INCIDIENDO EN EL ECUMENISMO DE SANGRE

Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe

Icono de los Mártires del Siglo XX. Iglesia de la Concepción Real de Calatrava

por Pedro Langa Aguilar. OSA

El papa Francisco sigue pegando el salto cualitativo en la noria de las noches y los días con la sorpresa categórica en mano, que para algunos de sus adversarios no pasa de anécdota simplista. Y todo ello a resultas de una herborización vaticana florecida a base de audaces proyectos pastorales.

A sus adversarios, que los tiene como todo hijo de vecino y él lo sabe, estos planes imprevistos pueden antojarse recursos retóricos suficientemente reiterativos y capaces de causar dolor de cabeza a los incapaces de distinguir categoría de anécdota.

Hay, en cambio, quienes se lo montan de cine y discurren alegres y al airoso trotecito aquiescente de las iniciativas pontificias interpretadas por la mayoría católica como arranques de genialidad punto menos que proféticos.

Ahí están la Iglesia en salida, o con las puertas siempre abiertas, o la tienda en campaña capaz de agrandarse para recibir a todos no impidiendo el paso a nadie. Ni que decir tiene que también la amazonia / amazonía de los viri probati y la nutrida ristra de sinónimos, en fin, que el pontífice argentino utiliza un día sí y otro también.

Precisamente a uno de esos temas me acogí yo en los primeros años del actual pontificado cuando publiqué en la revista universitaria salmantina Diálogo Ecuménico “El ecumenismo de la sangre” (t. 51, nn. 159-161 [2016] 415-444), un artículo donde aporto las primeras andanzas de esta novedosa expresión que en el último decenio no ha hecho sino crecer. Hoy figura en numerosos discursos papales, y de dos meses a esta parte incluso subida a las airosas alturas del águila real en felices decisiones ecuménicas del papa Francisco, a saber: la inclusión el jueves 11 de mayo de 2023, en el marco de una solemne celebración ecuménica junto al papa Tawadros II, patriarca copto-ortodoxo de Alejandría, de los 21 mártires coptos de Siria del 15 de febrero del 2015 en el Martirologio Romano (Cf. Pedro Langa, “Un paso profético en el ecumenismo”: Equipo Ecuménico Sabiñánigo, 16.5.2023) y la reciente Carta del Santo Padre Francisco con la que constituye la “Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe” en el Dicasterio para las Causas de los Santos (Vaticano, 3 de julio de 2023).

La Carta está escrita con un espacioso horizonte ya próximo y una virtud que habrá de caracterizar -unida a las otras dos virtudes teologales- a quienes pretendan dibujar esa oportuna perspectiva ecuménica e interreligiosa : “En vista del próximo Jubileo del 2025, que nos verá reunidos como “Peregrinos de esperanza”, esa virtud que deriva de la fe en Cristo e incita a la verdadera caridad”.

Cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (foto del Vaticano)

Carta, por otra parte, dirigida al Dicasterio de las Causas de los Santos, encargado de elaborar, auxiliado esta vez por un grupo de colaboradores ad hoc, un Catálogo de todos aquellos que han derramado su sangre por confesar a Cristo y testimoniar su Evangelio.

El papa Francisco marca en el citado documento -obviamente como claves por las que el Dicasterio ha de regirse en la elaboración del Catálogo- las pautas teológicas a tener en cuenta. Tanto para la designación de un mártir como en lo relativo a su base teológica, su arraigo cristológico y sus consecuencias pastorales: “Los mártires en la Iglesia -dice- son testigos de la esperanza que deriva de la fe en Cristo e incita a la verdadera caridad. La esperanza mantiene viva la profunda convicción de que el bien es más fuerte que el mal, porque Dios en Cristo ha vencido al pecado y a la muerte”.

El autor del escrito de marras ha querido, instituyendo esta Comisión, seguir los pasos ya dados por san Juan Pablo II, sí, pero aportando pertinentes añadiduras al respecto que para nada vacían su cupo de originalidad, antes al contrario, lo enriquecen. Y es que “la Comisión, efectivamente, continuará la búsqueda, ya iniciada con ocasión del Gran Jubileo del 2000, para identificar los Testigos de la Fe en este primer cuarto de siglo y para después proseguir en el futuro”, el cual se promete fecundo en agrandar listados de esta naturaleza.

“Los mártires, de hecho, han acompañado en cada época la vida de la Iglesia y florecen como “frutos maduros y excelentes de la viña del Señor” también hoy. Como he dicho muchas veces, los mártires “son más numerosos en nuestro tiempo que en los primeros siglos”: son obispos, sacerdotes, consagradas y consagrados, laicos y familias, que en diferentes países del mundo, con el don de su vida, han ofrecido la suprema prueba de caridad (cf. LG 42)”.Tirando de aritmética cabría decirle al Papa que eso va de suyo, dado que la demografía actual del mundo es infinitamente superior a la de los tiempos de Nerón, por ejemplo. Lo que ya no iría tan de suyo es afirmar que la fiereza de los enemigos actuales del cristianismo supere a la que se gastaba el incendiario de Roma.

Citada la Tertio millennio adveniente (37), Francisco puntualiza que “Ya el 7 de mayo del 2000 fueron recordados en una celebración ecuménica,  que vio reunidos en el Coliseo a representantes de las Iglesias y comunidades eclesiales de todo el mundo, para evocar, junto al Obispo de Roma, la riqueza de lo que yo mismo sucesivamente he definido “ecumenismo de sangre”. También en el próximo Jubileo volveremos a estar unidos para una celebración similar”.

Dejada a salvo, pues, la interrelación de los Jubileos del 2000 y del 2025, Francisco desciende al vivo del documento, es decir a las diferencias entre ambos, o a las añadiduras del 2025, que se permite explicar de cerca cuando afirma: “Con esta iniciativa no se pretenden establecer nuevos criterios para la valoración canónica del martirio, sino continuar el seguimiento iniciado de cuantos hoy día siguen siendo asesinados solo por ser cristianos”. Y a continuación agrega explicativo: “Se trata por tanto de proseguir el recorrido histórico para recoger los testimonios de vida, hasta al derramamiento de la sangre, de estos hermanos y hermanas nuestros, para que su memoria destaque como tesoro que la comunidad cristiana custodia”.

El Papa toca seguidamente y de forma clara la dimensión ecuménica del argumento al precisar que “La investigación se referirá no solo a la Iglesia católica, sino que se extenderá a todas las confesiones cristianas. También en nuestro tiempo, en el que asistimos a un cambio de época, los cristianos siguen mostrando, en contextos de gran riesgo, la vitalidad del Bautismo que nos une. De hecho, no son pocos los que, aun sabiendo los peligros que corren, manifiestan su fe o participan en la eucaristía dominical. Otros son asesinados por socorrer con caridad la vida de quien es pobre, por cuidar a los descartados de la sociedad, por custodiar y promover el don de la paz y la fuerza del perdón. Otros son víctimas silenciosas, como individuos o en grupo, de las convulsiones de la historia. Con todos ellos tenemos una gran deuda y no podemos olvidarlos”. Palabras, por cierto, de mucho fundamento teológico. Con el contenido de este significativo fragmento: Bautismo, fe, eucaristía dominical, obras diversas de caridad, etc., Francisco les suministra a los teólogos un oportuno y laborioso entretenimiento. Tampoco será cosa baladí lo que espera a la Comisión, según permie deducir el siguiente texto:

“El trabajo de la Comisión, pues, permitirá poner junto a los mártires, oficialmente reconocidos por la Iglesia, los testimonios documentados —y son muchos— de estos hermanos y hermanas nuestros, dentro de un vasto panorama en el que resuena la única voz de los martyria de los cristianos”.

Es importante lo que a continuación escribe Francisco, aunque a primera vista dé la impresión de limitarse a cuestiones disciplinares y metodológicas punto menos que menores. Y lo es, sobre todo, por interrelacionar la actividad de la Congregación y el papel de las Iglesias particulares: “La Comisión ahora instituida deberá servirse de la contribución activa de las Iglesias particulares en sus articulaciones, de los institutos religiosos y de todas las otras realidades cristianas, según los criterios que la misma Comisión elaborará”.

El epílogo de la Carta es todo un cantico al estrechísimo vínculo del martirio con la Pascua, el próximo Jubileo del 2025, la fidelidad a Cristo y las razones de la vida y del bien. A la luz de estos trascendentales argumentos habrá que leer, en consecuencia, todo el contenido de este primoroso documento papal: “En un mundo en el que a veces parece que el mal prevalece, estoy seguro de que la elaboración de este Catálogo, también en el contexto del ya próximo Jubileo, ayudará a los creyentes a leer también nuestro tiempo a la luz de la Pascua, sacando del cofre de tan generosa fidelidad a Cristo las razones de la vida y del bien (Del Vaticano, 3 julio 2023).

Documento magnífico, ecuménico, excelente y esperanzador, sin duda, éste del papa Francisco. No quisiera, sin embargo, cerrar mis reflexiones sin traer aquí un artículo que yo escribí hace ya siete años y cuya cronología precisamente me impulsa a recodarlo. El artículo lleva este rótulo: “Entre satanismo y telequinesia”: Religión Digital, 20.9.2016. Lo escribí dos meses después de haber sido asesinado el padre Jacques Hamel en su parroquia, a manos de dos yihadistas, el 26 de julio de 2016.

“La Iglesia -escribía yo entonces para mis lectores de Religión Digital- le puede hacer frente al Mal con el Bien, con la gracia, con los sacramentos. Y con una catequesis que insista a tiempo y a destiempo sobre la necesidad del Bien. Y que contemple beatificaciones y canonizaciones más rápidas, por favor, máxime cuando promedian el martirio y el sensus fidelium, es decir, la voz de los fieles que lo piden […] Porque, si el padre Jacques Hamel va a subir a la Gloria de Bernini dentro de 50 años, no faltará quien diga: «Largo me lo fiais». Ni quien replique desilusionado: «Adiós muy buenas, que para luego es tarde».

Aplaudo el gesto del papa Francisco. Y me alegraré más aún si decreta, hoy mejor que mañana, la beatificación de este anciano sacerdote bárbaramente asesinado, es decir, martirizado. En ese caso, se habrá hecho llegar a los descerebrados yihadistas un recadito: […] que por encima del mal, siempre, siempre está y estará el bien”.

Esta larga cita, ya digo, fue escrita en 2016. Las Redes recogen hoy que el proceso de beatificación va adelante. Y yo me pregunto un poco escéptico y perplejo: ¿Cuánto deberá esperar esta causa martirial? ¿Habrá que decir que la Congregación para la Causas de los Santos está gripada? Habrá quien diga que los gestos del Papa, visto lo visto, no pasan de buenas palabras. Porque de aquello, ya hace ¡¡¡siete años!!! Coherencia, por favor, y decisiones con todas las consecuencias.

Una de las fotos más comunes del padre Hamel

Pedro Langa Aguilar, O.S.A.

Teólogo y ecumenista

AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS

MAÑANA 21 JULIO 2023

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)

Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca, 52

HORTA (Barcelona)

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25

BARCELONA

22 julio 2023 – 17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad

Parroquia de la Asunción. Gavilán, 1137 FLORES

BUENOS AIRES (Argentina)

24 julio 2023 – 20’45 horas

Oración al estilo de Taizé

Parroquia Madre de Dios de los Dolores, calle Begur, 10

BARCELONA

24 julio 2023 – 21’00 horas

Oración de Taizé

Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23

GIRONA

24 julio 2023 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)

Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n

SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

25 julio 2023 –

Oración común al estilo Taizé

Capilla parroquia María Auxiliadora, paseo San Juan Bosco, 70

BARCELONA

25 julio 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé

Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1

VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

28 julio 2023 – 21’00 horas

Oración común de Taizé

Iglesia de San Miguel, plaza del Rector Homs s/n

TERRASSA (Barcelona)

28 julio 2023 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)

Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca, 52

HORTA (Barcelona)

28 julio 2023 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25

BARCELONA

29 julio 2023 – 21’30 horas

Oración al estilo Taizé

Convento de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna, c/ Doctor Furest

CALDES DE MALAVELLA (Girona)

30 julio 2023 – 18’30 horas

Oración Común. Taizé

Parroquia de Santa María, c/Joan Puig, 3

RUBÍ (Barcelona)

31 julio 2023 – 21’00 horas

Oración de Taizé

Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23

GIRONA

31 julio 2023 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)

Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n

SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)