Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

viernes, 20 de febrero de 2015

Cuaresma en la Comunidad Anglicana


Letanías que se rezan estos días desde el miércoles de Ceniza en La Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunidad Anglicana), junto a la lectura de los textos de de Antiguo Testamento, los salmos y el Evangelio del día.


R. Apiádate de nosotros, miserables pecadores.
V. ¡Oh Dios Hijo, Redentor del mundo!
R. Apiádate de nosotros, miserables pecadores.
V. ¡ Oh Dios Espíritu Santo, procedente del Padre y del Hijo!
R. Apiádate de nosotros, miserables pecadores.
V. ¡Oh santa, bendita y gloriosa Trinidad, tres Personas y un solo Dios!
R. Apiádate de nosotros, miserables pecadores.
V. Oh Señor, no te acuerdes de nuestros pecados, ni nos castigues por nuestras iniquidades; mas perdónanos, perdona a tu pueblo, que redimiste con tu sangre preciosa, y no estés siempre enojado contra nosotros.
R. Perdónanos, oh Señor.
V. De todo pecado e impureza; de toda tentación y fragilidad; y de toda asechanza del mundo, del maligno y de nuestra propia carne.
R. Líbranos, Señor.
V. De ceguedad de corazón; de soberbia, vanagloria e hipocresía; de envidia, odio y mala voluntad, y de toda falta de caridad.
R. Líbranos, Señor.
V. De rayos y tempestades; de peste, guerra y hambre; de calumnias y de todo otro daño temporal.
R. Líbranos, Señor.
V. Por el misterio de tu santa encarnación; por tu nacimiento, circuncisión y ayuno; por tus angustias y muerte de cruz; por tu resurrección y ascensión a los cielos; y por la venida de tu Espíritu Santo.
R. Líbranos, Señor.
V. ¡Oh buen Dios! nosotros te suplicamos oigas nuestros ruegos, y te dignes gobernar y dirigir a tu santa Iglesia Universal por el camino de la rectitud.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes iluminar a los Obispos, Presbíteros y Diáconos de la Iglesia Universal, dándoles la verdadera inteligencia de tu Palabra, y adornándolos con todos los dones de tu divino Espíritu.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes bendecir todos los trabajos para la propagación de la verdad en el mundo, y librar a todos los que anuncian tu Evangelio, de las maquinaciones de hombres inicuos y sin fe.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes amparar con tu gracia al supremo Gobernante de esta nación, dirigir los consejos de sus Ministros, y dar sabiduría e Inteligencia a los miembros de las Cortes.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes infundir rectitud y justicia en los Magistrados y Jueces; y tu amor y temor santo en los profesores de las Universidades, Institutos y Colegios.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes animar con tu caridad a los directores y encargados de todos los establecimientos de beneficencia.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes ahuyentar de nuestro país todo error, superstición e incredulidad, y hacer que enmudezca toda lengua vana.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes prosperar a nuestra patria en todo aquello que constituye la verdadera grandeza de las naciones.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes ayudar, defender y consolar a todos los que están en peligro, necesidad y tribulación, tanto del alma como del cuerpo.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes perdonar a todos los que nos odian, persiguen o calumnian, y convertir sus corazones.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes darnos salud y paz, gozo y abundancia, y todos los bienes que tú concedes a tus hijos.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes establecer unión y concordia entre todas las naciones, y tener misericordia de todo el género humano.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
V. Que te dignes bendecir a esta Congregación, perdonar todas nuestras flaquezas, darnos tu divino Espíritu, acrecentar el número de los fieles, y guiamos en santidad de vida.
R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.
Todos: Oh Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, intercede por nosotros.
Todos: Oh divino Consolador que escudriñas los corazones, ayuda nuestra flaqueza.
V. Oh Dios, muéstranos tu misericordia.
R. Como esperamos en ti.

Celebración en la catedral de El Redentor de la IERE (Madrid)



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