Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

sábado, 8 de octubre de 2016

LÍDERES CRISTIANOS Y MUSULMANES ACUERDAN LUCHAR CONTRA EL EXTREMISMO

Los líderes cristianos y musulmanes acuerdan luchar contra el extremismo religioso


Un diálogo celebrado los días 30 de septiembre y 1 de octubre en Ginebra (Suiza) entre el Consejo Musulmán de Ancianos y el Consejo Mundial de Iglesias se centró en el papel de las religiones en la promoción de la paz y la lucha contra la violencia. Las dos sesiones de charlas, organizadas por el Consejo Mundial de Iglesias, incluyeron presentaciones y debates sobre los aspectos clave del establecimiento de la paz y el diálogo interreligioso, y prestaron especial atención a la lucha contra el extremismo religioso que degenera en violencia en muchas partes del mundo.

El diálogo dio comienzo con las presentaciones de la doctora Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias; y del Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias.

Necesitamos que los líderes religiosos, tanto los cristianos como los musulmanes, sean más valientes de lo que han sido, dijo la Dra. Abuom, y destacó que “en ciertas ocasiones, sin apoyar directamente los ataques perpetrados contra la otra religión, los líderes religiosos han dado una especie de silenciosa aprobación ante las palabras y actos de sus seguidores”.


En el libro del Génesis se dice claramente que el asesinato y el derramamiento de sangre humana están prohibidos en virtud del hecho de que los seres humanos son creados a imagen de Dios, dijo el secretario general. “Que estas palabras aparezcan en los primeros capítulos de nuestras Santas Escrituras es un aspecto central de nuestra creencia de que la religión nunca debe usarse para justificar la violencia”, añadió el Rev. Tveit. Han sido muchas las ocasiones en que los seguidores de ambas religiones han intentado servirse de motivos religiosos para justificar actos de violencia. “Pero si las personas religiosas son capaces de hablar honestamente sobre las formas en que la religión se ha utilizado para sustentar la violencia, entonces también seremos capaces de encontrar juntos formas de hacer que la religión sea parte de la solución”, afirmó.


Los representantes del Consejo Mundial de Iglesias y de la Universidad de Al-Azhar, en particular el gran imán de Al-Azhar, el Prof. Dr. Ahmad al-Tayyeb, han estado colaborando desde 2015, cuando ECHOS, una comisión para la participación de los jóvenes en el movimiento ecuménico, se reunió en El Cairo (Egipto), del 8 al 13 mayo. Para empezar su presentación en la reunión celebrada en Ginebra la semana pasada, el Dr. Al-Tayyeb aseveró: “El mundo de hoy parece estar gobernado por el egoísmo, el odio y el conflicto”. “Provoca gran tristeza ver que se responsabiliza a las religiones de este espantoso terrorismo”, señaló el gran imán, quien también preside el Consejo Musulmán de Ancianos.

“Quizá quienes acusan a las religiones ignoran dos datos importantes al respecto: en primer lugar, que la religión vino a imponer la paz entre los pueblos y a librar a los oprimidos de la injusticia, además de a recordar la inviolabilidad de la vida humana. En segundo lugar, el terrorismo, que responsabiliza a las religiones, principalmente al Islam, no hace distinción alguna en sus actuaciones. No distingue entre los religiosos y los ateos, ni entre un musulmán y un no musulmán. Con echar un vistazo al balance de víctimas del terrorismo se puede confirmar que son los propios musulmanes quienes están pagando, con creces y con su propia sangre, el precio de estos actos”.


Ya no basta con que el clero condene los actos de violencia, el terrorismo y el discurso de odio y emita comunicados en su contra, dijo Al-Tayyeb; “eso es como trabajar en islas separadas, lo que debilita los objetivos y diluye el efecto y la influencia que sus esfuerzos podrían tener sobre la situación. Debe coordinarse una acción conjunta para plantar cara al fenómeno de la violencia, escrutando sus causas y trabajando en las soluciones propuestas para luchar contra ella desde los frentes intelectual, científico, social y educativo”.

Debemos colaborar para intentar resolver lo que se ha convertido en un problema comunitario, dijo el obispo Angaelos, obispo general de la Iglesia Ortodoxa Copta en el Reino Unido. “Los acontecimientos de los últimos años superan la capacidad de cualquier individuo, iglesia, religión o incluso Estado para resolver el problema por sí solo”, añadió; “debe crearse una nueva forma de diálogo que cambie el discurso de la impotencia y el conflicto por uno de esperanza y promesa. La base de este nuevo diálogo no puede ser la tolerancia, debemos aspirar a que sea la aceptación”.

En el mundo actual no podemos trazar una línea divisoria clara entre Oriente y Occidente; hay muchas minorías cristianas que viven en Oriente, y muchas minorías musulmanas que viven en Occidente. “Como líderes religiosos debemos cambiar el discurso que presenta a Oriente Medio como el lugar de conflicto”, dijo el obispo Angaelos. “La realidad es que Oriente Medio es innegablemente el lugar de la religión y la fe. La religión no puede verse como un enemigo, sino que debe verse como un aliado tanto del Estado como de la sociedad civil. No podemos seguir siendo considerados un problema, es hora de que seamos debidamente reconocidos como una solución”.


Se nos responsabiliza por los actos de los extremistas religiosos porque todos somos personas religiosas, señaló el obispo Angaelos. “Los poderosos grupos de presión laicos de todo el mundo insisten en señalarnos y en decirnos que el problema es la religión. Esta batalla es nuestra, y solo nuestra. Nuestro silencio permitiría que otros hablasen por nosotros”.

Durante la reunión el Prof. Quraish Shihab, exministro de asuntos religiosos de Indonesia y miembro del Consejo Musulmán de Ancianos, analizó las definiciones del extremismo: “Ignorar cualquier otra creencia distinta de la propia o de la de nuestra comunidad –siempre que esta sea pacífica– o ser incapaz de respetarla es síntoma de aislamiento, radicalismo y extremismo”, dijo el Prof. Shihab.

El Rev. Dr. Martin Junge, secretario general de la Federación Luterana Mundial, declaró en la reunión que, hoy en día, el papel de los líderes religiosos es oponerse proféticamente a los mensajes, posturas y actos que vayan en contra de la voluntad de Dios de que haya paz para toda la humanidad. Según el Rev. Junge, la educación es uno de los ámbitos en que es necesario tomar medidas para generar cambios: “tenemos la responsabilidad de educar a los líderes religiosos de nuestras comunidades para que sepan reconocer el extremismo y evitarlo. Estoy especialmente interesado en que reunamos el valor de identificar en nuestros propios textos sagrados aquellos pasajes y referencias que se han utilizado para justificar la violencia basada en creencias religiosas”.


Los diálogos interreligiosos suelen hacer demasiado hincapié en los mensajes de paz de las propias tradiciones, sin admitir que también hay otros textos que pueden interpretarse como justificación o instigación a la violencia, dijo el Dr. Junge. ¿Qué haremos con esos textos? ¿Qué instrucciones daremos a nuestros predicadores sobre la forma de interpretarlos? No podemos luchar contra el extremismo religioso sin dar a nuestros líderes herramientas para entender e interpretar esos textos”.

El Prof. Dr. Mahmoud Hamdi Zaqzouq presentó a los asistentes a la reunión el concepto islámico de la paz, que ilustró de forma sencilla con tres círculos, cada uno consecuencia del otro. El primero es la paz personal que cada uno quiere alcanzar para sí mismo; el segundo es nuestra paz con Dios, que se refleja en nuestras creencias religiosas; el tercero representa la paz con los demás y con el mundo que nos rodea. “Dios dice en el Corán que él mismo es la paz, y el término árabe para 'Islam' deriva de la palabra con ese mismo significado: paz”, explicó el Dr. Zaqzouq.


“Podemos pensar que estos conflictos actuales no nos afectan porque vivimos lejos; pero sí nos afectan” afirmó el Metropolitano Prof. Dr. Gennadios de Sassima, vicemoderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias. “Sin embargo, a pesar de estas tendencias polarizantes, Dios quiere que intercedamos y seamos promotores de la paz. De hecho, esta situación nos brinda la oportunidad de compartir las buenas noticias de paz, como se lee en el libro del profeta Isaías: ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien...!” (Isaías 52:7)


Texto completo del comunicado conjunto 

01 de Octubre 2016

Comunicado conjunto
emitido por las delegaciones que representan
al Consejo Mundial de Iglesias y al Consejo Musulmán de Ancianos
en la reunión celebrada
del 30 de septiembre al 1 de octubre de 2016
en Ginebra (Suiza)


La reunión histórica del Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Musulmán de Ancianos, presidida por el gran imán de Al-Azhar, Su Eminencia el Prof. Dr. Ahmad al-Tayyeb, tuvo lugar en la sede del Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra y en su Instituto Ecuménico del Château de Bossey (Suiza) del 30 de septiembre al 1 de octubre de 2016. La delegación del Consejo Mundial de Iglesias –encabezada por la Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, y el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general– dio una calurosa bienvenida al gran imán y a la delegación del Consejo Musulmán de Ancianos.

Hubo dos sesiones de conversaciones sobre aspectos clave del diálogo interreligioso, la lucha contra el extremismo religioso y la construcción de la paz. La reunión también contó con una conferencia pública a cargo del gran imán sobre el papel de los dirigentes religiosos en la construcción de la paz. Esta ponencia tuvo lugar en el Instituto Ecuménico de Bossey como parte de las celebraciones con motivo de su 70º aniversario.

La principal preocupación de la reunión era la paz y, concretamente, el papel de las religiones, los dirigentes religiosos y las organizaciones confesionales a la hora de crear una cultura de paz y prácticas de consolidación de la paz. Como hijos de Abrahán, estamos de acuerdo en que la humanidad fue creada para compartir los dones del amor y la compasión, la paz y la misericordia, y la honestidad y la sinceridad.

El fructífero debate de la reunión se centró especialmente en el papel fundamental de las religiones y los dirigentes religiosos en la construcción de la paz, la interrelación entre la pobreza y la violencia causada por motivos religiosos, la importancia de la instrucción religiosa y la cooperación interreligiosa como medios para combatir el extremismo al mostrar señales de esperanza, y la necesidad de permitir que los jóvenes sean miembros plenos de sus sociedades y sus comunidades religiosas. En la reunión se afirmó asimismo la necesidad de que los miembros de todas las comunidades religiosas tengan los mismos derechos y responsabilidades como ciudadanos en sus respectivos países.

Nos comprometemos a trabajar juntos en el próximo año sobre los siguientes puntos:
  • Rechazar todas las formas de extremismo y discriminación basadas en la religión, la raza, el sexo y el origen étnico.
  • Alentar a los líderes espirituales a que trabajen con los organismos y autoridades nacionales competentes para mejorar la presentación y enseñanza de la religión.
  • Apoyar y reproducir iniciativas como la “Casa de la Familia” creada por Al Azhar y la Iglesia Ortodoxa Copta en Egipto.
  • Analizar juntos las maneras de afirmar las contribuciones vitales que las mujeres pueden hacer, especialmente a la construcción de la paz inspirada en la religión.
  • Fortalecer el compromiso de la gente joven en nuestras comunidades religiosas.
  • Promover el fin de la carrera armamentística que amenaza la seguridad de todos los pueblos, y alentar en su lugar el uso de los recursos nacionales para combatir la pobreza, la ignorancia y las enfermedades que oprimen tanto a los países pobres como a los ricos.
Apelamos a todos los dirigentes religiosos para que trabajen y luchen por la justicia y la paz para una humanidad.

Al final de la reunión, ambas partes acordaron continuar y convocar una próxima reunión en marzo de 2017 en El Cairo (Egipto).



FUENTE:
http://www.oikoumene.org/



No hay comentarios:

Publicar un comentario