación de Estudiantes y presidió en 1910 la Conferencia Misionera Mundial de Edimburgo 6.

La Conferencia de Edimburgo de 1910, en la que se hicieron presente 1215 representantes de las principales denominaciones protestantes, anglicanas y de las sociedades misioneras 7, suele considerarse como el acontecimiento de referencia para indicar el nacimiento del movimiento ecuménico, dando así comienzo la institucionalización del ecumenismos, con la creación de la Alianza Mundial para la Promoción de la Amistad entre las Iglesias (1914), el Consejo Misionero Internacional (1921), la conferencia de Vida y Acción (1925) o la de Fe y Constitución (1927) que fueron confluyendo hacia la fundación del Consejo Mundial de Iglesias en 1948 8.

Ya en 1931, en una de las reuniones de la Alianza Mundial para la Promoción de la Amistad de las Iglesias, una representación de jóvenes propuso la organización formal de una Comisión de Jóvenes de la Alianza Mundial, que tendría su primer encuentro en 1932, y que, junto con las Asociaciones de Jóvenes Cristianos y la Federación Mundial de Estudiantes, tuvieron representación en las diversas conferencias ecuménicas que se organizaban. Las organizaciones de jóvenes, incorporando también a jóvenes ortodoxos, tuvieron su primera conferencia mundial en Ámsterdam, en 1939, lo que puede considerarse el germen de la creación del Consejo Mundial de Iglesias, que tuvo que aplazarse a 1948 debido al estallido de la guerra 9.

A lo largo de todas las Asambleas generales del Consejo Mundial de Iglesias ha habido una amplia representación de jóvenes, que han ido realizando intervenciones y propuestas, formando parte de su misma estructura. Al mismo tiempo se han realizado conferencias continentales de jóvenes y estudiantes, creándose, además, redes ecuménicas locales y regionales con un papel muy activo en la promoción del ecumenismo. La implicación de los jóvenes en el movimiento ecuménico, sin embargo, ha experimentado un descenso en nuestros días, pues, aunque sigue existiendo un interés por incrementar la participación de la juventud en la vida de la Iglesia, la forma en que las Iglesias se comprometen con los jóvenes ha generado un sentimiento de frustración, como afirma el estudio elaborado por el Grupo de Trabajo Mixto entre la Iglesia Católica y el Consejo Mundial de Iglesias, La Iglesia en la vida de la juventud y la juventud en la vida de la Iglesia (2013) 10.

Con la intención de que los jóvenes de las distintas Iglesias y Comunidades eclesiales tengan un papel más activo y un renovado protagonismo en el movimiento ecuménico, se creó en el año 2007 la Comisión de Juventud ECHOS en el Consejo Mundial de Iglesias. Los miembros de la comisión han declarado en diversas ocasiones que su intención no es solo ser un “eco”, sino una verdadera voz joven y profética para las Iglesias. Tuvieron un papel destacado en la última de las asambleas del Consejo Mundial de Iglesias, celebrada en Karlsruhe (Alemania), en septiembre de 2022, y pidieron en su mensaje final que las Iglesias cumplieran su compromiso con la juventud en los espacios de toma de decisiones mediante una representación justa y equitativa tanto en las delegaciones que forman parte de la Asamblea como en el Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias 11.

Sirva este recorrido que hemos realizado desde los orígenes del movimiento ecuménico hasta nuestros días para mostrar cómo el Espíritu Santo, que es el agente principal de la unidad y la comunión, ha tocado de una forma especial el corazón de los jóvenes para suscitar en su Iglesia el camino de la reconciliación. Ellos han sido y ha de seguir siendo auténticos profetas de la unidad. Este papel activo en al ahora de la Iglesia y en la tarea ecuménica reclamada por los jóvenes en el Consejo Mundial de Iglesias encuentra también su eco en la exhortación apostólica sobre los jóvenes Christus vivit (2019):

Quienes ya no somos jóvenes, necesitamos ocasiones para tener cerca la voz y el estímulo de ellos, y la cercanía crea las condiciones para que la Iglesia sea un espacio de diálogo y testimonio de fraternidad que fascine. Nos hace falta crear más espacios donde resuene la voz de los jóvenes: La escucha hace posible un intercambio de dones, en un contexto de empatía […]. Al mismo tiempo, pone las condiciones para un anuncio del Evangelio que llegue verdaderamente al corazón, de modo incisivo y fecundo 12.

No es de extrañar que el corazón de un joven discípulo en su propósito de seguir con radicalidad al Señor se sienta atraído por la comunión, pues no hay nada que anhele más el corazón del ser humano y que le pueda ofrecer mayor experiencia de plenitud que la comunión cuando esta es auténtica. Nuestro corazón, desde el mismo acto creador, lleva inscrito las huellas del Dios trinitario, que es Comunión, y siente nostalgia, mientras peregrina por esta tierra, por volver a la casa paterna, al “hogar” de la comunión trinitaria. No hay nada que fascine más a un corazón joven que el anuncio del Evangelio realizado en un espacio sincero de comunión y fraternidad, por eso una buena pastoral juvenil ha de seguir apostando por crear espacios de encuentro y de comunión auténtica. Siguiendo a Unitatis redintegratio, si la división resta credibilidad a nuestro mensaje, la comunión da vigor y hace creíble nuestro anuncio (cf. UR 1).

2. ¿Se puede seguir hablando hoy de unidad?

2.1. El gusto por el fragmento y el paradigma de lo plural

A lo largo de los siglos XVIII y XIX, el carácter totalitario, imperialista y etnocéntrico de Occidente fue cuestionado por el romanticismo, que ensalzó lo específico de cada pueblo y la pluralidad como elemento determinante del nuevo contexto social. En la misma línea, la postmodernidad, huyendo del pensamiento totalitario, ensalza el gusto por la deconstrucción y el fragmento, tal y como puede verse en el estructuralismo deconstructivista francés de Jacques Derrida 13, lo que ha llevado —como afirma Walter Kasper— a promulgar «no solo la aceptación y la tolerancia de la pluralidad, sino la opción fundamental por el pluralismo» 14. Se exalta lo “light” respecto a lo nuclear, lo subjetivo frente a lo objetivo, el individuo frente a lo colectivo, la relatividad frente a las pretensiones absolutas 15.

Sin embargo, la heterogeneidad cultural se ve amenazada por el fenómeno de la globalización y la consideración del mundo como una “aldea global”, según el término acuñado por McLuhan 16, interconectada e interdependiente, en la que las fronteras han caído por la movilidad y los flujos migratorios. Vuelve a estar en riesgo la identidad local al surgir patrones homogéneos y estandarizados de estilos de vida, modelos culturales uniformados por los medios de comunicación, las redes sociales e internet, o la imposición del pensamiento único “neoliberal” 17.

El fragmento, por su parte, reacciona ante la pretensión de homogeneización global, despertando nacionalismos, ensalzando el folclore, las tradiciones, las costumbres, y haciendo resurgir fundamentalismos políticos y religiosos que pretenden absolutizar y universalizar lo particular, convirtiéndolo en intolerante, discriminatorio y excluyente, precisamente aquello contra lo que el pluralismo pretendía luchar.

Curiosamente, uno de los rasgos más característicos de la postmodernidad es el pluralismo religioso. Si la consecuencia lógica del proceso de secularización iniciado con la Ilustración en el s. XVIII hubiera sido la desaparición de las religiones del imaginario social y la “desconfesionalización” de la sociedad, en lo que se ha denominado la “era secular” 18, lo que ha ocurrido, sin embargo, —tomando las palabras Peter L. Berger— es que «el mundo hoy, con algunas excepciones, es tan furiosamente religioso como siempre lo ha sido» 19. Esta persistencia, revitalización o resurgir de lo religioso en entornos secularizados llevó al filósofo alemán, Jürgen Habermas, entre otros, a hablar de un período de “postsecularización”, que matiza el postulado según el cual la religión y la modernidad son necesariamente antagónicas 20.

La religiosidad de la sociedad postmoderna ha experimentado un cambio de paradigma, una “metamorfosis de lo sagrado” 21. Las nuevas generaciones (Generación X, Millennials, Generación Z…) manifiestan un malestar hacia lo “institucional” y lo dogmático y prefiere una espiritualidad “líquida” o difusa que toma el espacio deshabitado por las religiones tradicionales y sus propuestas de salvación universal. El fenómeno de la New Age es expresión de esta alternativa crítica a las Iglesias institucionales y a las religiones oficiales, conformando identidades sincretistas neopaganas de multipertenencia religiosa, que fusionan contenidos otrora incompatibles. Todo ello ha devenido en un relativismo religioso, espiritual y moral, y un concepto de Verdad fragmentado. La conocida como generación X (nacidos entre 1990 y 2000) carece ya de una cultura religiosa sobre la que encajar su personalizado sistema de creencias, lo que hace que muchos elementos religiosos, antes anclados en una determinada religión o sistema filosófico, aparezcan desarraigados, configurando una espiritualidad a modo de “islotes de sentido” 22, que convierte a las generaciones más jóvenes en “naúfragos postmodernos” 23.

Este panorama no favorece la conjunción entre la propuesta de unidad del ecumenismo y las jóvenes generaciones, que han asumido el paradigma de la postmodernidad y aceptan sin discusión la pluralidad de la realidad como positiva a riesgo de ser acusados de fundamentalistas por pretender un pensamiento totalitario. De ahí que los jóvenes consideren la diversidad de Iglesias como una situación plausible, y cualquier búsqueda de la unidad como sospechosa 24. La caricaturización de los monoteísmos como intransigentes al presentar a un Dios celoso y único que, con una oferta de salvación universal, fundamenta la intolerancia y la violencia religiosa, refuerza este argumentario postmoderno, que opta por las religiones politeístas y las espiritualidades difusas como facilitadoras del diálogo, el respeto a las libertades y la tolerancia. Esta vinculación de las religiones con la violencia se reavivó a partir del atentado yihadista contra las Torres Gemelas de Nueva York en el año 2002 25.

Todo ello ha afectado al pensamiento ecuménico contemporáneo, especialmente en el ala liberal del protestantismo, donde se encuentran autores que defienden la diversidad de Iglesias como un modo de hacer compatible el cristianismo con la postmodernidad, y no tanto como fruto de las divisiones históricas que hay que superar 26. No es de extrañar que, hoy un en día, muchas de las conocidas como Iglesias evangélicas libres o las Iglesias pentecostales, donde se encuentra gran parte de la población cristiana juvenil, rechacen el término “ecumenismo” por temor a una “absorción” en la unidad, y prefieran el de “relaciones interconfesionales”, como un modo de ensalzar la diversidad identitaria.

2.2. La propuesta de unidad del decreto Unitatis redintegratio

Ante el riesgo de establecer pacto silencioso con la situación de división de la Iglesia, que reste ímpetu al movimiento ecuménico; y las reacciones fundamentalistas, que propugnan parcialismos excluyentes, fijamos nuestra mirada en el capítulo I del decreto Unitatis redintegratio, en el que se exponen los principios católicos del ecumenismo, ofreciendo un modelo de unidad que — a nuestro modo de ver— resulta equilibrado y puede ser una respuesta acertada a la situación descrita.

Ese modelo de unidad se fundamenta en la eclesiología de la constitución conciliar Lumen gentium, que podría sintetizarse —siguiendo al teólogo B. Forte‒ como la Iglesia que «viene de la Trinidad» (Ecclesia de Trinitate), «es icono de la Trinidad» en este mundo (Ecclesia inter tempora) y «va hacia la Trinidad» (Ecclesia viatorum) 27. La unidad de la Iglesia tiene su origen en la Trinidad, se manifiesta sacramentalmente en este mundo como comunión visible e invisible de manera imperfecta, y tiende a su plena realización en la Trinidad (cf. LG 2-5). Se trata, por tanto, de un modelo basado en la comunión, cuyo principio y modelo es el de la koinonía intratrinitaria.

La Trinidad como principio del misterio de la unidad de la Iglesia repele la uniformidad de la comunión, que sería reflejo de un Dios solitario. La unidad, por el contrario, está necesariamente abierta a la diversidad, en tanto que es expresión de un Dios comunión de personas. La unicidad de Dios no excluye la diversidad de las hypostasis divinas, que se definen por la relacionalidad personal entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ahora bien, la diferenciación personal no puede conllevar nunca la ruptura, pues se trata de una única esencia divina que da consistencia a la unicidad del ser de Dios. Este principio se traduce eclesiológicamente en la fórmula empleada por la constitución Lumen gentium: «Esta Iglesia (…) subsiste en (subsistit in) la Iglesia católica», reconociendo, además, que «fuera de su estructura visible pueden encontrarse muchos elementos de verdad que, como dones propios de la Iglesia de Cristo, empujan hacia la unidad católica» (LG 8).

La única Iglesia de Cristo tiene una subsistencia histórica en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro en comunión con los obispos, en tanto que, en ella, a pesar del pecado de sus miembros, «puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación» (UR 3) con los que Cristo dotó a su Iglesia. Se trata de una realidad encarnada y no de una abstracción. Ahora bien, fuera de su estructura visible no existe un vacío eclesial, sino que la diversidad de Iglesias y Comunidades eclesiales, a pesar de sus «deficiencias, de ninguna manera carecen de significación y peso en el misterio de la salvación» (UR 3), de tal manera, que «el Espíritu de Cristo no rehúsa servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de gracia y verdad que fue confiada a la Iglesia católica» (UR 3).

El modelo propuesto por Unitatis redintegratio entiende la unidad no como uniformidad sino en el respeto a la diversidad, hasta el punto de considerar que lo diverso tiene significación eclesial. Estos elementos son los que permiten establecer unos nexos de comunión real en lo fundamental: «la confesión de una sola fe, la celebración común del culto divino y la concordia fraterna de la familia de Dios» (UR 2). Y, al mismo tiempo, valorar la particularidad de cada realidad eclesial diversa, con su propia idiosincrasia, sus ritos y costumbres, su reflexión teológica y disciplina propia, o espiritualidad, que han de ser potenciadas y supondrán una fuente de enriquecimiento y expresión de la auténtica catolicidad de la Iglesia, que se da como un “intercambio de dones”, tal y como lo definía el papa Juan Pablo II en la encíclica Ut unum sint 28. El capítulo III de Unitatis redintegratio es todo un canto de aprecio a la comunión que existe entre la Iglesia católica con las Iglesias orientales ortodoxas y con las Iglesias y Comunidades eclesiales surgidas tras las separaciones en Occidente. La valoración que se hace de cada una de ellas parte de lo común, desde donde se hace entrar lo diverso en el terreno de la convergencia, respetando la legítima diversidad.

Entre las diversas Iglesias existe una comunión real, aunque aún no plena, porque no se da comunión total en lo esencial. Sin embargo, al descubrir en el otro, dones que son propios de la Iglesia de Cristo, resulta imposible que nuestras identidades sean excluyentes, sino necesariamente inclusivas y abiertas al diálogo y a la receptividad, lo que impide los fundamentalismos identitarios, que polarizan y enfrentan absolutizando la diferencia. El modelo de la unidad, tal y como recalcaba el Papa Francisco, «no es la esfera, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad» 29.

La propuesta de unidad de Unitatis redintegratio ofrece a los jóvenes la posibilidad de configurar “identidades abiertas”, dialogales, relacionales, según el modelo de la Santísima Trinidad, que se definen en la alteridad sin anular al otro ni anularse a sí mismo, sino enriqueciendo la propia identidad. No es una identidad por la negación del otro, sino por la afirmación del otro, y siempre de manera recíproca, de manera que podamos descubrir lo que nos une, el humus en el que nos encontramos, y respetemos una diversidad necesaria para que se dé la experiencia de comunión.

3. La praxis del ecumenismo y la pastoral juvenil

El capítulo II de Unitatis redintegratio se refiere a la puesta en práctica de los principios católicos del ecumenismo enunciados en el capítulo I en sus diversas formas. Como dirá el documento Vademécum ecuménico (2020), «el movimiento ecuménico es uno e indivisible y debe ser siempre considerado como un todo. No obstante, adopta diversas formas según las diversas dimensiones de la vida eclesial» 30. Así, se puede hablar del ecumenismo espiritual, del diálogo de la caridad, el diálogo de la verdad y el diálogo de la vida, que conforman —siguiendo a Y. Congar— «como un órgano con cuatro teclados y muchos registros» 31. Aplicaremos estas dimensiones a Unitatis redintegratio, y, desde ahí, ofreceremos algunas pistas importantes que podrían ser útiles a la pastoral juvenil.

3.1. El ecumenismo espiritual

Unitatis redintegratio se refiere al ecumenismo espiritual como «el alma de todo el movimiento ecuménico» (UR 8), que implica no solo orar por la unidad de los cristianos, sino también una conversión del corazón y una vida más fiel a la propia vocación (UR 7). Pues «solo la conversión del corazón y la renovación de la mente pueden curar las heridas en los vínculos de la comunión» 32. La conversión del corazón y la vida de oración, en tanto que nos insertan en el misterio de Dios, uno y trino, nos acerca a los otros cristianos, pues el ecumenismo no parte del ingenio humano ni de estrategias, sino que es un don de Dios que ha de ser acogido.

Son muchos los jóvenes que, gracias a la frescura de los nuevos movimientos, están llevando una vida intensa de oración. Ya que con tantos hermanos nuestros compartimos un mismo bautismo, hemos de buscar oportunidades para orar con otros cristianos, no solo durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, sino que, siempre que sea posible, deberíamos leer juntos las Escrituras, compartir la música cristiana producida por grupos de distintas confesiones, valorar el testimonio de los santos y los mártires de otras tradiciones, organizar retiros interconfesionales en tiempos litúrgicos fuertes, o facilitar la convivencia junto a comunidades ecuménicas de vida contemplativa como Taizé, Chemin Neuf o Grandchamp. Y, allí donde no tengamos la oportunidad de estos encuentros ecuménicos, elevar nuestras plegarias de manera constante por la unidad de todos los cristianos.

3.2. El diálogo de la caridad

El diálogo de la caridad promueve el encuentro, la convivencia y la cooperación cotidiana entre los cristianos en virtud del bautismo. En esta “cultura de muros” 33 es cada vez más necesaria la amistad social y la cercanía del corazón, que ayudará a superar prejuicios y a purificar la memoria.

Unitatis redintegratio anima a participar en reuniones institucionales donde haya presencia de cristianos de diversas confesiones, de manea que pueda darse un conocimiento recíproco (UR 4 y 9). Y, si bien es cierto, que no está al alcance de todos participar en los grandes organismos ecuménicos, sí que es posible propiciar el encuentro entre jóvenes de diversos ámbitos: asistir en momentos puntuales a las celebraciones y acontecimientos de otras confesiones, invitar a participar a jóvenes de otras Iglesias a encuentros, jornadas o campamentos juveniles, e incluso organizarlos conjuntamente, o aprovechar las peregrinaciones como el Camino de Santiago, que hoy en día atraen a tantos jóvenes católicos, ortodoxos o protestantes. En esta cultura del encuentro, los católicos, de manera especial, hemos de estar dispuestos a dar siempre el primer paso (UR 4). Se necesitan más abrazos y tiempo gratuito compartido, sin más pretensión que la de estar juntos.

3.3. El diálogo de la verdad

Se trata del diálogo entablado entre expertos adecuadamente formados, en el que se explica y presenta con claridad y profundidad la doctrina de la propia confesión, con el deseo de purificar aquellas expresiones o formulaciones que dificultan las relaciones, sin faltar a la verdad y a la justicia. Unitatis redintegratio se refiere a esta cuestión, animando a la formación teológica y a establecer el diálogo a partir de los fundamental, siguiendo el principio de la “jerarquía de verdades” (UR 9-11).

Es importante que jóvenes teólogos puedan integrarse en estos diálogos, pues les ha tocado vivir no el tiempo de las divisiones, sino el de la reconciliación, por lo que no cargan con las heridas del pasado. Ahora bien, en el ámbito de la pastoral juvenil, la dimensión ecuménica ha de estar presente en los procesos formativos, aplicando los grandes principios católicos del ecumenismo. El joven de hoy vive su fe en un contexto plural y hemos de ayudarle a conformar una identidad cristiana dialogal. Los mismos directorios para la catequesis o para la formación de los futuros sacerdotes animan a formar hombres y mujeres del diálogo, y tiene presente la dimensión ecuménica tanto en la catequesis como en los estudios del seminario. No consiste solo en explicar el ecumenismo o los documentos de los acuerdos teológicos en clase o en la catequesis, sino de explicar los temas en clave ecuménica. A este respecto, en todos los espacios formativos de la pastoral juvenil que se tengan al alcance, sería interesante contar con la exposición de la visión de otros cristianos u organizar coloquios donde puedan presentarse otros puntos de vista.

3.4. El diálogo de la vida

El diálogo de la vida incluye las oportunidades de colaboración con otros cristianos en el ámbito de iniciativas pastorales comunes y la cooperación social al servicio del mundo en la defensa de la dignidad humana, la lucha contra el hambre, la injusticia y la pobreza, la atención a migrantes, la discriminación de la mujer y la trata de personas o el cuidado de la creación. Unitatis redintegratio afirmará que, a través del trabajo común en todos estos ámbitos, «todos los que creen en Cristo aprenderán fácilmente cómo pueden conocerse mejor los unos a los otros, apreciarse más y allanar el camino de la unidad de los cristianos» (UR 12).

Los cristianos hemos de aprender a compartir nuestros recursos al servicio del anuncio del Evangelio, como las capellanías universitarias y otros espacios. Además de colaborar en programas de evangelización, como señalaba ya la exhortación apostólica Catechesi tradendae (1979): «los obispos pueden considerar oportuno o incluso necesario colaborar con otros cristianos en el campo de la catequesis» (CT 33). Significativa nos parece la experiencia de Juventud con una Misión (JCUM), que preparan a jóvenes de distintos ámbitos denominacionales para anunciar a Jesucristo a otros jóvenes.

También es importante hoy en día formar a sacerdotes y agentes de pastoral familiar para acompañar a jóvenes matrimonios mixtos entre católicos y otros cristianos, e involucrar a estas familias inter-confesionales en las actividades ecuménicas parroquiales y diocesanas.

En el ámbito social, cualquier forma de cooperación práctica se convierte —como se especifica en la encíclica Ut unum sint—en «una verdadera escuela de ecumenismo y un camino dinámico hacia la unidad» (UUS 40). Mencionamos la experiencia de muchos jóvenes de distintas confesiones que han colaborado en la limpieza del barro tras la DANA en Valencia, respondiendo a una misma llamada del Señor a servir, que no conoce de distinciones doctrinales.

No podemos olvidar tampoco la dimensión ecuménica del ámbito de la cultura y sus diversas expresiones artísticas, como el teatro, la música, el cine o la pintura. El lenguaje artístico religioso supera los “confesionalismos”, como ha sido el caso de la producción de la serie The Chosen, o lo ha sido a lo largo de los siglos la música sacra de Bach, Brahms, Mendelssohn o Händel, todos ellos protestantes, que forma parte del patrimonio cristiano común.

Conclusión

A los jóvenes cristianos de esta generación les ha tocado vivir tiempos de reconciliación y tienen derecho a vivir su fe sin verse afectados por unas divisiones de las que no son directamente responsables, aunque sufran sus consecuencias. Ello ha de suponer un cambio en la formación cristiana y en la transmisión de la experiencia de fe, que no respondan a esquemas confesionales cerrados ya superados. A veces se oyen expresiones en jóvenes que responden a posturas “eclesiocentristas exclusivistas” defasadas y no propias de esta época, que aseveran que solo la propia Iglesia es la “verdadera” con la consiguiente llamada a la “conversión”, sea a la Iglesia católica o a cualquier otra denominación. Se trata de un lenguaje anti-ecuménico, pues no hemos de olvidar que hablamos de hermanos con los que compartimos un mismo bautismo, por lo que el proselitismo queda excluido. Suelo pensar que algo se está haciendo y hemos de reflexionarlo seriamente.

Una identidad cristiana en diálogo no es equivalente a una identidad desarraigada o difuminada, por el contrario, el diálogo necesita de interlocutores bien asentados en sus propias convicciones, pero receptivos y dispuestos al intercambio de aquellos dones con los que el Espíritu Santo ha enriquecido a las otras confesiones cristianas. Los miedos nos impiden avanzar y nos encierran en nuestros esquemas, precisamente es el Espíritu el que capacitó a los apóstoles para vencer sus miedos en Pentecostés y los hizo expresar en la diversidad de lenguas el mensaje común del Resucitado. No tengamos miedo a abrir nuestros proyectos pastorales juveniles al ecumenismo.

NOTAS:
  1. Cf. E. Castro, The Ecumenical Winter? Peter Ainslie Lecture on Christian Unity (San Diego 1992), Council on Church Unity, Indianapolis 1993, 1-13.
  2. Así lo expresaba, en 1954, el presidente del Instituto ecuménico de Bossey (Ginebra), Reinald von Thaden-Trieglaff, en el prefacio a la primera edición de A History of the Ecumenical Movement 1517-1948 (cf. R. Rouse - S. C. Neill, Storia del movimento ecumenico dal 1517 al 1948, vol. I, Il Mulino, Bologna 1973, 4).
  3. Cf. S. C. Neill, Divisione e ricerca dell’unità prima della Riforma, en R. Rouse – S. C. Neill, Storia del movimento ecumenico, vol. I, 53-58.
  4. Cf. M. Schmidt, L’attività ecumenica nell’Europa continentale durante i secoli XVII e XVIII, en R. Rouse – S. C. Neill, Storia del movimento ecumenico, vol. I, 163-167.
  5. Véase M. Sanz – J. C. Arnanz, El “afecto oriental” de los Papas, de León XIII a Juan Pablo II. Roma y las Iglesias del Oriente cristiano, en A. González Montes, Las Iglesias orientales, BAC, Madrid 2000, 5-108.
  6. Cf. D. McNiel, To Build and to Plant, en J. E. Bohol – B. Simon (eds.), Let the Waves Roar. Perspectives of Young Prophetic Voices in the Ecumenical Movement, WCC Publications, Geneva 2021, 18-23. Véase también S. de Dietrich, Cinquante ans de histoire: la Fédération universelle des associations chrétiennes d’étudiants, Semeur, Paris 1948; R. Rouse, The World’s Student Christian Federation: A History of the First 30 Years, SCM, London 1948.
  7. Cf. B. Stanley, The World Missionary Conference at Edimburgh, and the Role of the Protestant Missionary Movement, en H. E. Fey (ed.), A History of the Ecumenical Movement 1948-1968, vol. II, World Council of Churches, Geneva 1993, 412-429.
  8. Cf. G. Thils, Historia doctrinal del movimiento ecuménico, Rialp, Madrid 1965.
  9. Cf. A. J. Bents, From Generation to Generation: the Story of Youth in the World Council of Churches, World Council of Churches Publications, Geneva 1986.
  10. Grupo de Trabajo Mixto, La Iglesia en la vida de la juventud y la juventud en la vida de la Iglesia (2013), n. 25, en línea, https://www.christianunity.va/content/dam/unitacristiani/Relazioni%20ecumeniche /sezione%20occidentale/Dialogo%20multilaterale/COE/JWG/Documents/ES%20La%20Iglesia%20en%20la%20vida%20de%20la%20jovendud.pdf (Consulta el 15 de abril de 2025).
  11. Cf. comisión Echos, Mensaje de la reunión ecuménica de jóvenes a la 11ª Asamblea del CMI, en línea, https://www.oikoumene.org/es/resources/documents/message-from-the-ecumenical-youth-gathering-at-the-wcc-11th-assembly (Consulta el 20 de abril de 2025).
  12. Francisco, Exhortación apostólica Christus vivit, BAC, Madrid 2019, n. 38.
  13. Cf. G. Vattimo, Las aventuras de la diferencia, Ediciones Península, Barcelona 1986, 63-82; 131-148.
  14. W. Kasper, Die Kirche angesichts der Herausforderungen der Postmoderne, en Id, Theologie und Kirche, Band 2, Matthias-Grünewald, Mainz 1999, 253.
  15. Cf. J. A. Estrada, El monoteísmo ante el reto de las religiones. El difícil futuro del cristianismo, Sal Terrae, Maliaño (Cantabria) 1997, 18.
  16. Cf. M. McLuhan, Comprender los medios de comunicación. Las extensiones el ser humano, Paidós Ibérica, Barcelona 2009 (edición original inglés en 1964); M. McLuhan – B. R. Powers, La aldea global. Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI, Gedisa, Barcelona 1995 (edición original en inglés en 1989).
  17. Cf. Z. Bauman, La globalización. Consecuencias humanas, Fondo de Cultura Económica, México 1999; D. Zolo, Globalización: un mapa de los problemas, Mensajero, Bilbao 2005.
  18. Cf. C. Taylor, La era secular, Gedisa, Barcelona 2014-2015.
  19. P. L. Berger (dir.), Le réenchantent du monde, Willian and Bermans Company, Michigan 1999, 22.
  20. Cf. J. Habermas, El futuro de la naturaleza humana. ¿Hacia una eugenesia liberal?, Paidós, Barcelona 2002, 132.
  21. Cf. J. Martín Velasco, Metamorfosis de lo sagrada y futuro del cristianismo: Selecciones de Teología 150 (1999) 127-146.
  22. P. L. Berger, Los numerosos altares de la posmodernidad. En busca de un paradigma para la religión en una época pluralista, Sígueme, Salamanca 2016.
  23. Cf. J. M. Bergoglio, Educar: Exigencia y pasión. Desafíos para educadores cristianos, Editorial Claretiana, Buenos Aires 2006.
  24. Cf. K. Koch, Desafíos y perspectivas del futuro del ecumenismo, en A. Matabosch – R. Vázquez Jiménez, Caminar juntos, San Esteban, Salamanca 2023, 591-593.
  25. Schopenhauer calificó las religiones monoteístas como intrínsecamente violentas por presentar a un Dios único, lo que dio lugar a guerras de religión, cruzadas, destrucción de templos y matanzas (cf. A. Schopenhauer, Parerga and Parlipomena. Petits écrits philosophiques, Quadrige, Paris 2004, 699). Esta cuestión, sin embargo, ha sido abordada por el documento de la Comisión Teológica Internacional, Dios Trinidad, unidad de los hombres. El monoteísmo cristiano contra la violencia (2014), que sostiene que los monoteísmos no pueden ser calificados como intrínsecamente violentos. Véase también: J. Assmann, Violencia y monoteísmo, Fragmenta, Barcelona 2014; A. Maalouf, Identidades asesinas, Alianza Editorial, Barcelona 1998.
  26. Cf. D. Sattler, Einheit und Spaltung der Kirche(n), en U. Swarat – T. Söding (eds.), Heillos gespalten? Segensreich erneurt?, Herder, Freibourg 2016, 77-92.
  27. Cf. B. Forte, La Iglesia, icono de la Trinidad, Sígueme, Salamanca 2003,14.
  28. Cf. R. Vázquez Jiménez (ed.), Comentario teológico a los documentos del Concilio Vaticano II, vol. II, BAC, Madrid 2024, 152-220.
  29. Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, BAC, Madrid 2023, n. 236. Véase también: S. Madrigal, L’unitá prevale sul conflitto. Papa Francesco e l’ecumenismo, Editrice Vaticana, Città del Vaticano 2017.
  30. Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, El obispo y la unidad de los cristianos: vademécum ecuménico, BAC, Madrid 2021, n. 15.
  31. Cf. Y. Congar, Essais oecuméniques, Le Centurion, Paris 1984, 69.
  32. W. Kasper, Ecumenismo espiritual: una guía práctica, CLIE, Barcelona 2007, n. 6.
  33. Cf. Francisco, Encíclica Fratelli tutti, BAC, Madrid 2020, n. 27.

AUTOR:
Rafael Vázquez Jiménez. Director de la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española

PUBLICADO EN:
MISIÓN JÓVEN • Nº. 582-583 • Julio-Agosto 2025
https://pastoraljuvenil.es/misionjoven/

AGENDA

1 agosto 2025 – Viernes
Ayuno ortodoxo por la Dormición de la Madre de Dios

20’00 horas

Oración Interconfesional
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, c/ José Arcones Gil, 37 – 2º
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

2 agosto 2025 – Sábado

Del 2 al 9 agosto 2025

Campamento en Portugal
Campamento de conciencia en SimplyHappy
ALDEA DE OUCIAS (Portugal)

17'00 horas (hora  de Argentina)

Espacio Ecuménico
Oración por la Unidad de los Cristianos
Parroquia de Santa Julia (entrada por secretaría), Juan B. Alberdi - 1195
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’00 horas

Oración de la Luz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

3 agosto 2025 – Domingo
Tish’a B’av

20’00 horas

Oración Común
Parroquia Sant Josep, Avda. Lluís Pericot, 2
GIRONA

4 agosto 2025 - Lunes

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

5 agosto 2025 – Martes

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

6 agosto 2025 – Miércoles
Transfiguración de Jesús

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

8 agosto 2025 – Viernes

21’00 horas

Oración común
Iglesia de San José, c/ Colón
TERRASSA (Barcelona)

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

9 agosto 2025 – Sábado
Fiesta hindú de Raksha Bandhan

Del 9 al 14 agosto 2025

Campamento de Conciencia en Velouriz
ZAS DE REI (A Coruña)

17'00 horas (hora de Argentina)

Oración por la Unidad de los Cristianos
Parroquia de Santa Julia. Alberdo, 1195 (entrada por secretaría) - CABALLITO
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

10 agosto 2025 – Domingo

18’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta de la Iglesia San Antonio María Claret (entrada por Calle Ramada, 14, Casal Claret)
VIC (Barcelona)

11 agosto 2025 - Lunes

21’00 horas horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona

12 agosto 2025 – Martes

15'00 horas (Hora Central Europea en Verano)

Jornada Internacional Ecuménica de la Juventud 2025 - Día I
“Arraigados en la esperanza: Alimentar la fe y el bienestar mental frente a la crisis climática (ecoansiedad)"
MUNDIAL
ON LINE

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

13 agosto 2025 – Miércoles

15'00 horas (Hora Central Europea en Verano)

Jornada Internacional Ecuménica de la Juventud 2025 - Día II
“Arraigados en la esperanza: Alimentar la fe y el bienestar mental frente a la crisis climática (ecoansiedad)"
MUNDIAL
ON LINE

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

15 agosto 2025 – Viernes
Asunción de la Virgen María (Católicos) y Dormición de la Madre de Dios (Ortodoxos)

20’00 horas

Oración Interconfesional
Iglesia Luterana, paseo Castellana, 6
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

16 agosto 2025 – Sábado
Krishna Janmashtami

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

18 agosto 2025 – Lunes

Del 18 al 31 agosto 2025

Campamento de conciencia
ARTAZA (Navarra)

19’00 horas

Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

19 agosto 2025 – Martes

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

20 agosto 2025 – Miércoles
San Bernardo de Claraval
Fiesta jainista Paryushana Parva

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

22 agosto 2025 – Viernes

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

23 agosto 2025 – Sábado

17’00 horas (hora de Argentina)

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)

17’00 horas (hora de Argentina)

Reunión Fraterna de Oración
Parroquia de Santa Julia. Juan B. Alberdi, 1195 (entrada por secretaría)
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

24 agosto 2025 – Domingo

17’30 horas (Hora Argentina)

Espacio de Oración por la Unidad
Parroquia de ja Asunción. Franklin. 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

25 agosto 2025 - Lunes

21’00 horas horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

26 agosto 2025 – Martes

20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

27 agosto 2025 – Miércoles
Fiesta hindú Ganesha Chaturthi
Fiesta jainista Samvatsari

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

28 agosto 2025 - Jueves
San Agustín de Hipona

29 agosto 2025 – Viernes
Martirio de San Juan Bautista

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

30 agosto 2025 – Sábado

17'00 horas (hora de Aragentina)

Conmemoración por nuestros mártires actuales
Perroquia Greco-Melkita Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Avda. Scalabrini Ortíz, 1352
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

31 agosto 2025 – Domingo

17'00 horas (hora de Argentina)

Oración por la Unidad de los Cristianos
Parroquia de la Asunción. Franklin, 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)






7 comentarios:

  1. MUY URGENTE

    Enric Ainsa,

    Soy de Madrid.

    Le envío enlaces con datos claves sobre el reverendo Alonso de la IERE (masón y responsable de sectas, ex OTO y otras sectas satánicas en su juventud).

    Carlos no puede hacer nada contra él porque compartieron afiliación de jóvenes en la secta satánica OTO y en otras. Por eso, tienen en la revista La Luz de la IERE a miembros de la OTO que escriben libros de esta secta.

    Le agradecería que le enviase este mensaje con las pruebas que aparecen a continuación a los reverendos Stephen Phillips, Osberto Díaz y también a otros que niegan la mayor.

    Aquí están las pruebas.

    1
    Alonso como gran maestre del Rito Escocés Rectificado de la orden celta internacional en España. Hay fotos varias y el diploma con la carta patente de la Logia Avalon número 2 en la que consta él como responsable (año 2023).

    https://templarpriests.weebly.com/rite-ecossais-rectifieacute.html

    2

    Alonso como gran maestre de la Orden Martinista de la orden celta internacional en España. Hay fotos y el diploma con la carta patente.

    https://templarpriests.weebly.com/lcmo---martinists.html

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    Respuestas
    1. Buenos días, sr. de Madrid (anónimo) aunque conocemos al Rvd. Enric Aínsa, y es cierto que participa de nuestras convocatorias, le informamos que no tiene nada que ver con este blog "TODOS JUNTOS" que gestionamos desde el EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO y que por tanto, su escrito tal vez nunca lo lea. Pensamos que este no es es medio más adecuado para que usted se ponga en contacto con el Rvd. Enric Aínsa. Atentamente. EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

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  2. Enric Ainsa,

    Le solicito por favor que una vez copie el mensaje anterior, lo borre para evitar problemas.

    Gracias y un abrazo.

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  3. Quiero hacer una rectificación a lo anterior.

    La filiación a la OTO del obispo Carlos no es correcta. Me he equivocado o eso creo en principio. Pero si que es masón de alto grado como unos cuantos reverendos de la IERE.

    Lo que si me ha pasado es que al ver que tienen entre sus colaboradores de la revista La Luz a un individuo anglicano que escribe libros de la OTO a favor he pensado que lo era el obispo.

    El que si es de la OTO es el reverendo Alonso, porque recibió las consagraciones y sucesiones apostólica de Alistair Bate, el último de la linea de sucesión de la OTOA, una de las sectas de la OTO. Las cosas claras.

    Todo este tema en medios y más...

    https://infovaticana.com/2023/04/10/la-hermandad-de-jesus-yacente-de-zamora-invito-a-un-mason-anglicano-a-copresidir-la-procesion-del-jueves-santo/

    https://infovaticana.com/2025/03/13/la-archidiocesis-de-santiago-firma-un-acuerdo-de-colaboracion-la-iglesia-espanola-reformada-episcopal-que-fue-fundada-por-un-mason/

    https://infovaticana.com/2025/03/15/iglesia-espanola-reformada-episcopal-entre-masones-y-sectas/

    ResponderEliminar
  4. Por favor, avisen a Enric Ainsa.

    Carolina, Madrid

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    1. Carolina,

      El obispo Carlos tiene todos los grados masónicos y ha sido miembro de otras órdenes internas esotéricas. Todas conocidas más o menos.

      Y el que escribe los libros de la secta OTO, efectivamente satanista, es uno de los masones de la IERE, un tal Darren Lorente-Bull.

      Una de las cosas extrañas para mí, más que la masonería de todos los que controlan la IERE, es el nexo de varios con una secta satánica como la OTO y lo bien que hablan de ella en sus libros. Inquietante.

      Darren Lorente-Bull ha publicado un libro con otro reverendo masón de la IERE, Rubén Legidos, alto grado e iniciado en órdenes internas, llamado "Rituales de la Orden de Odd Fellows".

      A raíz de lo aparecido en prensa y radios, leí en un foro de masonería en el que participan masones que algún reverendo de la IERE había sido sacerdote gnóstico de una Iglesia Gnóstica y otros teósofos de la Sociedad Teosófica de Helena Blavatsky y Annie Besant.

      El citado Darren Lorente-Bull la califica a la segunda como fuerza de la naturaleza y gran iniciada.

      Lorente tiene un escrito en el blog de Javier Otaola donde se explica todo:

      Me alimenté de lo oscuro y lo sagrado (Lorente-Bull).
      https://www.javierotaola.com/post/de-lo-oscuro-y-lo-sagrado

      Les va lo oscuro. Ven el camino Oscuro como el de Prometeo, el portador de la Luz.

      Es lo que ahí, y la IERE es una iglesia masónica.

      Eliminar
  5. Javier Otaola, por si alguien no lo sabe, es el responsable de la revista La Luz de la IERE, y fue gran maestro de la obediencia masónica irregular, Gran Logia Simbólica Española. No reconocida por la masonería regular inglesa.

    Para colmo, en su interior, tenían los irregulares de Otaola a la orden del Derecho Humano de las teósofas y fundadoras de la Sociedad Teosófica, las citadas ocultistas Helena Blavatsky y Annie Besant.

    Otaola es el amigo y compañero de masonería y de la IERE, del tal Lorente- Bull. Y este es el que publica de libros de su querida OTO y de otras órdenes con el reverendo masón de la IERE, Rubén Legidos, alto grado e iniciado en órdenes internas. De ellos, es el libro "Rituales de la Orden de Odd Fellows".

    Todo muy serio, claro.

    Gracias por tu aportación Carolina.

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