Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 20 de noviembre de 2023

EN TIEMPO DE ADVIENTO

Días de Adviento, días de espera, días de preparación


CLAVE:
  • Estamos en los días del Adviento, en el tiempo de adviento, las distintas tradiciones cristianas lo celebran en distintos momentos, pero para todos los cristianos tiene el mismo significado, implica un periodo de espera y preparación. Para la Iglesia Ortodoxa, el tiempo de Adviento se extiende por un periodo fijo de 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero, durante el cual la Iglesia observa un periodo de ayuno, conocido como ayuno de Navidad. Para la Iglesia Anglicana en España, Seis domingos antes de celebrar el nacimiento del Señor, la iglesia antigua en España, conservada hoy en la Iglesia Española Reformada Episcopal, comenzaba el tiempo de preparación para la fiesta de la Navidad: El Adviento consta de seis domingos y dos ciclos de lecturas año par y año impar. Este tiempo recuerda la venida de Cristo, evoca la segunda venida, tiene una fiesta central: la Anunciación o Encarnación que se celebra el día 18 de diciembre. El X Concilio de Toledo (656) estableció el cambio de fecha para esta fiesta argumentando qué «el día en que se sabe que el ángel anunció a la virgen la Concepción del verbo, y la confirmó con Milagros, no puede ser celebrado dignamente porque a veces cae dentro de la cuaresma y coincide con la fiesta de Pascua, en los cuales tiempos no es oportuno celebrar ninguna de las fiestas de los santos» Por ello el concilio toledano decreta que «el día octavo antes de aquel en que el Señor vino al mundo, se tenga también el día de la Madre del Señor como día célebre e ilustre». Dentro de las iglesias protestantes, son numerosas y diversas las comunidades de fe que celebran la temporada de Adviento y que acogen en su liturgia dominical y en sus disciplinas espirituales diarias lo que se conoce como el Año litúrgico: presbiterianas, anglicanas, metodistas, luteranas, reformadas, algunas bautistas y otras más. Por cierto, con el Adviento se inicia el Año litúrgico. Y en la Iglesia católica, en el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor. Este año comienza el domingo 3 de diciembre.

TIEMPO DE LOS QUE TIENEN SED (Is. 55,1-13)

por Fernando Jordán

1.- Introducción

Hay momentos en la vida en que parece que EL TIEMPO se NOS CONCENTRA: Unos como posibilidad, otros vienen “a cámara lenta” y tardan en pasar de largo, otros como sorpresa inesperada, otros como aguijón o como reposo abandonado en otro ritmo. ¿Qué experiencia de Tiempo estás viviendo? ¿De qué está siendo Tiempo en tu vida?

Unos momentos nos “centrifugan” el tiempo por la rebeldía que encierran, y otros lo “extienden” por la ternura que añaden. Algunos abocan la existencia al más hondo mutismo y otros la precipitan a un tipo nuevo de lucidez.

Hemos vivido mucho... EL TIEMPO no son las horas del reloj o los días del calendario, no es un año, no es de nuevo “otro adviento”: el TIEMPO trae consigo la densidad del corazón y es lo hondo del Misterio. ¿De qué es tiempo en tu corazón en este momento? ¿Qué tiempo es recordado y qué tiempo viene con sordina? ¿Qué tiempo se te ha resbalado de las manos y qué tiempo te ha provocado algún parto doloroso? Hay un Tiempo “según la carne”, otro “según el Espíritu” pero... no acontecen por separado.

Toda la sabiduría que ha entrañado cada persona, todo conflicto vivido o malvivido, cada fracaso, cada perdón dado, recibido o pendiente, cada iniciativa que afecta a los derechos humanos con nombres y apellidos, todas las energías volcadas con pasión en añadir un gramo de humanidad alrededor, cada vez que visitamos algún tipo de cárcel, cada vez que nos paramos cuando podríamos pasar de largo, cada vez que nos ponemos de parte del que no tiene credibilidad, o sustituimos el juicio por la mirada bondadosa o guardamos en el corazón una confianza humilde y oscura... esa es la medida del Tiempo que le importa a Dios. Él ACONTECE en ese Tiempo y nos lo abre a otro significado inaudito, se hace así Historia en medio de su Pueblo. Alguien viene a desvelar el significado profundo del presente.

El TIEMPO es eso que nos va a contar este texto de Isaías: sed, jornal, preguntas, oídos, pan, promesas, gritos, búsquedas, paciencia, desconciertos, lluvia, tierra, semillas, muerte, misión, ortigas y alegría. Ese es el TIEMPO nuestro y el de Dios. Tiempo como experiencia tan humana, de todos los días, y ahí mismo Acontecimiento, Manifestación, Revelación de Alguien.

Haz memoria de tu tiempo, el vivido. De tu Historia. La compartida desde el último “adviento” -no tiene porqué ser “cronológico”-. Ahí, en lo real, en lo acontecido, ABRE EL OÍDO Y ESCUCHA. VUÉLVETE.

Tienes TIEMPO para orar. Entra con la lentitud de quien quiere hincar raíces muy abajo. También con la misma determinación. Entra en este día con la conciencia de lo que está en juego, entra en compañía, entra más bien dejándote llevar suavemente pero sin darle largas ni enredarte por el camino... ¡¡ya sabes que se nos da de miedo!!

2.- El símbolo

Te invito a que coloques durante este día en tu lugar de oración los elementos que simbolizan la fuerza del Misterio del texto con el que vamos a orar: AGUA, TIERRA, PAN, SEMILLAS. Y en el centro, LA PALABRA ABIERTA. Si tienes un reloj también puede expresar toda la fuerza histórica y la densidad de una vida y de un momento, el tuyo, el nuestro, que vuelve a ser invitación, acontecimiento, promesa. Somos tiempo, vivimos o escapamos del tiempo, nos agobia, nos obliga, nos envejece, nos lleva, nos posibilita, nos endurece, nos abre a la eternidad, nos somete, nos compromete, nos humaniza, nos desconcierta, nos preocupa o nos absorbe... en medio, Dios acontece en el tiempo. A destiempo, a veces a contrarreloj. Y a veces... “se nos va el santo al cielo” y ¡¡ni nos enteramos!!

3.- Lectura del texto y eco interior

“¡Oh, todos los sedientos, id por agua, y los que no tenéis plata, venid, comprad y comed, sin plata y sin pagar, vino y leche! ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan y vuestro jornal en lo que no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena y disfrutaréis con algo sustancioso. Aplicad el oído y acudid a mí, oíd y vivirá vuestra alma. Pues voy a firmar con vosotros una alianza eterna. Las amorosas y fieles promesas hechas a David. Mira que por testigo de las naciones le he puesto, caudillo y legislador de las naciones. Mira que a un pueblo que no conocías has de convocar, y un pueblo que no te conocía, a ti correrá por amor de Yahvé tu Dios y por el Santo de Israel porque te ha honrado.

Buscad a Yahvé mientras se deja encontrar, llamadle mientras está cercano. Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de Él, a nuestro Dios que será grande en perdonar. Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos -Oráculo de Yahvé-porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros. Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío sin que haya realizado lo que me plugo y haya, cumplido aquello a que la envié. Sí, con alegría saldréis y en paz seréis traídos. Los montes y las colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo y todos los árboles del campo batirán palmas. En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre de Yahvé, por señal eterna que no será borrada” (Is 55, 1-13).

A) ¿Eres de los sedientos?

La sed ya es un Don. Tenerla, reconocerla, otro. Permitir que ella misma “nos alumbre para alcanzar la Fuente”, otro. Puedes sentir la sed si eres de los que han corrido mucho, también si llevas tiempo bebiendo a sorbos insuficientes, si estás muy derrotado de trabajo o de existencia “sudorosa”, si vas descubriendo cada vez más lo que significa ser “polvo sobre polvo”, pobre pero único, si has sido como Job “curandero de quimeras” (Job 13), si “te han hervido las entrañas sin descanso” (Job 30) o si te preguntas con él si has hecho del oro tu confianza y has dicho al oro fino tú, mi seguridad (Job 31,14). Puedes sentir la sed que es también pasión de amor por dar a conocer la Fuente de agua viva, o esa otra, la de un crucificado que se te hace el único maestro. Sed de Palabra de Dios hecha carne. Puedes sentir la sed del Espíritu que fortalezca, guíe, actúe en la realidad obstinada. Puedes sentir la sed al reconocerte humano, simplemente hermano de toda una historia que está pasando mucha sed y vaga “como oveja sin pastor” o a quien se despide “hambrienta”. La sed es como la Historia de Salvación, nada tan personal, tan intransferible, y a la vez nada que nos hermane tanto a todos. La sed, como la salvación “BROTA DE TU TIERRA”. Su presencia anuncia ya una Pertenencia. Ahora pregúntate... ¿eres de los sedientos? ¿De qué tienes sed? ¿Qué haces con tu sed cuando te despierta “la garganta”? Parafraseando a Job cuando afirma “Él salva al pobre por su misma pobreza” decimos “El salva al sediento por su misma sed”.

B) El vigor apasionado de los imperativos del Abbá

¿Has leído el texto como si se te estuviese dirigiendo literalmente a ti, en este Tiempo tuyo? Estremece sentirnos llamados así por Dios. Uno se reconoce... y ¡¡no se lo cree!! “¿Ah, pero es a mí?” Y miramos para otro sitio con cara pasmada. Y Él sonríe y tiembla sin apartar la mirada.

A los sedientos, a los que trabajan pero no quedan saciados, a los que ve cansados en la esperanza o pobres en la fe, a los que... sobre todo se dirige como siempre “a los que no tienen plata”, a los que no tienen la seguridad de poder mantenerse vivos por sí mismos; se dirige a los que buscan y esperan aprender a recibir, a los que ya saben por experiencia que de eso depende todo porque su esfuerzo, sus luchas a brazo partido, sus peleas sin tregua sólo les ha convertido, al final, en unos pobres sedientos y les ha revelado la oquedad de sus fuerzas. A esos, sobre todo a los pobres... a los que van haciendo experiencia de lo simple en medio del desengaño, el laberinto y la ambigüedad de la vida. Sólo ahí hay cuenco para el agradecimiento y para el silencio.

Entonces a Dios se le conmueven las entrañas y sólo acierta a precipitar el corazón: ¡Id!, ¡Venid!, ¡Comed!, ¡Hacedme caso!, ¡Aplicad el oído!, ¡Acudid a mí!, ¡Buscadme!, ¡Llamadme!, ¡Seréis traídos!¿De verdad que has recibido alguna vez este texto escuchando por detrás de las palabras el corazón absolutamente descoyuntado y abierto de este Padre?

No es el imperativo del que manda, ni del que obliga, ni del que reclama. ¿Te das cuenta, verdad? Es el imperativo del Abbá que sabe dónde y cómo estamos, que viene a provocar nuestra libertad y a concentrar nuestra vida donde Él está. Es un imperativo que arde al escucharlo y uno está tentado a defenderse con lo que sabe: ¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tanto interés? ¿No me han dicho otras veces?...

Pero se acumula LA BONDAD de Dios como si de eso dependiese todo, como si el tiempo fuera deprisa y no nos diésemos cuenta. Se hace impaciente de Amor. Y va dando pasos hacia nosotros... En el texto se va acercando, podemos escuchar sus pasos, olfatear su Presencia. Cada vez que dice “¡Id!”, escuchamos cómo viene y se vuelca, se nos planta en medio de nuestra existencia abierta. ¿No nos llama como la madre al hijo de sus entrañas? ¿No nos suplica como el Dios celoso de su Pueblo? Cada vez que dice “¡Oíd!” es su misma Palabra la que ya está saliendo por todos los poros de su piel; cada vez que dice “¡Buscadme!” es como el que está ya delante de ti, tan cerca, tan desprotegido y tan deseoso de querer ser encontrado... Como si sólo le hiciese falta eso. Así de necesitado empieza a desvelarse nuestro Dios, así de mendigo y humillado de amor, así de vulnerable al pan que no nos sacia así de desprovisto y de entregado... “¡mis entrañas, mis entrañas! ¡Me duelen las telas del corazón, se me salta el corazón del pecho!”(Jer 4, 19) ¿El corazón de un Padre?...Es el corazón que anuncia un niño, un HIJO.

C) Tan simple y tan desconcertante como una imagen

Tan solo la advertencia a una tentación: Nuestra pretensión de enjuiciar por adelantado cómo actúa su Providencia, qué caminos elige el Amor o la transformación de la Historia. Sus caminos no son los nuestros, sus pensamientos no son los nuestros, su Promesa supera nuestra “torpe lógica” que se alimenta de nuestras experiencias previas. Si pretendemos llegar al Misterio -de Dios, de la realidad, de mi corazón o del de los demás- desde la interpretación es como si pretendiésemos deshilvanar la luz y hacer una madeja con ella.

Sus caminos se atreven a pasar por paradojas, desengaños, oscuridades y absurdos que rozan nuestra incredulidad. Lo suyo no es lo nuestro.

Nuestros pensamientos no son los suyos. ¡¡Tan a menudo!! ¡¡Tan a menudo!! Lo nuestro sería la retribución y el derecho, lo suyo, que al final de nuestra vida entendamos algo, tal vez, de su Compasión. Ya está. Acaba de dejamos otra vez desnudos y con cara “de pasmo”. Sólo así... en silencio, desconcertados, desarmados, confundidos, pequeños... sólo así nos hacemos tierra simple, grieta abierta: recibir el agua, calamos sin defensas, impotentes, empapamos de lo que Él nos quiere dar, permitir la oscuridad de la semilla, permitir la paciencia, permitir nutrir las raíces, permitir que la misión se cumpla por donde no hemos deseado, ni por el camino que hemos recorrido con esfuerzo. Y a todo nos educa en la vida real y cotidiana, en el tiempo, en los sucesos más o menos duros o rutinarios que vivimos. Y nos pregunta si a través de nuestra historia concreta notamos más la sed, somos más sensibles a sus imperativos, abandonamos todo juicio, tenemos más grietas en nuestro suelo o... o QUÉ.

Deja resonar los ecos del texto, sin pretender conclusiones o reflexiones, te conduce hasta la adoración. No cabe nada más. El juicio no es posible, ni la arrogancia. Sólo hay una sabiduría: el ABANDONO que espera aprender a RECIBIR, a pesar de todo, a dejarse querer hasta poder fecundar su Palabra.

Es la fuerza de una imagen... sólo eso: como la lluvia mansa, como la tierra que se deja calar... A veces buscamos la lluvia a torrentes... deja baldío el terreno; a veces pretendemos colocar aspersores en cuanto tememos la sequía; a veces la vida nos ha asfaltado el terreno y el agua rebota; a veces hemos ido colocando invernaderos con plásticos impermeables; a veces hemos puesto a producir tanto la tierra antes de tiempo que la lluvia la encuentra agotada y marchita; a veces hacemos de terratenientes y nos hacemos dueños hasta del agua que embalsamos... A pesar de todo... esa tierra es ocasión para Dios. Sólo pide creer en su COMPASIÓN y dejarnos empapar por su MISERICORDIA. Volvemos a Él. Es así, Increíble... hace del desierto espacio de intimidad y del valle de Alcor, valle de infidelidad, puerta de esperanza. Cada uno puede evocar ese valle con el nombre que tenga históricamente en sus entrañas... -valle de tibieza, valle de saciedad, valle de letargo, valle de injusticia, valle de violencia sin defensor, valle de indignación, valle de impotencia, valle de ambigüedad...- Al final, PUERTA DE ESPERANZA. Esa es la Buena Noticia. Anuncia ya que “no ha venido a llamar a justos sino a pecadores” y que “no necesitan médico los sanos, sino los enfermos. Hasta el mal es ocasión de fecundidad. De Salvación. Es el “encargo” que lleva consigo la gracia, la lluvia. Es su ORIGINAL fecundidad...

4.- Propuesta orante: beber, oír, acoger, agradecer

Lo importante hoy es orar, entrar en Relación con este Dios que se “abalanza” en medio de la Historia para sacudir nuestra inercia y nuestra insensatez. Elige una de estas posibilidades si te ayudan para ello.

A) Contemplar el acontecimiento

¿Te has fijado alguna vez en cómo desciende la lluvia y la nieve de los cielos? ¿Te has quedado contemplando cómo empapa la tierra? ¿Y cómo se esponja la tierra y se pone de color brillante y el olor que desprende? No tiene vuelta.

Permite que el Espíritu y la Palabra suave sean ahora en ti como lluvia mansa. El Don es Don. La lluvia cae y no vuelve... y lo hace en silencio. Tiene una Misión que es puro amor gratuito y volcado. Pero algo sucede en la tierra aunque no lo veamos... si hay grietas, si está blanda, si tiene sed, si hay semillas ocultas, pacientemente abonadas, oscuras, quietas, no secas sino tiernas... Lo que brota es pan para comer. Su Palabra actúa así. Su definitiva Palabra, Jesús. Está empapando la tierra, está dando fruto -tal vez no según nuestros caminos-, ya está siendo Pan para que comas ¡¡el que tenga hambre!! Deja que así sea...O tal vez necesites adorar, o pedir sed, o volver el corazón, o estirar tus propias grietas por dónde dejar que el agua cale. ¿Huele a tierra mojada? Permite, recibe, escucha sus imperativos en medio de tu Tiempo y de esta Historia Habitada. Contempla el símbolo, su Tiempo, su Palabra, su fuerza real. No te olvides de que hay Alguien en medio de tu historia, con ansia compasiva, que te atrae.

B) El gesto: súplica creyente y obediencia

Puedes coger la Palabra con tus manos, orar con ella abierta. No te deja indiferente, algo serio acontece cuando la dejas decirte a ti, en primera persona.

Haces memoria del texto y de la historia personal que estás viviendo ahora, en la que esta Palabra cobra un vigor nuevo.

¿Por qué esa revelación de un Dios Compasivo, pura misericordia, gratuidad sin medida, se te regala justo ahora?

¿Por qué ese espejo en el que te reconoces con la existencia mendiga, insatisfecha y sin la lucidez suficiente como para ir a la raíz de lo que vives?

¿Por qué ahora precisamente esta Palabra viene a hablarte de que tus caminos y tus pensamientos son bultos ciegos y verdades maniatadas que te alejan más que te guían y que sólo el abandono a su sabiduría es “Luz de luz”?

¿Por qué ese aguijón íntimo al reconocer que son sus imperativos los que te han descolocado por dentro?

¿A qué ha venido esa intuición suave de que lo que tú rechazas, grietas endurecidas de mucha sequía y miedos apelmazados, es justo por donde Él demanda mansedumbre y Salvación?

¿Por qué este movimiento interno que te conduce a las raíces con simplicidad y te lleva a entender en un momento lo que se te regala en Jesús, donde reposa la Misión, por donde avanzan en el corazón de la Historia los caminos de la Obediencia?...

Con la Palabra en tus manos, deja que el eco de alguna de estas preguntas, tus resonancias y tus movimientos suaves te conduzcan a la Relación con el que te dice “¡Oíd!”.

Después, si quieres, sin palabras, deja que un gesto lo diga todo. Estrecha la Palabra junto a tu corazón. Escucha tus propios latidos y la verdad que se te Revela como Camino. Repite simplemente: “Que el Don que me regalas no vuelva a Ti vacío, que viva la Misión y la fecundidad que Tú quieres.” Te acercas de puntillas a la experiencia del Adviento.

C) Las evocaciones del símbolo anuncian a Jesús

Estás delante del símbolo que colocamos al principio: Todo anuncia y evoca la Palabra que Dios nos trae, Buena Noticia en el Tiempo que vivimos. La persona de Jesús. Cada símbolo te puede conducir a Él, te anuncia “la razón de tu esperanza”. Puedes elegir uno de esos símbolos para orar, mirar, hacer SILENCIO y creer:

EL AGUA... Mira, contempla. Evoca tu sed, porque eres de los sedientos. El agua que deja “mullida” la existencia en su complejidad. Pero hay más... acoges ya el anuncio de “un Bautismo”, y “las aguas de la piscina que curan toda parálisis...” y “el vino de las bodas” cuando el agua se hace confianza y escucha. El Agua te introduce en el Misterio del Adviento, Jesús, no para pensar, sino para beber.

EL PAN... la vida te está regalando trigo a manos llenas y comida, como al sembrador. A la vez resuena hoy esta palabra “¡Comed!” Agradeces mirando este símbolo que Dios se acerque tanto a su pueblo que le prometa comida y te haces hermano de las multitudes hambrientas -conoces nombres concretos, situaciones que claman al cielo, seguro que cerca de tu portal y tu mesa de trabajo- y te gozas de que el Reino se haga Pan y se construya haciéndose uno mismo Pan y escuchas de fondo la fuerza del Adviento... “Yo soy el Pan de Vida, el que venga a mí nunca más tendrá hambre”, No para “proponerte” nada sino para “abrirte en canal” y dejarte alimentar, porque la vida te viene de Otro y la justicia que reclama nuestro mundo es Compasión.

TIERRA... Así te sientes al iniciar este Tiempo, como tierra: reseca, en barbecho, con abrojos, pantanosa... pero tierra. Todo te lleva a una conciencia mayor de ti mismo y de la tierra de los demás, pero a veces eso mismo te encierra en lo posible” y “lo real”. Al mirar esa tierra... te llega al corazón el recuerdo de esa otra Tierra que también es revelación de Amor Misericordia: la del barro untado con la saliva de Jesús, la de la arena en la que se dio de bruces la adúltera, la que limpió María de los pies del Maestro, la del costado abierto y embarrado en la cruz, la del hijo que volvía todo desarrapado después de “haber hecho su vida”... Es la misma tierra, Jesús, que sólo viene a reconciliar, que es “rico en misericordia”. No para que “rindas cuentas” sino para DARSE, para que antes de nada te dejes querer de tal manera que de verdad tus raíces queden empapadas de ternura.

LAS SEMILLAS... Las que están ya sembradas, las que han ido cayendo entre espinos, las que otros te han confiado. Puedes mirarlas y reconocer toda tu vida oculta cuajándose por debajo. Pero ¡¡qué oscuridad!! ¡Qué larga es la espera! ¡Qué lento todo! Parecía que... pero ya han pasado “tres días” y no aparece ningún fruto. Esas semillas del Adviento de Isaías te llevan a un significado más profundo que te adentran en sus caminos, en sus pensamientos aquella semilla que muere, aquella semilla que espera la siega después de crecer de noche sin saber cómo, la semilla que se ha sentido triturada y asfixiada bajo tierra... El Adviento revela ya el único camino, Jesús. No para idealizar la espera, sino para creer contra toda esperanza.

5.- Claves para vivir este adviento como tierra porosa que fecunda la palabra

1.- Activos pero no dispersos. El Adviento más que un Tiempo es UNA PERSONA.

2.- Beber, comer, celebrar, participar... pero hacer sitio para reconocer en todo LA SED.

3.- No correr de semana en semana hasta la Navidad, sino olfatear los reductos de misericordia y desatascar un poco la capacidad de COMPASIÓN día a día.

4.- Agradecer que no sabemos vivir este tiempo “como conviene”... así seremos llevados, atraídos y RECIBIREMOS. Que de eso se trata.

5.- Celebrar los valles de desesperación histórica que vivamos como pozos para entender los caminos de LA ESPERANZA... desde Otro.

6.- Hacer un “repaso diario” a LA HUMILDAD: que allí donde hay pretensión de verdad, juicio “verosímil” sobre los problemas de la realidad sin caer en la cuenta de las personas concretas que los sufren, palabras que sentencian sutilmente al hermano, sistemas de vida seguros que nos hacen creer “seguidores”, sentimientos que nos enfrían la humana vulnerabilidad, sensación “probada con obras” de que el otro es quien debe rectificar, ideas demasiado grandes que impiden la valoración de lo más pequeño y escondido, visiones que dividen el mundo en bandos, prisa por interpretar y sentenciar “lo mejor”, ... ahí puede que se cumpla eso de que “sus caminos distan de los nuestros como la tierra del cielo” ¿Qué tal si aprendemos a callar y miramos cómo cae la lluvia “sobre justos e injustos”?

7.- La mirada... afinar LA MIRADA: Podemos asomamos a la realidad y a las relaciones cotidianas con mirada de saciados o de sedientos; con mirada del que “está lleno de plata” o con la del que conoce los “agujeros de sus propios bolsillos” ,con la mirada del que “se deja encontrar” por el que no esperaba o con la del que no tiene tiempo para detenerse en lo que no interesa; con mirada del que está “buscando a Alguien” o con la del que disfruta siendo celebrado y reconocido; con mirada agrietada por donde puede “colarse” la necesidad del otro o con mirada de haber sido perdonado poco; con mirada lenta que a la vez “aplica el oído” o con la mirada del que “se sabe ya lo que ve”. ¡La mirada tiene tanto poder para desvelar dignidad y rescatarla donde se ha hundido!

8.- HUMANIZAR a la medida de Jesús y dejarnos humanizar por lo que nos escandalice, lo que nos dé al traste con nuestras ideas de “dónde y de parte de quién” está Dios y por lo que desarme nuestras ideas de éxito y gloria. Recordar la bienaventuranza de Jesús “¡Dichoso el que no se escandalizare de Mí!” y confesar en esas situaciones con el profeta, “Tú estás aquí, y yo no lo sabía”.

9.- EL SILENCIO, recuperar no sólo los espacios, sino sobre todo los ritmos y los modos. Todo lo importante se cuaja ahí. Silencio cuando caminas justo de tiempo al trabajo, cuando vives los problemas cotidianos, cuando te abruma el enredo de tus elucubraciones, cuando escuchas hasta lo menos oportuno.

10.- LA MISIÓN pasa por la experiencia de recibir y dejarnos fecundar por Alguien en nuestro interior. La forma que tenga esa vida concreta es la añadidura del Reino.

EL AUTOR:
Fernando Jordán Pemán, sacerdote católico romano
Párroco Iglesia Inmaculado Corazón de María de Jaca (Huesca)


AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS


HOY LUNES 20 NOVIEMBRE 2023

20 – 26 noviembre 2023

XI Jornadas del Desierto on line
“J. Maritain – Carlos de Foucauld”
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld
ON LINE

19’00 horas

Las Raíces judías del cristianismo y el diálogo Judeo – Cristiano
El judaísmo en la actualidad – el Sefarad, por el profesor Uriel Macías, de la Federación de Comunidades Judías de España
Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo (CESET), c/ Abadía de Santa Ana, 4
MÁLAGA

19’00 horas

Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
Arenys de Munt (Barcelona)

21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

21 noviembre 2023 – 18’00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico
Ioannis Zizioulas (+2022), por Fernando Rodríguez Garrapucho
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, C/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

21 noviembre 2023 – 20’00 horas

Ciclo de conferencias Cristo en el Mundo
Cristo en el mundo protestante, por Alfredo Abad (IEE)
Parroquia Bautismo de Jesús, c/ Gavilanes, 11
MADRID

21 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

22 noviembre 2023 – 20’00 horas

Ciclo de conferencias Cristo en el Mundo
Cristo en el mundo ortodoxo, por Constantín Serban (Iglesia ortodoxa rumana)
Parroquia Bautismo de Jesús, c/ Gavilanes, 11
MADRID

22 noviembre 2023 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

23 noviembre 2023 – 19’30 horas

Conferencia
Las Iglesias Ortodoxas y Orientales a cargo del Dr. Sebastián Janeras
Organizado por la parroquia de la Purísima de Sabadell.
Auditorio Mn. Joan Nonell, c/ Capmany 36
SABADELL (Barcelona)

23 noviembre 2023 – 20’00 horas

Ciclo de conferencias Cristo en el Mundo
Cristo en el mundo católico, por Aitor de la Morena (Iglesia católica romana)
Parroquia Bautismo de Jesús, c/ Gavilanes, 11
MADRID

24 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca, 52
HORTA-BARCELONA

24 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA

24 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración común
Iglesia de Sant Miquel, Parroquia de Sant Pere. Plaza del Rector Homs s/n
TERRASSA (Barcelona)

25 noviembre 2023 – 17’00 horas

Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción. Gavilán, 1137 FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)

25 noviembre 2023 – 20’30 horas

Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE

25 noviembre 2023 – 21’30 horas

Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)

26 noviembre 2023 – 18’30 horas

Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)

27 noviembre 2023 – 19’00 horas

Las Raíces judías del cristianismo y el diálogo Judeo – Cristiano
El judaísmo en tiempos de Jesús, por el profesor Emilio López Navas, del CSET San Pablo de Málaga
Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo (CESET), c/ Abadía de Santa Ana, 4
MÁLAGA

27 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA

27 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)

28 noviembre 2023 – 18’00 horas

Curso de formación bíblico-ecuménico
El ecumenismo del Papa Francisco, por Rodrigo Polanco
Centro Ecuménico “Julián García Hernando”, C/ José Arcones Gil, 37, 2º
MADRID
ON LINE

28 noviembre 2023 – 20’45 horas

Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA

28 noviembre 2023 – 21’00 horas

Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)

29 noviembre 2023 – 20’00 horas

Oración Ecuménica de Adviento
Club Parroquial Cristo Rey, plaza de España, 2
SABIÑÁNIGO (Huesca)

29 noviembre 2023 – 20’30 horas

Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)

30 noviembre 2023 – 19’45 horas

Oración con los salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n. TERRASSA (Barcelona)

DICIEMBRE

11 diciembre 2023 - 10'30 horas

Seminario interreligioso
La construcción de una sociedad fraternal: el rol de las diferentes tradiciones religiosas. La Fraternidad Humana
Salón Santa Úrsula- UCV, c/  Guillem de Castro, 94
VALENCIA

11 diciembre 2023 - 19'00 horas

Encuentro interreligioso
Salón Santa Úrsula- UCV, c/  Guillem de Castro, 94
VALENCIA








1 comentario:

  1. Muy claro y muy bien explicado, una catequesis perfecta
    Muchas gracias
    Nacho

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