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martes, 27 de noviembre de 2012

NOTICIAS ECUMÉNICAS NOVIEMBRE II

IMPORTANTES NOTICIAS ECUMÉNICAS EN NOVIEMBRE DE 2012 por P. Langa

EL AUTOR: Pedro Langa Aguilar es sacerdote agustino. Licenciado en Dogmática por Comillas, doctor en Teología y Ciencias Patrísticas por el Augustinianum y profesor en universidades de Roma, Madrid y Salamanca, lleva casi cuarenta años consecutivos dictando cursos de Patrística, Agustinología y Ecumenismo, y ha pronunciado conferencias en numerosos países de Europa y América. Cuenta con una decena de libros, sus artículos de fondo rondan ya los 350 y las recensiones sobrepasan el millar.

MUERTE DEL PATRIARCA ORTODOXO BÚLGARO MAXIM

En la madrugada del día 6 de noviembre de 2012 falleció en Sofía a los 98 años de edad, el Patriarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria y Metropolita de Sofía, Su Beatitud Maxim, cuyo nombre de laico era Marín Náidenov Minkov. Se encontraba ingresado desde un mes atrás por problemas de salud debidos a su avanzada edad, la misma que le permitió liderar durante 41 años a la Iglesia ortodoxa búlgara, primero en los difíciles años del régimen comunista y luego en la democracia. Se le acusó en vida de mantener buenas relaciones con los comunistas, y de colaborar con la policía secreta comunista «Darzhavna sigurnost», extremo éste nunca confirmado.

En el telegrama de pésame remitido unas horas después al Santo Sínodo de dicha Iglesia, Benedicto XVI decía textualmente, entre otras cosas: «Participando en el dolor de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria, doy gracias a Dios por todos los beneficios que el difunto Patriarca procuró a su Iglesia y al pueblo de su país. Recuerdo especialmente la cordial acogida reservada al beato Juan Pablo II en su viaje a Bulgaria en mayo del 2002. Agradezco al Señor las buenas relaciones que el Patriarca había desarrollado con la Iglesia católica (...) y hago votos para que estas buenas relaciones puedan proseguir para la difusión del Evangelio».

Nacido en Oreshak (1914), Norte de Bulgaria, ya de adolescente fue admitido como novicio en el monasterio de Troyán. Se graduó por el Seminario Sacerdotal de Sofía y la Facultad de Teología de la Universidad «San Clemente de Ojrid», de Sofía. Abrazada la vida monástica en 1941, adoptó el nombre de Maxim. Luego fue ordenado como hierodiácono. Entre 1947-1950, archimandrita ya, pasó a ser ayudante del metropolita del distrito Dorostolo-Cherven, y de 1950 a 1955, responsable de la iglesia búlgara en Moscú. De nuevo en Bulgaria, ejerció como secretario general del Santo Sínodo hasta 1960, año en que se le nombró metropolita de Lóvech. Fallecido el patriarca Cirilo, fue elegido en 1971 patriarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria.

El patriarca de la Iglesia ortodoxa búlgara, Maxim, durante una misa de Navidad en la catedral
Alexander Nevski de Sofía, Bulgaria, el 21.XI.2009. Efe
 
Después de los cambios democráticos en Bulgaria, años 90 del siglo pasado, se cuestionó su legitimidad como patriarca, lo que abrió un cisma dentro de dicha Iglesia, hasta que en 1998, en el curso de una Congregación ortodoxa celebrada en Sofía, los líderes de todas las Iglesias ortodoxas confirmaron la elección canónica de Maxim y su legitimidad. Cuatro años más tarde, lo hacía también la nueva Ley de religiones. «Maxim conservó la unidad y la identidad de la Iglesia ortodoxa búlgara», ha dicho en reciente entrevista a la agencia informativa Focus el metropolita de Varna, Cirilo, y se puede asegurar que éste es su mayor timbre de gloria, ya que ni cedió ni se asustó ante las presiones internas y externas. Pilotó la nave eclesiástica búlgara con mano firme, y la mantuvo, cuando hizo falta, en seguro puerto.

Fiel amigo de la Iglesia ortodoxa rusa desde sus tiempos de Moscú, lo ha sabido reconocer así en RIA Novosti, Nikolai Balashov, vicepresidente de la Unidad de Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa, el cual ha puesto de relieve precisamente las convulsiones eclesiales que le tocó vivir, y cómo supo mantener una excepcional tranquilidad espiritual y fiel lealtad al camino elegido. De igual modo el higoumeno Eulogio, del monasterio de Rila, el más grande de Bulgaria, destaca que fue el patriarca que dirigió la Iglesia ortodoxa búlgara durante más tiempo, vivió muchos acontecimientos, eclesiásticos y a nivel estatal. «Podría decir que con su vida, el patriarca Maxim, es un excepcional ejemplo para todos. Los cristianos debemos rezar por su alma, despedirle debidamente de este mundo y recordarle por su bondad y sabiduría».

Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, O. S. A.
Teólogo y ecumenista


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