No siempre todo lo que reluce es oro
Finalizamos un mundial de futbol después de un mes. Millones de tele espectadores han centrado durante este tiempo su atención en las selecciones olvidándose por unos momentos de los problemas en los que nos vemos inmersos, pero la vida sigue aunque parezca que en estos días se paraliza. Seguimos con el desempleo, escándalos, violaciones de derechos etc… aún así, la prensa mundial tiene sus ojos en los protagonistas del gol. Ante esta magnitud de acontecimientos el dinero siempre fluye a borbotones, las mayores ganancias provienen de la audiencia.
Recordemos que la FIFA obtuvo en el 2006 la cantidad de 1800 millones de dólares solo por la publicidad y derechos de cadenas de televisión. Este año le ha tocado a Sudáfrica, uno de los países más precarios, donde la mitad de la población vive con menos de un dólar al día, esto unido a la prostitución, trata y mendigos son la cara oculta de este país y que el gobierno se ha encargado de esconder por petición expresa de la FIFA. Alemania el mundial le sirvió de trampolín dando un salto y así poder legalizar la prostitución. No solo se preparo deportivamente sino también para “ofrecer” algo más que futbol con la construcción de un burdel de ¡¡¡ 3000 metros cuadrados!!! Próximo al estadio (para no causar problemas de desplazamiento)…
Promesas e ilusiones de tantas mujeres llegadas con la esperanza de poder conseguir un empleo temporal y aportar algo a sus familias acabaron en un tráfico humano y rapto de sus países de origen.
Ante esta situación se le solicitó a la FIFA que informara en su wed sobre este hecho y cuya respuesta por parte de algunos fue: “las mujeres no nos importan”.Este 2010 en Sudáfrica, la FIFA presionó al gobierno para que despenalizara la prostitucion ya que de lo contrario, habría problemas por miedo al contagio del virus del Sida…Como podemos comprobar en un mundial también hay “otro tipo de goles”.
Supongo que estos acontecimientos nos deberían de llevar a una seria reflexión porque como todos sabemos quien calla otorga siendo responsabilidad de todos…
Finalizamos un mundial de futbol después de un mes. Millones de tele espectadores han centrado durante este tiempo su atención en las selecciones olvidándose por unos momentos de los problemas en los que nos vemos inmersos, pero la vida sigue aunque parezca que en estos días se paraliza. Seguimos con el desempleo, escándalos, violaciones de derechos etc… aún así, la prensa mundial tiene sus ojos en los protagonistas del gol. Ante esta magnitud de acontecimientos el dinero siempre fluye a borbotones, las mayores ganancias provienen de la audiencia.
Recordemos que la FIFA obtuvo en el 2006 la cantidad de 1800 millones de dólares solo por la publicidad y derechos de cadenas de televisión. Este año le ha tocado a Sudáfrica, uno de los países más precarios, donde la mitad de la población vive con menos de un dólar al día, esto unido a la prostitución, trata y mendigos son la cara oculta de este país y que el gobierno se ha encargado de esconder por petición expresa de la FIFA. Alemania el mundial le sirvió de trampolín dando un salto y así poder legalizar la prostitución. No solo se preparo deportivamente sino también para “ofrecer” algo más que futbol con la construcción de un burdel de ¡¡¡ 3000 metros cuadrados!!! Próximo al estadio (para no causar problemas de desplazamiento)…
Promesas e ilusiones de tantas mujeres llegadas con la esperanza de poder conseguir un empleo temporal y aportar algo a sus familias acabaron en un tráfico humano y rapto de sus países de origen.
Ante esta situación se le solicitó a la FIFA que informara en su wed sobre este hecho y cuya respuesta por parte de algunos fue: “las mujeres no nos importan”.Este 2010 en Sudáfrica, la FIFA presionó al gobierno para que despenalizara la prostitucion ya que de lo contrario, habría problemas por miedo al contagio del virus del Sida…Como podemos comprobar en un mundial también hay “otro tipo de goles”.
Supongo que estos acontecimientos nos deberían de llevar a una seria reflexión porque como todos sabemos quien calla otorga siendo responsabilidad de todos…
Ana Bou, de su blog “Un minuto para el encuentro”
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