Como estaba previsto nos reunimos en oración el miércoles 26 de mayo a las ocho y media en el salón del Club Parroquial de Cristo Rey, el motivo PENTECOSTÉS, como todos los encuentros ecuménicos que organizamos este fue muy participativo y se creó un buen ambiente de oración.
No faltaron el acompañamiento de las guitarras de Orosia, Lola, Mª Angeles y Antonio
Palabras de Daniel Vergara, pastor protestante (Iglesia Evangélica)
Como en otras ocasiones nos acompañaron las "Hermanas de Santa Ana"
Eloy J. Torre, iglesia católica, iniciando la oración comunitaria.
Intervención de Antonio García, iglesia adventista.
El cirio pascual y una brújula presidieron el encuentro, todo tenía su explicación.
Fernando Jordán, sacerdote católico, fue en esta ocasión quien realizó la reflexión y el comentario del texto propuesto (Hch 11, 1-18)
Hemos sido emplazados para una nueva ocasión, será en Adviento.
Al final hubo un pequeño recuerdo para todos los asistentes: Un sobre que contenía unas semillas, para que así cada uno las pudiera plantar y cuidar. Al igual que es la palabra del Señor, una semilla que cada cristiano tenemos que plantar, cuidar, abonar, recolectar para que de su fruto.
Yo alucino, que un grupo numeroso y diverso de gente según se ve en las fotografías se reunan en Sabiñánigo pequeña población del Pirineo para rezar, que sean de distinrtas religiones y no pase nada, que ocupen parte de su tiempo para orar es de aluicinar y de admirar. Seguir rezando por lo menos por los que no lo hacemos. Enhorabuena amigo, lo estás consiguiendo.
ResponderEliminarNacho
Muy bien chicos seguir así.
ResponderEliminarEl Papel del Espíritu Santo al conducirnos hacia una unidad espiritual:
ResponderEliminarEs únicamente, el Espíritu Santo de Gracia, Quien puede hacer progresar a la Iglesia, rápidamente, hacia la unidad, haciéndonos vencer nuestros temores de ir hacia delante. El Espíritu Santo está ahí, para quemar las raíces de todo lo que nos mantiene divididos, y nos retrasa para unirnos. El maligno, por supuesto, está consciente de esto, y continúa provocando levantamientos ahí, donde, normalmente, no debiera de haberlos, obstruyendo, penosamente, la obra de la Iglesia y retrasando la unidad. Es por esto que pienso que es muy importante someternos al Espíritu Santo, y prestar más atención a los carismas que Él Le da a la Iglesia. Debemos dejar de extinguir el Fuego del Espíritu Santo que puede iluminar el interior de la Iglesia. Por lo tanto, es importante que nos dejemos dirigir por la Gracia y no por el temor. Dejemos que el Espíritu Santo sea como una Parusía dentro de la Iglesia.