Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

martes, 2 de diciembre de 2025

VIVIENDO ADVIENTO EN SABIÑÁNIGO

Celebración ecuménica del Adviento



CLAVE:
  • Cristianos de diferentes poblaciones del Alto Aragón pertenecientes a distintas denominaciones nos reunimos en la tarde-noche del pasado miércoles 26 de noviembre, en Sabiñánigo (Huesca) para orar y reflexionar juntos sobre este tiempo que comienza del Adviento, esperando la nueva venida del Señor

Señor, que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que estamos aquí reunidos para tu llegada el día de Navidad.

En nuestra oscuridad enciende la llama de tu amor, Señor, de tu amor, Señor.


Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En este Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. Ayúdanos a preparar nuestro corazón a tu venida.

¡Ven, Señor Jesús!

Mateo 11, 2-11

2 Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de los hechos de Cristo y le envió unos discípulos suyos 3 para que le preguntaran:

— ¿Eres tú el que tenía que venir, o debemos esperar a otro?

4 Jesús les contestó:

— Regresad a donde Juan y contadle lo que estáis viendo y oyendo: 5 los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. 6 ¡Y felices aquellos para quienes yo no soy causa de tropiezo!

7 Cuando se fueron los enviados de Juan, Jesús se puso a hablar de él a la gente. Decía:

— Cuando salisteis a ver a Juan al desierto, ¿qué esperabais encontrar? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿O esperabais encontrar un hombre espléndidamente vestido? ¡Los que visten con esplendidez viven en los palacios reales! 9 ¿Qué esperabais entonces encontrar? ¿Un profeta? Pues sí, os aseguro, y más que profeta. 10 Precisamente a él se refieren las Escrituras cuando dicen: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. 11 Os aseguro que no ha nacido nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

(Versión BTI. Biblia de Traducción Interconfesional)


Reflexión por Silvia González Bretos, miembro de la Iglesia reformada de Jaca (IEE)

Hay épocas del año que reconocemos con los ojos cerrados. El verano huele a crema solar. La Semana Santa suena a tambores y huele a cera. La Navidad tiene su propio repertorio: luces, anuncios y canciones que todos conocemos de memoria. Pero hay un tiempo que corre el riesgo de quedarse sin rostro, de pasar desapercibido, como esos prólogos de los libros que muchos hojean rápido para llegar “a lo importante”: ese tiempo es el Adviento.


Casi sin darnos cuenta, por estas fechas todo a nuestro alrededor parece acelerarse. De repente hay más luces en las calles, más ruido en las tiendas, más mensajes en los grupos de WhatsApp, más planes, más compras, más prisas. Es como si alguien hubiera apretado el botón de “avance rápido” del calendario. Para el mundo de fuera, el Adviento es poco más que eso: un precalentamiento amable de la Navidad, una cuenta atrás simpática con villancicos de fondo y, si acaso, un calendario de chocolatinas para ir pasando los días hasta el 25 de diciembre.

Y, si somos sinceros, a veces dentro de la Iglesia lo vivimos de una manera parecida. Encendemos la corona, cantamos algún himno, algún canto un poco más suave, ponemos las prendas moradas… pero en el fondo tratamos el Adviento como un prólogo sentimental de la Navidad: bonito, entrañable, pero sin demasiada personalidad propia. Un pasillo decorado que recorremos deprisa para llegar cuanto antes al salón principal de la Nochebuena y la Navidad.

Y, sin embargo, el Adviento cristiano no nació para ser telonero de nada. Tiene un lenguaje propio, unas lecturas propias, una temperatura espiritual propia que no siempre encaja con la imagen dulce que asociamos a estas fechas.

Porque, si nos detenemos un momento, nos daremos cuenta de que el Adviento no empieza con el brillo cercano de la navidad. Y tampoco empieza con la espera, paciente o impaciente, de la llegada de Jesús. El adviento comienza en la oscuridad.


La liturgia nos lo susurra cada domingo cuando encendemos una vela humilde y sobria. Partimos de la oscuridad. Del reconocimiento honesto de que el mundo no está bien. De que nosotros no estamos bien. Y es que vivimos rodeados de oscuridades. Algunas las llevamos dentro: un rencor viejo, pegajoso, que nos mantiene lejos de otro; el miedo que nos encoge y decide por nosotros; un duelo que no acaba de cerrar. O esa tiniebla tan moderna: el aburrimiento del alma, la incapacidad de asombrarse.

Otras oscuridades pueden habitar en nuestras iglesias: los bancos que se vacían poco a poco; esas palabras que no encontramos para hablarle a alguien de Dios, las divisiones del Cuerpo de Cristo, el desgaste y las aristas de la convivencia en comunidad, los corazones fríos ante la buena noticia del evangelio.

Y por supuesto, las oscuridades que nos acechan ahí fuera: el monstruo de la guerra, del que nos hablan en la iglesia en primera persona nuestros hermanos y hermanas de Ucrania, la violencia de todo tipo que cada vez más envenena las relaciones personales, la injusticia cotidiana de quien encadena un contrato basura detrás de otro, imposible tener un proyecto vital, el sufrimiento inocente de un niño que enferma gravemente y su familia se pregunta ¿Por qué? sin encontrar respuesta. La mentira y la corrupción, el hambre y la desigualdad, el racismo y todo tipo de exclusiones, la lista es interminable.

El Adviento es el tiempo de mirar toda esa oscuridad de frente: la del mundo, la de la iglesia y la de nuestro propio corazón. Es el tiempo de identificar sus distintas formas, y de llamarlas honestamente por su nombre. No se nos pide que las neguemos ni que las maquillemos, porque Dios mismo se toma muy en serio el mal. Por eso los textos de este tiempo nos hablan con palabras fuertes, palabras que no nos llaman a descansar sino a velar. El mal es real, sí, pero no es definitivo. Podemos nombrar la oscuridad con honestidad porque sabemos que no estamos a su merced; los cristianos creemos que la luz ya ha irrumpido en el mundo en Jesucristo y avanza hacia el día en que toda sombra será disipada.


El texto que acabamos de leer nos muestra dos oscuridades de Juan el Bautista: la prisión y la duda; el encierro físico y el duro choque entre unas expectativas heroicas y la realidad de una revelación compasiva. “¿Eres tú el que ha de venir…?” La pregunta de Juan nace del desconcierto de quien se aferra a una esperanza mesiánica construida en torno a imágenes de juicio, poder y liberación política. Juan, el profeta fuerte, vehemente, el que había preparado el camino del Señor, ahora desde una celda no ve señales que encajen con sus expectativas. Su pregunta directa, cortante, cargada de urgencia y frustración, es el grito de quien se siente defraudado. Juan encarna ese momento en que la imagen que tenemos de Dios se derrumba. Él espera un mesías que “limpie la era, que guarde el trigo en el granero y queme la paja en fuego que nunca se apaga” dice en Mt 3:12. Y en cambio, ¿qué ve? Lo que ve es un predicador itinerante que sana a los enfermos, ensalza a los pobres y come con pecadores. El Juan que habló de un fuego purificador debe aprender ahora a reconocer a Dios en la fragilidad de una llama pequeña.

Jesús no reprende a Juan por dudar. Al contrario, elogia al Bautista y de este modo legitima su lucha interior. No es menos grande por haber dudado. ¿Y cómo le responde Jesús? No con dogmas. No con un tratado de teología. Le responde con hechos. Acude a los profetas, y asume sus promesas para responder con imágenes de un mundo transformado: “los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia”. Jesús le enseña a Juan, nos enseña a nosotros, a cambiar la mirada. El Reino no viene en lo espectacular, sino en los signos discretos de misericordia, allí donde los pobres son atendidos, los heridos sanados y los excluidos son acogidos en la mesa. El Reino de Jesús no nos obliga desde fuera de nuestra realidad, sino que se despliega desde dentro y desde los márgenes. Y trae una reversión del sufrimiento. Aquello que estaba roto, marginado o silenciado, se restaura, se reintegra y recupera su dignidad.

Y esto suena muy bien, y es muy cómodo escucharlo desde el salón parroquial de la parroquia Cristo Rey de Sabiñánigo. Pero cuando llegan esos problemas económicos, esa decepción, esa pérdida, esa traición, esa enfermedad, aceptar a un mesías que no arregla las cosas como nos gustaría, que no impone la justicia de manera inmediata, e incluso por la fuerza, cuesta. Cuesta porque supone aceptar que no estamos al mando, que no tenemos el control, y eso no le gusta a nuestro orgullo. Cuesta porque desafía nuestras limitadas categorías humanas, porque invierte nuestras lógicas de poder. Cuesta poque, seamos sinceros, las heridas duelen. Jesús lo sabía, y por eso nos dice “Bienaventurado el que no halle tropiezo en mí“. O dicho de otro modo: “Bienaventurado el que, a pesar de no entender, sigue confiando”. Y quizá ser una persona de fe y un discípulo de Jesús se trate en buena medida de esto: no de tener todas las respuestas ni tenerlas de manera absoluta, sino de permanecer fiel en la espera.

El Adviento es el tiempo de espera por excelencia. En un mundo que glorifica la prisa, la inmediatez y la eficacia, esperar se convierte casi en un acto subversivo, un acto de resistencia espiritual. Hay en el Adviento un aprendizaje sobre el tiempo. El deseo humano quiere soluciones instantáneas. Lo queremos todo “ya”. Este tiempo nos devuelve el pulso de Dios, un ritmo más hondo, que madura despacio, que desmonta nuestras agendas y reordena nuestras prioridades.

En Adviento, esperamos. Y la espera cristiana no va de brazos caídos. Ni es un tiempo vacío que llenamos de buenos propósitos, con el optimismo superficial de un anuncio de televisión. Y tampoco es una forma de evasión espiritual, de anestesia ante un mundo cada vez más complejo. La espera cristiana es una forma de estar en el mundo. Es una espera con memoria y con horizonte. Con memoria porque la promesa ya irrumpió en Jesús; con horizonte porque lo comenzado en él sigue avanzando hacia su plenitud. Y es que en Adviento los cristianos hacemos una de esas cosas extrañas que hacemos nosotros: miramos al mismo tiempo al pasado y al futuro.Hacia el pesebre de Belén y, sobre todo, hacia la Segunda Venida de Cristo, hacia su Reino en plenitud. Más que en ningún otro momento del año, en Adviento la iglesia vive orientada hacia el futuro de Dios.

Y en este entretiempo, en este intervalo entre las dos venidas, conviven el dolor y la promesa, el sufrimiento y la esperanza. Nuestra tarea no es fácil: debemos sostener ambas realidades. Y, tocados por su gracia, colaborar con Dios en esa re-Creación del mundo, anticipándola en gestos concretos: cuando consolamos, cuando sanamos, cuando nos reconciliamos, acompañamos, hacemos justicia. Todos estos verbos necesitan de un tú, de un vosotros. Nos recuerdan que la fe cristiana no puede vivirse como un proyecto privado, sino que requiere de una comunidad llamada a encarnar la esperanza y a vivir según los valores de ese mundo venidero.

Por tanto, el Adviento no nos pide que fabriquemos un optimismo barato. Nos invita a algo más serio y más hermoso: a vivir de otra manera en medio de la oscuridad. A seguir amando cuando sería más fácil replegarse. A seguir sirviendo cuando nadie aplaude. A seguir orando cuando parece que el cielo guarda silencio. A seguir defendiendo la justicia cuando “no compensa”. A seguir esperando el Reino, no porque no veamos la noche, sino precisamente porque la noche es oscura y, sin embargo, alguien ha encendido ya una luz que no se apagará.


Que este Adviento sea, entonces, nuestro entrenamiento en esa espera: una escuela de vigilancia con los ojos bien abiertos, de confianza en la oscuridad, de fidelidad paciente en medio de un mundo impaciente. Y que, cuando llegue la Navidad, no encontremos solo un recuerdo entrañable del pasado, sino la certeza, nacida muy hondo, de que en Jesús Dios ya ha entrado en nuestra noche y viene a hacer nuevas todas las cosas. Los primeros cristianos resumían toda esta esperanza en una sola palabra-oración, corta pero inagotable. Que sea también la nuestra: Maranatha, ven Señor Jesús.


Te damos gracias, Padre,

por Jesús, tu Hijo.

Te damos gracias en este tiempo de Adviento,

porque Jesús viene en medio de nosotros,

para sembrar en nuestro mundo vida y esperanza.

Enséñanos, Padre, a preparar sus caminos;

Enséñanos a reconocerlo

en cada hombre y en cada acontecimiento,

y sobre todo en los pobres

y en todos los que están necesitados de liberación;

enséñanos a descubrirlo muy cercano,

muy dentro de nosotros,

en la oración confiada.

Padre, a ti levantamos nuestro corazón:

transfórmanos, renuévanos,

que brille tu rostro sobre nosotros.

Padre, danos tu amor,

a nosotros y al mundo entero.

Por Jesús, tu Hijo, nuestro hermano,

que viene en medio de nosotros. Amén.

Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo. AMEN


AGENDA

2 diciembre 2025 – Martes

18’00 horas


Curso Bíblico Ecuménico 2025 – 2026
Ecumenismo en marcha: Caminando juntos hacia la unidad
60 años de Nostra Aetate por Antonio Navarro Carmona
Centro Ecuménico “Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

19’30 horas (Hora de Argentina)

Encuentro Ecuménico de Adviento
Parroquia San Juan Evangelista. Olavarría 486 – LA BOCA
BUENOS AIRES (Argentina)

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

3 diciembre 2025 – Miércoles

20’00 horas


Oración al Estilo de Taizé
Orando especialmente por la Paz
Iglesia de la Compañía de María en Colegio Lestonnac. c/ Aragó 284 trip
BARCELONA

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

4 diciembre 2025 – Jueves

19’00 horas (Hora de Argentina)


Mesa de encuentro interreligiosos de la República Argentina
“Centenario de fe y servicio en Sudamérica: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Argentina y el mundo”
ARGENTINA
ON LINE

5 diciembre 2025 – Viernes

20’00 horas


Oración Interconfesional
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, c/ José Arcones Gil, 37 – 2º
MADRID

20’30 horas

Oración Común estilo Taizé
Parroquia Santa María madre de la Iglesia. C/ Gómez de Arteche 30 – CARABACHEL ALTO
MADRID

21’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta santuario Inmaculado Corazón de María. C/ Ferraz, 74
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

6 diciembre 2025 – Sábado

17'00 horas (hora Argentina)


Espacio Ecuménico
Oración por la Unidad de los Cristianos
Parroquia de Santa Julia (entrada por secretaría), Juan B. Alberdi - 1195
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’00 horas

Oración de la Luz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

7 diciembre 2025 – Domingo

20’00 horas


Oración Común
Parroquia Sant Josep, Avda. Lluís Pericot, 2
GIRONA

8 diciembre 2025 – Lunes

21’00 hora
s

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

9 diciembre 2025 – Martes

18’00 horas


Curso Bíblico Ecuménico 2025 – 2026
Ecumenismo en marcha: Caminando juntos hacia la unidad
Identidad cultural y teología vivida en Alemania por Jessica Aleksejenko
Centro Ecuménico “Julián García Hernando", c/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

21'30 horas

Oración de Taizé
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

10 diciembre 2025 – Miércoles

20’30 horas


Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

12 diciembre 2025 – Viernes

20’30 horas


Oración Común estilo Taizé
Parroquia Santa María madre de la Iglesia. C/ Gómez de Arteche 30 – CARABACHEL ALTO
MADRID

21’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta santuario Inmaculado Corazón de María. C/ Ferraz, 74
MADRID

21’00 horas

Oración común
Iglesia de San José, c/ Colón
TERRASSA (Barcelona)

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

13 diciembre 2025 – Sábado

20’30 horas


Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

14 diciembre 2025 - Domingo

18’00 horas


Oración común de Taizé
Cripta de la Iglesia San Antonio María Claret (entrada por Calle Ramada, 14, Casal Claret)
VIC (Barcelona)

15 diciembre 2025 – Lunes

19’00 horas


Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

16 diciembre 2025 – Martes

21’00 horas


Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

17 diciembre 2025 – Miércoles

20’30 horas


Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

19 diciembre 2025 – Viernes

19’00 horas


Oración de Taizé
Parroquia de San Federico. C/ Alcalde Martín de Alzaga, 21
MADRID

20'00 horas

Oración Interconfesional
Iglesia Luterana, pso. Castellana, 6
MADRID

20’30 horas

Oración Común estilo Taizé
Parroquia Santa María madre de la Iglesia. C/ Gómez de Arteche 30 – CARABACHEL ALTO
MADRID

21’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta santuario Inmaculado Corazón de María. C/ Ferraz, 74
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

20 diciembre 2025 – Sábado

20’30 horas


Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’00 horas

Oración al estilo Taizé
Cripta Iglesia San Francisco de Asís, c/ San Francisco
TARRAGONA

22 diciembre 2025 – Lunes

21’00 horas horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

23 diciembre 2025 – Martes

20’45 horas


Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

21'30 horas

Oración de Taizé
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA

21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

24 diciembre 2025 – Miércoles

20’30 horas

Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

25 diciembre 2025 – Jueves
  • Navidad

26 diciembre 2025 – Viernes

20’30 horas


Oración con cantos de Taizé
Parroquia de Nuestra Señora de Moratalaz. C/ Entre Arroyos, 19
MADRID

20’30 horas

Oración Común estilo Taizé
Parroquia Santa María madre de la Iglesia. C/ Gómez de Arteche 30 – CARABACHEL ALTO
MADRID

21’00 horas

Oración común de Taizé
Cripta santuario Inmaculado Corazón de María. C/ Ferraz, 74
MADRID

21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA

21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

27 diciembre 2025 – Sábado

17’00 horas (hora Argentina)


Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)

20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

28 diciembre 2025 – Domingo

17’30 horas (Hora Argentina)


Espacio de Oración por la Unidad
Parroquia de ja Asunción. Franklin. 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)

29 diciembre 2025 – Lunes

21’00 horas


Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

30 diciembre 2025 – Martes

21’00 horas


Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

31 diciembre 2025 – Miércoles

20’30 horas


Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA

20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)





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