In memoriam
por Ana Bou
En estos últimos meses la mayoría de nosotros hemos experimentado de manera más o menos cercana la perdida de alguien que hasta hace nada formaba parte de nuestra vida y de la noche a la mañana, dejó de hacerlo. Esto siempre es doloroso, muchas de las veces, incomprensible e injusto. Nos deja heridas difíciles de sanar, aunque dicen que la vida se encarga de ello, puede que tengan razón, que la herida sane, pero no la cicatriz. Esa siempre estará ahí.
Los cristianos creemos que la muerte no tiene la última palabra porque nos queda la esperanza del rencuentro. Ese recuerdo, esa esperanza, esa fe, es la que se entrelaza con la vida…
Vida y muerte. La cara y la cruz, el llanto y la alegría, todo forma parte de nuestro existir y aunque nos cueste, está ahí…
Os comparto una pequeña reflexión. Quizá muchos de vosotros seáis capaces de poner un nombre y un rostro, pero prefiero que lo hagáis vosotros que compartís este minuto conmigo…
Ana Bou
De su blog Un minuto para el encuentro
https://www.religiondigital.org/un_minuto_para_el_encuentro/
GRACIAS ANA POR TU REFLEXIÓN ENTORNO A LAS CICATRICES QUE NOS VA DEJANDO ESTA PANDEMIA.
ResponderEliminarANOTO ALGÚN ECO MEDIANTE UNOS POCOS VERSOS DE THICH NHAT HANH:
NO DIGAS QUE MAÑANA ME VOY
PORQUE APENAS ESTOY LLEGANDO
CONTÉMPLAME: LLEGO CADA SEGUNDO
PARA SER UN BROTE O UNA RAMA PRIMAVERAL,
PARA SER UN PAJARILLO DE FINÍSIMAS ALAS
QUE APRENDE A CANTAR EN SU NUEVO NIDO...