Nuestros hermanos de la Comunidad Ecuménica Horeb-Carlos de Foucauld nos mandan su Boletín Ecuménico de Abril 2016 que ahora reproducimos:
La laicidad del Estado
José Mª Castillo
En estos días, se está difundiendo una noticia de largo alcance. El Papa Francisco, en su visita a Brasil, en un encuentro con la clase dirigente en Río de Janeiro, dijo lo siguiente: “La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad”.
Para comprender el significado y consecuencias de esta afirmación del Papa, es necesario tener presente que no es lo mismo hablar de “laicismo” que hablar de “laicidad”. Una distinción que ha reconocido el Diccionario de la RAE en su última y reciente edición. El laicismo rechaza toda influencia o presencia religiosa en los individuos o en las instituciones, sean públicas o privadas. La laicidad admite esta influencia o presencia. Pero, en este caso, dado que el hecho religioso no es único, sino que las confesiones religiosas son muchas, la laicidad es la posición del Estado que no acepta como propia una sola confesión, sino que las respeta a todas por igual.
Por tanto, la laicidad del Estado consiste en que la Constitución acepta el hecho religioso, pero respeta la diversidad de confesiones y sus diversas manifestaciones. Lo que exige, por ejemplo, que las autoridades civiles no deben presidir, como tales, actos religiosos (misas, procesiones, actos oficiales...). Ni los signos propios del catolicismo (crucifijos, imágenes, determinadas fiestas...) tienen que verse y vivirse como festividades obligatorias para toda la población.
En la medida en que el Estado acepta una confesión religiosa como propia y oficial, en esa misma medida rompe la igualdad de todos los ciudadanos. Y falta al respeto a quienes legítimamente difieren en sus creencias y prácticas religiosas.
Si nos remontamos a los orígenes del cristianismo, lo que encontramos en los evangelios es que Jesús tuvo mejores relaciones con extranjeros, samaritanos y galileos que con las autoridades religiosas del templo de Jerusalén, con los maestros de la Ley y con los observantes religiosos del partido fariseo.
Sin duda alguna, de la misma manera que podemos y debemos hablar de la laicidad del Estado, podemos referirnos a la laicidad del Evangelio. Un tema sobre el que, con este mismo título, he publicado recientemente un libro. El Papa Francisco tiene toda la razón del mundo. Y da en la clave de uno de los factores más determinantes para que haya paz entre las religiones y los pueblos.
En todo caso, la violencia religiosa no acabará mientras no tomemos en serio lo que ha dicho el Papa Francisco sobre este problema capital.
Argentina, sede del congreso mundial sobre diálogo entre religiones
'Una senda hacia la paz', del 12 al 14 de abril en Baires
J. María Arancedo: "Vamos a tratar de poner la vara lo más alto posible"
Un encuentro social, político, académico y diplomático en pos de configurar una agenda de diálogo Latinoamericano
Marshall Meyer
Argentina será sede en abril próximo del Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e Interreligioso "Una Senda Hacia la Paz", que reunirá a representantes de diversos credos y del ámbito político y académico. El encuentro, que se realizará del 12 al 14 de abril en Buenos Aires, fue presentado hoy en una rueda de prensa por diversas personalidades que participarán del congreso.
"Vamos a tratar de poner la vara lo más alto posible, porque el título 'Una senda hacia la paz' es una frase es muy seductora para el mundo en este momento tan especial como el que vivimos. Que Argentina sea la sede de este primer congreso es algo que nos congratula profundamente. La fe no es obstáculo para la paz", sostuvo monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
Según los organizadores, el encuentro "cuenta con el beneplácito" del papa Francisco y "se constituye como un encuentro social, político, académico y diplomático en pos de configurar una agenda de diálogo con eje en Argentina que abarque los principales temas socialmente problematizados".
"Cuando nos enteramos de este congreso no podíamos dejar de participar, porque la etapa que comenzó en Argentina es una etapa de diálogo y además porque pertenezco a una generación que es constructora de diálogo", sostuvo el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto.
Por su parte, el rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall Meyer, sostuvo que "este congreso aspira a que en algún futuro, tal vez, la idea es replicarlo en otros lados del mundo para que el hombre dignifique su condición humana a través del diálogo".
En tanto, el presidente del Instituto Islam para la Paz, Sumer Noufouri, abogó por que el diálog o que se desarrolle en el congreso "trascienda" y se transforme en un "trabajo interreligioso para poder avanzar en un mundo que a veces va a contramano del diálogo, donde las culturas parecen estar enfrentadas y cuando siempre históricamente convivieron".
Un paseo por el Monte Athos, bastión del cristianismo ortodoxo
Monte Athos es el nombre que recibe el área montañosa que conforma la península más oriental de las tres que se extienden hacia el Sur desde la península Calcídica, situada en Macedonia Central, al norte de Grecia. En griego se la llama Άγιον Όρος (Ágion Óros, Sagrada Montaña). En épocas clásicas, la península fue llamada Ακτή (Actí).
Es el hogar de 20 monasterios ortodoxos (griegos, rumanos, ruso, búlgaro, serbio y georgiano) que conforman un territorio autónomo bajo soberanía griega (Estado Monástico Autónomo de la Montaña Sagrada). Esta consideración le permite estar exento de ciertas leyes, tanto griegas como provenientes de la Unión Europea, dando autoridad al territorio de prohibir la entrada a todas las mujeres. Asimismo, tampoco está obligado a seguir el Acuerdo de Schengen. En el Monte Athos sólo pueden vivir monjes de sexo masculino y la población (2005) ronda los 2.200 habitantes.
Antigüedad
Dentro de la Mitología griega, Athos era el nombre de uno de los gigantes que desafiaron a los dioses griegos. Athos arrojó una enorme piedra a Poseidón, que cayó en el Mar Egeo, convirtiéndose en la actual península. En otras versiones, Poseidón empleó la montaña para enterrar al gigante vencido
Según Heródoto, los habitantes de la isla de Lemnos poblaron la península, llamada en ese momento Acte. El geógrafo e historiador del Siglo I a. C. Estrabón señala cinco ciudades en la península (aunque los arqueólogos no han encontrado su localización exacta): Dion, Cleonae, Thyssos, Olophyxos y Acrothoï. Dos ciudades se crearon también en el periodo Clásico: Acanto (actualmente Ierissos o Erisso) y Sane. Algunas de estas ciudades acuñaban su propia moneda.
La península estuvo al paso de la invasión de Jerjes I. Jerjes mandó construir un canal cruzando el istmo para evitar bordear el cabo (su padre, Darío I, perdió 300 naves y unos 20.000 hombres durante la Primera Guerra Médica al tratar de bordear el mismo cabo). Tras la muerte de Alejandro Magno, el arquitecto Dinócrates propuso excavar por completo la montaña para convertirla en una estatua de Alejandro.
Imperios Bizantino y Otomano
La comunidad monástica del Monte Athos se fundó en 963 con la ayuda del emperador Basilio II bajo la Regla de San Basilio cuando San Atanasio de Athos estableció el monasterio de Gran Laura que sigue siendo hoy en día el mayor de todos los del estado, y se convirtió en el más grande y célebre de todos los monasterios de Oriente, es en realidad una provincia monástica
La zona gozó de la protección del Imperio bizantino durante los siglos siguientes. La Cuarta Cruzada en el siglo XIII y la llegada de católicos romanos a la zona forzó a los monjes a pedir la protección del Papa Inocencio III hasta la restauración del Imperio Bizantino. Monte Athos sufrió el saqueo de los mercenarios aragoneses en el siglo XIV.
Monasterio de Simonos Petra.
El Imperio Bizantino desapareció en el siglo XV y fue sustituido por el nuevo Imperio otomano, de carácter islámico. A los monasterios se les impusieron impuestos elevados. La población de monjes disminuyó en los siglos siguientes y no empezó a recuperarse hasta el siglo XIX con las donaciones y los monjes procedentes de nuevos territorios ortodoxos como Rusia, Bulgaria, Rumania o Serbia.
En 1912, durante la primera guerra de los Balcanes, los otomanos fueron expulsados de la península, que pasó a estar bajo soberanía griega a partir del final de la Primera Guerra Mundial.
Actualmente, los monasterios de Monte Athos se han visto afectados por incendios forestales como los ocurridos en agosto de 1990 y en mayo de 2004 que destruyó una parte del monasterio de Helandari. Dada la localización de muchos de estos monasterios, a veces en la cima de pequeñas colinas, hacen que estos incendios provoquen daños considerables.
Política
La península es parte del Estado griego, sin embargo, goza de un autogobierno cuyo estatus actual se alcanzó en 1924 el reconocimiento por parte del gobierno moderno de Grecia y se redactó las normas que rigen la comunidad: Fueros de la Montaña Sagrada de Athos. Estos reglamentos pasaron a ser ley en 1926. Consiste en 20 monasterios con una capital y centro administrativo ubicado en Karyes, donde se encuentra el gobernador que representa al estado griego. Además de los monasterios, hay 12 pequeñas comunidades de monjes, llamadas sketae, así como diversas ermitas.
La jurisdicción espiritual cae dentro del Patriarca Ecuménico de Constantinopla y el gobierno es la Comunidad Sagrada (Iera Koinotita), que consiste en 20 monjes representantes de los 20 monasterios. La autoridad ejecutiva y en parte judicial es ejercida por la Supervisión Sagrada (Iera Epistasia), un comité de 4 monjes (Epistates) elegidos de entre los 20 monasterios, siguiendo un periodo de un año, comenzando éste en junio. El líder de la Supervisión Sagrada es llamado Protos (en honor a un monje que tuvo este título) (protos en griego significa principal, el primero) procediendo éste de alguno de los 5 primeros monasterios de la jerarquía que ordena los 20 monasterios del Monte Athos.
El Estado griego es representado por el Gobernador de la Montaña Sagrada y recae en la jurisdicción del Ministro de Asuntos Exteriores griego. Su función es supervisar el funcionamientos de los fueros así como el funcionamiento de los servicios públicos: policía, aduanas, etc. Según los fueros, el Monte Athos está eximido de pagar ningún tipo de impuesto.
Se permite la entrada a 120 personas al día (110 griegos y 10 extranjeros, todos ellos varones). A los extranjeros se les pone un límite inicial de 4 días de visita. La única forma de entrar es obteniendo el diamonitrion (textualmente: permiso) que se tramita en Tesalónica y se retira en los pueblos griegos de Ouranopolis o Ierissos (el primero para los barcos con destino a la costa occidental y el segundo para los barcos con destino a la oriental, siendo Ouranopolis el más transitado), situadas a ambos extremos del canal de Jerjes. Desde Ouranopolis, el barco llevará al peregrino a Dafni, el principal puerto de entrada en Athos y la segunda ciudad más grande. Desde allí podrá tomar otros barcos más pequeños a otros monasterios, algún autobús (principalmente para ir a Karyes) o caminar por los múltiples senderos. La comunicación por tierra con Grecia no está permitida. El principal puesto fronterizo, junto a Ouranopolis está situado en Frangokastro.
Vista general del monasterio de Dochiariou, en la costa occidental del Monte Athos.
Monasterios y sketae
Los 20 monasterios del Monte Athos, ordenados según la jerarquía, son los siguientes:
Listado de las sketae:
Geografia
El Monte Athos está localizado en Macedonia Central, siendo la tercera subpenínsula de la península Calcídica. Tiene 57 km. de longitud y entre 7 y 10 km. de anchura, dando una superficie total de unos 337 kilómetros cuadrados. Tiene 112 kilómetros de costa.
El terreno es principalmente montañoso, culminando en los imponentes 2.033 m. de la montaña Athos. El pico de la misma se conoce como Mεταμóρφωση Σωτήρoς (Metamórfosi Sotíros) cuyo significado es Transfiguración del Salvador. Las montañas pertenecen geológicamente a las Montañas Ródope, compuestas de ofiolitas, granito y sedimentación marina.
Clima
El estado del tiempo en el Monte Athos es cambiante. Incluso en verano, puede verse afectado por una tormenta o granizo que puede durar tan solo unos minutos. El viento suele ser habitualmente del noreste.
Hasta los 450 m., el clima es cálido y seco. A medida que nos elevamos sobre el nivel del mar, las precipitaciones de nieve y lluvia aumentan. Entre los 1.000 y 2.000 metros, el clima es típico continental: frío y con precipitaciones de nieve densas.
Flora y fauna
La península de Athos cuenta con aproximadamente 1.453 especies de plantas. En lo referente a los árboles, las principales especies son los castaños, hayas, pinos y robles.
Gracias al aislamiento del que goza la península, se pueden encontrar especies que son raras en otras partes de Grecia. Hay registro de 37 especies de mamíferos y 14 de reptiles.
Hay una abundante avifauna. La especie más abundante es la urraca. Entre las especies protegidas se encuentran el Aquila chrysaetos, el Circaetus gallicus y el Phalacrocorax aristotelis.
En lo que respecta a los animales marinos, en ocasiones se han avistado focas (Monachus monachus) y delfines (Tursiops truncates).
Cultura y costumbres
Para evitar cualquier tentación sexual, las mujeres tienen prohibida la entrada en toda la península. Por el mismo motivo, tampoco hay animales domésticos de sexo femenino, con la excepción de algunas gatas y las gallinas que proporcionan huevos frescos. Sin embargo, durante la Guerra Civil Griega, la península acogió a múltiples refugiados, incluyendo mujeres y niñas.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Athos MÁS INFORMACIÓN: Comunidad Ecuménica Horeb-Carlos de Foucauld http://horeb-foucauld.webos.com |
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