Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

domingo, 30 de noviembre de 2014

Carta de Adviento 2014

BIENVENIDOS AL ADVIENTO

Con la Carta de Adviento de Fernando Jordán que publicamos hoy y el Soneto de Pedro Langa que publicamos ayer queremos daros la bienvenida a este tiempo litúrgico que comienza hoy domingo, el Adviento, en el que los cristianos nos preparamos para la Navidad. Feliz Adviento, que el Señor os acompañe y os bendiga, es el deseo del EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO.

ADVIENTO 2014
EL DIOS QUE SE ACERCA A LA PERIFERIA 



Queridos amigos:

Es para mí motivo de alegría, ponerme en comunicación con todos los hogares de los que formamos la comunidad parroquial y con todos aquellos que de una u otra forma os asomáis a nuestra querida parroquia del Inmaculado Corazón de María de Jaca.

Estamos abriendo las puertas del Adviento, tiempo que prepara nuestro corazón para la venida del Señor a cada uno de nosotros, a nuestras familias, a nuestro mundo. Es un tiempo en el que el Señor nos invita a acercarnos al gran acontecimiento de su presencia, tiempo “de renovar ahora mismo nuestro encuentro personal con Jesucristo o al menos, de tomar la decisión de dejarnos encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso” (EG nº 3).

Durante el Adviento descubrimos a personas que han vivido situaciones de “frontera”: La anunciación de María para ser la Madre de Jesús, la disponibilidad de José para aceptar la oscuridad de la desconcertante realidad, el lugar imprevisto para el nacimiento de Jesús en la pobreza extrema. En estos relatos descubrimos que el único verdadero Dios, no es un Dios que está en el cielo, desinteresándose de nosotros y de la historia, sino que es el “Dios-que-viene”. Y es un Dios que viene a nuestro mundo en medio de las situaciones que en él se viven. Que nunca deja de pensar en cada uno de nosotros, que quiere visitarnos despojado de sí mismo (Cfr. Flp 2) para hacerse hombre y ocupar el último lugar con los últimos. 

Este tiempo de Adviento, previo a la Navidad, nos invita a ponernos en “salida” profundizando con la meditación de la Palabra de Dios, acercándonos al perdón para sanar las heridas del camino, comprometiéndonos a ayudar y estar presentes en las vidas de quienes viven en las “periferias” del mundo laboral, sanitario, social e incluso religioso.

Dios no defrauda, siempre va más allá de nuestras posibilidades y limitaciones, nos conoce y nos ama. Quien ponga la mirada y el corazón en las promesas de este Dios que viene, encontrará la alegría y podrá crecer en confianza y paz porque tendrá la experiencia honda de reconocer a Dios entre nosotros, de modo especial entre todos los que viven en situaciones de “periferia”.

Os invito a leer y contemplar las lecturas de los cuatro domingos de Adviento en clave de encarnación. En ellos descubriremos que la “vigilancia” es preparación para el “camino”, sabiendo que para Dios nada es “imposible”, y nos encontraremos con el “testimonio” como puerta abierta para el encuentro en la gran fiesta de la Navidad. 

Podemos hacer de la Palabra de Dios, el libro de ruta de nuestras vidas para encontrarnos con Dios y con los hermanos más necesitados. Sabemos que Dios se hizo pobre, vive en los pobres que a menudo apenas tienen más que lo puesto y carecen de alimentos o vivienda digna y humana. Sólo quien se sienta pobre encontrará al Dios hecho pobre. Sólo quien se sienta pobre descubrirá al Niño de Belén.

Caminemos a su encuentro para poderlo hallar cuando nos hable, cuando nos lo encontremos en el necesitado enfermo, anciano o joven que balbucea en busca del sentido de su vida. En todas estas realidades, en todas estas personas, Dios se sigue encarnando hoy.

Un abrazo

Fernando Jordán Pemán
Párroco
Paroquia Inmaculado Corazón de María. JACA



2 comentarios:

  1. Paz y Bien hermano Fernando y a todos los ecuménicos de Jaca, que siga tu labor pastoral. Juan Manuel Fonseca

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  2. Preparemos nuestro corazón en este tiempo de espera que precede a la Navidad. Él Siempre está a la espera, no solo ahora. Nos llama, pero no fuerza la entrada, porque la puerta que da acceso a nuestro corazón solo puede ser abierta desde dentro.
    Ana Bou

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