Señor, danos entrañas de misericordia frente a toda miseria humana. Inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado. Ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido.
Que nos preocupemos de compartir, en el amor, las angustias y tristezas, las alegrías y esperanzas de todos los seres humanos, y así les mostremos tu camino de reconciliación, de perdón, de paz.
José Antonio Satué, sacerdote, iglesia católica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario